11 septiembre 1930

Los nazis suben de 12 escaños a 107

Elecciones Alemania 1930: El auge de los nazis y los comunistas trastoca el sistema democrático de la República de Weimar

Hechos

En septiembre de 1930 se celebraron elecciones al parlamento alemán.

Lecturas

RESULTADOS ELECTORALES

Partido Socialdemócrata (SPD) – 142 escaños

Partido Nacional Socialista (nazi) – 107 escaños

Partido Comunista – 77 escaños

Partido Católico – 76 escaños

Nacional Alemanes – 41 escaños

Populistas – 33 escaños

Partido económico – 23 escaños

Partido del Estado – 20 escñaos.

ADOLF HITLER YA ES LA SEGUNDA FUERZA DE ALEMANIA

hitler_1930 El líder nazi, condenado por el intento de golpe de Estado de 1923, ha logrado convertirse siete años después en el héroe político del momento al pasar de 12 escaños a 107. Adolf Hitler no estará entre los 107 diputados al no ser ciudadano alemán.

GOEBBELS: «LOS FASCISTAS ESTAMOS DISPUESTOS A ASUMIR EL PODER»

Goebbels El Dr. Josep Goebbels, uno de los hombres clave en la renovación de la imagen del Partido Nacional Socialista declaró tras el resultado electoral: «No pensamos descansar sobre nuestros laureles y hemos de proseguir la lucha por el Poder sin reposar ni un sólo día. (…) los fascistas estamos dispuestos a asumir la responsabilidad del Gobierno en cuanto lo pida la nación».

16 Septiembre 1930

Las elecciones generales en Alemania: Importante triunfo de los partidos extremos

ABC (Director: Juan Ignacio Luca de Tena)

Leer

El héroe del día es Adolfo Hitler, ex pintor de brocha gorda y jefe del partido nacional-socialista. Ciento siete correligionarios suyos se sentarán en el nuevo Reichstag, en vez de doce. Hitler no estará entre ellos porque no es ciudadano alemán, sino austriaco, que a principios de la guerra se alistó en el Ejército bávaro, sufrió una grave herida y un envenenamiento con gases asfixiantes, que le dejó casi ciego. Después de la guerra, Hitler permaneció en Munich y en 1920, una vez aplastada la efímera República comunista, formó con algunos amigos el partido nacional-socialista. Mirado con irónico desden al principio, el partido no cesó de ganar en importancia, sobre todo – lo que parece ilógico – desde que funciona la política de Locarno. En las elecciones generales de 1928 obtuvo unos 800.000 votos y en las de anteayer cerca de seis millones y medio y ha llegado a ser el segundo partido del Reich en cuanto a su importancia numérica, viniendo inmediatamente después del partido socialista.

El partido de Hitler se llama oficialmente ‘partido obrero alemán nacional-socialista’. Pretende ser un partido proletario, aunque haya tenido el apoyo de grandes terratenientes e industriales, que trataron de quebrantar con él a los partidos socialista y comunista. Como lo indica su denominación, el partido de Hitler es nacional, mejor dicho, nacionalista, ultranacionalista; violentamente antisemita y xenófobo; repudia el Tratado de Versalles, la política de Locarno y el plan Young. Pero al mismo tiempo es – o por lo menos quiere ser – un partido socialista en ciertos puntos casi comunista. Para Hitler los socialistas son bastante radicales, a causa de su concomitancia con la democracia parlamentaria que, según él, es el reino del dinero y de la banca.

Si los nacionalistas coinciden en parte en cuanto a las reivindicaciones obreras, con los comunistas, éstos están de acuerdo con la extrema derecha con respecto al programa de política exterior. Lo que para Hitler es una lucha nacional es para los comunistas una lucha del proletariado internacional contra las ponencias capitalistas e imperialistas; pero el resultado es el mismo. Sea como sea, habrá en el futuro Reichstag 185 diputados con un programa netamente revolucionario. Y si a ellos añadimos los nacionalistas de Hugenberg, que también rechazan la política que fue de Stresemann nos hallamos con 226 votos contrarios a Locarno y al plan Young.