10 julio 2022

Pablo Iglesias busca liderar su propio grupo mediático con el diario Público y el respaldo de sectores izquierdistas de América Latina

Pablo Iglesias lanza una campaña para tratar de hundir a Antonio García Ferreras y a La Sexta con el respaldo de TV3 y ETB utilizando los audios de Villarejo

Hechos

  • El 10 de julio de 2022 comenzó una campaña en redes sociales afines a D. Pablo Iglesias Turrión contra el director y presentador de LA SEXTA, D. Antonio García Ferreras.

Lecturas

CRONOLOGÍA DE LA CAMPAÑA DE IGLESIAS Y SUS ALIADOS:

El 9 de julio de 2022 el digital Crónica Libre difunde unos audios de una conversación en 2016 entre el comisario Villarejo, D. Antonio García Ferreras y D. Mauricio Casals, entre otras personas, en el que Ferreras reconocía que cuando el director del digital OkDiario D. Eduardo Inda intervino en su tertulia ‘Al Rojo Vivo’ para acusar a D. Pablo Iglesias de tener una cuenta en las Islas Granadinas con dinero procedente del Gobierno de Venezuela le permitió que lo diera, pero que le pareció muy burdo.

D. Pablo Iglesias, que rompió con D. Antonio García Ferreras de manera pública en 2019, ahora utiliza esa frase para defender la idea de que García Ferreras había reconocido que difundía mentiras a posta y de que había liderado una campaña mediática contra él en 2016. En la campaña el Sr. Iglesia fue respaldado por su digital PÚBLICO y por las televisiones públicas TVE, TV3 y ETB.

PABLO IGLESIAS EN TV3: «FERRERAS NO DEBE VOLVER A APARECER ANTE UNA CÁMARA»

El 9 de julio de 2022 D. Pablo Iglesias era entrevistado por conexión en el programa ‘FAQS’ de TV3 para hablar de los audios del Sr. Villarejo con la Sra. Dolores Cospedal, pero el Sr. Iglesias en vez de centrar su intervención en la dirigente del PP lo centra en atacar a D. Antonio García Ferreras al que acusa de haber difundido datos que, según insinúa, le hicieron perder las elecciones de 2016. Y considera que ‘si Ferrers tiene dignidad no debe volver a aparecer frente a una cámara».

En ese programa ‘FAQS’ interviene el periodista D. Xabier Lapitz, de ETB, que arremete contra el director de OKDIARIO D. Eduardo Inda («se parece a un periodista lo que un huevo a una castaña» y se inventa que El Mundo, ABC y La Razón airearon la información de la cuenta de Granadinas, lo cuál es falso, aunque nadie en el programa lo desmiente.

El 11 de julio de 2022 Dña. Angels Barceló, conductora del programa estrella de la radio ‘Hoy por Hoy’ de la Cadena SER pide explicaciones a D. Antonio García Ferreras y a todos sus tertulianos de ‘Al Rojo Vivo’. Además Dña. Angels Barceló se jacta de que ella nunca se reunió con el Sr. Villarejo (omitiendo hablar de que sí lo hicieron tanto el directivo de la Cadena SER D. José Manuel Romero, como la periodista de investigación Dña. Ana Terradillos).

El 11 de julio de 2022 el programa ‘En Jake’ de la televisión pública vasca ETB conducido por D. Xabier Lapitz dedica gran parte de su programa a arremeter contra D. Antonio García Ferreras acusándole de ‘corrupción periodística’ y de ‘mafia’, el programa presenta al Sr. Iglesias como una víctima. El propio Sr. Iglesias interviene en el programa para que el Sr. Lapitz y sus tertulianos le den su apoyo y utilizan el argumento de que eso demuestra que España no es una democracia.

En la media mañana del 11 de julio de 2022 en el programa ‘Al Rojo Vivo’ de LA SEXTA de Atresmedia D. Antonio García Ferreras se defiende asegurando que su programa era de los que más defendía a Podemos en sus primeros años de historia (2014-2016) y que su comentario de ‘le parecía burdo’ lo realizó después de la emisión de la cuenta de Granadinas negando que supiera que era mentira antes de emitirlo.

A las pocos minutos de la intervención del Sr. García Ferreras, D. Pablo Iglesias esa misma mañana del 11 de julio de 2022 entraba en directo en el programa ‘La Hora de La 1’ de TVE primero y en el programa ‘Planta Baixa’ de TV3 después. También en la radio RAC1. En los tres programas repetía la mismo argumentario: tachar de mentiroso y manipulador a D. Antonio García Ferreras, volver a insinuar que perdió las elecciones por su culpa y reiterar que este debía retirarse de la televisión y que todos los tertulianos que aceptarán seguir participando en ‘Al Rojo Vivo’ serían cómplices.

FRANCINO CONTRA QUE SE INVITE A INDA A TERTULIAS.

La tarde del 11 de julio de 2022 el programa ‘Planta Baixa’ D. Carles Francino también intervenía para asegurar que ‘todos sabemos que tipo de periodismo hace Eduardo Inda y hay que pedir responsabilidades a quellos que les permiten que hable en sus programas», en referencia a ‘La Sexta Noche’ y ‘El Programa de Ana Rosa’.

También el programa ‘La Noche en 24 Horas’ de D. Xavier Fortes la noche del 11 de julio de 2022 respalda a D. Pablo Iglesias y emite los audios contra D. Antonio García Ferreras.

El día 12 de julio de 2022 tertulias de TVE, TV3 y ETB vuelven a dedicar parte de su programa en defender a D. Pablo Iglesias como víctima y en atacar a D. Antonio García Ferreras como agresor.

En el lado contrario el tema no volvió a ser tratado en La Sexta y nunca fue tratado en los ni en el programa ‘Espejo Público’ de Atresmedia, ni en los programas ‘El Programa de Ana Rosa’, ‘Todo Es Mentira’ o ‘Cuatro Al Día’ de Mediaset, ni tampoco en los programas políticos del canal Trece.

09 Julio 2022

Ferreras sobre la falsa cuenta de Iglesias: “Inda, voy con ello, pero es demasiado burdo”.

Patricia López

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Crónica Libre accede a dos audios que demuestran que el director de La Sexta, Antonio García Ferreras, y el consejero de Atresmedia y presidente de La Razón difundieron en Antena 3 y en el canal del más periodismo información de Eduardo Inda contra Podemos y Pablo Iglesias que sabían que era falsa.

En marzo 2017, cuando faltaban meses para que el comisario José Manuel Villarejo fuera detenido, todavía tenía a sus fieles intentando absorber las migajas de información que guardaba para que no fuera encontrada en un posible registro. Mientras, a través de sus amigos en los medios, seguían apretando a la Casa Real como fórmula de evadir un procedimiento penal.

Eduardo Inda había difundido sobre el día 20 una grabación acerca de la relación entre el rey emérito, Juan Carlos de Borbón, y la isleña Marta Gayá. Una grabación que se remontaba a los 90 y que alguien había guardado con mucho cuidado. Esa mañana, además, Javier Ayuso desde la tertulia de Espejo Público desacreditó la publicación y señaló a una maniobra más del comisario Villarejo. Entonces, el director de La Sexta, levantó el teléfono y fue directo a la fuente, como se puede escuchar y leer en exclusiva en Crónica Libre:

Ferreras:  ¿Cómo estás?
Villarejo: Hombre, don Antonio. ¡Joder, qué alegría oírte, qué alegría!
F: Del huracán, como dice Inda, es la deidad cordobesa. Todo lo controla, de todo está detrás. De todo, de todas las situaciones.
V: Tiene cojones macho, qué puta manía tiene esta gente conmigo. Te lo juro, no me deja, no me deja en paz. Yo que estoy a mi rollo y a mis temas…
F: Síi... ahora resulta que tú controlas las grabaciones de hace 30 años.

Pues, efectivamente, hace apenas unas semanas se procedió al desprecinto de las cintas que Villarejo guardaba de los años en los que el sistema era aún analógica. Los teras del digital que no pudo desencriptar ni el Centro Criptológico Nacional, dependiente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), están siendo filtrados por el entorno del comisario.

Aunque a la “deidad cordobesa” el multimillonario policía le había conocido un año antes, en 2016, en un restaurante de Madrid de los de puros y conspiración. A la mesa estaba sentados el consejero de Atresmedia y presidente de La Razón, Mauricio Casals, el empresario de la jet set Adrián de la Joya, los comisarios José Luis Olivera Serrano y José Manuel Villarejo, junto al director de La Sexta, conocido también por su lema “Más periodismo”. Comparten amigos en común, sobre todo uno, Eduardo Inda, a quien en esa comida de 2016 Villarejo y Ferreras confiesan querer como a un hermano:

Ferreras: Tú ya sabes que a Eduardo [Inda] le quiero… le quiero un huevo, le quiero como a un hermano.
Villarejo: Anda, ¿tendrás dudas de que yo no le quiero?
F: Y él a tí también, a ti también
V: Además es u tío valiente, echaó ‘pa lante’ (sic), un zumbao total... pero a mí me gusta.
F: A veces yo le digo: “Frío, frío… tienes que ser más frío”
V: No, él no puede evitarlo, es un vehemente

La falsa cuenta de Pablo Iglesias

La comida sigue distendida entre tanto comensal interesante, que si Olivera y Ferreras se conocen de cuando este denunció como anónimo lo de las bolsas de basura, que si quieren curar el cáncer… Hasta que Mauricio Casals plantea el problema de que Podemos pueda llegar al Gobierno. Villarejo llega a señalar que si lo hace es por Ferreras y su Al rojo vivo, “le ha puesto un set a Vestringe en casa”.

Sin embargo el hombre de la camisa negra les reconoce que dio voz a Eduardo Inda cuando publicó la falsa cuenta de Pablo Iglesias en la sucursal del Europacific bank en Islas Granadinas, un paraíso fiscal donde habría cobrado cientos de miles de euros del gobierno de venezolano de Nicolás Maduro, como se puede leer y escuchar a continuación. La confesión comienza a raíz de las “batallitas” que Villarejo y Olivera le están contando sobre la detención de Roldán y como el espía Fernando Paesa engañó al Ministerio de Interior en el que Margarita Robles era secretaria de Estado de Interior, en 1995:

