El 15.03.2006, D. Javier Pradera publicó el artículo ‘El Palo y el ronzal’.
Javier Pradera (EL PAÍS) acusa al PP, a EL MUNDO y a la COPE de llevar dos años difamando sobre la masacre del 11-M
El histórico editorialista del Grupo PRISA critica a sus habituales enemigos políticos, los directivos del PP D. Eduardo Zaplana y D. Ángel Acebes y también a sus enemigos mediáticos D. Federico Jiménez Losantos y D. Pedro J. Ramírez.
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EL ARTÍCULO ÍNTEGRO:
El Palo y el Ronzal
La manipulada versión periodística -publicada anteayer- de la declaración prestada ante el juez Del Olmo por el inspector Álvarez sobre la vigilancia de la bolsa abandonada en el tren de la muerte de El Pozo, que contenía una bomba sin explosionar, bastó a Rajoy para lanzarse alegremente sin paracaídas sobre el terreno de las operaciones desestabilizadoras con la idea de plantear la posible nulidad de las actuaciones sumariales instruidas por la Audiencia Nacional desde hace dos años. Es cierto que los medios de comunicación amarillistas y los dirigentes del PP caminan del brazo a la hora de sembrar dudas, necedades e insidias sobre la autoría del 11-M con la común intención de atribuir a los terroristas el propósito de dar el triunfo electoral al PSOE. En esta ocasión, sin embargo, Rajoy parece haber sido tirado del ronzal por unos periodistas que amenazan con retirarle su apoyo si les desobedece; el tratamiento del palo y la zanahoria dispensado por el diario EL MUNDO y la Radio de los Obispos [Cadena COPE] al presidente del PP es la receta aplicada para quitarle las ganas de apartarse del guión paranoico sobre el 11-M escrito con la ayuda del dogmatismo estólido de Aznar, la desenvoltura cínica de Zaplana y el fanatismo impenetrable de Acebes.
El levantamiento por el juez Del Olmo del secreto sumarial sobre la declaración del inspector Álvarez permitirá a cualquier lector de buena fe descubrir el malicioso sesgo de una engañosa información que había sido cocinada con un solo propósito: dar a entender que la bolsa conteniendo la bomba posteriormente desmontada no procedería de lostrenes de la muerte sino que habría sido colada de matute por una mano negra. Las notas de la Fiscalía de la Audiencia Nacional y de la Dirección de la Policía -difundidas asimismo anteayer- dejan también con las vergüenzas al aire a esos matones de la desinformación, el chantaje y el fraude, poseídos siempre por una endogámica megalomanía narcisista que les impide ser conscientes de la patética y ridícula imagen devuelta por el espejo.
Ni que decir tiene que la instrucción de un sumario de 80.000 folios sobre un macro-atentado perpetrado por una organización terrorista -como el fundamentalismo islamista- con numerosas complicidades fuera de España habrá incurrido probablemente en errores. Pero el propósito de la calumniosa ofensiva política y mediática contra la Audiencia Nacional no es sólo linchar al juez Del Olmo mediante insinuaciones apenas veladas de prevaricación y acusaciones abiertas de incompetencia: se trata también de poner en cuestión el funcionamiento del Estado de derecho y la eficacia de las garantías constitucionales. Baste con recordar, sin embargo, que los defensores de los imputados, las acusaciones particulares de los damnificados y los magistrados de los tribunales (la Audiencia Nacional, primero, y el Supremo, después) someterán necesariamente a un severo escrutinio las diligencias del juez Del Olmo.
Javier Pradera