20 agosto 1947

Será reemplazado por Álvaro de Albornoz tras apenas seis meses en el cargo

El secretario del PSOE, Rodolfo Llopis, renuncia a seguir siendo ‘Jefe de Gobierno de la República’ en el exilio tras no lograr sus objetivos

Hechos

En agosto de 1947 se conoció en prensa española la sustitución de D. Rodolfo Llopis por D. Álvaro de Albornoz como Jefe del Gobierno de la República española en el exilio con D. Diego Martínez Barrio continuando como Jefe del Estado.

Lecturas

D. Álvaro de Albornoz Liminiana asume en agosto de 1947 el cargo de ‘presidente del gobierno de la república en el exilio’ por decisión de D. Diego Martínez Barrio ‘jefe del Estado de la república en el exilio’ en sustitución de D. Rodolfo Llopis Ferrándiz, que asumió esa responsabilidad a principios de este año 1947, pero abandona al considerar el PSOE que no hay opciones reales de una ‘restauración del Gobierno del Frente Popular’ en España por falta de apoyo internacional.

Esta decisión  supone la ruptura del PSOE con el gobierno de la II República en el exilio. Cada uno hará la oposición a la dictadura franquista desde el exilio por su cuenta.

La dimisión del Sr. Llopis Ferrándiz es recogida por la prensa española el 8 de agosto de 1947.

El Sr. Álvaro de Albornoz tampoco conseguirá en sus ruedas de prensa en países internacionales el apoyo de la causa española y tendrá célebres enfrentamientos con corresponsales de prensa españoles fieles al régimen franquista, que le reprocharán los crímenes de la etapa del Frente Popular.

08 Agosto 1947

LLOPIS Y SU GOBIERNO HAN DECIDIDO DIMITIR

Pyresa

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Martínez Barrio estudia la formación de otro gabinete

Después de una reunión de gabinete que duró tres horas, Rodolfo Llopis ha presentado a Martínez Barrio la dimisión de su llamado gobierno republicano en exilio, Martínez Barrio aceptó la renuncia de Llopis y declaró que realizaría consultas con la finalidad de constituir nuevo gobierno. La entrevista duró cuarenta minutos.

Llopis ha hecho pública una nota que dice que su gobierno republicano se reunió por la tarde para estudiar la situación política sin asistencia del ministro comunista que había presentado la dimisión por la mañana, y que una vez escuchada la opinión de los demás miembros acerca de dicha situación visitó al presidente para entregarle la renuncia de todo el gabinete.

05 Septiembre 1947

El oro de España se derrocha a torrentes en México.

Rafael Miralles Bravo

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Elevado presupuesto en mantenido allá por los rojos.

El gabinete de Rodolfo Llopis, el ilustre maestro alicantino, tal vez fue un gobierno fantasmagórico en lo que a existencia legal se refiere. Pero en cambio, ha dado sobradas pruebas de vida en lo tocante al capítulo de gastos, capítulo que excede, en mucho, al mantenido por España en épocas normales y que, de continuar por el mismo camino que hoy España lleva habrá dado pronto al traste con los dineros de España, o con lo que resta de la fabulosa fortuna sacada de aquí al producirse la Liberación y la que está siendo rápidamente dilapidada por unos cuantos desaprensivos prohombres, sin beneficio alguno para los anónimos españoles.

Mientras en Francia, miles y miles de españoles, republicanos, socialistas de Prieto, cenetistas, federales, etc. (los comunistas no se cuentan, por ser los únicos que comen, gracias a las organizaciones stalinistas) sufren la misma suerte que el pueblo francés, pasando las mil y una privaciones, sin contar con más apoyo que el de sus deudos residentes en Latinoamérica el ‘gobierno’ exiliado en México y establecido en su mayor parte en París, derrocha a manos llenas el poco dinero que queda, sin escrúpulos y sin reparo alguno, abandonando a su suerte a los hombres anónimos que sin carnet político y sin ambición fueron arrastrados a la guerra e hicieron posible el extraordinario milagro de resistir durante treinta y dos meses.

La repartidora de los cargos oficiales.

