7 abril 2021

Acusan de ‘provocación’ a Vox por dar un mitin en Puente Vallecas, zona donde el electorado es mayoritariamente de izquierdas, aunque su partido tiene 13.000

Hechos

Fue el 7.04.2021.

06 Abril 2021

VOX busca incendiar Vallecas

Antonio Maestre

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"Santiago Abascal quiere incendiar Vallecas, encenderse un puro con las llamas y dejar las cenizas en un barrio que solo pisa para hacerse fotos con las que engañar a la clase trabajadora de otros barrios"...

Jason Lutes en su novela gráfica llamada ‘Berlín’ que cuenta los años 20 y 30 en Alemania dibuja a Adolf Hitler y Joseph Goebbels charlando en un tren. En las viñetas se muestra al ministro de Propaganda explicando cómo transcurre la campaña electoral: «Organizamos manifestaciones de manera regular, en barrios predominantemente comunistas. Provocamos caos. Después, hacemos demostraciones de orden. La prensa está encantada». En Berlín, los nazis iban a Neukölln, Wedding o Spandau, en Madrid VOX tiene Vallecas como ejemplo paradigmático de barrio rojo al que ir para provocar. El miércoles día 7 los posfascistas irán a la Plaza de la Constitución de Vallecas, la conocida como Plaza Roja, para buscar que el barrio reaccione contra ellos y tener así un escándalo y minutos de televisión.

Santiago Abascal quiere incendiar Vallecas, encenderse un puro con las llamas y dejar las cenizas en un barrio que solo pisa para hacerse fotos con las que engañar a la clase trabajadora de otros barrios. Pero sobre todo, convencer a los suyos del Barrio de Salamanca de que los obreros mejor marginados en códigos postales donde la vida dura menos. Las encuestas que marcan la posibilidad de que la extrema derecha pueda caer por debajo del 5% y desaparecer de la Asamblea obligan a los de Abascal a polarizar aún más la campaña y buscar la máxima agresividad y visibilidad tensionando hasta el límite para volver a situarse en el polo extremo que Ayuso les ha quitado. En las pasadas elecciones VOX logró un 5% en el distrito de Puente de Vallecas, en total, los partidos de izquierdas lograron un 77% de los sufragios. Santiago Abascal en Vallecas tiene las mismas posibilidades que Pablo Iglesias en La Moraleja. VOX no quiere ganar votos en el histórico barrio obrero, solo usarlos como propaganda para enseñar al resto que los rojos y las clases bajas merecen ser marginados en sus «estercoleros multiculturales». VOX no es novedoso en sus estrategias, simplemente copia las que han sido efectivas a lo largo de la historia.

El objetivo es provocar y crear una reacción que les permita copar portadas y minutos de televisión victimizándose. Lo han hecho en el País Vasco, imitando la estrategia de Ynestrillas en Rentería cuando era líder de Alianza por la Unidad Nacional, de la que formaba parte el ahora asesor de Abascal, Kiko Méndez Monasterio. La lógica diría que lo mejor para evitar que logren su cometido es ignorar la provocación y evitar que puedan presentarse como víctimas ante la opinión pública. La dialéctica antifascista que es propia de la cultura colectiva del barrio lleva de forma lógica a impedir de todas las maneras posibles que puedan tomar una plaza mítica de Madrid. No caben fascistas en el barrio. Pero no hay estrategias de confrontación perfectas, si se ignoran podrán vender un éxito de convocatoria llevando militantes de todo Madrid para simular apoyo en el centro del barrio obrero y combativo por antonomasia de Madrid y huyendo así de la etiqueta de pijos que tanto daño les hace y de la que huyen como la peste. Nadie sabe cuál es la mejor estrategia para enfrentarse a la extrema derecha y ejemplos como el de Grecia instruyen sobre una lucha combinada que no ceda los espacios públicos, con la institucional y mediática que les asfixie. Una estrategia de la que estamos alejados en España por una aceptación mediática de la extrema derecha que excede con mucho lo habitual en Europa.

En el año 2018 una manifestación neonazi quería homenajear a Rudolf Hess en el barrio de Spandau en Berlín acudiendo a la cárcel donde estuvo preso. Una inmensa movilización antifascista que reunió a todo tipo de gente les impidió acceder al barrio y tuvieron que irse a otro lugar a hacer el homenaje. Lo lograron con un ejercicio de fuerza pacífico que atemorizó a los neonazis. VOX vive del odio, la agresión y la violencia, por eso van a Vallecas a provocar. En el barrio ya hay diferentes movilizaciones de protesta convocadas para mañana contra la presencia de los posfascistas, de cómo se desarrollen esas protestas se medirá el éxito del intento de VOX. Vallecas es un barrio con historia de lucha obrera que sabrá cómo tratar a los ultras que intentan instrumentalizar en beneficio propio ese legado. Hagan lo que hagan habrá un coste, porque no hay una manera ideal de afrontar una provocación de este tipo y confrontar a la extrema derecha. Si algo se merece Vallecas es el derecho propio a elegir la manera en que decide recibir al fascismo en su propia casa. Su acierto será un triunfo para la democracia.

