9 octubre 2003

Califica a las columnas del locutor en EL MUNDO como 'tenebrosas' y 'fascistas'

Eduardo Madina (PSOE) se inventa que Jiménez Losantos escribió que «se tenía merecido» que ETA hubiera intentado asesinarle

Hechos

En octubre de 2003 se estrenó el documental ‘La Pelota Vasca’ en el que participaban entre otros D. Eduardo Madina.

Lecturas

LO QUE DIJO EDUARDO MADINA SOBRE JIMÉNEZ LOSANTOS

“Hay intentos de asesinato donde la demencia de algunos periodistas como es el caso de Jiménez Losantos es tal, que cuando a mí casi me mata ETA él es capaz al día siguiente en esa columna tenebrosa y fascista que él escribe todos los días de decir casi-casi, que me lo tenía merecido porque yo sólo me he echado en las manos de sus ejecutores. Jiménez Losantos a las Juventudes Socialistas de Euskadi a mí y a otros compañeros nos considera pro-nacionalistas que estamos destruyendo el socialismo y que estamos locos por pensar como pensamos. Normalmente una persona que cree entenderlo todo es porque seguramente no entiende nada”

Eduardo Madina

LO QUE ESCRIBIÓ JIMÉNEZ LOSANTOS TRAS EL ASESINATO DE MADINA

La única referencia a su persona y las Juventudes no fue al día siguiente, sino a los seis días. Lo reproducimos íntegramente:

¿QUÉ HUMANIDAD?

Mil personas detrás de un símbolo no lo convierten en respetable. Cuarenta mil personas detrás de una pancarta con una frase no le confieren automáticamente ni coherencia, ni inteligencia, ni sentido, ni valor. Es el caso del lema “No hay más patria que la Humanidad” que el sector pro-nacionalista del PSE-EE, en el que milita el joven mutilado por el último atentado etarra, impuso en la manifestación bilbaína del sábado.

Para empezar, el lema es falso; para continuar, lo que quiere decir es lo contrario que lo que dice; y para terminar, el sentido de la pancarta y de la propia manifestación es opuesto a lo que se supone que es o debería ser, porque la condena de este atentado no iguala y alcanza a todas las víctimas de todos los atentados de ETA y, sobre todo, porque se excluye explícitamente a ETA de la condena del atentado. Todo, para mostrar de forma tan triste como elocuente que la voluntad de pactar con el nacionalismo de cierto PSE está dispuesta a pasar por todo, incluidos el sacrificio y la aniquilación política. Nunca el silencio de una manifestación vasca ha sido tan claramente el silencio de los corderos.

Por supuesto me merecen absoluto respeto muchas personas que en ella participaron. Faltaría más. Pero ni lo merece el lema, ni los argumentos del discurso, ni su auténtica, tortuosa y engañosa finalidad política. Para empezar, oponer Patria y Humanidad es absurdo. El sentimiento de humanidad, con minúscula y la idea de que la dignidad del ser humano, con mayúscula está por encima de razas y fronteras no excluye en absoluto ni el sentimiento patriótico ni la idea de Patria. En el patriotismo, que es un sentimiento natural, cultural y político, caben muchas acepciones. Unas respetables y otras no. Borrar las buenas junto a las malas sólo indica una incapacidad para condenar la maldad concreta escudándose en una condena abstracta. A propósito de un atentado se condenan todas las patrias. Bien. Pero ese atentado, como todos los de ETA, se ha cometido sólo en nombre de una cierta Patria – el País Vasco socialista, independiente y euskaldún de ETA, tan cercano al del PNV-EA como se demostró en Estella – Y las víctimas de ETA (y los perseguidos por el PNV) lo son por querer seguir perteneciendo a otra Patria, España, viejísima nación políticamente identificada por sus propios enemigos con su constitución y que no mata ni mutila. ¿Por qué se finge entonces que todas las patrias y patriotismos son iguales si en el País Vasco está claro que verdugos y víctimas no lo son? Porque el fin último aunque oculto del lema bilbaíno es poner a los partidos españoles, al menos al PSOE, en manos de un patriotismo excluyente del PNV-EA, para pactar la independencia, o sea, la rendición ante otro patriotismo, el criminal de ETA. Eso sí, en nombre del a ‘Humanidad’ ¡Que humano es el terror!

Federico Jiménez Losantos