17 junio 2021

Para cuando el jugador cambió de opinión la oferta de Florentino Pérez había caducado

Sergio Ramos abandona el Real Madrid: tras arrepentirse de haber rechazado la propuesta inicial del club para renovar por un año más

Hechos

La rueda de prensa de despedida fue el 17 de junio de 2021.

10 Enero 2021

Ramos, Florentino, pónganse de acuerdo de una vez

Eduardo Inda

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El dinero debería dejar de ser un problema. El jugador está dispuesto a mantener su salario: un fijo de doce millones neto y un variable de otros dos

La absolutísima mayoría de las grandes estrellas del Real Madrid no ha terminado su carrera en el club. Las únicas excepciones que confirman esta regla son Don Francisco GentoAmancio AmaroManolo Sanchís y Zinedine Zidane. Pero ni Pirri, ni Stielike, ni Butragueño, ni Míchel, ni Mijatovic, ni Hierro, ni Ronaldo, ni Figo, ni Raúl, ni Casillas, ni obviamente Cristiano colgaron las botas en el equipo de sus amores. Una anomalía que habría que corregir para equipararnos a un Manchester United que retuvo hasta el final de sus vidas deportivas a Scholes, a Neville y a Giggs, a un Milan que jamás permitió que Maldini o Baresi se fueran con su magia a otro lado o a un Liverpool que vio cómo Carragher o Dalglish le declaraban amor eterno. Una tradición que me encanta, no conozco mejor manera de hacer club. Con este sistema los valores inherentes a la entidad, en el caso del Real Madrid el pundonor, el sacrificio, el respeto al contrario o la humildad, se transmiten de generación en generación. Gento se los legó a Amancio; Amancio a Santillana; Santillana a Butragueño, Míchel, Sanchís y cía; Butragueño, Míchel, Sanchís y cía a Raúl; Raúl a Sergio Ramos; y Sergio Ramos a quien quiera que venga después.

El problema es qué sucederá si el número 4 deja su trabajo a medio hacer, si se marcha abruptamente el 30 de junio, si Benzema y Varane se encuentran de sopetón con la vara de mando del vestuario teniendo treinta veces menos potestas y auctoritas que él. Ninguno de estos dos jugadorazos nacieron para liderar, son buenos mandados y poco más. Del gran vicecapitán Marcelo ni hablo porque está más fuera que dentro. Tal vez un tipo de la casa como Dani Carvajal posee ese gen de mando bueno del que carecen los dos franceses. ¿Quién será capaz de mantener unido a un vestuario en el que cada uno es de su padre o de su madre? ¿Quién convencerá a unos compañeros que se piensan que la vida sigue igual de que hay que bajarse el sueldo otro 10 por ciento? ¿Quién meterá sangre y pasión a los 10 restantes cuando las cosas se pongan chungas en unos cuartos, en una semi o en una final de la Copa de Europa?

Sinceramente, yo no veo a nadie en el panorama merengue, salvo como digo a Carvajal y con las incógnitas propias de quien nunca ha ejercido la capitanía, con ese gen innato que distingue a los machos alfa del resto de la manada.

Es inexplicable que Florentino y Sergio, Sergio y Florentino, que aquí el orden no altera el producto, hayan dejado pudrirse una renovación que debería estar resuelta desde el verano pasado. Si del «sólo un año» hemos pasado a los dos que ya aceptan desde las oficinas de Concha Espina, no entiendo por qué no se cierra un asunto que no contribuye precisamente a mejorar la imagen del mejor club de todos los tiempos. El central que nos dio a los madridistas la Décima pide dos más uno opcional. El Madrid no quiere oír hablar de esa posibilidad. Y el dinero debería dejar de ser un problema teniendo en cuenta que el jugador está dispuesto a mantener su salario actual, que consta de un fijo de doce millones netos y un variable de otros dos. Por el bien del Madrid, que es el bien superior a proteger, las dos partes deberían ceder para sellar un acuerdo que acabe con una polémica que nos viene tan bien a los periodistas como mal a la entidad. Creo que la sangre no llegará al río. Es lo que indica el sentido común, aunque desgraciadamente es el menos común de los sentidos, y porque ni yo ni ningún merengue imaginamos a Ramos vistiendo otra camisa que no sea la blanquísima del Madrid.

