18 marzo 2004

EL MUNDO y la COPE acusan a la Cadena SER de ser responsable del bulo por haber salido publicado en por un internauta en el foro de la web de la emisora

El director de cine Pedro Almodóvar asegura que el PP intentó un golpe de Estado tras el 11-M para mantenerse en el poder

Hechos

El 16.03.2004 el director de cine español D. Pedro Almodovar aseguró que había habido un intento de Golpe de Estado por parte del Gobierno del PP para permanecerse del poder en la presentación de ‘La Mala Edudación’.

Lecturas

El 17 de marzo de 2004 la Cadena SER cuyo Director General es Antonio García Ferreras hace público un comunicado denunciando una campaña de intoxicación que atribuye a El Mundo, la COPE y Libertad Digital en la que se acusaba a la SER de haber vinculado al Partido Popular con un intento de Golpe de Estado por el hecho de que esa información apareciera en un foro abierto de la página web de la SER. El comunicado de la SER reitera que comentarios similares aparecieron en foros de elmundo.es.

Aprovechando la presentación de su película ‘La Mala Educación’ D. Pedro Almodóvar aireó ante todo los medios su satisfacción por el triunfo electoral del PSOE de D. José Luis Rodríguez Zapatero, asegurando que con su triunfo ‘la democracia volvía España’, pero lamentaba que lo que para él era una dictadura de D. José María Aznar hubiera costado la muerte de tantos españoles, en referencia a los asesinados por el terrorismo el 11-M. Además se hizo eco del bulo lanzado en algunos foros de Internet de que el Gobierno del PP se planteó dar un golpe de Estado para mantenerse en el poder.

Sus palabras llevaron al PP a anunciar una querella contra él y también réplicas como las de el escritor D. Alfonso Ussía o el veterano actor D. Ramiro Oliveros.

 

17 Marzo 2004

Prisa pone a Almodóvar al borde del ataque de nervios

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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Pedro Almodóvar dijo ayer que se estaba haciendo «eco de un rumor» cuando lanzó la gravísima acusación de que el Gobierno quería dar un golpe de Estado la noche previa a las elecciones. «Espero que alguien lo confirme», añadió. Eso último hasta tiene lógica: está claro que no lo iba a demostrar él, siendo una imputación tan grave, tan delirante y tan falsa. ¿Es posible mayor insensatez en un personaje público? Parece que en su odio al PP, que nunca ha ocultado, el director se ha dejado llevar por la ley del deseo dando pábulo a rumores increíbles y deseando, además, que sean ciertos: «Estuvimos a punto, y espero que alguien lo confirme, de un golpe de Estado por parte del PP». ¿Es que le gustaría que fuera verdad para demostrar la terrible maldad innata que atribuye al PP? El rumor del que Almodóvar dijo hacerse eco ayer proviene de un mensaje de correo electrónico que cita a la Cadena Ser. En él se dice que el sábado a medianoche el ministro Acebes visitó al Rey en La Zarzuela para forzarle a aplazar las elecciones.Almodóvar debería retractarse y pedir perdón por publicitar ese disparate sin sentido, aunque sólo fuera para demostrar que sabe lo que es la buena educación. Más duro debería ser el juicio para quienes desde hace días han emprendido una campaña de intoxicación informativa y de agitación ciudadana con métodos alejados de toda ética como dar resonancia a los más truculentos correos electrónicos, informar del hallazgo de cadáveres de terroristas suicidas que nunca aparecieron o, sencillamente, casi invocar desde los micrófonos a manifestarse ilegalmente frente a las sedes del PP en el día de reflexión. Nuestro país está viviendo un cambio de Gobierno en medio de la situación excepcional provocada por el atentado del 11-M. Más que nunca, se necesita sensatez, serenidad, limpieza democrática y buen juicio, no propagandistas interesados del apocalipsis. ¿Qué hemos hecho para merecer este periodismo?