Eclipsando los meses tiempos de la España Roja, el ‘gobierno’ de Giral, primero y ahora el de Llopis han mantenido una nómina de personal fabulosa cuyo monto total asciende a unos NOVECIENTOS MIL PESOS mensuales y que posiblemente haya rebasado ya el MILLÓN en virtud de las últimas designaciones de embajadores ante los gobiernos peleles de Yugoslavia y de Checoslovaquia. Pero lo que es aún más repulsivo y apenas se conoce en España, es el que para los cargos oficiales no se han buscado personas idóneas, ni mucho menos elementos de algún prestigio inmerecedores de recompensa. Al contrario siguiendo las normas ya trazadas en tiempos del enchufismo negrinista, todos o la mayor parte de los puestos oficiales se han distribuido entre parientes y amigos dándose el caso de que los familiares de Martínez Barrio, el operetesco, del no menos operetesco ‘gobierno’ han acaparado los cargos, cargos que desde luego no desempeñan y que si cobran por ellos, sin realizar el menor trabajo.

He aquí algunos datos que serán suficientes por hoy para demostrar que los prohombres de la República no han olvidado la época del estraperlo y lo siguen practicando libre o impúdicamente, como si la guerra civil no hubiera dejado la menor huella en sus conciencias y los miles por la Cheka asesinados o caídos en los frentes no merecieran un poco más de respeto y un poco menos de latrocinio.

La representación diplomática y consular de España en México nunca fue tan numerosa como lo es ahora. En la actualidad, a más de un embajador, el señor Nicolau D´Olwer, cuenta la embajada con un consejero: dos secretarios, un agregado militar, uno de Prensa, un canciller y numeroso personal, habiéndose asignado a cada uno de los funcionarios una secreta y un mecanógrafo.

Por si esto no fuera bastante en lugar de haber sido ocupados estos cargos por quienes fueron miembros del Servicio Exterior y de entre estos seleccionados los más menesterosos, los empleos y cargos en la Embajada Roja en México, han sido cubiertos por favoritismo y algunos en forma bien dudosa. Ejemplo: el caso del secretario señor Balcells, de quien se afirma que como colaboracionista del Partido Comunista fue enviado por éste y ofreciéndose a trabajar gratis en principio: porque – según él – no quería perder la costumbre. De esta forma, este señor que comenzó trabajando aparentemente por snobismo, ha sido ahora elevado al cargo formal de primer secretario, viendo así los comunistas coronados sus esfuerzos por introducir una cuña más en la embajada, aunque ya cuentan con otra de importancia como es la del llamado Guerrero, otro secretario que sin ser comunista es un fiel satélite de los stalinistas. La designación del señor Bacells, demostró entre otras muchas cosas el valor del parentesco, pues es familiar de Martínez Barrio.

Prolífico enchufismo

La mayor parte de estos cargos se designacon poco más o menos por el mismo tenor. El Dr. Fernando de los Ríos – pongamos por caso – pidió y obtuvo la designación de su sobrino Bernardo Giner como Subsecretario. Hubo casos a granel en que personas que disfrutaban de magníficos empleos particulares, los abandonaron para ocupar cargos dentro del ‘gobierno’ de Llopis. Hubiera sido más fácil y más honesto que se designasen personas necesitadas pero siguiendo la ya tradicional costumbre del enchufismo, fue desechado el camino más correcto. Así, el coronel Vicente Guarner, que ocupaba un alto cargo en la Escuela de Estado Mayor de México, con un sueldo de más de mil quinientos pesos mensuales pasó a ocupar en el ‘gobierno’ rojo un empleo que en nómina figura con quinientos pesos mensuales, pero que bajo mano percibe fraudulentamente, tres veces esa cantidad.

Solamente el sostenimiento de ESPAÑA NUEVA, el semanario oficial del ‘gobierno’ que dirige José María Sbert, el ‘eterno estudiante’, cuesta DIEZ MIL pesos mensuales.

Serían incontables los casos de inmoralidad administrativa y de despilfarro que de los dineros de España está haciendo en México el llamado ‘gobierno español en el exilio’. En realidad más que real, no es otra cosa que un grupito privado para el servicio de unos cuantos centenares de parientes enchufistas por tradición, pero hoy nos limitaremos simplemente a los casos ya expuestos.

Rafael Miralles Bravo