25 febrero 2008

Por primera vez se emite un debate presidencial desde las elecciones generales de 1993

Debate presidencial entre Zapatero-Rajoy realizado por la Academia de Televisión y moderado por Campo Vidal

Hechos

El 25.02.2008 la Academia de Televisión realizó un debate entre los dos principales candidatos a la presidencia del Gobierno, D. José Luis Rodríguez Zapatero y D. Mariano Rajoy, que fue emitido por TVE, CUATRO y LA SEXTA.

Lecturas

RAJOY PROPUSO TRES DEBATES EN ANTENA 3, TELECINCO Y CUATRO, RECHAZANDO A TVE E IGNORANDO A LA SEXTA

D. Mariano Rajoy defendió tres debates, en cada una de los tres operadores privados, ANTENA 3 TV, CUATRO y TELECINCO. Descartando así a TVE porque, según su opinión, era un canal que manipulaba al estar gestionado por gente designada por el Gobierno del PSOE. El Sr. Rajoy ni tan siquiera citó a LA SEXTA.

‘ANTENA 3 NOTICIAS’ RECLAMÓ QUE EL DEBATE PORQUE FUERON LOS PRIMEROS

El noticiero de ANTENA 3 reclamó para sí misma, en exclusividad, la emisión del Debate Presidencial entre los Sres. Zapatero y Rajoy recordando que el primer debate presidencial se emitió precisamente en ANTENA 3 en 1993. ‘ANTENA 3 TV’ insistía en que había sido el primer canal en solicitarlo públicamente en entrevistas a los Sres. Rajoy y Zapatero. Tras conocer que la Academia de Televisión iba a emitir la señal a todos los operadores que quisieran empezando por TVE, la cadena del Grupo Planeta rechazó emitirlo.

CUATRO – ‘NOTICIAS CUATRO’ DE GABILONDO DEFIENDE A TVE

A pesar de que durante la legislatura el Grupo PRISA había mantenido enfrentamientos directos con TVE, en especial desde el diario EL PAÍS, su principal figura mediática, D. Iñaki Gabilondo, defendió que el debate fuera en TVE, defendiendo que los socialistas habían gestionado la televisión pública mejor que sus antecesores en un momento de campaña electoral.-

JIMÉNEZ LOSANTOS EN SU PROGRAMA ‘LA MAÑANA’ DE LA COPE CRITICA A CAMPO VIDAL COMO MODERADOR:

D. Federico Jiménez Losantos expresó su malestar con la elección de D. Manuel Campo Vidal. El Sr. Jiménez Losantos era columnista de EL MUNDO, diario que había insistido hasta al saciedad en que la moderadora del debate fuera Dña. Victoria Prego sin conseguirlo, tras lo cual había criticado en portada la elección del Sr. Campo Vidal asegurando que era un asesor del PSOE

TERTULIANOS DE ‘EL GATO AL AGUA’ DE INTERECONOMÍA CRITICAN A CAMPO VIDAL COMO MODERADOR DEL DEBATE:

D. Xavier Horcajo y Dña. Carmen Tomás criticaron la elección de D. Manuel Campo Vidal como moderador del debate, la tertuliana Dña. Esther Jaén se mostró muy irritada por los comentarios y más aún cuando el Sr. Horcajo la dijo que a ella le gustaba el gesto de la ceja (en relación al símbolo de los zapateristas en aquella campaña).

 

27 Febrero 2008

Argumentos del debate

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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Socialistas y populares tienen visiones diferentes sobre política antiterrorista, reformas autonómicas o inmigración, entre otros muchos temas; pero para saber si también tienen respuestas diferentes para esos problemas habrá que esperar al debate del próximo lunes. El de hace dos días quiso ser más bien de balance de la legislatura, lo que es lógico; pero reveló una cierta tendencia a sustituir los argumentos por los enunciados: hay tomas de posición, pero no siempre razones para justificarlas.