17 Marzo 2004

Perros de presa

Ignacio Villa

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El anuncio de Mariano Rajoy de interponer una querella criminal contra Pedro Almodóvar es una decisión que debe de ser aplaudida. Pero al mismo tiempo no deberá ser algo aislado, lo más importante es que sobre todo, esta iniciativa tiene que marcar el estilo de la oposición del Partido Popular. El PP se bajaba del coche oficial el pasado domingo después de perder las elecciones, y desde ya tienen que ser conscientes de que el trabajo en la oposición ha comenzado. Con esta decisión, Rajoy demuestra que tiene la idea de mantener la iniciativa; pero también es verdad que todos sus colaboradores deben asimilar de que los tiempos han cambiado y que las actitudes también deben de hacerlo.

El sosiego, la responsabilidad y las buenas maneras que utilizaban cuando estaban en el Gobierno son muy loables, pero ahora tienen que añadir algo más: convertirse en «perros de presa». Tener, mantener y alentar un fuerte instinto político que les lleve a no dejar pasar una sola oportunidad de ejercer la oposición. Es quizá por ello muy importante el nombramiento de dos piezas clave en el engranaje popular: el portavoz del Congreso y el portavoz del partido. Los dos deberán ser personas experimentadas, con iniciativa, capacidad de reacción y que trabajen perfectamente coordinados con Mariano Rajoy. Un triplete que acompañados por otras personas con experiencia, formarían un equipo de largo recorrido.

El Partido Popular comienza una nueva etapa, una etapa dura pero en la que es muy importante que esten seguros de sus posibilidades. El PP ya no tiene coches oficiales, pero eso no signiifca nada. Es la vuelta a la política pura y dura, a la política sin poder, a la política sin más. El Partido Popular ha pasado a la oposición. Tiene por delante cuatro años, parecen muchos, pero son un suspiro. El trabajo empieza ya, y el empuje también. Los populares deberán tener, todos, un claro instinto. Si agarran la carnaza no deberán soltarla, como buenos «perros de presa». De esa estrategia dependen los resultados. Depende la vuelta al Gobierno.

18 Marzo 2004

Comunicado de la SER

SER (Director: Antonio García Ferreras)

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Ante la campaña de intoxicación informativa que el diario EL MUNDO y la COPE han desencadenado al atribuir a la SER la puesta en circulación de un bulo que acusa al PP de un intento de golpe de Estado, la víspera de las elecciones, la cadena SER quiere desmentir rotundamente que se hiciera eco en ninguno de sus programas de semejante disparate, que circulaba por Internet de forma anónima desde el lunes».

Personal de la cadena SER recibió por primera vez ese correo electrónico anónimo el lunes 15 de marzo a las 15.37. El mismo mensaje llegó esa tarde en un sobre blanco, cerrado y sin remitente, a la sede de la cadena SER en Madrid. Los responsables de la redacción tuvieron la evidencia de estar ante un montaje que no mereció la atención de ningún espacio informativo, ni en la radio ni en su página web.

El mensaje llegó también a través de un internauta a uno de los foros abiertos de la web de la SER, a las 18.42 del martes 16 de marzo. Cada día llegan a este tipo de foros cientos de mensajes. Un texto idéntico fue publicado 24 horas antes en la web de LIBERTAD DIGITAL, medio de comunicación ligado a Federico Jiménez Losantos, director del programa de la Cope en el que se ha tratado de culpar a la SER de la difusión de esa patraña».

Dos horas después de que el mensaje llegara a uno de los foros de la SER, un correo idéntico se colgó en otro foro de la página web del diario EL MUNDO, donde permanecía colgado en la mañana de hoy, miércoles».

La cadena SER se resiste a valorar la intencionalidad de una infamia que habla por sí misma y aclara el tipo de periodismo que se practica en los medios citados».

 La SER aprovecha para agradecer las numerosas muestras de reconocimiento que han llegado a su redacción procedentes de los medios más prestigiosos del mundo, por las decisivas aportaciones periodísticas de esta cadena sobre lo sucedido en Madrid con ocasión del terrible y luctuoso atentado del 11-M.

