10 junio 1987
IU baja levemente, mientras que se quedan fuera los 'carrillistas' (PTE-UC) y los democristianos (PDP)
Elecciones Com. Madrid 1987 – Leguina (PSOE) gana a Gallardón (AP) pero queda a merced de los votos del CDS de Castedo
Hechos
- PSOE- 40 escaños
- AP – 32 escaños
- CDS – 17 escaños
- IU – 7 escaños
Lecturas
El 10 de junio de 1987 se celebraron elecciones autonómicas en 13 comunidades entre ellas en Madrid donde el hasta ahora presidente, D. Joaquín Leguina Herrán (ganador de las pasadas elecciones de 1983) se presenta a reelección como candidato del PSOE.
Su principal rival por Alianza Popular es el joven D. Alberto Ruiz Gallardón, vicepresidente nacional del partido e hijo del fallecido D. José María Ruiz Gallardón. El CDS presenta al exdirector de RTVE D. Fernando Castedo Álvarez, mientras que la coalición Izquierda Unida presenta a Dña. Isabel Vilallonga Elviro (que fue expulsada del PCE en 1981 por D. Santiago Carrillo Solares, pero que ahora ha vuelto a aliarse al PCE en Izquierda Unida dentro de la corriente ‘Nueva Izquierda’).
Se obtiene el siguiente resultado:
–
- PSOE – 40 escaños.
- AP – 32 escaños.
- CDS – 17 escaños.
- Izquierda Unida – 7 escaños.
- –
A pesar de que AP y CDS juntos suman mayoría absoluta, el CDS decide abstenerse a cambio de obtener la presidencia de la Asamblea de Madrid (que ocupará Dña. Rosa Posada Chapado).
D. Joaquín Leguina Herrán seguirá, por tanto, siendo el presidente de Madrid, ahora en minoría y aunque padecerá una moción de censura en 1989, logrará mantenerse en la presidencia toda la legislatura. Las siguientes elecciones se celebran en 1991.
Partido Socialista Obrero Español
40 escaños
D. Joaquín Leguina logró su segundo mandato, pero perdiendo la mayoría absoluta. En parte la pérdida de votos se debió no sólo al ascenso de la nueva coalición Izquierda Unida, sino también al CDS. El socialista se encontró con la incómoda situación de depender de la abstención de los centristas.
Alianza Popular
32 escaños
El ex Secretario General de Alianza Popular, D. Alberto Ruiz-Gallardón, fue ‘repescado’ por el presidente del partido Sr. Hernández Mancha, para encabezar la candidatura a la presidencia de la Comunidad. No logró la victoria y perdió un par de escaños que pasaron al CDS, pero aquella noche electoral cantó victoria pensando que podría formar Gobierno con un pacto AP-CDS, sin embargo el pacto no se produjo.
Durante la legislatura no pudo evitar que dos de sus diputados, D. Nicolás Piñeiro y D. José Luis Órtiz abandonaran AP y se pasaran al Grupo Mixto, en una situación que daría mucho que hablar.
Centro Democrático y Social
El ex Director General de RTVE en la etapa del Gobierno del Sr. Suárez encabezó la candidatura a la presidencia de Madrid por el CDS en 1987 logrando el triunfo moral que le convertía en el árbitro de la legislatura.
El Sr. Castedo encabezaba el ‘ala izquierda’ del CDS, y era contrario a acuerdos con AP. No obstante a mitad de legislatura se vería obligado a cambiar de criterio por decisión de la dirección nacional del CDS. Las discrepancias entre el Sr. Castedo y el Sr. Suárez se irían profundizando hasta el punto de que en los siguientes comicios ya no sería ni candidato del CDS, ni tan siquiera militante de ese partido.
Coalición Izquierda Unida
7 escaños
Dña. Isabel Villalonga, concejal expulsada del PCE en 1981 por D. Adolfo Piñedo – Santiago Carrillo, se estrenaba como candidata a la presidencia por la nueva coalición Izquierda Unida.
Arañó suficientes votos al PSOE como para incrementar su presencia, pero no logró la relevancia política suficiente para que sus diputados fueran tan relevantes como los del CDS. Eso sí, le quedó el consuelo del desquite. Sus antiguos verdugos: la candidatura auspiciada por los Sres. Piñedo y Carrillo, la del PTE-UC que lideraba D. Lorenzo Hernández, se estrelló totalmente frente al digno resultado de la lista de IU.
El Análisis
UNA TERCERA FUERZA INCORDIANTE
Cuando no hay mayoría absoluta y la bisagra depende de una única formación, en este caso el CDS, hay tres opciones. Que firme un pacto con el partido más votado y permita la estabilidad durante toda la legislatura. Que firme un pacto con el segundo partido más votado, y se forme un gobierno bipartido estable durante toda la legislatura o que no firme un pacto por nadie y se pase toda una legislatura dando bandazos a un lado u a otro para marear a todo quiste. El CDS optó por lo tercero – hasta que se decidió en 1989, y se arrepintió en 1991 – y eso le acabaría costando caro electoralmente.
J. F. Lamata