Villarejo: ¿Sí, claro, por qué, por qué? ¿Por qué? Ella no podía explicar cómo coño había recibido un fax de Laos, ¿cómo que de Laos? y claro manda, manda de París, el propio Paesa a mandar ese pero además con membretes antiguos del Ministerio, que ya no era. Lo mismo que le ha pasado a nuestro amigo Inda que los papeles...
Ferreras: ¿Quién le ha metido la bacalada?
V: Le ha metido la bacalada la DAO, se la han dado el Pino, Pino, se le ha metido, Pino que a su vez se lo han proporcionado los tíos de la... de la DEA, pero...
F: ¿Pero lo han hecho aposta o no?
V: Eh..Bueno, a él uff no sé, ¿sabes lo que pasa? Que Eduardo yo le presenté en su día a Pino y a toda esta gente y tal, pero se lo he dicho muchas veces, Eduardo, no te fíes de esta gente. Esta gente no, o sea, no son...
F: Yo le dije “Eduardo, esto es muy serio, yo voy con ello, pero esto es muy delicado y es demasiado burdo”.
V: Claro...
F: Es demasiado burdo, es decir porque yo no sé…
V: Ellos tienen un lenguaje.
F: Estos son bolivarianos, que total estos han estado allí. Claro que nunca se han ocultado. Ahora yo no creo que Pablo Iglesias abra una cuenta en las Granadinas a su nombre, dos apellidos para que Maduro, el día que se escribe Podemos, le mande doscientos mil euros, joder son bastante más listos que todo eso. Es más, ellos hace tiempo. Porque, cuando los conocí yo, yo soy muy crítico con el Gobierno de Venezuela desde hace mucho, muy crítico. Cuando estaba Hugo Chávez, ¿eh? y yo en la Ser tenía problemas porque yo era muy crítico con Hugo Chávez, porque conozco además, he tenido alguna relación allí con alguna periodista de allí, que es empresaria y tal, que no es precisamente del Gobierno venezolano. Y soy muy crítico y tal, pero yo le digo: “Joder, Eduardo, esto es... joder, no, tío, no”. A mí me dice: hace 7 años Pablo Iglesias en la Fundación tal recibió... Vamos seguro, seguro y de Ecuador y de Bolivia no sé qué, pero tío a nombre de tal y encima con la madre por delanteÉl me dijo también los servicios de inteligencia cubanos tío, los cubanos. Que no, que no...Y a mí me ha dicho alguien, que los cubanos no le están pasando nada a los americanos, a pesar de todo. Que ahora es verdad que hay un deshielo y tal, pero que no les están pasando nada.
V:  Es cierto que en Venezuela hay buena información….
Olivera : Hay buena información.
Villarejo: Buena información del servicio cubano dándole instrucciones a los venezolanos, sobre ellos y con reuniones donde hay etarras metidos, eso es cierto. Y eso, esa información nos la facilitaron a mí y al Oli y quedamos en tal porque claro, había que ir a un sitio, darles una pasta y tal y cual... no sé qué y conseguir los documentos chequearlo. Como se hacen estas cosas. Estas cosas tú no puedes comerte lo que te trae cualquier pringado.

Aliste, la DEA y la madeja que no cesa

Ferreras se interesa entonces por cómo llegó el documento a la DEA estadounidense y de allí a la Policía española:

 

Ferreras: ¿cómo llega esto a la DEA?
Olivera: La DEA te lo crea.
Villarejo: No no, la DEA, pues la DEA te lo crea porque tiene a... porque hay un colaborador ahí, un tío que trabaja para ellos. Que es un abogado que se llama José Aliste y este este Aliste, no sé si te sonará.
F: Me suena mucho.
Villarejo: Claro... Este es un malandrín, un malandrín que se dedica... tiene narcotraficantes, lo defiende y luego le da la información a la DEA, le cambia, en fin, el mundillo ese. Y este es el que, el que va y le vende la burra, le vende la burra al DAO, a cambio de que libere a su tronco, que un tal Barrado es al que yo le doy caña. Un comisario que es el que le enseña la foto mía a la médico [Por la doctora Elisa Pinto] . ¿Te acuerdas?, la médico, que hay un comisario que le enseña mi foto y tal... Y como consecuencia de eso, le le abren un expediente al tonto, claro, era un... y este.
Casals:    No era necesario si quiera que le enseñara la foto.
: Porque ya los había reconocido efectivamente.
C:   Le había dicho éste es el que la pinchó y lo hizo mal. (Risas) Lo hizo mal.
V: Y el tema, el tema es que este, este Aliste le da esa información, de la DEA, pero vamos, muy burda, mmmm entonces la DEA, al mismo tiempo se lo da a una periodista.
F: Patricia Poleo.
V: Y la periodista lo cuelga.
O: Hay un tio, un venezolano, que pastelea con la DEA. Y esos venezolanos, y me vienen a mí al despacho.
V: Claro.
F: Y ha cambio de…
V; Claro.
O: Yo le digo que se vaya mucho a la mierda... (risas) Le aviso, le aviso: “Cuidado que las cosas van por aquí”
V: Entre otras cosas porque no hay pasta... Nosotros cada vez que necesitamos pasta gorda, vamos a los americanos, que son los que te pagan. Es acojonante, pero es así. Aquí no hay presupuesto, aquí cuando tienen 200.000 dólares. ¿Pero qué dices? entonces los mandas a los yankees, los yankees se lo comen todo y te pagan todo, pero claro, cuando es una cosa seria y... fetén y tal..

El comisario Jaime Barrado fue readmitido a su puesto por orden del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Su abogado no era José Aliste y Villarejo será juzgado por apuñalar presuntamente a la doctora Elisa Pinto.

“No es nada difícil crear una cuenta a Pablo Iglesias”

Sin embargo, el excomisario jefe de la UDEF,(Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) y en ese momento director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), José Luis Olivera Serrano, deja claro que si hubieran querido le hubiesen abierto esa cuenta falsa o conseguido los documentos necesarios para hacerla a Pablo Iglesias o al expresidente del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrian, como se lee y escucha a continuación:

Mauricio Casals

O: Que tampoco es muy costoso el meterle una cuenta a Pablo Iglesias de hace 5 años. ¿eh? y luego que expliquen.
V: Eso te lo hacemos con el rabo igualmente. (risas)
F: Hombre, eso muy legal no creo que sea… (risas)
O: Pero que lo has hecho.(risas)
F: A la Cotino. (risas)
V: Quiere decir que no es nada difícil, lo que pasa es que la vida hay que tener sensibilidad de violinista, para a la hora de... pero haz las cosas serias. claro.

Casals: Lo que te está diciendo es que si es necesario se hace con Cebrián.
F: Ya sabes que en mi código si no se hecho, aunque sea mi enemigo, no quiero….
V: Que te está vacilando, que te está vacilando.
F: Bueno, Mauricioooo…

Confidencias al comisario

Un año después de esta comida, Ferreras y Villarejo son casi igual de amigos que el comisario con Eduardo Inda o el propio director de La Sexta. Así que, el camisa negra vuelve a confesarse con el policía sobre las gestiones a su favor que ha hecho ante Pablo Iglesias.

Ferreras: Te voy a contar una cosa. eh No sé si te la tendría que contarte.
Villarejo: Dímelo, Dímelo, Dímelo.
F: ¿Tú sabes lo que le dije un día a Pablo Iglesias ¿Eh? Porque yo sé que los de Público están calentándoles con este asunto.
V:- Sí, sí.
F: Eso te voy a decir una cosa, mi realidad. Tú, Pablo, estabas muy enfadado, muy enfadado con el papel que sacó Inda de Miami de las paraísos fiscales, de tal de los... Vale, te acuerdas, de qué publicó Eduardo, que había Miami, no sé qué digo, mira, yo te voy a decir la verdad, mi experiencia. Ese Comisario del que tú me hablas, ¿sabes lo que me dijo a mí? Que ese material no era bueno. Me lo dijiste tú.
V: eh te acuerdas... efectivamente. te lo dije yo.
F: Es mas digo, Pablo, yo sé de dónde, por dónde le llega el material a Eduardo, digo, evidentemente no te lo voy a contar, ni creo que ni Eduardo sabe que yo lo sé.. lo que te digo que ese comisario, el que tú me hablas, me dijo a mí, Antonio, “esa esa información no es buena, está contaminada”.

Con todas las dudas despejadas de que La Sexta y Antena 3 dieron una información falsa sobre Podemos simplemente por la amistad que une a Antonio García Ferreras con Eduardo Inda, comisario y opinador se despiden.

Ferreras: Comisario, hablamos dentro de unos días.
Villarejo : Cuando quieras. Papeamos, comemos, nos reímos. ¿Tú sabes que que eres mi debilidad? Humildemente y por lo tanto, estoy totalmente entregado a ti, o sea, entiendo que estes se enamorado de tu parienta y tu parienta de, ti, porque eres un sujeto muy habilidoso.
F: Soy fiel, soy fiel.
V: Bueno, fiel y.
F: No fanático pero fiel.
V: Y gran seductor y eso está muy bien, venga
F: Venga comisario cualquier cosa hablamos. Vale.
V: Un abrazo Antonio, gracias.
F: Un abrazo fuerte. Ciao.

10 Julio 2022

Periodismo, a secas, y más democracia

Virginia P. Alonso

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El periodismo debe guiarse por códigos éticos infranqueables. Pero en España esto no pasa de ser una mera aspiración o una manía de buenistas e ingenuos. La realidad es que demasiados periodistas han interpretado que formar parte del llamado cuarto poder implica poner y quitar cargos políticos en función de sus propios intereses o de los intereses de los poderosos que los rodean.

Sí, los periodistas tenemos poder. Pero ese poder no debería beber de las relaciones privilegiadas que mantenemos con unos y otros gracias solamente al desempeño de nuestra profesión. Ese poder nos lo debería dar nuestra capacidad de hacer tambalear a cualquier poderoso, al sistema mismo, a través de la publicación de informaciones incontestables. Y si son incontestables es porque están contrastadas y contienen datos y hechos que son irrefutables.

Pero para llegar a esto hay que hacer periodismo de verdad; es decir, investigar, cotejar, someter tus hallazgos a la destrucción ajena antes de decidirte a publicar y quedarte solo con lo que es inapelable. ¿Qué ocurre entonces? Que los titulares son menos jugosos, menos rentables. Por eso en este periodismo patrio de los últimos lustros sale mucho más a cuenta copiar y pegar lo que te dice un comisario de Policía o un juez o un ministro… Porque, ¿cómo vamos a ponerlos en duda si son policías, jueces o ministros? Todo mal, todo al revés. Precisamente por ser policías, jueces o ministros habría que poner en cuarentena todo lo que viniera de ellos. Porque ellos son los verdaderos poderes del Estado y por eso deben ser vigilados de manera estrecha por los periodistas. Ese es nuestro trabajo y no otro.

Desde el momento en el que tomar partido por la ciudadanía te convierte en un paria del periodismo dominante (y eso, créanme, viene ocurriendo en esta profesión desde hace años), se pierde la esencia misma de la función periodística y se acaba confundiéndolo todo y creyendo que hacer periodismo es amplificar la voz de quienes ya dominan el relato.

Los límites de lo decente en las relaciones entre periodistas y fuentes se perdieron hace mucho tiempo en este país. Entre periodistas y políticos, entre periodistas y empresas, entre periodistas y actores económicos. Y de aquellos polvos, estos lodos.

Porque aquí se nombran directores de periódico y de cadenas de televisión por sus relaciones y por su ‘influencia’. ¿Quién quiere ética, integridad o decencia cuando lo único que importa es la ‘influencia’? ¿Y cómo se consigue esa influencia? Pues a base de sentarse y codearse con ‘influyentes’. Se lo voy a poner muy claro con dos ejemplos fáciles.

Uno: PedroJota publicó y sostuvo en El Mundo que los atentados del 11M habían sido cometidos por ETA. Alardeaba de jugar al pádel con Aznar, a la sazón presidente del Gobierno que mintió a todos los españoles sobre la autoría de la peor masacre cometida en la historia reciente de España durante las 72 horas previas a unas elecciones generales. PedroJota dirige hoy otro periódico y se sienta en distintas tertulias.

Dos: ¿Una web como Okdiario habría conseguido estar entre los diez medios con más audiencia de este país si no fuera porque a Inda se le ha paseado hasta el hartazgo por los platós de La Sexta? Donde pone «Okdiario» pueden colocar los nombres de otros medios de fulgurante trayectoria. Pero sigamos con el digital de Inda y recordemos aquellos audios de Florentino Pérez que publicó El Confidencial en julio de 2021:

«Antonio [García Ferreras] me ha dicho: ‘Por favor, Florentino, ayúdame a meter en vereda a Inda’. Y yo le digo: ‘Si no puede ser, si está crecido. Pero si se pone en las fotos él, pero si se va de viaje. Si se ha considerado un tío importante. Si está loco. Lo único que le gusta es figurar’. Oye, está de director [de ‘Marca’] por Antonio y por mí, que le presionamos a Pedro J«.

