11 febrero 1967

Los periódicos PUEBLO y EL ALCÁZAR de PESA no han parado de chocar desde que se aprobó la Liberad de Prensa

EL ALCÁZAR y PUEBLO vuelven a chocar, ahora por una entrevista al secretario general la Confederación Internacional de Sindicatos Cristianos

Hechos

El 11 de febrero de 1967 EL ALCÁZAR publicó el editorial ‘Aldeanismo’.

Lecturas

El 4 de febrero de 1967 el periódico Pueblo de D. Emilio Romero Gómez critica en un editorial que El Alcázar de PESA dirigido por D. José Luis Cebrián Boné publicara el 28 de enero de 1967 una entrevista al secretario general de la Confederación Internacional de Sindicatos Cristianos, D. Auguste Vanistendael para valorar la situación de España. El titular de la entrevista era ‘La Nueva ley sindical es una gran oportunidad para intentar la liberalización de los sindicatos’.

Para el diario Pueblo las opiniones del Sr. Vanistendeael eran las de un extranjero cometiendo injerencias, motivo por el cuál titulaban su editorial ‘un turista’. El Alcázar responde definiendo la actitud de Pueblo como ‘aldeanista’.

11 Febrero 1967

ALDEANISMO

EL ALCÁZAR (Director: José Luis Cebrián Bone)

Leer

Las declaraciones hechas a EL ALCÁZAR por el señor Vanistandaal, secretario general de la Confederación Internacional de Sindicatos Cristianos, publicadas en nuestro número del 28 de enero pasado, ha desencadenado en algunos periódicos sindicales una serie de réplicas crispadas y llenas de expresiones insultantes para el secretario general de la CISC que tuvo la amabilidad de contestar a las preguntas que le presentó uno de nuestros redactores, y para EL ALCÁZAR, que se creyó en el derecho de publicarlas.

El señor Vanistendael se limitó a explicar con la mayor corrección y con absoluto respeto para las autoridades y el pueblo español un hecho que en sus diversos aspectos a todos nos interesa conocer: la actitud de los organismos sindicales internacionales ante las pretensiones de España de ingresar en el Mercado Común. Los sindicatos internacionales se oponen a la entrada de España mientras los Sindicatos españoles no se democraticen. Esta oposición significa un obstáculo a cualquier decisión que los ‘seis’ quieran adoptar en favor de las aspiraciones españolas. Tras la referencia a una situación de hecho, presentada de modo sereno y objetivo, el señor Vanistendael agregó que con la anunciada reforma de la ley Sindical, España tiene una oportunidad de disipar los recelos del sindicalismo mundial. Esto es lo esencial de sus manifestaciones a EL ALCÁZAR.

Juzgamos conveniente que las autoridades españolas, la opinión pública y nuestros dirigentes sindicales, que tan reiteradamente piden que se ponga a su alcance la más completa información sobre las relaciones de España con el M. E. C. conocieran la postura de las grandes organizaciones sindicales a través de uno de sus portavoces más caracterizados. El señor Vanistendael representa solamente a un organismo internacional y ciertamente no el de mayor número de afiliados, pero tampoco de los más hostiles a la actual organización sindical española. La oposición es más radical todavía en la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) – unos cincuenta millones de afiliados – a juzgar por su comunicado de prensa del primero del mes en curso.

¿Qué razones existen para esconde la cabeza debajo del ala ante la evidencia de los hechos? Es sorprendente que el diario PUEBLO, en vez de tratar de analizar y valorar las cuestiones planteadas por el señor Vanistendael, se dedique a zaheir a este dirigente sindical y a enjuiciar con calificativos injuriosos el uso que nosotros, como periódico independiente, hacemos e la libertad de información y de expresión que la ley nos concede.

PUEBLO y otros órganos de Ediciones y Publicaciones Populares, no han querido entrar en el fondo de la cuestión. Se salen por la tangente con la ingenua pretensión de empañar el prestigio del señor Vanistendael y de la organización sindical que representa. Manejan los números sin el debido rigor. Mientras ‘La Voz Social’ dice que los adheridos a la CISC no pasan de seis millones, PUEBLO asegura que no llegan a tres. Pero esto es lo de menos. Lo increíble es esa manera aldeana de enfrentarse con la realidad, esa irritación pueblerina que ha causado en nuestros colegas una información objetiva, con datos de primera mano, que más vale conocer, si sabelos lo que queremos y hacia donde vamos, que ocultar torpemente. Una buena información sobre lo que los demás dicen y quieren de nosotros, no supone que aceptemos sin más sus condiciones. Supone solamente estar mejor preparados para el diálogo y la negociación.