15 agosto 1970
Tensión por la escisión que ha supuesto el Partido Socialista del Interior de Enrique Tierno Galván
24º Congreso del PSOE (11º en el exilio) – Rodolfo Llopis es reelegido líder, pero se evidencian las tensiones internas con los jóvenes

Hechos
El 15 de agosto de 1970 se celebró el XI Congreso del PSOE en el exilio en Tolouse (Francia).
Lecturas
Del 13 al 15 de agosto de 1970 se celebra en Tolouse (Francia) el XI Congreso del Partido Socialista Obrero Español en el exilio.
La Comisión Ejecutiva queda formada de la siguiente manera:
- Secretario general – D. Rodolfo Llopis Ferrándiz.
- Secretario de Organización – D. José Martínez de Velasco.
- Secretario administrativo – D. Julio Fernández Lucio.
- Secretarios – D. Juan Iglesias Garrigós, D. Miguel Amentia Juvele, D. Ildefonso Torregrosa García y D. Antonio García Duarte.
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En este congreso el PSOE debe hacer frente a la escisión que supone la creación del Partido Socialista Popular (Partido Socialista del Interior) por D. Enrique Tierno Galván después de que fuera expulsado del PSOE por sus diferencias con la dirección francesa del PSOE dirigido por el Sr. Llopis Ferrándiz, a los que acusaba de querer dirigir la formación desde Francia en lugar de intentar mantener influencia en el territorio español.
La ruptura total entre el sector de los ‘renovadores’ liderado por D. Nicolás Redondo Urbieta y los ‘históricos’ liderados por D. Rodolfo Llopis llegaría durante el año 1972 y se escenificaría en el congreso que realizaron los renovadores en agosto de 1972.
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SOBRE UN NUEVO ENEMIGO, LA ESCISIÓN DE TIERNO GALVÁN
El Análisis
El Congreso del PSOE Histórico de 1970 del Sr. Llopis identificaba al profesor Tierno Galván como uno de sus enemigos por haber fundado su propio partido socialista, entonces llamado Partido Socialista del Interior. En realidad el profesor Tierno, que ya llevaba unos cuantos bandazos, no iba a ser un enemigo real en la práctica para el grupo del Sr. Llopis, el verdadero enemigo estaba dentro de su propio grupo, eran los ‘compañeros’ de la clandestinidad en Madrid, en Euskadi o en Sevilla, que liderados por Nicolás Redondo Urbieta y Felipe González comenzaban a estar un poco hartos de ser dirigentes ‘teledirigidos’ por los viejos de Francia que no parecían tener ninguna gana de cruzar la frontera. Llopis no se daría cuenta hasta que ya fue tarde para él.
J. F. Lamata