«Mi hombre es el Ferri. Yo le saco del grupo Prisa porque ya odia al grupo Prisa. Ferreras es un gran profesional. Es un tío honrado y honesto y estos son unos sectarios de la hostia. Aparte, que yo los odio, no te voy a engañar. Tú le dices ‘haz esto que le puede joder a Cebrián…Y pum’. Está el, Contreras, Roures, Luis Fernández… Todos los que han trabajado en Prisa. Los de Prisa son como son… unos hijos de puta. Pero no de ahora. Ahora ellos son víctimas y están como resentidos y los quieren matar».

Con estos antecedentes, y con todo lo revelado en Público desde el año 2015, poco sorprende la conversación entre Villarejo y Ferreras (director de La Sexta) en la que este admite lo «burdo» de la ‘información’ de Inda sobre la falsa utilización por Pablo Iglesias de paraísos fiscales. Era mentira, claro, pero ahí quedó, para los anales de las vergüenzas periodísticas, en la hemeroteca de Al rojo vivo, su tertulia de confianza; «más periodismo», ya saben.

Una tertulia en la que, por cierto, Público ha tenido nula presencia a pesar de la relevancia de las informaciones publicadas por este medio. Quién sabe, tal vez este diario también estaría en ese ranking de los diez más leídos si hubiera tenido reservado un asiento en dicho programa. Ocupamos el puesto 13 en ese listado y hoy podemos decir alto y claro que nadie, salvo nuestras lectoras y lectores y nuestro trabajo, nos han aupado hasta esa posición.

Llegados a este punto, tampoco sabemos qué cotas de poder podría haber alcanzado Podemos si no le hubieran segado la hierba bajo sus pies. Podemos fue un partido molesto desde su nacimiento. Hizo temblar el suelo sobre el que habían bailado confortablemente durante décadas fuerzas políticas, económicas y periodísticas. Y algunos pensaron que si el partido llegaba más alto, tal vez ese suelo haría algo más que temblar. La solución era cristalina: acabar con ellos. Y al servicio de ese noble y democrático objetivo se articuló un lawfare de libro (23 actuaciones judiciales archivadas) y se puso a trabajar el PP de Rajoy, Villarejo mediante, con el respaldo de una cohorte mediática que era una sola voz.

Una sola voz porque en España los medios nacen como setas al calor de financiaciones institucionales interesadas (y cero transparentes) y de intereses político-económicos mecidos por el Ibex. Y, oh, qué casualidad, la mayoría de estos nuevos medios son de corte neoliberal, tanto en sus planteamientos políticos como económicos. Esto cuando hablamos de medios nuevos que se lanzan al margen de grandes grupos de comunicación. Porque si hablamos de grandes grupos, ocurre exactamente lo mismo, solo que a mayor escala.

En España la concentración mediática es un problema real para el pluralismo informativo: el 70% de la oferta comunicativa está en manos de solo seis grandes grupos mediáticos; el 80% de las audiencias de televisión y radio dependen de cuatro consejos de administración; uno de ellos es Atresmedia-Planeta, dueño de La Sexta. La consecuencia más directa de esta concentración es un discurso monolítico, uniforme, en el que se silencia y desprestigia cualquier voz discordante.

El interés por las noticias ha caído aquí 30 puntos entre 2015 y 2022, según el último informe Reuters, más que en la media de los 46 países analizados. La gente desconfía de la información que le llega: el 28% de los españoles consultados dice evitar ciertas noticias porque no se fían de la fuente o creen que está sesgada. Mientras, el Media Pluralism Monitor, que identifica los riesgos potenciales para el pluralismo de los medios de comunicación en la UE, diagnostica para España en un su informe de 2021  «un progresivo empeoramiento del pluralismo mediático en España» y lo achaca, entre otros factores, a la fuerte concentración de medios (especialmente en la televisión y en las plataformas online) y a la falta de salvaguardas para asegurar la independencia de los medios públicos y privados. Ahí es nada.

En esta profesión, como en la vida, todos nos equivocamos. Pero lo sucedido en este país desde 2015 no es un desliz. Es una manipulación del sistema democrático, una alteración de las reglas de todos a partir de la decisión de unos pocos, urdida y ejecutada de manera consciente y deliberada, y amplificada por los medios de comunicación, aquellos que tenían que haberla denunciado y frenado o, al menos, haberla cuestionado. Evitar esta situación pasaba solo por hacer periodismo, a secas; ni «más», ni menos. Sin periodismo no puede existir una democracia sana, y a los hechos relatados en este artículo me remito. Ahora está por ver si este seguirá siendo un eslogan tan vacío como hasta el momento. Me van a disculpar el pesimismo.

11 Julio 2022

Silencios

Pablo Iglesias

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Todos habéis escuchado a Ferreras, en una conversación entre colegas, reconocerle al comisario Villarejo que publicó una noticia falsa de Inda que decía que yo tenía una cuenta en Granadinas en la que me ingresaba dinero Nicolás Maduro, sabiendo que era una información falsa. En los audios escuchamos también a Ferreras decir que Inda es su hermano y que admira mucho al comisario Villarejo. En fin, todo muy edificante…

El escándalo ha sido tal que ha ocurrido algo poco frecuente en España: A partir de la publicación de Patricia López en el digital Crónica Libre, grandes medios se han tenido que hacer eco del asunto. Además de los medios catalanes y vascos, El País y la Cadena SER se han hecho eco de unos audios que completan su información del jueves sobre la conversación entre Villarejo y Cospedal conspirando contra nosotros.

El escándalo es tal que hasta 4 jefes de Estado de América Latina, los presidentes de México, Colombia, Argentina y Chile han denunciado la operación mediática de Ferreras contra Podemos, así como lo ha hecho el jefe de la oposición francesa, Jean Luc Mélenchon. Los cinco líderes de izquierdas han vivido en sus propias carnes operaciones mediáticas mafiosas como estas. Al mismo tiempo, decenas de periodistas muy relevantes, en general muy reacios a criticar a compañeros de profesión, han sido enormemente duros con Ferreras y le han señalado como una vergüenza para la profesión.

La pregunta entonces es: ¿Por qué hay silencios tan clamorosos? ¿Por qué figuras políticas de la izquierda española y también notables periodistas progresistas (digo progresistas y de izquierdas porque de la derecha poco cabe esperar ya) guardan silencio? En la respuesta a esta pregunta está la clave del problema con Ferreras.

Más allá de algún caso, no creo que los que guardan silencio lo hagan porque consideren que los hechos del ‘Ferrerasgate’ no merezcan su reproche ético, político y profesional. Callan porque tienen miedo de Ferreras o porque necesitan a Ferreras. Muchos periodistas, algunos de ellos buenos periodistas, piensan que necesitan salir en la televisión de Ferreras para que su trabajo tenga relevancia. Otros saben que sin lo que les supone económicamente la participación en sus tertulias tendrían dificultades a fin de mes. Respecto a los que están en nómina de La Sexta, soy consiente de que no se les puede pedir heroicidades. Quien tiene que pagar una hipoteca o llegar a fin de mes no suele poder permitirse criticar al jefe. Pero hay periodistas que sí se pueden permitir dar la cara y creo que deben hacerlo. No para solidarizarse conmigo o con Podemos, sino para defender la dignidad de su profesión.

Lo de los políticos es casi peor. ¿Cómo es posible que muchos dirigentes políticos de izquierda no hayan dicho esta boca es mía? Conozco la respuesta y les entiendo. Piensan que sin un trato favorable de La Sexta, que depende de Ferreras, sus expectativas electorales se verían claramente comprometidas. Les entiendo y es verdad que, en política, hay que buscar buenas relaciones con mucha gente. Creo que piensan además que no diciendo determinadas cosas, como ha hecho siempre Podemos, se librarán de las iras del poder mediático. Perdonen que sea sincero pero en ese análisis hay menos sofisticación de la que parece.

No les voy a pedir que alcen la voz solo por sentido ético, sino también por sentido político. Si no denunciamos y nos enfrentamos todos juntos a la manipulación y a la mentira de la mafia mediática, cualquiera de nosotros estará a merced de esa mafia en cualquier momento. Dad la cara compañeros. Es necesario para cambiar las cosas en este país.

12 Julio 2022

Podemos convierte al comisario Villarejo en el oráculo de la verdad

OKDIARIO (Director: Eduardo Inda)

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Ahora resulta que el comisario Villarejo se ha convertido para el populismo podemita en el oráculo de la verdad. Caramba: el hombre que guardaba las llaves de las cloacas del Estado para Pablo Iglesias es ahora la fuente del saber, la luz del faro que ilumina a la ultraizquierda más sectaria. Villarejo se ha convertido, por ensalmo, en el gran referente podemita. Ahora ya es creíble, ya es el guía que alumbra el camino de la formación morada. Ver para creer: de enemigo público número uno de Pablo Iglesias, Villarejo es ahora su única fuente del saber, su mayor aliado. Como siempre se trata de esparcir basura y revolver la porquería para erigirse en víctima de una pérfida estrategia de demolición política y personal.

Pero Pablo, si has llegado a ser vicepresidente primero del Gobierno de España. Y has manejado a tu antojo los resortes del poder. ¿Víctima de qué y de quién? Tú solito has cavado tu propia tumba política y vuelves ahora por las andadas arrimándote a Villarejo, al mismo Villarejo al que no hace tanto acusabas de conspirar en tu contra, para convertirle en colaborador necesario de tus delirios de ahora. Podemos ya no es lo que era, pero vuelve por sus fueros para intentar esparcir su inmundicia a la cara de quienes como OKDIARIO y su director, Eduardo Inda, le han ganado todas las batallas judiciales con la verdad por delante, entre ellas la demanda de Iglesias por las informaciones publicadas por OKDIARIO sobre el pago de 272.000 dólares de la dictadura venezolana al ex líder podemita en Granadinas, informaciones que dos sentencias judiciales calificaron de «veraces». Que sigan esparciendo su bilis y su rabia, pero eso de que Villarejo sea ahora su fuente de inspiración es la demostración más palmaria de su impotencia. Iglesias se sube al tándem con el comisario Villarejo. Pues que siga pedaleando. Por nuestra parte pueden seguir ladrando. Es lo que les queda antes de que lo españoles les manden definitivamente al infierno. De querer asaltar los cielos al averno en un suspiro. Qué terrible paradoja.

11 Julio 2022

Cronología de una guerra sucia contra Podemos

Antonio Maestre

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El Estado marcó su objetivo, y cuando eso ocurre empiezan a sucederse las más infames de las conspiraciones que en muchas ocasiones tienen como colaborador necesario a un periodista. Unas pocas las hemos conocido, las más burdas, las más graves jamás las conoceremos

Pablo Iglesias fue considerado un enemigo del Estado. Se le ha tratado acorde a esa consideración, la de enemigo del pueblo. Antonio Caño era director de El País cuando Podemos estaba en su máximo esplendor. La línea editorial de la cabecera de Prisa era objetivo crítico fundamental de todos aquellos que no entendíamos tanta agresividad contra una formación de izquierdas por parte del periódico que había sido referente deontológico de todos aquellos que habíamos criado nuestros anhelos con la esperanza de poder escribir algún día en el diario en el que nos regalaba sus letras Manuel Vázquez Montalbán. Hace escasos días Antonio Caño reconoció lo conocido por todos: “Hace cuatro años intentamos evitar desde El País el pacto de Sánchez con populistas y separatistas porque creíamos que eso era malo para la izquierda y para España. No nos creyeron”. No los creímos, pero sí sabíamos de los burdos intentos para lograrlo.

