15 abril 2000
Derrota al sector crítico de Agustín Moreno
7º Congreso de CCOO – José María Fidalgo será el nuevo Secretario General reemplazando al polémico Antonio Gutiérrez
Hechos
- José María Fidalgo 70,1%
- Agustín Moreno 29,4%
Lecturas
Finalmente, D. Antonio Gutiérrez ha decidido abandonar el liderazgo de CCOO, se presentaron dos candidaturas para la dirección, la encabezada por D. José María Fidalgo (afín a Antonio Gutiérrez) y la de Agustín Moreno (más cercana al PCE y a IU)
- José María Fidalgo 70,1%
- Agustín Moreno 29,4%
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De manera que Fidalgo es el nuevo Secretario General de CCOO, al tiempo que Antonio Gutiérrez acabará integrándose en el PSOE, partido del que será diputado.
15 Abril 2000
Relevo en CC OO
Relevo en CC OO Comisiones Obreras concluye hoy su congreso sin haber logrado superar las diferencias internas con el llamado sector crítico, empeñado en un modelo de sindicalismo tradicional en nombre de un supuesto giro a la izquierda, mientras la mayoría refuerza su apuesta a favor de una estrategia sindical más proclive a la negociación social que a la confrontación, y autonóma respecto de intereses de partido o de Gobierno.La elección de José María Fidalgo como nuevo secretario general de CC OO, en sustitución de Antonio Gutiérrez, reafirma la voluntad del sindicato de seguir por una vía que se ha revelado fructífera en los últimos años, con la firma de importantes acuerdos sociales y de empleo con el Gobierno y la patronal. Fidalgo, un veterano de CC OO y su primer secretario general no comunista, hereda no sólo un sindicato consolidado como actor importante en la gestión de la política social, sino una organización que presta servicios a casi un millón de afiliados, que tiene en nómina a 2.500 empleados y maneja un presupuesto anual de casi 11.000 millones.
Gutiérrez deja el cargo tras casi 13 años de mandato. Durante este tiempo, el sucesor de Marcelino Camacho ha sabido transformar CC OO, un sindicato políticamente vinculado al partido comunista y con demasiados tics de la clandestinidad franquista, en una organización autonóma, que no supedita su estrategia a la victoria de un determinado partido y que tiene en cuenta los cambios habidos en la estructura económico-social. Sin olvidar una decidida apuesta por la unidad de acción con el otro gran sindicato, UGT. El discurso de despedida de Gutiérrez ha constituido en gran medida un recordatorio de esa práctica confrontada durante años a la realidad. No debe extrañar por ello que el secretario general saliente haya reconocido algunos méritos a la política social del Gobierno de Aznar, con el que los sindicatos alcanzaron acuerdos, y que, por el contrario, criticara determinadas actitudes de la izquierda por incoherentes.
Gutiérrez ha desechado entrar en política, al menos hasta que la izquierda vuelva a ser un «polo de atracción». Tras de sí deja un modelo sindical más fortalecido y, sobre todo, más prestigiado como agente negociador; un sindicato con escasa afiliación, pero representativo. A su sucesor le tocará afrontar los profundos cambios que la revolución digital está introduciendo en el mundo empresarial y laboral.
16 Abril 2000
Un cirujano al que no le gusta la sangre
Decía que no quería complicarse la vida, pero José María Fidalgo ha sido elegido este sábado nuevo secretario general de CCOO. Casi con calzador, su antecesor, Antonio Gutiérrez, le empujó a tomar el relevo al frente del primer sindicato español y a enfrentarse a Ignacio Fernández Toxo, líder de la Federación del Metal, la organización más potente del sindicato.
Alto, de buen carácter, cirujano de traumatología y sindicalista desde 1974, Fidalgo aplica en su quehacer militante gran parte del juramento hipocrático. En una negociación, primero trata de conseguir el objetivo (curar, para un médico). Luego, si esto no es posible, cede posiciones a cambio de otras concesiones del contrincante para llegar a un acuerdo.
Y, en último lugar, si el mal es imposible de curar o de limitar, zanja la negociación, pero mitigando el dolor. Difícilmente se enfada y prefiere conservar amigos a crearse enemigos. Esta actitud, que a veces tiene una traducción eminentemente pragmática, ha facilitado que parte de sus compañeros le tachen de sostener por sistemaposturas que casan poco con la tradición contestataria de CCOO.
Fidalgo, en su sindicato, ha sido el artífice, junto al propio Gutiérrez, del pacto de pensiones, sosteniendo posiciones arriesgadas en algunos momentos.
Ahora, cuando hay que abordar un segundo paso para reformar la Seguridad Social y dar un empujón definitivo a la reforma de la contratación, le esperan tiempos difíciles.
Es consciente de que puede pasar a la Historia española, junto a Cándido Méndez en UGT, como el sindicalista que flexibilizó totalmente la contratación a cambio de una protección social proporcionada.
Tiene 52 años y se ha casado recientemente. A pesar de su aparente carácter tranquilo, cuando toma una decisión es inamovible. Algunos, en CCOO y en UGT, lo consideran hombre con capacidad de poca brega ante los retos. El escucha y no dice nada; probablemente prefiere que los hechos le vayan dando la razón sobre las reformas que proyecta.