18 noviembre 2005

Acusan al ex dictador de Chile, Augusto Pinochet, de estar simulando su enfermedad para evitar ser juzgado

Hechos

Fue noticia el 18 de noviembre de 2005.

Lecturas

LA ENTREVISTA DE LA DISCORDIA

El 25 de noviembre de 2003 El Canal 22 de Miami emitió una entrevista a Augusto Pinochet Ugarte en la que este hablaba de su mandato y se defendía de las acusaciones sobre los crímenes que se le imputaban. ¿A quién le pido perdón, de qué voy a pedir perdón? Se han olvidado de que son ellos los que tienen que pedirme perdón a mí, por los atentados que sufrí contra mi vida», ha asegurado Pinochet en la entrevista, trasmitida la noche del lunes por el anticastrisca canal 22 de Miami (EE UU) con la periodista cubana-estadounidense María Elvira Salazar. Aquella entrevista ponía en duda el supuesto deterioro mental de Pinochet que le había llevado a ser exonerado del proceso judicial abierto contra él en 2001, rozando a que se reabrieran pleitos contra él.

La hija menor de Pinochet, Jacqueline Pinochet Hiriart, fue quien negoció esa entrevista de Pinochet con María Elvira Salazar.

Los hijos mayores del dictador, Augusto Pinochet Hiriart y Lucía Pinochet Hiriat, deploraron la actitud de su hermana pequeña, calificaron de «estupidez» la entrevista y reiteraron que su padre estaba mentamente incapacitado y que todo lo que dijo en Canal 22 de Miami lo hizo «leyendo un guión».

18 Noviembre 2005

Enfermo imaginario

EL PAÍS (Director: Jesús Ceberio)

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Los últimos exámenes médicos ordenados por la Corte Suprema de Chile han puesto de manifiesto lo que cabía sospechar desde su detención en Londres en octubre de 1998: Augusto Pinochet está cuerdo, lo suficiente para soportar un juicio, a pesar de sus 90 años. Exageró sus síntomas de la leve demencial senil que padece para intentar evadir la justicia. Pero ésta se está mostrando terca. Desaforado por una anterior decisión de la Corte, se abre así la esperanza de que, finalmente, si lo decide el juez Montiglio, pueda ser procesado, al menos por su responsabilidad en el secuestro y desaparición en 1979 de 15 opositores a su feroz régimen, entre los miles que murieron en la represión. Además, prosiguen las investigaciones judiciales sobre posibles delitos de corrupción derivados de las supuestas cuentas millonarias del ex dictador en el Riggs Bank.

Ha intentado engañar al mundo, aunque no al Gobierno británico, y especialmente al entonces ministro del Interior Jack Straw, que buscó esa treta de la senilidad para dejarlo regresar a Chile. En su país, durante años ha seguido con el engaño, pero a la vez su imagen se ha deteriorado, incluso entre sus antiguos seguidores.

Si la naturaleza no acaba antes con su vida, uno de los últimos actos del jefe militar que dirigió el golpe contra Allende en 1973 y la posterior salvaje represión puede ser el de sentarse en el banquillo de los acusados. Aunque el nonagenario general para nada se arrepienta de sus actos, el sentido de la justicia saldrá con ello fortalecido.