15 septiembre 2003

Las broncas entre Ainhoa y Nico, otra de las características de la nueva edición del concurso

Nuria ‘Fresita’ y Aída Nizar, personajes estrella de ‘Gran Hermano 5’ que vuelve a lograr el éxito de la audiencia en TELECINCO

Hechos

En septiembre de 2003 se estrena ‘Gran Hermano 5’.

Lecturas

AÍDA ‘LA ODIADA’, PRIMERA ELIMINADA

aida_nizar_2003 Dña. Aída Nizar fue la primera eliminada del concurso ‘Gran Hermano 5’, durante su estancia en la casa interpretó el papel de villana, con un carácter especialmente arrogante y prepotente, un actitud que mantendría durante sus años posteriores en los que se convertiría en una figura destacada de la televisión. Una de sus frases más célebres era asegurar que ‘hablaba con Dios’, aunque más que como un acto de fe, parecía hacerlo como un acto de jactancia.

CARLA A AÍDA: «TE PARTIRÍA LA PUTA CARA»

gh_aidanizar_negra «Si estuviera en la calle ahora mismo te partiría la puta cara» dijo ante las cámaras la concursante portuguesa, Dña. Carla Pinto a Dña. Aída Nizar ante las cámaras, después de que esta la salpicara conscientemente con agua. La Sra. Pinto sería la tercera eliminada.

LAS BRONCAS ENTRE NICO Y AINHOA: «¡NO HABLES COMO UNA PUTA MUJER DE LA CALLE!» «¡VUELVE A TU PAÍS!»

carla_nico Las broncas entre la madrileña Dña. Ainhoa Pareja y el italiano D. Nicola di Matteo fueron otra de las principales características de aquella edició. La Sra. Pareja acusaba a ‘Nico’ de tener sometida a Nuria ‘Fresita’ a la que ‘trataba como la mierda’. «¡Habla como una mujer, no como una puta mujer de la calle! ¡Como se pueda besar a una mujer que no para a vomitar por la boca!», fueron alguna de las lindezas que el Sr. di Matteo le dijo a la Sra. Pareja ante toda la audiencia, que le calificó de ‘puto maleducado y gilipollas’, para terminar diciéndole «¡Que te devuelvan a tu país, que aquí no te queremos!». Racismo y machismo juntos.

LA VACA QUE ATERRORIZÓ A ‘FRESITA’

gh_vaca La aparición de una vaca ante la puerta de la concursante Dña. Nuria Yáñez ‘Fresita’, que se mostró ante la audiencia aterrorizada, gritando y pidiendo auxilio ante el manso, pero inmenso animal, fue considerado como uno de los momentos más célebres de la historia de ‘Gran Hermano’. En el programa ‘Crónicas Marcianas’ de la productora Gestmusic, que presentaba D. Javier Sardà – que seguía con atención todo lo que sucedía en ‘Gran Hermano’, dedicaron amplio espacio a pitorrearse de la inocente ‘fresita’, pero momentos como ese quizá ayudaron a que la concursante despertara suficiente simpatía en el público como para ganar el concurso y llevarse el cuantioso premio.

26 Septiembre 2003

La ternura de una vaca

Ferrán Monegal

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En la quinta ratomaquia (Gran hermano, T-5) co mienzan a aflorar los malos rollos. Llevan sólo cuatro días enjau lados, y algunos ya se odian cor dialmente. Aída y Carla no se tra gan. El italiano Nicola y la catala na Núria, tampoco. Luhay le decía a Aída, ayer por la tarde: «Tú eres una prepotente total. Pero yo estoy por encima de to dos vosotros». Y Aída contestó, con altivez vallisoletana: «Tú no miras a los ojos», y nos pareció ver la sombra del desprecio en su mirada. ¡Ah! con un poco de suerte correrá la sangre antes de acabar la semana. Por ahora, el momento más crudo, el más perro, fue cuan do sorprendimos a Nicola escri biendo un letrero en la puerta del váter que decía, textualmente: «LIMPIEN SU MIERDA». Tremen do: resulta que en la jaula, excepto el italiano, nadie tira de la cadena del váter. Qué vergüenza, compa triotas. Núria, la de Salou, quedó tan horrorizada que pidió a Nicola que rebajase un poco la acidez del mensaje. Le dijo: «Deja LIMPIEN, pero quita MIERDA». Pierde con tundencia pero es más educado. Y luego Núria se metió en un cuarto a meditar. En esas estaba cuando escuchó de pronto golpes secos en la puerta. Era la vaca Antonia que a base de golpear con la cabeza, iba penetrando. Fueron momentos de enorme crispación. Pedía soco rro Núria, a grito pelado, ante la penetración de Antonia. Pero nadie la escuchaba. Y acabó aprisionada entre la puerta y la pared, mien tras la vaca empujaba. Visto el mal rollo de la jaula, quizá lo que An tonia buscaba era un poco de ter nura. Quizá sólo una amistad.

