8 abril 1915

El director de LE PARLAMENTARIO fue secretario político del ministro Sánchez Guerra por lo que el diario está considerado un órgano personal de este y del Gobierno Dato en general

La gresca entre los directores de LA TRIBUNA (Cánovas Cervantes) y EL PARLAMENTARIO (Luis Antón del Olmet) acaba en duelo

Hechos

Los días 9 y 13 de abril de 1914 el diario EL LIBERAL publicó cartas referidas a la petición de duelo por parte del Sr. D. Luis Antón del Olmet contra D. Salvador Cánovas Cervantes por entender que había atentado contra su honor.

Lecturas

El periódico La Tribuna de Salvador Cánovas Cervantes, defensor de Antonio Maura Montaner, califica a El Parlamentario de ser ‘un libelo’ al servicio del político Sánchez José Sánchez Guerra.

Por una sola vez

LA TRIBUNA (Director: Salvador Cánovas Cervantes)

8-4-1914

Leer

Un libelo de la mañana, órgano del Sr. Sánchez Guerra, fundado con dinero de Gobernación, con el único y exclusivo objeto de insultar a los que defienden la política de Antonio Maura, nos dirige ciertos ataques que nosotros rechazamos con desprecio.

La invención carece incluso de ingenio y no vale la pena que nos paremos a discutirla.

La honradez de los que escribimos LA TRIBUNA está muy por encima de la de Sánchez Guerra y su criado [Luis Antón del Olmet], digno el uno del otro. El público nos conoce perfectamente a todos y ya nos tiene calificados en el lugar que a cada cual le corresponde. Por este lado estamos perfectamente tranquilos.

El director de ese libelo [Del Olmet] está, no sólo incapacitado ante la opinión pública, por su falta de pudor político y privado, sino incluso en el terreno de los caballeros. Con estos antecedentes puede tranquilamente seguir arrojando lodo sobre los enemigos de su amo y señor, en la seguridad que ninguna persona de honor ha de descender a discutir con él en ningún terreno.

Desde que en las esquinas quedaran fijados los cínicos anuncios de la aparición de esa hoja, fue nuestra intención no descender jamás a disentir con el órgano del más desleal de los ministros. Rechazada por nosotros la burda calumnia, puede seguir impunemente su labor que, por nuestra parte, ni en un ápice hemos de apartarnos de nuestra campaña, que comenzó hace tiempo contra Romanones, y que después ha seguido contra Dato, con las derivaciones del ‘trust’.

LA TRIBUNA seguirá defendiendo a Antonio Maura, porque creemos se ha cometido con este gran ciudadano la más afrentosa de las iniquidades, y porque entendemos que cuando en una nación

Y explicado esto, sólo nos resta decir a estos personajes, que pasarán a la historia como el más desleal de los políticos y el más despreciable de los periodistas, que no llegan a nosotros los instintos de plumas mercenarias. Con esta clase de alquilones LA TRIBUNA no discute jamás, ni ha de darles beligerancia en ningún terreno.

¿Se entiende bien?