20 abril 2009

El diario LA VANGUARDIA la califica de 'gorgona devoradora de tertulianos'

Se acrecienta la popularidad de María Antonia Iglesias como tertuliana izquierdista en ‘La Noria’ y ‘Las Mañanas de Cuatro’

Hechos

El 5.04.2009 el diario LA VANGUARDIA publicó el artículo titulado ‘María Antonia Iglesias’.

Lecturas

La multiplicación de las tertulias en televisión causó también una multiplicación de los tertulianos y eso hacía difícil que unos destacaran sobre ellos y que la prensa de papel, que seguía siendo el mayor órgano a la ahora de evaluar categorías de tertulianos, escasamente señalara a uno que no fuera director de periódico o director de programa de radio. Una de las excepciones fue Dña. María Antonia Iglesias, que había sido tertuliana discreta en su etapa de ‘Día a Día’ (1996-2004), pero que, en cambio, al dar el salto a ‘La Noria’ de TELECINCO (desde 2008) y ‘Las Mañanas de Cuatro’ de PRISA (desde 2007) se había convertido en una de las tertulianas más conocidas siempre defendiendo valores izquierdistas.

05 Abril 2009

María Antonia Iglesias

Víctor-M. Amela

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La curtida periodista María Antonia Iglesias es un astro televisivo en cuarto creciente María Antonia Iglesias, sentada en un plató tras otro, vuelca en las tertulias argumentos fogosos, seísmos dialécticos, fricciones tectónicas, cataclismos, decibélicos y efusiones volcánicas  con desparrame de lavas ardientes y nubes piroclásticas: María Antonia Iglesias, sentada en un plató de televisión, garantiza una trifulca homérica y atronadora más pronto que tarde.

María Antonia Iglesias asegura la inminencia de una discusión tonante y sonante que te obligará a parapetarte a toda prisa tras el sofá del salón. A María Antonia Iglesias la he visto en la tele insultando a Miguel Ángel Rodríguez (“eres un machista y un cabrón”) peleándose hasta con su mismísimo compañero de bancada Enric Sopena en ‘La Noria’ (TELECINCO), haciendo huir trastabillando a algunas oponentes enmudeciendo a encallecidos moderadores (¡Jordi González no se atreve con ella!), intimidando a colegas a diestro y siniestro (¡cállate y vete!) y hasta enfrentándose a solas contra todos sus contertulios en bloque… tal como esta semana he visto en el debate de mediodía moderado por Concha García Campoy (CUATRO), esta vez a cuento de los pactos en el parlamento vasco.

María Antonia Iglesias cotiza al alza en la bolsa de la tele porque garantiza el conflicto, que es la materia prima de audiencia. Las cadenas están bien dispuestas a entregar en sacrificio a los tertulianos que osan acompañar a María Antonia Iglesias en un debate: apenas logran articular dos frases seguidas sin que ella les oprima el cuello con el látigo de su lengua trífida. No se frena: interrumpe, increpa, descalifica, condena y crucifica a todo el que se le cruza. Si alguien se le cruza a María Antonia Iglesias, ¡ay!, a ella se le subela sangre a la lengua y no responde.

Estos tertulianos son servidores como frugal alimento para las filosas fauces de tan sulfúrica señora, cuyas invectivas equivalen al funcionamiento de una hormigonera, de una trituradora y de un martillo pilón a la vez. Es el espectáculo del desmenuzamiento.

No hay crisis para ella: el mal rollo que suscita su presencia en un plató hace subir en bolsa esa emisión. Si un canal fuese mío, no dudaría en fichar a la tremenda medusa María Antonia Iglesias (como ya hacen casi todos, de hecho), aunque luego me costase un poco más fichar al grupito de valientes dispuestos a exponerse a esa Gorgona devoradora de tertulianos.