La dirección de Antonio Caño no solo hizo todo lo posible para que Podemos fuera sepultado, sino que puso toda su maquinaria al servicio de Ciudadanos para eliminar las opciones de los morados para liderar España. Un análisis de Pablo Iglesias en sus orígenes acertaba de pleno al considerar cuáles eran las motivaciones de Prisa al considerar a Podemos el enemigo número uno del Estado, porque Prisa es la maquinaría intelectual fundamental del Estado, lo era en en 1978, lo era en 2014 y lo es en 2022: “Creo que tiene que ver con la principal institución de la casta en España, que es el diario El País y el Grupo Prisa. Es muy extraño que desde 1978 el régimen español se haya basado mucho más en el PSOE y el Grupo Prisa que en la derecha o en los antiguos partidarios de la dictadura. Pero si uno quiere saber lo que realmente es el establishment hay que leer los editoriales de El País”. 

El Estado marcó su objetivo, y cuando eso ocurre empiezan a sucederse las más infames de las conspiraciones que en muchas ocasiones tienen como colaborador necesario a un periodista. Unas pocas las hemos conocido, las más burdas, las más graves jamás las conoceremos. Contra Podemos, contra Pablo Iglesias, se pasaron todos los límites tolerables de la deontología periodística porque era considerado una amenaza existencial a las estructuras surgidas tras la transición. Es un hecho innegable la implicación directa de medios, periodistas y responsables de grandes corporaciones en esta cacería infame. En esa escala de responsabilidad mediática existieron malas praxis, líneas editoriales agresivas e incluso violentas y delictivas, errores y descuidos, y también confianza desmedida en personajes de la peor condición. Ajustar cuentas con quienes incumplieron su obligación profesional es necesario, tratar como delincuentes a los que formaron parte de una trama criminal es una obligación democrática, censurar a aquellos que en algún momento fueron irresponsables es preceptivo, y ser justos con quienes pusieron su labor al servicio de la ética periodística un ejercicio de justicia. La deontología periodística también exige tratar a cada uno en su justa medida. También hubo medios, como alguna humilde cooperativa de trabajadores surgida tras el cierre de Jaume Roures del diario Público, que intentó ser honesta en un contexto tóxico, de zancadillas de propios y extraños y de aquellos que, exigiendo un periodismo libre y honesto desde la nueva política, preferían dar prioridad a los grandes medios, porque les eran útiles en detrimento de los independientes. El utilitarismo frente a la justicia. Era la opción del momento. Más Mediaset, menos El Salto.

Pero hablemos de persecuciones, errores, responsabilidades y complicidades. La noticia del día. Los audios filtrados hace más de 15 días por el ultraderechista Alvise Pérez en su canal de Telegram y, recogidos por Patricia López en Crónica Libre, en los que Antonio García Ferreras habla con el comisario corrupto Villarejo se produjeron en fechas posteriores a la publicación en Okdiario de la noticia falsa filtrada por policías corruptos a Eduardo Inda en la que se distribuyeron documentos realizados por la DAO de Eugenio Pino con membrete de la UDEF. En dichas conversaciones, el periodista de La Sexta pregunta a Villarejo quién es el responsable de haberle colado una información falsa a Eduardo Inda reconociendo que fue con ella a pesar de que tenía dudas por lo burdo de los hechos.

Fuentes de La Sexta a preguntas de este periodista argumentan que en ningún caso tenían constancia de que la información fuera falsa en el momento en el que le dieron espacio en su cadena, como sí se comprobó a posteriori, aunque bien es cierto que sí se explica según los audios que había dudas sobre la veracidad en el momento en el que se dio espacio a Eduardo Inda para que explicara la falsa exclusiva. Confiar en las informaciones de Inda siempre es un gran error porque las filtraciones de ese tipo hay que contrastarlas, y en Okdiario no saben lo que significa eso. Es indiscutible que fue un error periodístico de La Sexta dar espacio a esa información fiándose tan solo del hacer profesional de Eduardo Inda, la puridad deontológica exige aumentar los controles para no dar espacio a que un personaje como el actual director de Okdiario pudiera esparcir una información que no aguantaba los mínimos controles de rigurosidad con el daño reputacional que provoca ese tipo de noticias para el afectado, en este caso Pablo Iglesias, por mucho que luego se desmientan. La información sobre la comida de Antonio García Ferreras con el comisario Villarejo era conocida por Pablo Iglesias, que fue informado por el mismo periodista para advertir al líder de Podemos en otra comida entre ambos de que se equivocaba al achacar al comisario ser el responsable de la filtración de la falsa cuenta en Granadinas y que venía por otras fuentes. Pablo Iglesias ha confirmado tras ser preguntado para este artículo que conocía la existencia de esta conversación entre Villarejo y Antonio García Ferreras porque fue informado por el periodista, aunque no se le aclaró de dónde venía el “invento” mediático para perjudicarle.

La versión de La Sexta, recabada para la redacción de este artículo, es en su literalidad: “Es absolutamente falso que se ofreciera esa información sabiendo que era mentira. Es más, cuando se informa por primera vez de la presunta cuenta en las Granadinas, Iglesias sale inmediatamente en La Sexta para desmentirlo. La conversación con el comisario se produce días más tarde de la aparición de la noticia en España y en Miami. Y es entonces, más tarde, cuando Villarejo traslada que duda de la credibilidad de los documentos que manejaba e investigaba la policía española. Cualquiera que recuerde qué emitía La Sexta en esos años sabe perfectamente que esta televisión nunca entró ni en el veto a Podemos, ni en las campañas de desprestigio contra ellos, es más, acudían a La Sexta a defenderse de esos ataques. Y la gran mayoría de los medios no lo hacían”. La explicación de la cadena no convence a Pablo Iglesias y argumenta en declaraciones a este diario: “En mi opinión Ferreras era perfectamente consciente desde el principio. De hecho me llamó el mismo día que dio la ‘noticia’ y creo que fui convincente a la hora de explicarte lo ridículo de todo. A pesar de todo, decidió darlo simplemente dándome la oportunidad de dar mi versión. Su explicación en el audio va en la línea de lo que le dije; era tan inverosímil en un momento como en el otro.”

La información sobre la cuenta de Pablo Iglesias en Granadinas no fue la primera información falsa publicada contra Podemos, ni sería la última, pero sí fue la más rápidamente desmentida por los periodistas que seguían un mínimo del código deontológico. El día después de que Eduardo Inda publicara la supuesta exclusiva, en elDiario.es comprobaron que el documento era una manipulación burda a través de montajes de fotografía de un vídeo de YouTube de una periodista venezolana en Miami. Ignacio Escolar, director de elDiario.es, desmontó ese mismo sábado la información de Eduardo Inda con él presente en el plató. El pecado original de La Sexta es que Eduardo Inda nunca más tuvo que haber pisado un plató después de que se supiera que publica informaciones falsas.

De 2014 a 2016 La Sexta servía casi como estructura de formación de cuadros en Podemos y el PSOE acusaba a la cadena de Atresmedia de haberles creado un virus que lo fagocitaba por su izquierda. Eran tiempos de confrontación con lo peor de la profesión periodística para crecer por comparación. Eduardo Inda era el villano perfecto para Pablo Iglesias, le gustaba enfrentarse a él y se crecía ante su antagonismo. La lectura que hacían en el partido es que cada enfrentamiento en prime time les servía para ganar votos. Creo que tenían razón, en aquel momento de efervescencia política llamar “Don Pantuflo” a Eduardo Inda era una máquina de dar votos. La cadena de Atresmedia y Podemos se retroalimentaba. Ese chico inteligente, deslenguado, de verbo fácil y con un talento comunicativo nunca visto antes era una máquina de proporcionar puntos de share y el partido, o su germen, aprovecharon que Fernando Berlín se hartó un día de soportar la presencia de Eduardo Inda para ocupar la silla de La Sexta Noche sobre la que fraguaron parte de su éxito electoral. El análisis que hicieron es que era imprescindible estar en los medios mainstream, y llevaron mal que tras conformarse el partido prescindieran de ellos como analistas en las sillas rojas del programa de Atresmedia. Pero una cosa era el quid pro quo, y otra que el irreverente Iglesias estuviera cerca de gobernar el país.

Su ascenso provocó miedo y comenzaron a chirriar las estructuras del Estado, en una remembranza chilena de los movimientos golpistas. Puede que no tengan ustedes memoria para tanta escoria, pero estos son algunos ejemplos de informaciones falsas, algunas casi ridículas, que se publicaron en aquellos tiempos cuando las encuestas ponían en cuestión la pervivencia de las antiguas direcciones de Estado y que trascienden la cuenta de Granadinas. El 24 de enero de 2015 el diario El País publicaba en portada que Juan Carlos Monedero había falseado su currículum académico. El diario dirigido en aquel momento por el inefable Antonio Caño explicaba que el fundador de Podemos nunca había sido profesor invitado en la Universidad Humboldt de Berlín (Alemania) ni en la Iberoamericana de Puebla (México). Para sostener la exclusiva de Vicente G. Olaya e Isabel Cuesta se aportaba como evidencia que un profesor de la Humboldt no recordaba a Monedero. La memoria de un señor como motivo para negar el currículum académico de un profesor. El día siguiente se desmontó la exclusiva. Al desmentido rotundo del entonces número tres de Podemos, que aportó pruebas de su estancia en ambas universidades, se unió un desmentido oficial por parte de la Universidad de Puebla que aseguró que Juan Carlos Monedero había sido profesor en su centro durante cinco veranos. El diario El País se vio obligado a desmentir la información, pero ocultándola en un artículo de la Defensora del Lector llamado Las lecciones del caso Monedero: “Para cuestionar el currículo del número tres de Podemos habría que haberse apoyado en algo más sólido que la memoria de un profesor de 75 años o los datos de una empleada del departamento de pagos de una universidad, dada la complejidad del entramado de relaciones docentes entre los centros. En estas circunstancias, llevar el tema a portada era muy arriesgado. La única forma de atenuar el error hubiera sido publicar adecuadamente la puntualización y la carta de la Universidad de Puebla. Lamentablemente, no se hizo”.

Venezuela estaba siempre omnipresente. El 21 de enero de 2016 el informativo de Antena 3 narraba una exclusiva que probaría la relación entre “La CUP, Podemos y el entorno de ETA, con el régimen de Nicolás Maduro”. Las imágenes que probarían la relación era la estampa de un un grupo de personas subiendo a un avión en el aeropuerto de Barajas para ir a Venezuela. Entre los asistentes estaban Anna Gabriel, de la CUP y miembros de Podemos en Castilla-La Mancha. En el escándalo bolivariano se obviaba que eran las asistencias a unas jornadas culturales que los propios protagonistas habían contado un año antes en sus redes, en artículos y blogs. El Español tomo parte en la falsa exclusiva añadiendo un poco más de pimienta al esperpento, ya que partiendo la noticia falsa de Antena 3 contaba que María José Aguilar, miembro de Podemos, asistió a un acto organizado por la Coordinadora Simón Bolívar en homenaje a ETA. La información se basaba en una fotografía en la que aparece una mujer de espaldas con el pelo corto, y sin más datos dijeron que era ella. El caso es que Aguilar no asistió a ese acto porque a la misma hora que se produjo estaba visitando un pueblo a kilómetros de distancia.