07 Febrero 2021

Lo que nos faltaba: Sergio Ramos KO

Eduardo Inda

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No sé si confundo mis deseos con la realidad, pero perder a Cristiano Ronaldo y a Ramos en tres años es un lujo que el Madrid no puede permitirse

Cualquiera diría que a este Real Madrid le ha echado mal de ojo una bruja mala-malísima. O que es un circo al que le crecen los enanos. La salida de Cristiano Ronaldo convirtió al equipo número uno en uno segundón. Sesenta goles al año no se cubren así como así. Y el que llegó para paliar el bajonazo anotador, Eden Hazard, ni está ni se le espera. Ha jugado 35 partidos en dos temporadas en todas las competiciones y sus goles brillan… pero por su ausencia. Es la maldición de los jugadores que provienen de la Premier: le ocurrió a Robben, que jugaba en el Chelsea como él, y se repitió el marronazo con Gareth Bale. ¡Ah!, se me olvidaba un Jonathan Woodgate que no disputó un solo partido en su primera temporada en la Casa Blanca.

Lo de anteayer de Sergio Ramos, esa inesperada operación que acalla las maledicencias de quienes aseguraban que su lesión era un cuento chino, es la gota que colma el vaso de la mala suerte madridista. Éramos pocos y parió el menisco del camero. Aunque no creo que sea una lesión larga, es lo que le faltaba al Real Madrid. El 4 del equipo merengue marca la diferencia: es lo que tiene ser el mejor central del mundo. Con él, el equipo es una cosa; sin él, otra bien distinta. Las estadísticas no mienten: los de Zidane sólo pierden el 13 por ciento de los partidos cuando él se encuentra sobre el terreno de juego. Un índice de efectividad que le sitúa como el segundo jugador más importante del Real Madrid en la última década y muy especialmente tras aquel cabezazo lisboeta del minuto 93 en mayo de 2014 que fue el banderazo de salida al Lustro de Oro blanco. La comparación se transforma en escándalo de marca mayor cuando conocemos que con él fuera de las convocatorias el equipo merengue palma el 37 por ciento de los encuentros, es decir, casi el triple que cuando él juega. Ojo al dato. Pocas veces, salvo con estrellas muy estrellas como él, se ven en el mundo del balón gaps tan cantosos. Normalmente, los guarismos de efectividad están más ajustados entre unos jugadores y otros. Sólo este dato demuestra la brutalidad futbolística que es SR4. Ahora la gran duda es si esta lesión, que le aboca a un parón de al menos mes y medio, será el punto y final de su hégira en el Real Madrid. Si volverá a reaparecer o no con ese 4 a la espalda que habría que retirar de los dorsales del equipo al más puro estilo NBA el día que definitivamente coja el petate y se las pire. Yo aún sigo pensando que Florentino y él están condenados a entenderse, que se quedará, que firmará dos años más y que, incluso, volverá a ser el líder sensato que se baja el sueldo porque sabe que sin público no hay billetes en las arcas de las entidades deportivas.

No sé si confundo mis deseos con la realidad, pero perder a Cristiano Ronaldo y a Sergio Ramos en tres años es un lujo que el Real Madrid no puede permitirse.

