Francisca Sauquillo también abandona el fenecido Partido de los Trabajadores (PTE-ORT) para pasarse al PSOE como senadora por Madrid

Francisca Sauquillo, la abogada que luchó contra la dictadura desde las filas maoístas de la ORT y se hizo un nombre defendiendo a las víctimas de la matanza de Atocha, ha dado el salto definitivo al PSOE. En un movimiento que muchos ven como el fin lógico de la travesía de los antiguos revolucionarios hacia el pragmatismo, Sauquillo deja atrás el sueño de abolir el «estado imperialista» para integrarse en el partido que hoy lo gestiona. Desde su nuevo asiento en la dirección socialista, la ex candidata fallida a la alcaldía de Madrid cambiará los mítines combativos por las reuniones de gobierno, demostrando que evolucionar no siempre es traicionar.

Sin perder sus credenciales progresistas, Sauquillo se lleva al PSOE su historial de firmeza contra ETA, un rasgo que la distinguió entre los ambiguos discursos de su antigua formación. Su famoso alegato tras el secuestro de Javier Rupérez dejó claro que el terrorismo no tenía cabida en su idea de transformación social. Ahora, con el carné socialista en el bolsillo, podrá seguir compaginando su militancia con la defensa de causas como el caso Colza, pero esta vez desde un partido con capacidad real para cambiar las cosas. Su líder en la ORT, el camarada Intxausti, seguirá su camino. De la marginalidad maoísta a la maquinaria de gobierno, Sauquillo demuestra que la revolución también lleva corbata.

J. F. Lamata