Rajoy marcó desde su inicio el tono que quería dar a la discusión: reprochó al presidente haberse ocupado de cosas que no interesan a la gente, como la negociación con ETA, y no de lo que interesa, como el precio de la leche; cuando coincide que la principal censura del Gobierno a la oposición es precisamente haberse desentendido de todo lo que no sea esa cuestión, deliberadamente elegida como terreno preferente de enfrentamiento con el Gobierno. La única conclusión que los ciudadanos pudieron sacar del intercambio de reproches fue que el asunto terrorista debe abordarse, con o sin final dialogado, desde el entendimiento entre los dos grandes partidos. Pero cada uno de ellos acusa al otro de haberlo roto o impedido, por lo que el debate fue más ruidoso que esclarecedor.

Rajoy repitió algunas de las frases ofensivas para Zapatero (como la de la «agresión» a las víctimas) que más entusiasmo suscitan en los mítines del PP, ignorando que su público era más diferenciado en esta ocasión. Tal vez fue un indicio de que su intención no era convencer sino alimentar la fe de los que ya lo estaban. Zapatero, por su parte, prefirió recordar actuaciones anteriores del PP en la materia a defender su propia política antiterrorista. Todo el mundo habría entendido, por ejemplo, una explicación de por qué ha aplicado diferente dosis de dureza a ETA y su entorno con tregua que sin ella.

Para Rajoy, muchos problemas de esta legislatura tienen su origen en el deliberado intento de su rival de marginar al PP para favorecer su pacto con aliados nacionalistas. Por ejemplo, el nuevo Estatuto catalán, sobre el que los socialistas no aceptaron ninguna enmienda popular a su paso por las Cortes. Fue el punto en que Rajoy resultó más convincente, beneficiándose de que Zapatero olvidara mencionar el mayor ridículo del PP durante la legislatura: la iniciativa de recogida de firmas para promover un referéndum (que habría sido ilegal) sobre ese Estatuto en toda España.

En materia de inmigración los discursos también se cruzaron sin tocarse. Rajoy invocó las cifras de los permisos de trabajo concedidos durante la legislatura, en aparente contradicción con su propio argumento: la multiplicación de los permisos traduce un incremento del empleo de trabajadores extranjeros en condiciones de legalidad, algo que no puede exhibirse como un peligro sino como un éxito de la política de inmigración.

Pero su discurso ideológico iba por otro lado: el de considerar que los derechos reconocidos a los extranjeros que residen y trabajan legalmente suponen una merma de los derechos de los españoles. En otros países europeos es el argumento que acompaña al auge de movimientos xenófobos. Especialmente si además se vincula inmigración y delincuencia, como pareció hacer Rajoy al referirse a los porcentajes de población reclusa extranjera: algo que obedece a causas sociales, no de origen, según estudios solventes. Zapatero defendió sus regularizaciones como más rigurosas que las del PP, para las que, dijo, bastaba presentar un bonobús; pero no estuvo ágil en las réplicas, hasta el punto de parecer que rehusaba el debate de fondo sobre la peligrosa deriva del PP en este terreno.

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27 Febrero 2008

Rajoy sale reforzado

ABC (Director: José Antonio Zarzalejos)