ETA siempre ha sido uno de los grandes hits contra Podemos. El 26 de abril de 2016, Arnaldo Otegi, secretario general de Sortu, acudió al Europarlamento para hablar sobre el proceso de paz en el País Vasco invitado por una interparlamentaria llamada Grupo de Amigos del País Vasco, un grupo que está formado por varios diputados europeos entre los que se encuentran varios miembros de Los Verdes, diversos políticos de izquierdas europeos y hasta un miembro de un partido de derechas rumano. Medios como La Razón, OkDiario, Antena 3 y La COPE difundieron la noticia de que Podemos e IU habían invitado a Arnaldo Otegi a hablar en la Eurocámara. Una noticia falsa que marcó la agenda del día y que ninguno de estos medios rectificó ni incluso cuando Pablo Iglesias entró en directo en el informativo de Antena 3 poniendo la cara colorada a Álvaro Zancajo, en aquel momento presentador de la cadena de Atresmedia y ahora responsable de comunicación de la ultraderechista Macarena Olona. La obsesión de la derecha mediática para vincular a Pablo Iglesias con ETA fue intensa y poco fructífera, pero no sería por falta de ganas. Fernando Lázaro en el año 2014 quiso unir al líder de Podemos con un grupo de apoyo a presos de ETA después de que una organización llamada Herrira realizara una serie de actividades en favor de la reconciliación con las víctimas en el Congreso de los Diputados y reuniones con miembros del PSOE, IU, CIU y ERC. Para El Mundo la vinculación de Iglesias con ETA era clara porque los miembros de Herrira tenían el mail de Pablo Iglesias, documentación que fue incautada por la Guardia Civil, en una operación contra las organizaciones a favor de los presos.

El periodismo es priorizar. Elegir de qué hablas es el mayor acto de libertad periodística, un privilegio que casi ningún profesional tiene. La independencia se mide por la capacidad de elegir a qué temas dedicas tu tiempo y cuales son tus objetivos como profesional. La defensa de los derechos de las personas trabajadoras, el antifascismo, los derechos humanos, la pulcritud ética. El establecimiento de la agenda es un acto político que los periodistas tenemos casi en exclusiva, nosotros decidimos de qué se habla y cuánto tiempo y eso en sí mismo es el mayor acto periodístico. Por eso es inaceptable que el espacio público esté copado por profesionales de la desinformación que ocupan horas de debate con toxicidad. En estos años ha habido profesionales del descrédito y de la mentira que han tenido demasiado espacio en la agenda pública y es tiempo de revertir esa anomalía. No puede haber espacio para personajes de la talla moral de Eduardo Inda, que ya han demostrado que han publicado información falsa y, en vez de disculparse como haría cualquier persona decente que ha cometido un error, han seguido emponzoñando el espacio público con la excrecencia surgida de esas informaciones falsas y publicando otras del mismo porte tóxico. La responsabilidad de quien tiene capacidad para elegir quién ocupa esos altavoces mediáticos pasa por acabar con estos profesionales de la intoxicación. Todos podemos equivocarnos, pero hay quien vive de mentir.

12 Julio 2022

Un burdo rumor

Arcadi Espada

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A ESTE locutor Ferreras le viene un día su socio Inda con una de sus basuras convencionales -una cuenta bancaria a nombre de la madre de Pablo Iglesias en la que Nicolás Maduro iba depositando sus óbolos- y decide airearla en su programa de la Sexta, consciente del carácter burdo -tosco, basto, grosero- de la información. A mí que me registren, se le oye pensar. La información la ha publicado Ok Corral, por lo tanto yo me limito a dar cuenta de que existe. Y ahora mismo, pero ahora mismo, voy a llamar a Pablo Iglesias para que aporte su versión de los hechos. Un trabajo irreprochable. El procedimiento principal con el que se expanden las falsedades.

En primer lugar está la llamada práctica del rebote. Los apuros éticos (concedamos) de un periodista ante el carácter burdo de la información que ha conseguido se disipan cuando se trata de la información que ha conseguido otro. La práctica del rebote es antigua y con ella llenaban y llenan radios y televisiones sus programas. En el ecosistema digital ha cobrado suma importancia. En el período analógico el rebote solo hinchaba las informaciones: les daba mayor audiencia y prestigio. Ahora el rebote es la información, porque sin él las informaciones solo emergerían de la fosa digital en forma de fuegos fatuos. De ahí el interés y la coherencia de joint ventures como la de Ferreras e Inda, que alcanza su lado cómico si se piensa en la gran afición al baloncesto (Se olvida del ¡Protesto! y retorna al baloncesto, decía un inmenso eslogan de mi niñez, destinado a higienizar los melenudos) de nuestro locutor.

En segundo lugar está el falso blindaje de las comillas. Las mentiras de Ok Corral en la Sexta son las mentiras de Ok Corral y la Sexta, una empresa conjunta, insisto, de buenos beneficios. Tampoco las mentiras pierden su condición al amparo de las llamadas versiones de los hechos, implacable pleonasmo. Los hechos no tienen versiones, lo diga Rashomon o su porquero. Las versiones forman parte de los borradores del periodista, justo cuando los hechos solo alcanzan la condición de indicios en su cabeza. Hacer que comparezcan verdad y mentira en pie de igualdad es una de las más deplorables -y tradicionales- prácticas del periodismo. Y pretender, como nuestro locutor pretende, que la comparecencia de Iglesias le confiera neutralidad (newtralidad, sí, toda) es una prueba más del extravío moral y profesional del periodismo corriente. Pero no hay que perder la esperanza. Nuestro locutor ha dicho, con gran pompa, que ha aprendido la lección y que nunca más dará crédito a un burdo rumor. Hoy la ha aprendido hoy. Frisando los 56 años, nuestro talludo becario.

12 Julio 2022

Eduardo Inda es todo lo que no debe ser el periodismo

Daniel Basteiro

Sobre audios, periodismo decente y democracia

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Los audios de Villarejo en los que se escucha, además de a sus secuaces habituales y a él mismo, a Antonio García Ferreras y Mauricio Casals, altos directivos de Atresmedia, han dado pie a la reapertura de un debate decisivo para cualquier democracia. ¿Cuánta responsabilidad tienen los medios de comunicación en la calidad del debate público y en la limpieza de la política?

No recuerdo en España un ejemplo concreto en el que confluyan tantos elementos, que haya traspasado así las conversaciones informales de periodistas, políticos o académicos hasta protagonizar programas de televisión y radio de máxima audiencia, artículos en prensa e intensos debates en las redes sociales. Todo a la vez. 

Bienvenido sea este debate. Es muy necesario, imprescindible, pero ni mucho menos nuevo. La que es relativamente nueva es la democracia española, muy marcada por los 40 años de dictadura franquista y por algunas inercias atávicas (qué decir de los ámbitos de la justicia o la economía) que se resisten a la más mínima transición. En otros casos, algunos poderes, incluso de origen o desarrollo reciente, buscan directamente saltos atrás. La consolidación de la democracia no es un camino lineal. Requiere una defensa permanente y estar siempre en guardia.

“Si tuviera que decidir entre tener gobierno sin prensa o prensa sin gobierno, no dudaría en preferir lo segundo” escribió en 1787 Thomas Jefferson en una carta al soldado Edward Carrington. Ese hermoso concepto, esa defensa cerrada de la libertad de expresión tan bien expresada por uno de los padres de EEUU y que tantos compartimos en su espíritu original, ha sido en demasiadas ocasiones un pretexto simple y barato para la impunidad. Para que entre gobierno sin prensa o prensa sin gobierno, algunos crean que la prensa es la forma más eficaz de suplantar al Gobierno y los poderes democráticos. En vez de dar poder a los lectores, una manera de dar lectores al poder a través de la manipulación de la opinión pública.

En infoLibre hemos informado de los audios con normalidad, como hacemos con todo lo demás. Y nos expresamos con naturalidad explicando lo que pensamos y, sobre todo, razonándolo, explicando por qué, sin escondernos. Es nuestra razón de ser

Como no hay democracia sin prensa libre, cualquier control formal o normativo, incluso cualquier ponderación frente a otros derechos, suele antojarse indeseable. El equilibrio es, efectivamente, complejo. Bajo esa premisa garantista, los que practican el periodismo con arreglo a unos mínimos principios, sin mentir a sabiendas (que es distinto de cometer errores), siendo no ya objetivos sino sobre todo honestos y respetuosos con los hechos, operan en el mismo campo de juego que los mercenarios sin escrúpulos. Y hasta comparten tertulia de igual a igual a pesar de que los primeros juegan con una mano atada a la espalda (la de la mala praxis) frente a los que reparten a dos manos, con guantes de boxeo y la pretensión exclusiva de noquear, jamás de contrastar pareceres. Unos razonan e interpretan hechos y otros esparcen bilis. Y a eso, los anfitriones que lo permiten por audiencia u otros intereses le llaman pluralidad. ¡Menuda pluralidad!

Para los que entienden el debate público como una lucha de bandos, probablemente este artículo se quede en tierra de nadie. Pero en infoLibre tenemos tan poca vocación de rehuir los debates como de rehuir los matices.

Está en juego la democracia. En España ha operado una trama corrupta, llamada policía patriótica o cloacas del Estado, con terminales económicas, políticas, policiales, judiciales y mediáticas. Todas ellas son importantes y el reparto de papeles fue minucioso. No es una trama del Estado sino contra la democracia del Estado. Es decir, contra el Estado mismo, la letra y el espíritu de la Constitución.

Esas prácticas no se circunscriben a una época o color político, pero de la última década y bajo el auspicio del Ministerio del Interior de Jorge Fernández Díaz tenemos sobrados, gravísimos y gráficos ejemplos de todas sus vertientes. Villarejo y sus audios permiten explicarlas todas a la vez, no tanto por lo que diga él (desde luego, no es de fiar) sino por lo que dicen las personas con las que se reunió. Empresas o políticos que se espiaban en busca de información con la que dañar a los rivales, robar o destruir pruebas, supuestos informes policiales que eran en realidad falsos y que servían para desprestigiar en los medios y en los tribunales, donde se eternizaban procesos recalentados en los mismos medios al antojo de los que producían los documentos falsos… Nada de esto es etéreo. Nada de esto es ya una mera conjetura. Personalidades relevantes, de las élites de todos esos ámbitos, se prestaron a todo ello o, más que eso, encabezaron con entusiasmo las operaciones. Es una obligación señalarlos y distinguirlos de los que no actúan así y construyen un país decente.

Entre las víctimas no hablamos sólo de Podemos, que también, evidentemente. Ahí están las más de 20 demandas que quedaron en nada. Ahí las mentiras basadas en documentos pseudopoliciales que se demostraron burdas manipulaciones. Ahí el acoso personal vivido por sus máximos dirigentes hasta en su domicilio particular, sin importar sus hijos menores de edad. Hablamos también de una buena “hostia” a Pedro Sánchez para que sepa a qué atenerse, o de partidos independentistas.

Hablamos en definitiva, potencialmente, de cualquiera, porque si no se extreman las precauciones, dependerá de quién tenga el poder en cada momento y de la falta de controles a su uso despiadado y sin límites. Dicho crudamente, si mañana se comprobase que existe una trama de ese calibre contra Santiago Abascal, sería un deber democrático denunciarla. El fin no justifica los medios y no se pueden emplear las mismas armas que se denuncian. Sólo seremos libres como ciudadanos si accedemos en condiciones de igualdad a información de calidad que nos permita formarnos nuestro propio criterio. Parece obvio que la manipulación de la opinión pública ha buscado siempre justamente lo contrario.

