24 abril 1979

Dario Giménez de Cisneros será el nuevo director de la publicación estrella del Grupo Zeta que, duramente el mandato del periodista madrileño ha sido objeto de numerosas demandas judiciales

Álvarez Solis destituido como director de la revista INTERVIÚ y reemplazado por Dario Giménez de Cisneros

Hechos

  • El 24 abril de 1979 la agencia EFE comunica la destitución del director de la revista INTERVIÚ.
  • El 10 de mayo de 1979 la revista INTERVIÚ oficializa el cambio en la dirección.

Lecturas

El 24 abril de 1979 la agencia EFE comunica la destitución del director de la revista INTERVIÚ D. Antonio Álvarez Solís, que ocupaba el cargo desde la fundación de la revista en 1976. El 10 de mayo de 1979 la revista INTERVIÚ oficializa el cambio en la dirección. Asumirá las funciones de director D. Darío Giménez de Cisneros, que ocupaba el rango de ‘Director Ejecutivo’. Permanecerá en el cargo hasta la crisis motivada por el ‘caso Vinader’. 

El 24 de abril de 1979 la agencia EFE anuncia a todos los medios de comunicación que el propietario de la revista INTERVIÚ D. Antonio Asensio Pizarro (Editorial Zeta) había despedido a D. Antonio Álvarez Solís como director de la revista. El Sr. Álvarez Solís es director de la revista de INTERVIÚ desde su fundación en mayo de 1976, periodo en el que se ha convertido en la publicación semanal más leída de España.

En el número de INTERVIÚ del 3 de mayo de 1979 D. Antonio Álvarez Solís aún figuraba como Director de la revista, pero en el siguiente número, con fecha de 10 de mayo de 1979 en la macheta desaparece el cargo de director y en su lugar aparece que la revista será dirigida por un ‘Consejo de Redacción’ formado por

Aunque se insinuó la posibilidad de que al Sr. Álvarez Solís le reemplazara una dirección colegiada formada por el propietario de la revista, D. Antonio Asensio Pizarro, el propio D. Antonio Álvarez Solís (que sigue trabajando en Zeta como columnista de EL PERIÓDICO), D. Julián Lago, D. Carlos Alfieri, D. Alex J. Botines, D. Ángel Montoro, D. A. Álvarez, D. Alfonso Sobrado Palomares, D. Eliseo Bayo,  D. Luis Cantero y D. Dario Giménez de Cisneros. Este último figura con el rango de ‘Director Ejecutivo’, por lo que al final será este último en solitario quien ocupe el cargo de nuevo director de INTERVIÚ bajo la supervisión del sr. Asensio Pizarro.

rancho Esta ha sido la primera gran crisis de Zeta por las diferencias entre el Sr. Asensio y el Sr. Álvarez Solis. Cuenta el libro “Zeta, el Imperio del Zorro” que el primero parecía dispuesto a publicar todo lo que pudiera sr un éxitos en ventas, pero el segundo no quería meterse tantos líos.El reportaje ‘Pena de muerte por quejarse del rancho’ autorizado por D. Dario Giménez de Cisneros y realizado por los hermanos Catalán Deus fue señalado por D. Santiago Miró como el motivo que precipitó la renuncia del Sr. Álvarez Solis.

Ante la publicación a sus espaldas de un reportaje autorizado don Dario Giménez (“Pena de muerte por quejarse del rancho”) que él había vetado, el Sr. Álvarez Solis se encaró con el editor D. Antonio Asensio Pizarro pidiéndole plenos poderes en la redacción para continuar en su puesto y este optó por dictaminar su destitución. Le reemplazó el propio don Dario Giménez de Cisneros. De acuerdo al relato de don Santiago Miró, el Sr. Álvarez Solis llamó al Sr. Giménez de Cisneros tras su nombramiento y le dijo “Enhorabuena, Dario, gracias a su traición vas a ser director, pero no tienes categoría para ello, vas a durar seis meses”. 