30 Septiembre 2003

Aída, la joya de la jaula

Ferrán Monegal

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Hay ahora mismo un tema prioritario, un asunto de Estado, que tiene dividida a la audiencia en dos mitades: los que defienden que la tremenda Aída –joya de la quinta ratomaquia Gran hermano (T-5)– debe seguir en la jaula, y los que luchan para que sea expulsada para que vaya dando caña de pro grama en programa. Es una cuestión de suma importancia. Esta muchacha es un regalo impagable para la productora del programa. Insulta como nadie («Esto está lleno de macarras», les dice, cada dos por tres, a sus compañeros de jaula). Arroja vasos de agua a Carla con un estilo francamente depura do, mientras le grita con gran crueldad: «Apestas a sudor. Dúchate». Se sienta en la escalera, mira a las criaturas allí desperdiga das, pone cara de asco, y exclama: «Vengo a demostrar lo extraordinaria que soy, ¡y me encuentro con eso!», y dedicándoles su rictus más despreciativo, añade: «Una ro sa siempre destaca entre ortigas». O sea, les deja a todos a la altura de los cardos. También le pega unos meneos a Luhay que lo deja balda do. El otro día le lanzó un insulto en lengua árabe, del que no entendimos ni jota, pero que debió de ser espeluznante porque la brújula que tiene el ceutí para saber donde está La Meca quedó turulata mu cho rato, y no señalaba nada. En suma, es tanta la guerra que está dando esta alhaja, el desprecio y la altivez que de ella dimanan, que ayer llamó una señora al programa A tu lado (T-5) y advirtió, asusta da: «Cuidado, que en los cajones de la cocina hay cuchillos». O sea, pronosticaba una desgracia. Sí, señora, cabe. Y más después de lo que oímos ayer, cuando Aída estaba presa de una enorme rabia. Gritó: «Al Cid le desterraron, sí. ¡Pero luego le recibieron como a un rey!». Ojo: invocar al Cid Campeador desde una postura acorralada es una declaración de guerra a degüello inmediata. Re comiendo no expulsarla. Si encuentra el cuchillo del pan el repunte de audiencia será bárbaro.

04 Octubre 2003

Combate nulo

Ferrán Monegal

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Nunca se había visto duelo más reñido. Ni nunca nos podíamos imaginar que la tremenda Merceditas, gran maitresse de la ratomaquia, acabaría casi noqueada por una de sus pupilas. Ha sido un comba te hermosísimo. Por primera vez, Merceditas tuvo que defender su puesto de trabajo como presenta dora del concurso porque la primera expulsada, Aída, intentaba arrebatárselo pertrechada con re cursos escénicos muy bien aprendidos. Su repertorio fue magnífico. Merceditas le lanzaba una pregunta, y Aída era, en efecto, el mu ro de Berlín: se la devolvía con más fuerza todavía. Mandaba, templaba, miraba a las cámaras y las ab sorbía, lanzaba largos y entusiásti cos monólogos sobre sí misma y, para pasmo de académicos, Aída usaba cultas expresiones del más hermoso castellano antiguo. Decía, por ejemplo, «asín», no como vulgarismo, sino como tributo a aquellos lingüistas de la corte de Alfonso X y Sancho IV que tanto hicieron por rescatar de las cantigas es te adverbial modismo. También usó el teatral «cierto es», en lugar del corriente «es cierto». Y la Milá, maravillada, le decía: «Hija, parece que hacemos La venganza de Don Mendo». Pero era otra venganza la que allí se interpretaba: era la venganza de Aída. Como mínimo igualó a Merceditas en desparpajo, en lingüística, en historia («A Juana de Arco la quemaron, pero ha pasado a la posteridad como heroína», dijo refiriéndose a sí misma) y en dominio del jardín televisivo. Y hasta cuando Merceditas le lanzó el golpe bajo: «Han dicho de tí que eres puta», Aída supo encontrar el verso para trance tan duro. Exclamó: «Se justifica quien lo es. Ése es el tributo que paga una persona luchadora, in teligente y vistosa como yo». Seamos caseros: pongamos combate nulo para que la Milá retenga el título. Pero ojo. Aída se ha desvelado como una criatura televisiva de primera. Tiemble Merceditas: como presentadora de la ratomaquia. Ya tiene heredera

