16 enero 1985

ABC airea el artículo de su competidor DIARIO16 dado que es perjudicial para su enemigo Cebrián

El director de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, realiza un viaje con Fidel Castro y Daniel Ortega desatando burlas de Jiménez Losantos (DIARIO16)

Hechos

El 16.01.1985 el periódico DIARIO16 publicó el artículo ‘El destape del Cebrián’ de D. Federico Jiménez Losantos.

Lecturas

ABC dirigido por D. Luis María Anson airea el artículo de su competidor DIARIO16 dos días después, dado que es perjudicial para su enemigo Cebrián.

16 Enero 1985

El destape de Cebrián

Federico Jiménez Losantos

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Algunos parecen estar sorprendidos por el destape castrista-sandinista – es decir, soviético – de Juan Luis Cebrián, director de EL PAÍS. No deberían. En rigor, no ha hecho más que rematar lo que su periódico viene haciendo en los últimos años. Y aunque no sea especialmente estimulante que el director de un diario importante de España se sienta feliz en el séquito de Fidel Castro, más vale saberlo que sospecharlo.

En política internacional no hay milagros ni sorpresas. Como decía Aron, la única libertad es la de escoger los enemigos. El que fuera Enrique Vázquez de Arias Navarro venía exhibiendo una ideología progre que, en lo esencial, es simplemente antinorteamericana y anticapitalista. Esto, aparte de ser legítimo, en España vende todavía mucho. Y, a veces, el exotismo tercermundista añade una guinda radical al utopismo. Lo malo es que, al final estas construcciones nebulosas acaban teniendo que dar la cara. Y Cebrián la ha dado en Managua.

Alanzada ya la profundidad ideológica de Marcelino Camacho, Cebrián no renuncia a descubrirnos el Mediterráneoo. Resulta que el mundo está equivocado con Nicaragua. Occidente entero no ha caído en la cuenta de que si Fidel Castro, que jamás ha hecho elecciones, apadrina las elecciones sandinistas, esto es una prueba de las grandes esperanzas democráticas de aquel país. Cuando un obispo que ha sido apaleado por los demócratas sandinistas les critica, Cebrián cree estar viendo a Tarancón. Vamos, que si lo escribe cualquier redactor, al otro día está en la calle. Y es que hay cosas que sólo un director puede permitirse. Por ejemplo, reeditar ‘Compañeros de viaje’, la vieja obra estalinista que los demócratas occidentales desecharon hace tiempo. Como el de Lola Flores, el destape de Cebrián llego tarde, pero llegó. Estaba mejor tapado.