Los periodistas no somos políticos. Un periodista tiene puntos de vista. Quien diga que no, miente. Las empresas periodísticas tienen líneas editoriales. Quien diga lo contrario, miente. Periodistas y medios participan de la política porque informan sobre ella y porque tienen puntos de vista naturalmente políticos. Pero los periodistas no estamos para ganar o perder las elecciones, ni para ser la organización juvenil de los partidos, esa que habla “sin complejos” o inspira a sus mayores por su osadía.

Desde luego, los periodistas no debemos participar en operaciones con políticos contra otros. Ni contra nadie. No se trata de objetividad sino de independencia. Me gustaría que esto se entendiera bien porque me da la sensación de que aunque a veces vemos enconadas discusiones en Twitter, unos y los contrarios anhelan atacar o poseer justamente esa autonomía de criterio que debería ser el corazón de nuestra profesión.

Por más que no todos los políticos nos parezcan iguales, ni todos los partidos, por más que en ocasiones haya puntos de vista o ideas más cercanas que otras (es natural, no vivimos en Marte), los periodistas no debemos identificarnos con ningún interés o poder concreto ni tener la vocación de intervenir activamente como una formación política. Si eso ocurre, dejamos de hacer periodismo para hacer partidismo, ya sea de un partido con siglas o de una oscura trama sin ellas. Esto deberían tenerlo claro las tramas corruptas, pero también los partidos políticos y los empresarios.

Y, por supuesto, no es lo mismo tener fuentes hasta en el infierno que aliarse con el diablo y hacer tratos extraperiodísticos con él para lograr una supuesta exclusiva que impulse tu carrera o los intereses nunca declarados de otro.

Los audios de García Ferreras. Vaya por delante la siguiente aclaración personal. Participo en Al Rojo Vivo por invitación del programa en torno a dos veces al mes. Equivale cada vez a entre tres y como mucho cinco intervenciones más o menos rápidas. También he participado en algún otro programa de laSexta, hace más tiempo, como El Objetivo de Ana Pastor (que, por cierto, está siendo objeto de asquerosos ataques personales que en nada tienen en cuenta su trabajo). Nunca nadie me ha dicho qué tengo que decir, que ataque a nadie, que eleve el tono ni que ofrezca espectáculo. Lo agradezco. Es más, tras algunas de mis intervenciones (aquí un ejemplo sobre el acoso personal a Iglesias y Montero) he recibido numerosos comentarios de asombro porque pudiera decir lo que pensaba y apuestas a que no volvería a ser invitado nunca más. Afortunadamente, no necesito acudir a ese programa para ganarme la vida ni tengo vocación de tertuliano. De hecho, creo que se me da regular y odio la sensación de hablar de temas que no domino a fondo, algo que forzosamente ocurre más de lo que uno querría en un programa que trata temas diversos de la actualidad.

Si acudo a ese espacio y a otros en otras televisiones o radios (desde RTVE a TV3) no es para servir a intereses oscuros ni porque sea imprescindible para llegar a fin de mes. Tampoco porque comparta al 100% el planteamiento de sus directores, su estructura o invitados. Lo hago en lugares donde me dejan hablar (y no me refiero a decir dos frases atropelladas antes de que te interrumpan), para aportar mi voz al debate público, defender el periodismo en el que creo y, en ocasiones, incluso para rebatir la propia premisa que se me plantea. También, y esto es muy importante, lo hago para que el medio en el que trabajo tenga una ventana más y, en el caso de Al Rojo Vivo, una importante por su audiencia e influencia. Para que infoLibre llegue a más ciudadanos que puedan descubrir el proyecto en el que sí tengo responsabilidades y el periodismo de mis compañeros, que me enorgullece profundamente.

Los audios de García Ferreras no le dejan, ni mucho menos, en buen lugar. Por la familiaridad con la “deidad cordobesa”, como él se refiere a Villarejo parafraseando a Eduardo Inda, y por la literalidad de sus palabras, especialmente de las que se puede concluir sin mucha dificultad que dio publicidad a una información que sabía que no era cierta (“Yo le dije: Eduardo, esto es muy serio, yo voy con ello, pero esto es muy delicado y es demasiado burdo»). Si están sacadas de contexto o manipuladas, el contexto auténtico debería explicarse. Tan sencillo como eso.

Pero incluso ignorando esa frase, o considerándola generosamente como un mero error, no podemos ignorar que Eduardo Inda es todo lo que no debe ser el periodismo y que ha gozado de un trampolín privilegiado en muchos medios de comunicación. Si después de todo lo que sabemos sobre él, Inda sigue siendo un “hermano” para los directivos de Atresmedia y sigue yendo a sus programas, es su responsabilidad y no una menor. Pero, ojo: Inda también colabora activamente con Mediaset, empresa por cierto que mantiene una gran rivalidad con Atresmedia. No suelen compartir tertulianos estrella.

Porque esto va mucho más allá de unos audios concretos y hay muchas otras empresas que tienen demasiado que callar, pensando en si habrá grabaciones sobre sus periodistas y disfrutando hoy cómo García Ferreras está en esta ocasión en el ojo del huracán. Algunos de los que le piden a él responsabilidades como parte del escrutinio al que debemos someternos también los periodistas deberían también revisar sus hemerotecas.

Ni lecciones, ni exigencias de harakiris: compromiso. Ser periodista estos días es muy exigente. Más si tienes alguna responsabilidad en un medio de comunicación y qué decir si participas de manera ocasional en un programa de laSexta. Hay debates en Twitter más sofocantes que la ola de calor donde cualquier coma es una prueba irrefutable de tu traición y un tuit puesto dos minutos tarde te convierte en sospechoso. Y todo el mundo te da lecciones.

En infoLibre hemos informado de los audios desde el domingo por la mañana, en cuanto han trascendido, con normalidad, como hacemos con todo lo demás (aquí ejemplos: unodostrescuatrocincoseis y las columnas, libres como todas, de Cristina Monge o Daniel Bernabé). Y nos expresamos con naturalidad explicando lo que pensamos y, sobre todo, razonándolo, explicando por qué, sin escondernos. Es nuestra razón de ser, nuestro compromiso con las socias y socios, que son la principal fuente de financiación de nuestro proyecto, superando con sus cuotas más de la mitad de nuestros ingresos.

Si tan solo un 5% de aquellos que en las redes sociales han agradecido estos días a infoLibre o a Jesús Maraña alguno de los puntos de vista en favor de un periodismo mejor o en contra de las cloacas se suscribiesen a nuestro proyecto, podríamos invertir más en periodismo y tendríamos un futuro garantizado y relativamente tranquilo, en medio de todas las incertidumbres económicas que nos acechan.

No vamos a dar lecciones. No vamos a explicar las veces que nosotros sí hicimos bien nuestro trabajo y hemos defendido nuestra independencia y criterios informativos. Ahí está la hemeroteca, que nuestras socias y socios conocen bien. No vamos a darnos golpes de pecho (ni de timón, por supuesto) para capear ningún temporal porque no vivimos ninguna tormenta. Ante la pregunta inicial de este artículo, sobre hasta qué punto los medios son responsables de la calidad del debate público y la limpieza del sistema político, recordaré tres frases. La primera, de Jesús Maraña: “Nos equivocamos, pero no mentimos”. La segunda, la que utilizamos como un llamamiento cívico a aquellos que se quejan de la manipulación de los medios: “La información que recibes depende de ti”. Depende de que apoyes a los medios que te parece que lo hacen bien. Y la tercera, de Thomas Jefferson, de hace más de dos siglos: “Siempre que el pueblo está bien informado se puede confiar en él su propio gobierno”.

P.D: Gracias, de corazón, a la inmensa mayoría de socias y socios que siguen confiando en que infoLibre cumple y va a seguir cumpliendo con su compromiso de un periodismo decente.

12 Julio 2022

La izquierda mediática y Podemos se unen al imputado Villarejo para relanzar la carrera de Iglesias

Manuel Cerdán

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La izquierda mediática y Podemos se unen al megaimputado José Villarejo y se sirven de sus cintas para relanzar la carrera política de Pablo Iglesias. Desde hace semanas cabeceras como elDiario.es, El País, SER, Público o TVE han desplegado toda una brunete para recuperar al fundador de la formación morada, tras su descalabro en las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid.

Una vez más, los diarios que sostienen a Podemos, para obtener su cometido y para que la coalición socialcomunista no pierda fuelle, han echado mano por enésima vez al victimismo de Iglesias que, a diferencia de otros políticos, sí dispone de un altavoz –La Base, en Público– para defenderse.

El diario Público del millonario Jaume Roures, con la firma de Virginia P. Alonso, publica un artículo en el que se queja, de manera cínica, de los objetivos de algunos medios periodísticos: “La realidad es que demasiados periodistas han interpretado que formar parte del llamado cuarto poder implica poner y quitar cargos políticos en función de sus propios intereses o de los intereses de los poderosos que los rodean”.

Y lo dice la directora del diario que se inventó a Villarejo y las cloacas policiales para torpedear al PP y filtró la cinta del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, desde las entrañas de la mafia policial de la Unidad de Asuntos Internos, que lo llevó a presentar su dimisión. La misma directora que se deshizo de la periodista que había investigado durante un lustro a Villarejo porque el comisario llegó a un pacto con Roures para filmar una producción audiovisual sobre su vida.

El diario de Roures -que se vio obligado a pagar 25 millones de dólares a la Justicia americana por sobornar a directivos de la FIFA- victimiza a Podemos acudiendo a argumentos espurios: “Tampoco sabemos qué cotas de poder podría haber alcanzado Podemos si no le hubieran segado la hierba bajo sus pies. Podemos fue un partido molesto desde su nacimiento. Hizo temblar el suelo sobre el que habían bailado confortablemente durante décadas fuerzas políticas, económicas y periodísticas”.

El planteamiento tiene su enjundia. Posiblemente, sí se conocería esas cotas si Iglesias no se hubiera comprado un casoplón en Galapagar, no hubiera sido financiado por Venezuela e Irán o sus ministras no hubieran viajado en Falcon a EE.UU. Iglesias, asiduo colaborador en el diario de su amigo Roures, en una entrevista en Público se queja de que «trabajaron para destrozar la reputación de algunos políticos y alterar los resultados electorales”.

elDiario.es, dirigido por Ignacio Escolar, también hace alarde de un gran despliegue periodístico al rescate de Iglesias. La portada del periódico presenta un vendaval de titulares, ninguno crítico hacia la formación morada. El objetivo final es recuperar al soldado Iglesias.

Según relata el controvertido Antonio Sánchez Maeso en el diario de Escolar, que no pierde la oportunidad de salir en ayuda de Podemos, Iglesias conocía la conversación entre Villarejo y García Ferreras, que ahora ha visto la luz, pero nunca la denunció. Posiblemente, porque en aquellas fechas, según delatan las agendas de Villarejo, que forman parte del sumario de la operación Tándem, Iglesias optó por confraternizar con el comisario antes de enfrentarse a él.

Una cita con Villarejo

Como ya informó OKDIARIO, el entonces secretario general de Podemos utilizó al juez Baltasar Garzón para mantener un encuentro secreto con el comisario. En la agenda anotó: “BALTA -Baltasar Garzón- llamó, estaba muy afónico. Le transmití que acepto su oferta de hablar con PI (Pablo Iglesias) pero sólo a través de él”.

Este periódico desveló también el contenido de una grabación de Villarejo en la que relataba a María Dolores de Cospedal el interés reiterado de Iglesias en conocerlo personalmente. El comisario le decía a la secretaria general del PP: “Iglesias quiere conocerme, pero no estoy por la labor”.