18 Octubre 2003

Salam Malecum

Ferrán Monegal

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Frunciendo el ceño, molesta y mosqueada, le dijo Aida a Merceditas Milá, el jueves, en el segundo show de expulsiones de la jaula Gran hermano: «¿Que España no es racista? Pues mira, ahí te lo están diciendo», y en la pantalla electrónica del plató salía el nombre Luhay, el joven ceutí, con más del 80% de los votos. Es decir, por inmensa mayoría, arrojado a la calle. Aunque el negocio de este con curso consiste en salir de la ratonera cuanto antes y pasar a rodar por los programas, que es donde se gana pasta de verdad, ya hay quien interpreta que las dos primeras ex pulsiones (Aida, de raíces jordanas, y Luhay, musulmán) demuestran que el racismo tiñe la quinta rato maquia. Quizá por eso Merceditas, anonadada, se apresuró a saludar al expulsado diciéndole «Salam malecum», frase que estuvo practicando con un profesor bereber que le ha puesto la cadena, todo el fin de semana. Hombre, visto el juego que han repartido Aida y Luhay en la jaula, no es tan extraño que hayan sido los primeros en salir disparados. Lo del racismo, franca mente, parece fuera de lugar. Si no fuera así, cabe coincidir plenamente con Moha, amigo del expulsado, que dijo: «Espero que lo hayan echado por mal concursante. Si fuera por otra cosa, me quedo en mi casa, cierro la puerta, y no salgo más».

08 Noviembre 2003

Isabel, Huracán Azteca.

Ferrán Monegal

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Como un ciclón ha pasado la tremenda mexicana Isabel Madow por la jaula de la sierra (Gran hermano, Tele 5). Y ha dejado tras de sí –como los grandes huracanes de América– más de un ratón herido profundamente. David, por ejemplo. Este joven vasco, músico de profesión, le dio un recital melódico, en el yacuzi, a la azteca, que le va que ni pintada aquella estrofa de la canción Ligia Elena de la Orquestra Plateria, que dice, sabrosamente: «¡Qué linda nota que dio aquel trompeta!». Y sigue diciendo: «Otras niñas que saben del cuento al dormir se pre guntan: ¡Ay! Señor, y mi trompetista, ¿cuándo llegará?», requiebro que retrata perfectamente a las otras ratoncitas de la jaula que miraban, atónitas, el cálido y húmedo meneo. «Es que somos huma nos», argumentó Isabel, a modo de disculpa, en el plató. Y Merceditas, con una notable dosis de sana envidia interior, exclamó: «Te quedaste enganchada, Isabel, completamente». Sí señora, como una lapa en un bidet. Se ha marchado pues la Madow a México, y a pesar de sus esfuerzos submarinos con David, sin escafandra ni nada, a pe lo, la espuma de la audiencia pare ce que no ha acabado de subir del todo. Y encima ha dejado el yacuzi hecho unos zorros. Eso es lo peor.

27 Diciembre 2003

Navidad en la jaula

Ferrán Monegal

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A todos los ratoncitos de la quinta ratomaquia (Tele 5) les dieron un regalo. La más contenta, Nuria, la Fresita. Pri mero le entregaron un tarro con arena de la playa de Salou. Era tan ta su felicidad que temimos que la pusiera en la ensalada, en lugar de la sal. Luego vino el premio gordo: introdujeron a su novio, Jim, en la jaula, y se lo enseñaron a través de un cristal. ¡Ah!, qué crueldad. Le decía ella, llorando: «¡Cariño, perdóname, perdóname!». O sea, ya sospecha Fresita que su tierna martingala con Nico, el italiano, le ha debido de sentar como un tiro a su pollastre oficial. Pegada al vidrio, como en una escena car celaria, le suplicaba: «Dame la mano, dame la mano». Pero entre una mano y otra sólo había la frialdad del cristal. Y Merceditas, desde el plató, gritaba entusias mada: «¡Es el espíritu de las Na vidades!». No conocen la piedad.

El Análisis

EL SER 'LA MALA' DE LA TELE

JF Lamata

‘Gran Hermano 4’ importó a la televisión a Dña. Sonia Arenas, ‘Gran Hermano 5’ a Dña. Aída Nizar. Generalmente los concursantes solían querer hacerse famosos interpretando el papel de ‘el bueno’ o ‘el gracioso’, la concursante Dña. Aída Nizar, estrenó un estilo hasta ese momento inesperado. Hacer el papel de villana. Con ese papel no duraría mucho en ‘Gran Hermano’, fue la primera eliminada, pero, a la larga, rentabilizó su estancia bastante más que muchos otros. En tan sólo un mes ya era una tertuliana habitual de ‘Crónicas Marcianas’ demostrando que ser villana, también se cotizaba bien en el mundo de los platós.  Sea como fuere, el concurso volvió a ser un éxito de audiencia, apuntando la posibilidad de que hubiera una sexta edición.

J. F. Lamata