Si quitarnos al portugués supuso un -60 en goles por temporada, prescindir de Sergio representaría un +20 goles en contra al año como mínimo. No exagero: son cuentas, no cuentos. Conviene no olvidar que en la 2019-2020, el Real Madrid fue el equipo que menos goles encajó, 25, por los 27 del ultradefensivo Atlético de Madrid o los 34 del Sevilla. El Barça de Messi y Ter Stegen se llevó 38 chicharros, que se dice pronto. En la actual, con Sergio Ramos acumulando ya cuatro bajas, es el cuarto que menos tantos ha recibido por detrás de Atlético de Madrid, Sevilla y Barcelona. No nos tomemos a cachondeo el posible adiós de Sergio Ramos porque no tiene ninguna gracia. Y, entre tanto, busquemos un exorcista para acabar con esta maldita racha.

17 Junio 2021

Sergio Ramos no supo medir sus fuerzas

Carlos Carpio

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Sergio Ramos se va del Real Madrid y la verdad es que me sorprende. Sabía que en el club estaban convencidos de que era mejor que no continuase porque se creía el dueño del vestuario, pero en el mundo del fútbol es habitual pensar una cosa y hacer lo contrario, a menudo condicionados por la presión de la opinión pública. Esta vez no. Esta vez Florentino Pérez ha sido coherente, ha apostado por una renovación radical y ha decidido no moverse de esa oferta que planteó en diciembre y que el capitán rechazó al considerarla insuficiente, poco acorde con su trayectoria.

Así y todo creí que terminarían llegando a un acuerdo porque Ramos siempre dejó claro que quería quedarse, aunque no a cualquier precio, sino al que pretendía fijar él. Cuando se dio cuenta de que el Madrid no quería que siguiera y le había puesto la excusa en bandeja ya era demasiado tarde. El presidente del Real Madrid ha decidido asumir el enorme desgaste de imagen que va a suponerle la salida de semejante mito después de la traumática marcha de un Zidane dolido que le dejó señalado.En una decisión que le honra ha antepuesto lo que considera que es lo mejor para el club a su conveniencia personal.

Sergio Ramos ha gestionado muy mal sus últimos meses en el Real Madrid y verle empañar su fabulosa trayectoria da pena. Todas sus decisiones han sido muy discutibles. Acostumbrado a tensar la cuerda al límite, como hizo en negociaciones anteriores, no midió sus fuerzas en el momento menos indicado, cuando comenzaban a fallarle. Pero así es el de Camas: genio y figura hasta el final. Recuperándose a marchas forzadas de una lesión en marzo decidió forzar priorizando la selección al Real Madrid cuando más le necesitaba su club. De aquel episodio salió señalado a ojos del madridismo, enfrentado al seleccionador y lesionado de nuevo. Fue entonces cuando empezó a entender que había dejado de ser imprescindible. La decisión de Luis Enrique fue la puntilla.

Pero por encima de sus errores pesan muchísimo más sus aciertos. Sergio Ramos es y será siempre una leyenda del Real Madrid y del fútbol español, una figura de una personalidad arrebatadora sin la que resulta imposible entender uno de los periodos más exitosos del club blanco en toda su historia.

 

16 Junio 2021

Sergio Ramos se va, el Madrid sigue

Alfredo Relaño

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Zidane pedía que Sergio Ramos fuese renovado y se marchó sin conseguirlo. Cuando llegó Ancelotti no se le vio tan militante en eso, es zorro viejo. Sergio Ramos le echó un pulso a Florentino que no podía ganar. Florentino no tenía ni dinero ni ganas para renovarle por lo que exigía y no me extraña. El capitán no valoró bien la situación. Tiene ya 35 años, Alaba quedaba en libertad y el club ha dejado de ingresar este año 270 millones por la ausencia de público. Hemos asistido durante meses a una partida de póker en la que se lanzaban mensajes por personas intermedias, pero el final estaba cantado. Florentino no iba a ceder.

