16 febrero 1934

El balance definitivo de los combates eleva a 297 el número de muertos y a 902 el de heridos

El dictador de Austria, Engelbert Dollfuss, aplasta un intento de golpe de estado comunista encabezado por el Partido Socialista austriaco

Hechos

  • Entre el 12 y 16 de febrero de 1934 se produjeron enfrentamientos armados en Austria entre tropas gubernamentales y milicias pertenecientes a los partidos socialdemócrata y comunista del país.

Lecturas

1934_Dolfus03 Dollfuss  está dispuesto a usar ‘mano dura’ contra sus enemigos.

Tropas del ejército chocaron hoy en Viena con milicianos de la Liga de Defensa Republicana, brazo armado del Partido Socialista de Austria (Comunista); el resultado ha sido un verdadero baño de sangre, ante el cual el gobierno se ha visto obligado a decretar el estado de sitio. Los hechos comenzaron cuando los socialistas decidieron enfrentarse al ejército, según ellos a causa de la sistemática persecución que decían estar padeciendo.

Los choques más violentos se produjeron en Viena, pero dónde el ejército sacó la artillería además de en la capital fue en Linz y otras regiones industriales.

La prensa socialista, que apoyó el golpe, fue ocupada por la policía leal al régimen, y numerosos funcionarios miembros del Partido Socialista han sido arrestados y encarcelados. Entre ellos figuran Karl Seitz, alcalde de Viena, Karl Renner, presidente del parlamento y ex canciller así como varíos concejales de la capital de la nación.

En Viena lo que al principio constituyó un enfrentamiento espontáneo entre la Liga de Defensa Republicana y las tropas desembocó pronto en una sublevación comunista que proponía derrocar la dictadura de Dollfuss. El gobierno repsondió declarando ilegal al Partido Socialista austriaco. Una vez que el ejército aplastó los últimos focos de resistencia las medidas gubernamentales fueron más lejos: los concejos parlamentarios de Viena, al igual que los sindicatos y organizaciones afines a los socialistas, han sido puestos fuera de la ley. El balance definitivo de los combates eleva a 297 el número de muertos y a 902 el de heridos. De ellos 193 y 493, respectivamente a la Liga de Defensa Republicana, socialista.

Todo indica que el dictador austriaco Engelbert Dollfuss al aplastar las milicias obreras socialistas, ha debilitado su propia posición ante la creciente actividad de los grupos nazis, que reivindican con gran violencia el Anschluss (unión con la Alemania de Hitler) y llevan a cabo una sangriente campaña antisemita.