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Las encuestas realizadas después del debate televisado entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy han dado un resultado que puede calificarse como paradójico, porque el respaldo, por mínima diferencia, que reflejan a favor del candidato socialista no se corresponde exactamente con los análisis políticos y técnicos sobre el desarrollo del «cara a cara». Los más favorables a Zapatero le dan una exigua victoria o un empate, como mucho; a Mariano Rajoy, como mínimo, una victoria clara, pero sin apabullar a su adversario. Este desdoblamiento en las interpretaciones del debate, antes que ser resultado de un error de método demoscópico, se explica mejor y más coherentemente por la polarización política de la sociedad española. Esto es precisamente lo que permite a Rajoy y a su equipo sentirse satisfechos con la impronta que ha dejado este primer debate con Rodríguez Zapatero. Rajoy sabe que aquellos que lo consideran ganador en el «cara a cara» con el presidente del Gobierno van a ser, con alto grado de probabilidad, votantes del PP el día 9 de marzo. Pero Zapatero no puede decir lo mismo, porque él recoge el apoyo circunstancial de votantes nacionalistas y de otros partidos de izquierda, quienes, en la encrucijada de manifestarse por uno u otro, anteponen los prejuicios -y hasta las fobias- que tan ampliamente ha cultivado el PSOE contra el PP. Por tanto, si estos sondeos dan a Zapatero una escasa ventaja sobre Rajoy, éste tiene motivos para considerar que sus objetivos para el primer debate han sido plenamente alcanzados.
Por un lado, Rajoy ha convencido más a sus seguidores que Zapatero a los suyos. El dato no es irrelevante, porque la confianza en el candidato es la premisa para luchar por la victoria. No obstante, sería un error pensar que los votantes socialistas van a desertar de aquí al día 9: el suelo electoral del PSOE es muy alto, aunque más sensible a la abstención que el del PP. Sí es cierto que Rodríguez Zapatero ha metido intranquilidad y cierta confusión en el cuerpo de su electorado, desorientado por la imagen insegura de su candidato, quien apenas encontró su espacio en el debate. Al margen del dato concreto que muestren los sondeos, la percepción general, el sentimiento ciudadano y la opinión interna de los dirigentes de los partidos es lo que vale para saber si un debate ha sido favorable o no a un candidato. Todos estos factores apuntan a que, en conjunto, Zapatero erró y Rajoy acertó. Los electores del PP se han ratificado en su extraordinaria fidelidad de voto y el debate les ha servido para aumentar la cohesión interna en torno a Rajoy, lo que supone para este la clausura definitiva de las pasadas turbulencias sobre la elaboración de las candidaturas y la cancelación de cualquier duda sobre su carácter. Rajoy ha desterrado su apariencia de político indolente y lento de respuesta que tantas veces ha explotado el PSOE. Zapatero titubeó demasiado, se defendió a trompicones y, lo que es peor para su imagen, no demostró estar muy seguro de lo que decía y defendía.
De cara a los indecisos, su reacción sólo se podrá comprobar cuando se abran las urnas y se cuenten los votos. Antes, todo es pura especulación. Sin embargo, el hecho de que Rajoy asumiera la iniciativa del debate y dominara el guión de las intervenciones no pasará inadvertido para quienes dudan sobre el candidato idóneo para gobernar España en un momento histórico que, sin incurrir en dramatismo de ningún tipo, es muy complicado en todos los órdenes. El contumaz negacionismo que practican Zapatero y Solbes con problemas que están a la vista de los ciudadanos -porque los sufren- es también un aliciente para los votantes dudosos que descubrieron a Mariano Rajoy como candidato con posibilidades. El segundo debate será un duro banco de pruebas para ambos aspirantes, obligados, más que en el primero, a encontrar el punto de equilibrio que contenga la agresividad para no espantar a los votantes moderados y espolee el debate para ganarse su confianza.

26 Febrero 2008

La gran noche de Mariano Rajoy

Federico Jiménez Losantos

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Mientras me vence el sueño o para vencerlo, quiero dejar constancia en este blog de la extraordinaria impresión intelectual y política que me ha producido el debate o, para ser precisos, la actuación de Mariano Rajoy frente a Zapatero. La derecha política, que no suele dar más que disgustos a la derecha intelectual y a su base social, nos ofreció ayer uno de los mejores momentos de comunión emotiva, ideológica y nacional en toda la historia de la democracia española. Por supuesto, Rajoy puede perder las elecciones el 9-M, pero no perderá ni un solo voto de los que ya tenía y ganará muchos entre los que dudaban ante un liderazgo no todo lo contundente y claro que deseamos.

