14 octubre 1990
Nawaz Sharif será el nuevo primer ministro
Elecciones Pakistán: la alianza de Ghulam Mustafá Jatoi y Nawaz Sharif infringe una humillante derrota a Benazir Bhutto (PPP)
Hechos
RESULTADOS ELECTORALES
- PPP (Partido Popular de Pakistán de Benazir Bhutto) – 45 escaños
- ADI (Alianza Democrática Islámica de Mustafá Jatoi) – 105 escaños
- Otros – 56 escaños
El Análisis
Las elecciones del 24 de octubre han supuesto una derrota humillante para Benazir Bhutto, cuya destitución por el presidente Ghulam Ishaq Khan hace apenas dos meses ha quedado confirmada en las urnas. Marcados por acusaciones de corrupción contra su gobierno y de fraude electoral durante la jornada de votación, los comicios han enterrado las esperanzas de Bhutto de conservar la mayoría popular que la llevó al poder en 1988. La que fue símbolo de modernidad y primera mujer al frente de un país musulmán deberá ahora recomponerse en la oposición, con su figura seriamente dañada y su partido relegado a un papel secundario.
El gran beneficiado ha sido Nawaz Sharif, un político conservador que hasta ahora se había forjado como jefe del gobierno provincial del Punjab y que contaba con el respaldo del poderoso aparato militar y empresarial. Aunque la campaña oficial fue encabezada por Ghulam Mustafá Jatoi, designado primer ministro interino tras la destitución de Bhutto, ha sido Sharif quien ha emergido como la figura central de la coalición conservadora, gracias a su imagen de gestor pragmático y a su conexión con las élites económicas del país. La victoria de la alianza que lidera le abre la puerta a convertirse en el nuevo primer ministro de Pakistán, desplazando definitivamente al clan Bhutto del poder.
El futuro inmediato de Benazir Bhutto se presenta incierto. Aunque mantiene un núcleo de apoyo fiel, la contundencia de la derrota limita sus márgenes de maniobra y la obliga a reorganizar el Partido del Pueblo de Pakistán en la oposición. Su estrategia parece clara: resistir, denunciar la manipulación del proceso electoral y preparar un eventual regreso cuando la fragilidad del nuevo gobierno o la volatilidad de la política pakistaní lo permitan. Pero por ahora, el país entra en una nueva etapa bajo el mando de Nawaz Sharif, marcada por el conservadurismo político y económico, y por la incógnita de si podrá estabilizar a un país acostumbrado a vivir al filo de la inestabilidad permanente.
J. F. Lamata