08 Abril 2021

Abascal agrede a Vallecas

Antonio Maestre

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Abascal buscaba violencia, y como no la encontraba, la comenzó. Se bajó de la tribuna y rompió el cerco policial para que sus guardaespaldas empujaran a los manifestantes con la protección de los miembros de la UIP".

A las cinco de la tarde la Plaza Roja de Vallecas era la propia de una jornada primaveral en un barrio obrero. Padres y madres con sus niños en el parque, algunos chavales jugando al fútbol que nos piden a los periodistas y fotógrafos que nos apartemos porque les bloqueamos la portería que han hecho entre un banco y una farola y personas mayores que pasean solas. Una paz que desaparece cuando la policía comienza a filiar y echar del parque a todo aquel que lleve una estética que no les cuadra con la de un militante de VOX.

Piden el carné a unas mujeres con pashminas moradas, a dos chavales que esperan en una esquina con una mascarilla republicana o a todo joven que viste de negro. La plaza deja de ser de los vecinos para ser ocupada por militantes de VOX de otras regiones.

Aparece Juan Carlos Segura, el diputado catalán que fue condenado por lanzar cócteles molotov a una sede de UCD y al que se le llegó a aplicar la ley antiterrorista. Saluda a Jorge Cutillas, el número 2 de Rocío Monasterio, que fue detenido en los años 80 por apedrear autobuses de niños de familiares de presos vascos. Los violentos están dentro del cerco policial que se establece para evitar que los gritos de los vecinos del barrio impidan que se oiga el discurso de odio de VOX. Entonces, sucede.

Santiago Abascal es un violento. No es un ejercicio retórico, es una descripción factual de lo que ocurrió en la Plaza de la Constitución en Vallecas. La protesta de los vecinos contra la presencia de los posfascistas de VOX en su barrio transcurría de manera pacífica a pesar de las múltiples provocaciones que los militantes de VOX realizaban detrás del cerco policial hasta que Santiago Abascal decidió que lo que allí ocurría no era suficiente para victimizarse frente a la opinión pública con sus colaboracionistas mediáticos. El líder de VOX intentaba hablar, ayudado de una megafonía que impedía que su voz se oyera a más de diez metros ahogada por las proclamas de los vecinos. «Abascal, ponte a trabajar» se oía, cuando, de repente, todo se desmadró.

Santiago Abascal se bajó de la tribuna de oradores y junto a sus guardaespaldas y algunos militantes que le acompañaron se dirigió a los vecinos que protestaban y rompió el cerco policial para que sus guardaespaldas empujaran a los manifestantes con la protección de los miembros de la UIP.

Abascal rompió el cerco policial. Todos sabemos lo que ocurre cuando está establecido un cerco policial por miembros de la UIP y alguien pretende atravesarlo de forma violenta. La policía actúa con firmeza con quien lo hace, pero en este caso, no. Tras hacerlo, Abascal volvió a la tribuna de oradores y los UIP comenzaron a cargar contra los vecinos que hasta eso momento habían protestado de manera pacífica. Pero ya no lo harían más. Abascal no necesita a su guardia de asalto porque usa las porras que están para servir a todos los ciudadanos de forma subrogada. Los vecinos respondieron a las cargas lanzando objetos, la policía agredió a varios periodistas y, entonces ya sí ,el líder de VOX tenía la imagen que buscaba de un barrio que lo había repudiado con la palabra. Abascal buscaba violencia, y como no la encontraba la comenzó. El primer acto violento que se produjo ayer en Vallecas fue producido por Santiago Abascal. Aunque es algo que ocultarán sus colaboracionistas, aquellos que no estaban allí porque no se atreven a pisar las calles.

La Delegación del Gobierno es la máxima responsable al permitir un peligro para la seguridad pública como es el acto de un grupo de posfascistas en un barrio de tradición histórica antifascista. Un acto realizado para provocar violencia. Lo buscaban en VOX, lo realizó VOX, y todos lo sabían. Las condenas a la violencia se repiten una vez más. Pero ninguna va dirigida al que realizó el primer acto violento, al que provocó la sucesión de actos violentos. Al líder de un partido que solo concibe la política como acrónimo de sus siglas, violencia, odio y xenofobia: VOX.