Por supuesto, desconozco si Rajoy ha ganado las elecciones en la noche del 26 de Febrero, mucho me extrañaría, pero estoy seguro de que ha ganado la continuidad en el PP y del PP. Rajoy, si gobierna, lo hará para todos los españoles, no tengo duda de ello, pero ha empezado por donde hay que empezar y por donde suelen fallar los líderes de la Derecha, que es respetar y hacer respetar a quienes representan. Y eso lo ha hecho maravillosamente. Ha estado tan bien que a veces no parecía ni Rajoy ni del PP, y sin embargo esa es la capacidad real del líder de la primera fuerza política española.

Si de esta noche saliera un PP dispuesto a comerse con patatas, e incluso sin ellas, a quienes le quieren desterrar de la vida pública, y con él a diez millones de españoles, sería coherente con lo que hemos visto. Y si no sale, hay que sacarlo a caponazos, porque tener esa potencialidad, ese discurso, esa capacidad dialéctica que Rajoy exhibió ante ZP y no utilizarla a fondo para enderezar los entuertos de los malandrines sociatas no tiene perdón. En todo superó Rajoy a Zapatero, incluso en cursilería, con la niña esa del globito que sacó al final y cuya venturosa andanza vital tuvo que leer porque nadie en su sano juicio podría reproducir esa gansada de memoria. Pero eso fue una manchita al final, una rozadura en una armadura impecable tras vencer en el torneo más difícil del Reino. La nación, la educación, el terrorismo y sus víctimas, la inmigración, la seguridad, la vivienda, la familia, la libertad y otra vez la Nación, que todas las veces son pocas para recordarla, fueron los pilares argumentales desde los que bombardeó y demolió el liderazgo del presidente más siniestro de la historia de España.

Como dije en LDTV nada más terminar el debate, no hay una sola cosa dicha por Mariano en la que no me haya visto representado. Y más importante aún: no hay una sola por la que me sintiera ofendido o me llevara a dejar de votarle. Casi todo es mejorable, pero también empeorable. Y es muy difícil que Mariano Rajoy tenga una noche tan grande como ésta. Las encuestas dirán lo que digan y en las urnas ganará quien gane, pero ese es el partido político que media España sostiene y se merece, aunque no siempre la criatura esté a la altura de la mamá. Esta vez, sí. Gracias, Mariano.

El Análisis

VUELVEN LOS DEBATES

JF Lamata

16 años después de los debates de 1993 en ANTENA 3 TV y TELECINCO volvía a haber un debate presidencial, algo que hasta entonces no había podido ser, básicamente por la negativa del PP. Es de justicia reconocer que si los debates se recuperaron fue gracias al Sr. Rodríguez Zapatero. Generalmente el gobierno es más propenso a rechazar debates y la oposición a solicitarlos. El Sr. Rajoy se negó en 2004 como gobierno a conceder un debate y en 2008 los pedía. Pero el Sr. Zapatero mantuvo su criterio y aceptó el debate.

Podría pensarse que el debate estaba sobrestimado en un país que, entre ‘Sesiones de Control al Gobierno’ todas las semanas y ‘Debates de Estado de la Nación’ tenía debates para aburrir. Así que casi lo único original de estos debates es ver como los canales se peleaban por emitirlo. Los  canales comerciales que emitieron los debates de 1993 rechazaron emitir los de 2004 al ver que se les negaba la exclusividad. Por lo cual lo emitieron los canales más pequeños o los que tenían menos carácter comercial como TVE, que fue por el que lo vieron más ciudadanos.

Respecto a los moderadores, D. Manuel Campo Vidal y Dña. Olga Viza, sorprendió la hostil campaña de EL MUNDO y los medios de la anti-izquierda contra el Sr. Campo Vidal por ser, supuestamente, un esbirro de los socialistas. Pero, la verdad, teniendo en cuenta de que el moderador de un debate es un cronómetro que se limita a medir los tiempos, la ideología del moderador no parece que cuente tanto.

J. F. Lamata