18 Marzo 2004

La Berza

Alfonso Ussía

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He visto casi todas las películas de Almodóvar. Es diferente. Imprevisible y sórdido al tiempo. Genialidad luminosa y olor a berza. Hay escenas en las películas del director manchego que huelen a sudor y a berza, como Moscú en primavera y verano. No pertenece del todo Almodóvar a la mafia cinematográfica de la retroprogresía, pero no por falta de ganas. Sucede que ha ganado dos Óscar, y ese detalle molesta a los subvencionados y subvencionables, que el número de los segundos ha crecido después de las elecciones. No obstante, cuando está alejado de las cámaras y los platós, Almodóvar es muy capaz de decir las mayores tonterías. No por soltar necedades deja de ser un buen director de cine, que lo es probablemente. Pero en la política está instalado en el tópico y el lugar común. Manifestar que con la victoria del PSOE en las elecciones España ha recuperado la democracia es, además de falso, una imbecilidad. El sistema democrático se tambaleó, precisamente, en los últimos años de gobierno de los socialistas, con crímenes de Estado de por medio. Quizás por proximidad de origen, a Almodóvar le influye la brillantez intelectual de Sara Montiel. Se ha referido también a un supuesto golpe de Estado del Partido Popular. Ahí la alcornocada, la sandez, se abraza con la miseria. Intuyo que su heroica actitud en socorro del vencedor va más allá de la complacencia ideológica.

Son respetables las disidencias, nunca las mentiras. Aprovechar una situación de privilegio y la presa en la presentación de su última película para calumniar tan burdamente resulta impresentable.

Son respetables las disidencias, nunca las mentiras. Aprovechar una situación de privilegio y la presencia de la prensa en la presentación de su última película para calumniar tan burdamente resulta impresentable. Su frase ‘hemos vuelto a la democracia, pero el precio ha sido muy alto’ refiriéndose a la masacre del 11 de marzo no se puede admitir. Una barbaridad como ésta está en boca de un artista sin carné de progre acabaría con su prestigio. Lo que ha dicho Almodóvar no es de recibo. Le ha salido la berza.

La película se titula ‘La Mala Educación’. Va, según parece, de colegios religiosos durante el franquismo. Yo estudié en uno de ellos, considerado elitista, el Pilar de la calle Castelló, poblado de sotanas y levitas negras. Pero no sufrí trauma alguno. Los tiempos eran difíciles para todos. En aquel colegio marianista, a finales de la década de los cincuenta, los niños recitábamos poemas de Federico García Lorca. A mí jamás me metieron mano los religiosos, ni me obligaron al pensamiento colectivo, el que tanto gusta a los profesionales del rencor. La mala educación es la de Almodóvar, en esta ocasión demostraba con tanta obscenidad moral. La de sus palabras.

Mi respeto al cineasta original y triunfante camina en soledad. He abandonado el respeto al hombre, al ciudadano honesto que yo presumía era Almodóvar. El histerismo manda y la ignorancia obliga. El ambiente agridulce de sus películas no encaja con la tosquedad de su persona. Sus manifestaciones han sido nauseabundas. Eso, la berza. El berzotas.

Alfonso Ussía

18 Marzo 2004

En respuesta a Almodóvar

Ramiro Oliveros

Carta del actor al director manchego:

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Con estupor leo unos comentarios hechos por usted en los que afirma, entre otras cosas, que lo que sucedió el pasado domingo constituye la ‘recuperación de la democracia’. Créame, esa es una opinión discutible, pero soy de los que cree en la libertad de expresión e, incluso, lógicamente, de opinión.

A eso sólo cabría objetar que la democracia en este país no se ha perdido, que yo sepa, desde que se consiguió en 1975. Pero es que, junto a esa gratuita afirmación, usted se permite hacer una serie de valoraciones difamantes e injustas – en mi opinión – que, como poco, ofenden a mi inteligencia. Es por ello que me parece necesario contestarle, no sólo en el lícito ejercicio de la misma libertad de opinión y expresión de que usted goza, sino en apoyo del sentido común.

En primer lugar, tengo que decirte, que yo no soy militante ni simpatizante del PP. Soy – y he sido siempre – alguien de izquierdas que, por repugnancia a determinados comportamientos pasados del PSOE, dejó – como tantos dejaron de hacerlo – de votar a ese partido, después de todas las indignidades que los gobiernos por el presididos cometió sobre todo en las últimas etapas, antes de perder su mayoría para gobernar. Me guío y me he quitado siempre por los resultados de los comportamientos de las personas, no en función de las ideas que dicen defender. En consecuencia, le aclaro que no soy alguien sospechoso de contestarle a usted desde ninguna tribuna afín a ningún partido.

