31 enero 2006

Finaliza el mandato de Alan Greenspan como presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos que ha ocupado desde 1987

Hechos

El 31 de enero de 2006 finalizó el mandato de Alan Greenspan como Presidente de la Reserva Federal, le sucedió Ben Bernanke.

Lecturas

Ben Bernanke.

29 Agosto 2005

Lección de flexibilidad

EL PAÍS (Director: Jesús Ceberio)

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Alan Greenspan se despide. El inicio de la ronda de mensajes testamentarios, hasta que formalmente abandone en enero la presidencia de la Reserva Federal, ha tenido lugar en la apertura de su simposio anual. Allí ha advertido de las amenazas que pesan sobre la economía estadounidense y de los obstáculos que encontrará su sucesor en la presidencia de ese banco central. Los elevados precios de los activos, especialmente los inmobiliarios, son la más explícita y anunciada de esas amenazas apuntadas por Greenspan. Las tentaciones proteccionistas en las que puede caer la Administración de Bush, como respuesta al no menos inquietante déficit exterior, son la otra. Pero ambas extienden sus potenciales implicaciones más allá de EE UU.

Está en lo cierto Greenspan al recomendar que se utilicen ajustes continuos pero suaves -en las variables financieras, en los tipos de interés y en los tipos de cambio- para hacer frente a esos desequilibrios, renunciando a las excesivamente frecuentes presiones proteccionistas de los grupos de interés alimentados por empresas incapaces de competir en el entorno global. La experiencia que aporta esa economía es suficientemente ilustrativa al respecto: la mejor respuesta a todo tipo de choques, incluido el que constituye la agudización de la competencia de economías emergentes como China, no es otra que la flexibilidad de los mercados y de las empresas, pero también de la política económica.

En Europa deberíamos tomar buena nota de esas recomendaciones de quien lleva 18 años gobernando la economía más importante del mundo. La renuncia a los fundamentalismos, el reconocimiento de la complejidad y la conveniencia de que los bancos centrales no impidan el crecimiento, son algunas de las lecciones de los mandatos Greenspan. Algunas de esas amenazas no son muy distintas a las que pesan sobre algunas economías europeas, y sobre la española en particular, como la desproporcionada escalada en los precios inmobiliarios o el crecimiento del déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente. La diferencia es que el grado de diversificación de la estructura productiva estadounidense le permite no descansar tanto en la construcción como dinamizador del crecimiento, a la vez que es un poderoso atractivo de inversión directa extranjera, un flujo de capital que en nuestro caso lleva años cayendo.

25 Octubre 2005

El lugar de Greenspan

EL PAÍS (Director: Jesús Ceberio)

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No le va a resultar fácil a Ben Bernanke calzarse el 31 de enero los zapatos de Alan Greenspan al frente de la Reserva Federal de Estados Unidos, por la alta credibilidad que ha alcanzado durante sus 18 años en el cargo y por la coyuntura económica. Tampoco llegó Greenspan al cargo, en 1987, en el momento más propicio, pues enseguida tuvo que lidiar con una crisis bursátil. Es de esperar que a Bernanke, nombrado ayer por Bush para el cargo, no le sorprenda un vendaval parecido, pues los problemas se le acumulan antes de empezar: un crecimiento económico menor, aunque aún respetable, un aumento de los precios del petróleo que persistirá, y el doble déficit exterior y de cuentas públicas de la mayor economía de la Tierra.

A diferencia del Banco Central Europeo, cuyo cometido básico es controlar la inflación, el mandato de la Reserva Federal es también el de equilibrar este objetivo con el del avance hacia el pleno empleo. No cabe minimizar la figura de Greenspan, pues no sólo lo ha logrado, sino que su papel ha sido decisivo en estos largos años para que EE UU se hiciera con el liderazgo en tecnologías de la información. Greenspan ha sido uno de los artífices de la tercera revolución industrial y del gran salto en la productividad que ha conllevado. Y ha sido también quien desde hace dos años lleva administrando la medicina de una lenta pero constante subida de los tipos de interés que, previsiblemente, Bernanke seguirá.

Greenspan ha sido mucho más que el presidente de la Fed. Sus advertencias públicas le han convertido en la conciencia económica y financiera de EE UU y en un oráculo para todos. Bernanke, de 51 años, y cuyo nombramiento debe confirmar el Senado, es una persona próxima a Bush, como presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca. Anteriormente estuvo durante dos años en el Consejo de Gobernadores de la Fed y a ello hay que sumar una brillante trayectoria académica. Pero no le será fácil conseguir que sus nuevos zapatos le sienten tan bien como los viejos que lleva Greenspan.