16 abril 2013
Julián Muñoz suma otros siete años de prisión
Sentencia ‘caso Blanqueo’ en Marbella: Isabel Pantoja es condenada a dos años de cárcel por blanqueo de capitales
Hechos
- El 16.04.2013 se conoció la sentencia por el caso Blanqueo de capitales, el único caso separado del entramado de la llamada ‘Operación Malaya’ en el que estaba imputada la cantante Dña. Isabel Pantoja.
Lecturas
El 16 de abril de 2013 se hace pública la condena por llamado caso Blanquero en el ayuntamiento de Marbella, uno de las muchas causas judiciales por corrupción en torno al exalcalde de Marbella, D. Julián Muñoz Palomo, pero que era especialmente popular por sentarse en el banquillo como cómplices su exesposa Dña. María Teresa Zaldívar García, un hermano de esta, y la que fuera su novia, la famosa cantante Dña. Isabel Pantoja Martín.
La sentencia son las siguientes:
- Dña. Isabel Pantoja Martín – 2 años de cárcel.
- Julián Muñoz Palomo – 7 años de cárcel.
- Dña. María Teresa Zaldívar García – 3 años y 3 meses de cárcel.
- Jesús Zaldívar García (hermano de Mayte) – 3 años y 3 meses de cárcel.
- José Miguel Villaroya Villar (empresário) – 1 año de prisión.
- Fernando Salinas Mila (intermediário com la banca suiza) – 6 meses y 1 día de cárcel.
La sentencia considera acreditado que para disponer del dinero que D. Julián Muñoz acumulaba de manera ilícita, este se sirvió de las actividades empresariales, profesionales y de la estructura societaria de la Sra. Pantoja y que esta puso a su disposición para el logro de tales fines.
Aunque tradicionalmente la política penitenciaria es que las penas que no pasen los 2 años no se ejecutan, lo que – teóricamente – debería haber salvado a la Sra. Pantoja de la cárcel, en esta ocasiones el Tribunal hace una excepción en base a la alarma social y obligan a la Sra. Pantoja e ingresar unos meses en prisión.
–
PRINCIPALES CONDENAS:
20 Abril 2013
Una imagen que avergüenza a la Justicia
No se olvidará fácilmente la cara de Isabel Pantoja, agredida violentamente a la salida del juzgado de Málaga, en el que para gozo de los programas rosáceos de la tele se leyó en voz alta -faltó el púlpito y cantarla en gregoriano- la sentencia condenatoria, aunque no carcelaria. Si el Consejo General del Poder Judicial tuviera la más mínima sensibilidad sobre los derechos civiles del que cae en manos o a pies de la máquina judicial española, habría abierto ya expediente sobre cómo ha sido posible, en un régimen patológicamente garantista como el que pastorea Gonzalo Moliner, que un justiciable pase a ser ajusticiable y ajusticiado, vulgo linchado, por la plebe a las mismísimas puertas del Templo de la Ley. Además de tirarle del pelo hasta derribarla, golpearla y sólo de milagro no patearla en el suelo, la justiciable ajusticiada ha visto exhibida su lencería más íntima en todas partes, desmayada en el suelo del coche. Oriol Pujol, en cambio, al declarar ese mismo día sobre el trinque de las ITV en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, parecía la reposición en TV3 de Reservoir dogs.