Algo parecido sucedió con Juan Carlos Monedero que se reunió con Villarejo, entre 2016 y 2017, para que el comisario -para Podemos de las cloacas- intentara desbloquear una cuenta de la formación morada en un banco africano con dinero procedente de Venezuela, según declaró el comisario ante la Audiencia Nacional. El nombre de Monedero aparece escrito en una de las páginas de la libreta con la fecha “20-10-2016” y la anotación “Cita Monedero”.

Maeso afirma en su artículo que “confiar en las informaciones de Inda siempre es un gran error porque las filtraciones de ese tipo hay que contrastarlas, y en Okdiario no saben lo que significa eso”. Pero omite que los tribunales en dos instancias judiciales sentenciaron que la información de OKDIARIO había sido “veraz” y “contrastada”. Y, aunque se queje Público en uno de sus titulares, los tribunales condenaron a Iglesias a pagar 30.000 euros de costas judiciales.

Pasear a Villarejo como cloaca del Estado y relacionarlo con los medios periodísticos críticos con Podemos le dio buenos resultados a Iglesias en las elecciones del 10-N de 2019. El victimismo, con la explotación al máximo de la persecución política, le sirvió entonces para frenar su caída. Ahora con la ayuda de los medios de izquierda pretende repetir la jugada.

El caso de la tarjeta telefónica de su ex asistenta Dina Bousselham, la supuesta policía patriótica y la operación Cataluña o la comisión Kitchen sobre el espionaje al ex tesorero del PP, Luis Bárcenas, sirvieron para que Iglesias cortara la sangría de votos. Y aquel plan, como pretende ahora, le salió bien: mientras las encuestas y el sondeo a pie de urna le daban unos 30 diputados, finalmente obtuvo 39. En las elecciones de junio de 2016, la formación podemita había alcanzado los 45 escaños. De cara al 2023, tras los resultados de Castilla-León y Andalucía, las previsiones no vaticinan nada bueno, de ahí la adopción de un plan para remover el gallinero y presentarse a las autonómicas y municipales de mayo del 2023 con ciertas garantías.

Con la ayuda de medios públicos como TVE podrá conseguirlo. El periodista gallego Xabier Fortes, que es capaz de por las mañanas realizaba en Galicia una crónica periodística y por la tarde presentar un acto político de la izquierda, también cedió los micrófonos a Iglesias para que sacara beneficio del victimismo: “Hay periodistas que nos han estado señalando durante años con mentiras. Los Ferreras, Griso, Vallés, Ana Rosa Quintana, Carlos Herrera han estado utilizando esa basura para hacernos daño», decía el líder de Podemos.

«Estructura mafiosa»

Iglesias se creció y fue aún más lejos, definiendo la situación como “una estructura mafiosa”, orquestada desde las cloacas del Estado para desgastar a Podemos: “No sólo se trata de comisarios de policía corruptos y mafiosos, no sólo se trata de ministros de Defensa y de Interior del PP corruptos y mafiosos (…) se trata también de medios de comunicación y de periodistas que se han prestado a mentir, a manipular y a difamar”.

Àngels Barceló, la conductora de Hoy por Hoy de la SER, se mostró muy crítica con los periodistas, pero sin mostrar las verdaderas lacras que han llevado a Podemos a donde se encuentra políticamente: “Y ahora que uno de los actores implicados es un periodista también lo contamos. Pero no me pregunten a mí por ello, nunca encontrarán una conversación mía con Villarejo, ni una reunión… Pregunten también a los que se sientan en las mismas mesas y participan en las mismas tertulias de los que lo hacen, porque de esta manera les blanquean. Ellos son los que tienen que dar explicaciones”.

Barceló olvidaba que el programa que ahora presenta, Hoy por Hoy, desveló en exclusiva el Informe PISA que ahora tanto rechaza el Grupo Prisa. Reprodujo las 40 páginas con la marca de agua de la SER en su página web. Si la periodista rebobina las cintas de Hora 25 de 2016, durante su etapa de directora, comprobará que también le dio difusión al Informe PISA contra Podemos, única y exclusivamente porque tenía interés general, el mismo derecho que tienen los demás.

Llaman la atención las declaraciones de Ione Belarra, la ministro de Derechos Sociales, cuando destaca que con los ataques a Podemos se ha hecho un “daño irreparable a la democracia” y que “nunca sabremos quién habría gobernado en España en 2016”.

El ministro Alberto Garzón ha defendido que Podemos “representó una amenaza para los privilegios de las élites dominantes” y para “una cultura política clientelar, enchufista y antiliberal”.

De los argumentos más estrambóticos que se han podido leer en algunas cabeceras es que atacar a Iglesias es mermar la democracia. Podemos se queja de que los asfixiaron para que no pudieran ganar las elecciones con medidas antidemocráticas. La misma formación que promovió los escraches y fomentó la manifestación violenta “Rodea el Congreso”, ahora se presenta con piel de cordero.

Dos sentencias califican de «veraces» las noticias sobre los 272.000 $ dados a Iglesias en Granadinas -11-07-2022.

Dos sentencias de los tribunales han reconocido con total pronunciamiento que la exclusiva de OKDIARIO sobre el pago por parte de la dictadura venezolana de 272.325 dólares a Pablo Iglesias en una cuenta a su nombre en el banco Euro Pacific del paraíso fiscal de Islas Granadinas fue “veraz”, “contrastada en fuentes policiales”, “alejada de una mera invención”, sujeta “al interés general” y ajustada a la doctrina del Tribunal Supremo.

Así de contundente se ha manifestado en dos instancias la Justicia española en respuesta a la demanda que presentó el ex secretario general de Podemos por vulneración a su derecho al honor tras las revelaciones de OKDIARIO acerca del dinero obtenido por Iglesias de los petrodólares del Gobierno bolivariano.

OKDIARIO publicó el 6 de mayo de 2016 la información sobre el líder de la formación morada con el siguiente titular: “El Gobierno de Maduro pagó 272.000 dólares a Pablo Iglesias en el paraíso fiscal de Granadinas en 2014”. En el artículo de investigación el diario aportaba los documentos que lo demostraban: la orden de pago y un memorándum sobre la operación bancaria. El periódico había verificado la información en varias fuentes, incluidas las policiales.

En primer lugar, fue la magistrada Gladys López Manzanares, titular del Juzgado de Primera Instancia número 84 de Madrid, quien en marzo de 2017 dictaminó que prevaleció en todo momento el derecho a la información sobre el derecho al honor. En su sentencia defendía: “La difusión de una investigación policial sobre la existencia de una cuenta a nombre del demandante en un banco offshore, con sede en un paraíso fiscal, y su relación con la orden de pago y autorización del mismo realizados por autoridades venezolanas no suponen sin más un ataque al honor del demandante”.

La juez estaba tan convencida de la supremacía del derecho a la información de los periodistas de OKDIARIO que condenó a Pablo Iglesias en costas.

La primera sentencia del Juzgado de Primera Instancia señalaba: “En el momento de publicarse la noticia su contenido y contraste con las fuentes eran suficientes… y, aunque la investigación policial no finalizara, no significa que los hechos no tuvieran veracidad necesaria para justificar la publicación, una vez contrastados no con una sino con varias fuentes”.

La abogada de Podemos, Marta Flor Núñez García –la misma que se vio implicada en la sórdida relación con el fiscal anticorrupción del caso Villarejo, Ignacio Stampa, que provocó su separación de la Audiencia Nacional- pedía al tribunal que, para compensar la supuesta “intromisión ilegítima en el honor y la dignidad y satisfacer el supuesto “daño moral al prestigio personal, político y profesional” de Iglesias, exigía la compensación económica de 250.000 euros, más los intereses legales y procesales que correspondieran. La cantidad tenía su gracia porque coincidía con la cifra ingresada en la cuenta offshore.

La magistrada llegaba aún más lejos cuando afirmaba que “el periodista tiene no sólo el derecho a informar sino también el deber de comunicar hechos relevantes para el interés general de los ciudadanos, máxime al iniciarse en la época de publicación de la noticia el procedimiento para elegir un nuevo presidente para el país”.

El tiempo ha dado la razón a la magistrada. No se equivocaba porque Iglesias, siempre aupado por sus aliados mediáticos, aprovechó el caso de la tarjeta telefónica de Dina Bousselham para relanzar su maltrecha campaña electoral en 2019. Recientemente, ha emprendido otro aquelarre de victimismo aprovechando unas grabaciones de José Manuel Villarejo y María Dolores de Cospedal, difundidas por El País.

Durante la vista oral, la fiscal de la causa, Carmen Palomar Linares, aseguró: “La información posee una relevancia pública porque el señor Pablo Iglesias es un personaje público, algo que no se puede discutir… Aquí no hay insinuaciones, invenciones o rumores… Lo que hay es una verosimilitud de los documentos… diligencia informativa y una noticia veraz”.

Segunda sentencia

En segundo lugar, la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Madrid dictó una sentencia firme en la que consideraba que, ante la confrontación entre el derecho al honor y el de la libertad de información y expresión, debía “prevalecer” el segundo.

La Audiencia Provincial valoró positivamente la veracidad de las informaciones de OKDIARIO, en contra del recurso presentado por los abogados de Pablo Iglesias: “Las noticias se publicaron sobre la base de la existencia de una investigación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, con testimonios de importantes cargos del Régimen Venezolano y tenían el memorándum y la orden de pago, habiendo sido difundida la noticia, basada en los mismos documentos a través de un canal de televisión de EEUU en la madrugada del día 6 de Mayo de 2016, hora española”.

Los magistrados dejaron por zanjado, por segunda vez, que los periodistas de OKDIARIO “actuaron de forma escrupulosa en el ejercicio del derecho a la libertad de información y de expresión” y ratificaron la sentencia de la magistrada Gladys López Manzanares.

No era esa la única causa perdida por Iglesias y Podemos en los tribunales desde el caso Granadinas. Desde entonces el líder podemita y la formación morada han perdido hasta diez demandas y querellas presentadas por las informaciones publicadas por OKDIARIO. Jamás han logrado torcer la veracidad de las revelaciones de este diario.

13 Julio 2022

El Salto deja de ir ‘Al Rojo Vivo’ tras el escándalo de las cloacas

El Salto

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El coordinador de Economía de El Salto y El Salmón Contracorriente, Yago Álvarez, no participará más en la tertulia de Antonio García Ferreras.

Después de que estallara el escándalo de las grabaciones de Villarejo y Ferreras en El Salto hemos debatido sobre la presencia en Al Rojo Vivo de nuestro coordinador de Economía, Yago Álvarez (@econocabreado). Tras discutirlo en asamblea, hemos consensuado que no va a colaborar más con ese programa, en el que participaba de manera habitual.

La decisión ha sido tomada en colectivo, con el consenso de Yago, y porque creemos que es lo que las socias de El Salto demandan de un medio como el nuestro. La medida se ha acordado atendiendo a dos factores contradictorios entre sí.

El primer factor es que los audios revelan la dimensión periodística de las cloacas organizadas por Villarejo, asentadas por Inda y, hoy sabemos, expandidas por Ferreras. En El Salto aun nos indigna la posibilidad de que se publiquen fake news con conciencia de que lo son, que no se rectifique, que no se pida perdón y que se mantenga como colaborador al emisor de esos bulos, Eduardo Inda. No queremos ser partícipes de eso.

El segundo factor que hemos valorado es que para un medio como el nuestro es complicado llegar a las televisiones mainstream. En las semanas que Yago ha colaborado con este programa se ha multiplicado el reconocimiento hacia su trabajo y ampliado la visibilidad de nuestro medio.

