12 diciembre 1932

Strasser abandona todos sus puestos en la dirección de los nazis

El canciller de Alemania von Schleicher intenta dividir al Partido Nacional Socialista ofreciendo cargos al sector de Gregor Strasser

Hechos

En diciembre de 1932 se hicieron públicas las reuniones entre el canciller de Alemania, von Schleircher, y Gregor Strasser

Lecturas


LA CRISIS DEL PARTIDO NAZI ALEMÁN VISTA DESDE ESPAÑA

18.12.1932

La dirección del nacionalismo

Hablamos en una información de hace pocos días sobre diversos significativos síntomas de la descomposición en que e ha precipitado el movimiento hitleriano. Horas después de enviada aquella información daban ya los periódicos cuenta de la existencia de una rebelión contra Hitler dentro de la misma dirección del parido.

Desde ha ya mucho tiempo se encuentra la dirección del partido nacional socialista socavada por las contradicciones existentes entre los diversos jefes y us tendencias. De un lado estuvieron siempre los que exigían un curso moderado que llevara al partido al poder por medio de la colaboración con los elementos nacionalistas y derechistas y del otro lado se levantaba el ala radical y preconizadora de la actuación independiente y del asalto del poder solos y de una sola ve. Hitler ha vacilado siempre entre los dos grupos, inclinándose al uno o al otro, según las circunstancias.

Las discrepancias entre ambas tendencias llegaron ya a agravarse extraordinariamente con el nombramiento von Papen. El ala moderada era partidaria de que ya que Von Papen pretendía «por primera vez después de la República la constitución de un Gobierno nacionalista, los nacionalsocialistas estaban obligados a ponerse a su lado y prestarle su decidido apoyo. Y con el nombramiento del Gobierno Schleicher, unido a los acontecimientos ocurridos durante su formación, las discrepancias se han convertido en abierta incompatibilidad.

Y la incompatibilidad, a su vez, ha desembocado en una rebelión de los elementos moderados contra Hiter. El diriente de la rebelión es Gregor Strasser, la personalidad más influyente después de Hitler dentro del partido nacionalsocialista y, según se dice, la cabeza más inteligente de los nacionalsocialistas. Gregor Strasser es el teórico de lo que pudiéramos llamar pintura sociaista del hitlerianismo y durante mucho tiempo se le ha considerado como el elemento más avanzado del nacionalsocialismo. Era el jefe para todas las cuestiones de organización, es decir, ostentaba en el partido el puesto más importante despuésde Hitler. La influencia de Strasser se extendía sobre todo entre los elementos proletarios que seguían a los nazis, que habían sido prendidos al nacionalsocialismo por el aspecto socialista de su programa. Al nacionalsocialismo había llegado Gregor Strasser en compañía de su hermano Otto Strasser, y ambos constituían dentro del partido el sector ‘socialista’. Más Otto, poco tiempo después, volvió a marcharse del nacionalsocialismo al propio tiempo que publicaba terribles acusaciones contra Hitler, «Para el cual – decía Otto – el aspecto socialista de su programa no es más quee una trampa, a fin de cazar incautos». Mientras Gregor continuaba fiel a Hitler. Más ahora también Gregor se vuelve contra la política del Führer, al que ha escrito una carta renunciando a todos los cargos de que dispone en el partido. Y esta actitud de Gregor Strasser ha sido seguida, según se afirma, por otras tres grandes personalidades del partido. Por Frick, jefe de la fracción del Reichtag y ex ministro de Turingia: por Feder, el teórico de economía del movimiento hitleriano y Rosemberg, redactor jefe del órgano centrla y dirigente de las ‘cuestiones extranjeras.

La tendencia que ahora triunfa es, precisamente, la de Goebbels, un joven doctor que pronuncia fantásticos discursos demagógico y que ha estado casi siempre en oposición a Hitler. Goebbels publica en Berlín un periódico ‘Angriff’ que es el órgano polémico de los nacionalsocialistas contra los nacionalistas y los demás elementos políticos nacionales. Goebbels ha representado siempre dentro del partido la posición del todo o nada, es decir, que o se nombra a Hitler canciller con poderes absolutos o los nacionalsocialistas no entran en el Gobierno, posición diametralmente opuesta a a de los colaboracionistas, que defienden la colaboración con los elementos que trabajan por una reconstrucción de Alemania, aunque no sean nacionalsocialistas.

El desmoronamiento de la dirección del nacionalsocialismo es un reflejo directo del desmoronamiento general que se está produciendo en el seno del partido como señalan los indicios apuntados en la información anterior y otros indicios que están haciéndose público. El jefe de las ‘tropas de asalto’ [Ernst Roehm], por ejemplo, ha publicado uno de estos días un llamamiento a todos los miembros de la organización llamando a la disciplina y a la fidelidad al Führer, bajo el cual puede divisarse la mar de fondo que en las S. A. existe.

Augusto Assía.