Pero cuando usted se atreve a decir públicamente que está muy contento – e ‘incluso dispuesto a arrodillarse ante el inventor de los móviles y de los mensajes en Internet’ – por que, gracias a ellos, se torció el voto y pudo ganar las elecciones el Partido Socialista – manifestación digna, desde luego, de alguien que milita o, al menos, es simpatizante de ese partido y lógicamente se alegra del triunfo de éste – se hace necesario hacerle algunas precisiones que, lógicamente, usted está en su derecho de despreciar o ignorar. Esa alegría que le produjo el cambio de resultados no le da ningún derecho a decir algo tan terrible – y, sobre todo, inexacto – como que ‘el Partido Popular estuvo a punto de provocar un golpe de Estado’.

Pero, ¿cómo un golpe de Estado? ¿De dónde se saca ese argumento? Mire, señor Almodóvar, hablando seriamente, lo único que sí pudo haber sucedido en lo que todas esas manifestaciones convocadas por internet y móviles estuvieron a punto de provocar, es decir, el retraso de la convocatoria a las urnas, que sería la segunda vez que sucediese, si tomamos en cuenta lo que ocurrió en las elecciones a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Le explico.

En mi opinión fue el Partido Popular quien tuvo la valiente actitud de no acudir a la Junta Electoral Central y pedir un retraso en la fecha de la votación Algo que, pienso, hubiera podido hacer ante la intolerable intromisión que supuso tanto la convocatoria de manifestaciones – hechas a través de Internet y de esos móviles que a usted tanto le gustan – como la intervención del señor Rubalcaba en la noche del día de la reflexión, previo a la votación, leyendo un comunicado a todas luces demagógico, en el que se acusaba al Gobierno de mentir a la ciudadanía. Algo incierto, por lo demás, ya que – según tuve la oportunidad de escuchar en Televisión – el ministro del Interior, Ángel Acebes, se dirigió a los ciudadanos a lo largo de todo el día, dando la información veraz de que disponía el Gobierno sobre la marcha de las investigaciones. ¿Y sabe por qué pienso que no acudió a la Junta Electoral con esa petición? Porque eso hubiera sido provocar muchas e imprevisibles crispaciones.

Vale que usted se alegre del triunfo del PSOE. Está en su perfecto derecho. Pero si tiene algún respeto por la opinión de los demás ciudadanos, no ofenda a la inteligencia de estos, diciendo insensateces demagógicas. Siga usted haciendo ese cine que ha venido haciendo sin cortapisas durante toda esa etapa que, en su torpe opinión, ha sido de ‘pérdida de la democracia’ y no utilice el lugar en el que está para aparecer como alguien pensante. Ya tiene usted asegurado con los que llegan un lugar en el pesebre. Confórmese con eso y deje de decir estupideces. En todos los años que llevamos de una democracia que, por supuesto, hemos contribuido entre todos – no sólo el PSOE, no lo olvide -a instalar en nuestro país, puedo asegurarle que jamás he visto una más alevosa y torpe manipulación de unos terribles hechos con el resultado de múltiples víctimas como la que resultó de las manifestaciones y declaraciones hechas en torno a ese lamentable asunto el pasado sábado, en el día de reflexión.

Es de esperar que alguien del PSOE le rectifique a usted, ya que, de otro modo, eso significaría que dan por buenas sus palabras y admiten que hubo manipulación. Algo que sería muy triste de aceptar por una gran mayoría de ciudadanos.

Acaso convenga reflexionar en que ese ‘No a la Guerra’, que tanto se ha jaleado últimamente – incluso en foros como la entrega de los Premios Goya – puede adaptarse perfectamente a contestar a actitudes de personas que, como usted, convierten el resultado de unas elecciones en argumento para lanzar prédicas desde una tribuna, con el solo objeto de contribuir a la crispación de todos. ¿O es que usted pretende que guerreen los ganadores y los perdedores en unas elecciones democráticas? Por último quiero decirle que a mí, que me considero ciudadano del mundo, me duelen enormemente en mi carne todas esas víctimas del 11 de marzo. Me dejaría cortar una mano si con ello pudiera salvar la vida de cualquiera de ellas, porque son gentes de mi país.