19 Abril 1979

Pena de muerte por quejarse del rancho

José Catalán Deus

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Hubo un tiempo y un país en el que ocurrieron cosas como ésta. España, noviembre de 1939, «Año de la Victoria»: Un soldado escribe a su primo y la censura militar intercepta la carta: en ella se queja del rancho. Encarcelamiento inmediato. Se inicia un proceso kafkiano que desembocará ocho meses después en una petición fiscal contra el pobre recluta «de reclusión perpetua a muerte» por rebelión militar. Sí. Así de simple. El ‘Sumarísimo Ordinario nº. 2406/40 es una historia tétricamente real de hace cuarenta años que nunca figurará en los libros de historia. Por eso hoy la contamos. 

«Estatua: un metro y seiscientos cuarenta milimetros; pelo: castaño; cejas: al pelo; ojos: pardos; nariz: aguileña; barba: nada; color: sano». Es nuestro hombre, nuestro muchacho mejor dicho, porque Mariano Martínez Nicolás tiene 18 años cuando es incorporado como recluta forzoso a las tropas ‘nacionales’. Era exactamente el 16 de septiembre de 1938.

Puro azar geográfico. Torremocha del Pinar, el pueblo donde vive, forma parte a esas alturas de la guerra civil de la parte ya ‘liberada’ por la sublevación del 18 de julio. La casualidad hace que el recluta Mariano no termine la guerra del lado de los vencedores y que después de estar destinado en alguna guarnición del País Valenciano sea trasladado al Regimiento de Infantería Argel Nº 27 en Cáceres.

En la tercera compañía el segundo batallón el soldado Mariano Martínez no está contento. Añora su anterior destinado a su provincia, Guadalajara, junto a su primo, el capitán Saturnino Concha. Y un día – el 13 de noviembre de 1939 – coge la pluma para escribirle. Mariano es labrador, hijo de labradores; tiene bien presente el tiempo y el país en el que vive: utiliza papel oficial con la efigie del Caudillo y un sonoro ¡Viva España! convenientemente impresos en su cabecera. Tampoco olvida añadir la consabida coletilla del Año de la Victoria. Y por si queda alguna duda, estampa de su puño y letra en los cuatro ángulos del sobre sonoras consignas al uso: Arriba Franco, Viva el Ejército Español, Viva España y Viva Franco. Pero Mariano, labrador, hijo de labradores, que por entonces ya tiene 19 años, se olvida de lo más importante: que todas las cartas – una por una – son cuidadosamente controladas por la omnipresente censura militar.

EL CUARTEL MÁS MISERABLE DE ESPAÑA

Y el terrible lápiz rojo se detiene puntual sobre un comentario del imprudente recluta. Siete líneas son subrayadas sin vacilación: «No sé si sabrá usted que han venido a traernos al cuartel más miserable de España, que no nos dan para comer más que lentejas socarradas y garbanzos, y muy pocas, además de que son muy malas. En este cuartel pasamos hambre, para qué voy a decir otra cosa y encima nos hacen poner sello en las cartas y ganar un real, que con el real no tenemos ni para coser los botones de los pantalones y la guerrera, fíjese usted si lo pasamos mal!». ¡Ay, Mariano, labrador hijo de labradores, ignorante, imprudente…! ¿No te diste cuenta de que ya no estabas en el frente y por tanto las cartas debían llevar, claro está, su sello correspondiente? ¿No te dabas cuenta de que en el tiempo y el país que te había tocado en suerte, decir esas cosas de las lentejas y los garbanzos era muy peligroso?

El comandante jefe de la Censura Militar envía inmediatamente al coronel gobernador militar de Cáceres la carta ‘donde se hacen manifestaciones censurables para esa unidad y que acusan desprestigio para la misma a fin de que aplique el castigo que crea oportuno’. El coronel gobernador militar se dirige al jefe del regimiento ‘Argel’ y este, el mismo 22 de noviembre, da orden al juez instructor del regimiento, el teniente de Infantería, Amador Montero Sánchez, para que proceda a instruir el oportuno procedimiento. La máquina, inexorable, se ha puesto en marcha.