Pero ha pesado más el convencimiento de que no creemos posible participar en Al Rojo Vivo con la conciencia de cómo aborda la relación entre periodismo, economía y política.

Esto nos refuerza en el mensaje con el que nació El Salto de que es necesario apoyar y construir medios que funcionen con otras reglas, que no estén supeditados a la publicidad del Ibex-35 y que independientemente de los recursos con los que trabajan, ejerzan su labor con responsabilidad y pasión.

De hecho, en el primer número de nuestra edición impresa, de la que se cumplen cinco años, examinamos el panorama de los medios de comunicación y la influencia política que han adquirido Mediaset y Atresmedia, dos de las empresas en las que trabajan algunos de los profesionales que han sido señalados por las informaciones fabricadas por la trama policial dirigida por José Villarejo.

Gracias a las 8.000 personas que estáis suscritas hemos podido tomar una decisión que tiene impacto directo sobre el proyecto, ya que Yago donaba la mitad del dinero que recibía por participar en Al Rojo Vivo, al igual que otras compañeros y compañeros hacen con sus colaboraciones externas.

Más allá de eso, nos cuesta abandonar espacios donde ya no se va a escuchar el mensaje y enfoque crítico de El Salto y dejar esos espacios y sus audiencias a merced de falsos economistas de izquierda o a la mayoría de analistas económicos de derechas.

No podemos dejar tampoco de explicar que la asamblea de trabajadores de El Salto no va a juzgar ni mucho menos criticar a quienes siguen colaborando en ese u otros programas. Como hemos explicado en este texto, la participación en ese ecosistema mediático tiene una serie de beneficios políticos para la difusión de ideas transformadoras. Sabemos que hay muchísimos profesionales que hacen un trabajo veraz, honesto e importante en medios de comunicación mainstream y queremos mandar un saludo a quienes se han sentido hostigados en estos últimos días, en especial a los compañeros de La Marea, un medio con el que compartimos principios, complicidades y proyectos.

A quienes queréis que El Salto siga pudiendo ejercer su labor de manera independiente os pedimos que os suscribáis —si todavía no lo habéis hecho— y entréis a formar parte de nuestra comunidad.

13 Julio 2002

De Prenafeta a Villarejo

Iñaki Ellakuría

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EN LA polémica entre Ferreras e Iglesias a cuenta de la última grabación de la productora Villarejo, que es también un choque entre sus respectivos patrones, Casals y Roures, hay una continuidad histórica y cierta justicia poética. Si La Sexta fue el artefacto propagandístico que convirtió a Podemos en un actor principal de la política española, jaleando sus mentiras, ventosidades y escraches para que saltara de la covacha chavista a las instituciones, con la intención inicial de perjudicar al PSOE (acabó permitiendo gobernar a Sánchez contra el PSOE), la misma cadena y su presentador son utilizados ahora para reanimar a una izquierda populista que en los últimos sondeos, y con Díaz como referente quizá efímero, está muy por debajo del 10% de votos. Una debacle que dificultaría la reedición del Gobierno de coalición.

El burdo engaño que manufacturaron Ferreras y su compinche Inda, propagando la mentira de una inexistente cuenta bancaria de Iglesias, está abriendo paso a otra mentira aún más indigna: la de Podemos y su eterno líder como víctimas de hombres que fuman puros y con La Sexta como verdugo, cuando en realidad Iglesias fue uno de los mayores beneficiados por ésta y otras televisiones. Aunque, ciertamente, en el papel de tonto útil.

No es casualidad que en esta operación con Iglesias como pretexto para ajustar viejas cuentas políticas y empresariales, y que abona el discurso sanchista de que la elite trabaja para evitar que la izquierda siga gobernando, participe con entusiasmo RTVE. Y sobre todo la misma prensa catalana que ofreció lujoso cobijo a Iglesias, cuando dejó la política, por la misma razón que TV3 y Rac-1 llevan meses dando pábulo a la basura de Villarejo: desacreditar a España y sus instituciones para justificar como inevitables las ilegalidades sediciosas. Náuseas y carcajadas provocan las llamadas a la dignidad «frente al periodismo y las cloacas del Estado» que ha hecho el Col·legi de Periodistes. Ilustre portavoz de un sistema mediático catalán que antes de repartir lecciones deontológicas debería dar explicaciones por no haberse enterado, o no haber querido informar, durante décadas de la corrupción pujolista. Quizá porque muchos de sus más celebres plumillas estuvieron cobrando, años y años, dietas de la Fundació Catalunya Oberta. Entidad que presidía Prenafeta, lector de Leopardi, secretario de Pujol y arquitecto de la cloaca española en la que se siguen corrompiendo más voluntades y destruyendo más disidencias: la Generalitat de Cataluña.

14 Julio 2022

PERIODISMO, AMIGUISMO, HEROÍSMO

Víctor de la Serna Arenillas

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ES EL ASUNTO PERIODÍSTICO de la semana: aquella extraña historia, hace seis años, de la cuenta bancaria en un paraíso fiscal con dinero del dictador Maduro para Pablo Iglesias aparece en una grabación del inevitable ex comisario Villarejo con Antonio García Ferreras, quien reconoce que le pareció una historia burda y dudosa, pero como Eduardo Inda la había publicado en OK Diario, él la recogió en La Sexta y luego dio paso a Iglesias para que la desmintiese. Y de hecho era un bulo procedente de una fuente policial muy desacreditada.

Es curioso cómo se han desatado las furias de la izquierda, cuyo más sólido valedor televisivo ha sido Ferreras, contra éste, por hacer uso del clásico rebote: si el tema es llamativo y trae audiencia, y ya lo ha publicado otro, yo voy con él aunque no me lo crea. En un demoledor análisis de esas prácticas que desprestigian el periodismo, Arcadi Espada acaba de explicar en EL MUNDO: «Los apuros éticos (concedamos) de un periodista ante el carácter burdo de la información que ha conseguido se disipan cuando se trata de la información que ha conseguido otro. La práctica del rebote es antigua y con ella llenaban y llenan radios y televisiones sus programas. En el ecosistema digital ha cobrado suma importancia. En el período analógico el rebote sólo hinchaba las informaciones: les daba mayor audiencia y prestigio. Ahora el rebote es la información».

Los medios han relajado y acelerado sus reacciones a esos rebotes que dan audiencia y, por ahí, ingresos publicitarios. Con el traslado a internet, el periodismo ha perdido ingresos directos, depende más de la publicidad y acaba presentando publicidad como información. Es otra ocurrencia negativa que habría que frenar, pero hay que sobrevivir.

Todo ello es molesto y denunciable, pero menos grave que la obediencia de los medios a sus amos políticos o empresariales que quieran acallar noticias a menudo verdaderas y trascendentes. Como hace 30 años cuando el contable de Filesa, Carlos Alberto van Schouwen, aportó al director de El Periódico de Catalunya, Antonio Franco Estadella, las pruebas incontrovertibles de que aquello era un aparato de financiación ilegal del PSOE. Pero, ah, el amiguismo político se impuso: Franco metió el informe en el fondo de un cajón. Fue entonces cuando Van Schouwen se lo entregó a EL MUNDO y este lo publicó con todo detalle.

¿Otros tiempos? El buen periodismo también ha intentado mantener el tipo en circunstancias más duras. Cuando, en plena dictadura, el diario prodemocrático Informaciones daba todos los detalles del asunto Watergate, el siniestro ministro Alfredo Sánchez Bella amenazó a su director con graves sanciones si no frenaban a su corresponsal en Estados Unidos, que destrozaba a Richard Nixon, «ese gran amigo de España». El director ni se lo dijo al corresponsal, y siguieron publicando hasta el día en que pudieron dar la primicia europea de que Nixon dimitía.

16 Julio 2022

Lo de Ferreras

Jorid Évole

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Hace tiempo que no aspiro a ser héroe de nada, ni el Robin Hood de las causas justas, ni el más valiente por alzar la voz donde otros no la alzan. Este artículo no va de eso. No quiero dar lecciones a nadie. Todos tenemos nuestros muertos en el armario y ese titular a cinco columnas que podría arruinar nuestra carrera.

Trabajo desde hace 16 años en La Sexta, del grupo Atresmedia. Alguien me dijo que las televisiones eran como un hotel: tienen tantas habitaciones que es imposible que te gusten todas, pero tienes que aspirar a decorar la tuya como quieres. En algunas ocasiones, la dirección del grupo ha sentido orgullo por lo que hacemos. Otras, la línea editorial de mis programas no ha coincidido con la de los jefes y no por eso han dejado de emitirlo, aunque hayamos discutido hasta el infinito y más allá. Hay algo de matrimonio de conveniencia: nosotros hacemos programas incómodos para los de arriba, pero como el programa lo ve mucha gente, los ingresos publicitarios y la repercusión que genera satisfacen a los mismos a los que les causa incomodidad. A la vez, es un lujo trabajar con unos presupuestos que nos permiten tener los medios y las plantillas necesarias, y además emitirlo por una cadena con mucho más público que otros canales alternativos.

No creo en las organizaciones monolíticas. Es bueno que en las empresas haya debate, autocrítica, y exponerla si es necesario. Creo que ahora es un buen momento para hacerlo. Tengo una muy buena relación personal con Antonio García Ferreras. Podemos hablar y discrepar de todo, menos del Real Madrid. Ferreras, para quien lo haya olvidado esta semana, era el jefe de informativos de la SER cuando esa cadena informó a sus oyentes de que el atentado del 11-M no había sido obra de ETA, tal como mantenía el gobierno, a tres días de unas elecciones generales. Ferreras, al frente ya de La Sexta, ha defendido contenidos comprometidos y ha remado a nuestro favor en momentos complicados. He participado en sus programas siempre que me lo ha solicitado. Los dos tenemos muy claro que ni él me debe nada a mí ni yo a él. Nos respetamos y nos apreciamos. Y discrepamos.

A mí me gusta la tele reposada y a él la frenética, donde constantemente pasan cosas aunque no pasen. Él dice que soy el finolis del Rincón del Gourmet y yo le replico que su fast food no tiene por qué indigestar. Pero para eso hay que evitar los alimentos tóxicos, y si tú incluyes entre tus ingredientes habituales la especia Inda, es fácil que te intoxiques.

No confundamos el informar con el influir, por más que sea una de las debilidades del oficio
Seguro que yo tampoco saldría bien parado de una grabación robada con Villarejo. Alguna de mis frases y el tono de colegueo que él practica me sacarían los colores, como creo que en el fondo sonrojan a Ferreras, quien, por cierto, también dice frases en esa conversación que le dejan en buen lugar, como destacaba en Twitter el periodista Carlos Hernández.

Ferreras y pablo Iglesias

Pero creo que a Ferreras le ha faltado autocrítica. Su audiencia la hubiese entendido mejor que su huida hacia delante, su cierre de filas. Algo estamos haciendo mal. Y sería bueno que lo corrigiésemos. Hemos dado demasiadas lecciones de periodismo, de objetividad, y ahora se nos exige lo que hemos exigido a los demás. La Sexta ha llegado a donde ha llegado gracias a profesionales como Ferreras. Lo que ha costado tanto ganarnos lo podemos perder rápidamente. No confundamos el informar con el influir, por más que esa sea una de las debilidades del oficio. Ejerzamos nuestro poder, con honestidad, sin histrionismos, sin linchamientos. Y recordemos que no somos ni el primero, ni el segundo, ni el tercero. Somos el cuarto poder. Que no es poco.