Pero también me duele en el alma, igualmente el dolor de las víctimas del 11 de septiembre en Estados Unidos. Y el trágico modo de vivir de tantos pueblos sometidos a dictadores, tanto de derechas como de izquierdas. Y el hambre del mundo.

Mire, señor Almodóvar, todos los seres humanos tenemos derecho a ser iguales antes el dolor de los demás. Eso espero que quizás pueda entenderlo usted si, como dice, se considera un demócrata.

Aunque ahora que están tan de moda los nacionalismos, quizá a usted sólo le duelan los muertos de su localidad manchega, o como mucho los de la comunidad a la que ésta pertenece. Ya hemos visto actitudes, como la de ese tal Carod-Rovira – que cogobierna con el PSOE de Cataluña, partido del que usted es tan afín – que se conforma con que ETA deje de matar tan sólo en esa Comunidad. Aviados estamos en compañía de gentes de esa calaña, si queremos seguir perteneciendo  a la comunidad humana internacional. Todo lo que le digo más arriba lo pronuncio – entiéndalo bien – desde mi calidad de hombre perteneciente al mundo de la Cultura, que es el mundo en el que se consideran y defienden los valores universales de la libertad de todo el género humano.

Ramiro Oliveros

01 Abril 2004

Versión Almodóvar

Martín Prieto

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Pedro Almodóvar, imán subvencionado de la progresía española, dictó sentencia: el Gobierno del PP estuvo a las doce menos cinco a punto de dar un golpe de Estado institucional, decretando el estado de excepción y anulando las elecciones del 14 de marzo pasado.

No me extraña que se nos considere internacionalmente como uno de los países más tolerantes del mundo teniendo en cuenta que aquí los burros políticos rebuznan sin que se les pueda hacer la menor objeción. La Ser todavía está por rectificar alguna de sus interesadas cardiopatías sobre el 11-M, pero, ¿qué vamos a esperar de la cadena rifeña presidida teóricamente por ‘Ab-del-Kader’, golfo moro converso, aficionado a dar sablazos y no reconocer ni sufragar sus deudas, como las noticias? Ya me dijeron a mí que el alcohol destruye las neuronas y genera lagunas de memoria.

Al Gobierno entrante se le deben 100 días de gracia, pero es que a José Luis Rodríguez, alias ZP, hoy sólo secretario general de un partido en mayoría minoritaria, se le escapan por las costuras hasta las decisiones que sólo podrá tomar cuando sea investido con los votos que nos maliciamos. Anunciar, él o personas de su confianza, que habrá moratoria de dos años sobre la Ley de Calidad de la Enseñanza, es un asunto para la tribuna del Congreso, para la investidura.

El caso es que es susceptible de sospecha que Rodríguez no esperara su victoria, y que no le quede otra que levantarse por las mañanas e improvisar. Me temo el factor Almodóvar: matrimonio homosexual (innecesario ante el reconocimiento de las parejas de hecho y una legislación consuetudinaria que permite pisos de la Guardia Civil a parejas gays), aborto libre hasta los tres meses (que ya hubiera conseguido el PSOE si el diputado Felipe González se hubiera tomado la molestia de acudir a votar al Parlamento), adopción para los gays cuando los heterosexuales se desesperan buscando niños en Asia e Iberoamérica, y plis-plas con la historia de las religiones.

Me temo que legalicen el porro (está bien, y así mejoraremos nuestras relaciones con Marruecos o, al menos, con el valle de Ketama) y que incrementen las subvenciones al cine español para que la saga de Torrente sea la más taquillera y crematística, y para que Almodóvar continúe autopsicoanalizando su homosexualidad que a nadie interesa ni preocupa. El cine francés está subvencionado pero antes o después te produce una Amelie o un Chocolat. El cine argentino yace en la más absoluta miseria pero parte de un Nueve reinas, El hijo de la novia, Bolivia o Cleopatra. Rodríguez nos va a dar cine progre español (subvencionado, por supuesto) hasta el hartazgo. Todos vamos a pasar por el cine club Almodóvar.