Hoy hablaron los dos, en un acto grato. Todo final es triste, pero mejor si es digno. Los jugadores pasan, los presidentes pasan, el club sigue. Sergio ha sido uno de los grandes, se va con una pila de partidos y títulos, pero a quienes estamos viendo salir jugadores desde Di Stéfano eso no puede asustarnos. Mucha gente defiende que el capitán merecía un reconocimiento por todo lo que ha hecho. El reconocimiento lo ha tenido, como todo hijo de vecino en su tarea, con el pago puntual de sus honorarios pactados. El plus fue el acto de hoy, que no todos tienen. Pero el plus no podía ser pagarle más tiempo lo que el club cree que ya no vale.

Y es que además en este tiempo Sergio Ramos ha tenido mala suerte. Lesiones encadenadas con un contagio COVID le han tenido persistentemente fuera del once y resulta que no ha pasado nada. Hasta hace poco sus ausencias se contaban por derrotas. Ya no ha sido así. Nacho ha cubierto su ausencia, incluso con Militao al lado cuando ha faltado Varane. Ahora, recuerdo, viene Alaba. Aún está por resolver lo de Varane, pero Sergio Ramos ya ha dejado de ser la clave de arco sin la cual todo se venía abajo. Incluso se ha quedado sin Eurocopa. Es un jugador de leyenda, nunca le olvidaremos, pero escogió un mal momento para echar ese pulso.

17 Junio 2021

Sergio Ramos, ya no te querían

Juan Ignacio García-Ochoa

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Sergio Ramos se va del Real Madrid porque su contrato acaba el próximo 30 de junio, así que legalmente no es un despido. Aunque lo parece. Y lo parece porque el Real Madrid no ha hecho prácticamente nada para que uno de los futbolistas más importantes de su historia continuase. Sin entrar a valorar si había llegado el momento de prescindir o no de Ramos, la sensación que queda es que el Madrid ha jugado de manera magistral sus cartas para que el sevillano se marchase al final de temporada.

Lo had dicho Ramos en la rueda de prensa: «Soy pureza y siempre voy de cara». Las renovaciones de Sergio y el Madrid nunca han sido sencillas y transparente como es el ya ex capitán del Madrid, sabían de sobra en el club que Ramos no iba a aceptar de primeras esa oferta de un año con bajada de sueldo. Lo sabían porque conocen bien a Ramos y porque el ruidoso entorno del jugador así se encargaba de trasladarlo. Ramos pedía que hicieran con él una excepción con los años de duración y lo primero y único que hizo el Madrid fue ponerle encima de la mesa justo la oferta que Ramos no quería. Una propuesta que ha sido inamovible.

Hasta aquí se puede entender la postura del Madrid. Todos los jugadores son iguales y el club está por encima de todos, incluso por encima del héroe de Lisboa. Se puede entender y hasta aplaudir. Lo que ya se entiende peor es que esa oferta tuviera una fecha de caducidad. ¿Por qué? Si no va a haber fichajes… ¿Por qué? Si Ramos es un jugador insustituible a nivel deportivo… La fecha de caducidad, publicada por MARCA, expiraba el 30 de marzo y dice Ramos que no se enteró. Desconozco si ahí Sergio miente (no lo creo) y recomiendo a los que le pasan la revista de prensa y los recortes del MARCA que la próxima vez le informen de lo verdaderamente importante, no sólo de las críticas y los puntos de las crónicas. Pero al margen de esto, ¿qué más da la fecha de caducidad? ¿Acaso estaba firmada ante notario? ¿De verdad que Florentino, con el que tiene hilo directo y una relación (dicen que) extraordinaria, no podía pasar por alto ese pequeño matiz?

Igual Ramos no merecía que el club se saltara la política de las renovaciones año a año, pero sí que le firmaran esa primera oferta. Aunque estuviera fuera de plazo, aunque fuera el 30 de junio a las 23.58 horas. ¡Que Bale aún tiene que cobrar 17 millones de euros netos la próxima temporada! Como le vas a decir al héroe de Lisboa, al autor del gol más importante de la historia del Madrid, que no sigue en el club porque está fuera de plazo… Parece más una excusa que otra cosa para no decirle la realidad: Sergio, gracias, ya no te queremos…