LA MÁQUINA QUE OBLIGA A MENTIR

Al día siguiente el juez don Amador toma declaración al soldado. Preguntado: manifieste qué motivos le han inducido para en carta dirigida a un primo suyo, capitán le manifestara que estaba en el cuartel más miserable de España, y que no le daban de comer más que lentejas socarradas y garbanzos, pocas y además muy malas, dijo: Que lo pondría sin darse cuenta, toda vez que aquí le dan bien de comer y muchas cosas mejores que en su propia casa, no pudiendo explicar el motivo que le obligara poner esta frase, y en cuanto que el cuartel es el más miserable de España, dice que lo hizo sin darse cuenta también y sin saber el sentido verdadero que le daba. Preguntado: Si tiene algo más que manifestar dijo, que no puede precisar ni da cuenta por qué pusiera las frases que se le achacan en la carta y más que nada seguramente serán debidas a su ignorancia y a sus pocos años’. Mariano, después del interrogatorio, es conducido a los calabozos del cuartel. (…)

José Catalán Deus

El Imperio del Zorro

Santiago Miró

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Desde el incidente de su hijo con la Benmérita – había sido detenido por tráfico de heróina y no quería, por esta causa, más enfrentamientos con la Guardia Civil – Álvarez Solís parece decidido a evitar problemas con esta autoridad. Sin embargo, en su ausencia, el Consejo de Dirección decide por unanimidad publicarlo. Nada más enterarse de esta decisión a sus espaldas, habla con Asensio y le dice, decidido a frenarlo, a toda cosa, que si se publica él dimite.

Cada vez más categórico en sus decisiones, Álvarez Solís mete el reportaje en un cajón y lo encierra con llave. A los pocos días, el director de INTERVIÚ sufre un pequeño problema hepático y se queda en casa, vomitoso. Momento en que Darío Giménez, con la aprobación de Antonio Asensio, que ha decidido, al fin, publicar aquel tema, aprovecha para abrir el cajón de Álvarez Solís y sacar el reportaje en cuestión, incluyéndolo, sin su consentimiento en INTERVIÚ.

Indignado ante este hecho, Álvarez Solís se levanta de la cama y se persona ante Asensio.”O sale el que me sustrajo este reportaje o salgo yo”. Asnesio intenta calmarlo, pero Álvarez Solís presenta definitivamente la dimisión, siendo, esta vez sí, aceptada por un Asensio que parece estar deseándolo.

El hasta ese momento director de INTERVIÚ coge el teléfono y llama a Dario Giménez para decirle en tono irónico: “Enhorabuena, Dario. Gracias a tu traición vas a ser director, pero no tienes categoría para ello. Vas a durar seis meses”.

El Análisis

EL JUEGO SE LES ESTÁ YENDO DE LAS MANOS...

JF Lamata

Las relaciones de D. Antonio Álvarez Solís con el editor y la redacción no eran buenas y hubo muchos amagos de destitución/dimisión al frente de INTERVIÚ antes de ese momento.

Pero al margen de las personas en sus tres años de existencia la revista se había dedicado a disparar en todas direcciones y lanzando todo tipo de acusaciones contra políticos (en especial a los de centro-derecha de UCD y AP) y de fuerzas militares que no siempre estaban basados en pruebas claras, sino en testimonios de personas que no siempre mantendrían la contundencia de los reportajes ante el juez.

La realidad es que INTERVIÚ estaba actuando de una manera que les llevaba directo a ese abismo, y ese abismo les estallaría en la cara a los Sres. Dario Giménez y Asensio con el ‘caso Vinader‘.

J. F. Lamata