26 junio 1988

La información (errónea) se la había filtrado Javier de la Rosa y perjudicaba a los intereses de Mariano Rubio y 'Los Albertos', dentro de su guerra contra Mario Conde

Jesús Cacho despedido de EL PAÍS después de publicar que KIO quería romper con Cartera Central y ‘Los Albertos’

Hechos

El 26 de junio de 1988 el periodista D. Jesús Cacho fue despedido como redactor económico de EL PAÍS por decisión del director D. Juan Luis Cebrián.

Lecturas

En Junio de 1988 coincidiendo con la celebración de una Junta General de Accionistas del Banco Central de D. Alfonso Escámez, en un momento en el que hay una lucha por el control del paquete mayoritario, Cartera Central, entre D. Alberto Cortina Alcocer y D. Alberto Alcocer Torra (“Los Albertos”) por un lado y el grupo KIO de D. Javier de la Rosa Martí por otro en medio de la negociación por una posible fusión del Banco Central con el Banco Banesto de D. Mario Conde Conde el periódico El País publica en portada una información de D. Jesús Cacho Cortés que asegura que varios socios de ‘Los Albertos’ van a retirarles su apoyo debilitando su posición. Tal información no ocurrirá en la mencionada junta de accionistas.

Tras aquello D. Jesús Cacho Cortés es despedido como periodista económica de El País por considerar tanto el director de El País D. Juan Luis Cebrián Echarri como el responsable de la sección de economía D. Joaquín Estefanía que estaba actuando al servicio de los intereses de D. Javier de la Rosa Martí.

D. Pedro José Ramírez Codina asegura que como director de Diario16 quiso fichar a D. Jesús Cacho Cortés como colaborador del periódico pero que fue vetado desde el Consejo del Grupo16 (INPULSA) por el consejero Carlos Bustelo García del Real, colaborador de ‘Los Albertos’, una afirmación que niega el aludido asegurando que él no interfería en la labor periodística del medio

A finales de la década de los años ochenta ya se había evidenciado el poder de la prensa en el mundo económico, donde se juntaban el poder de “la apisonadora” y el del “Establishment”. Determinadas informaciones podían frustrar o forzar negocios, aunque esa actitud les podía costar caro, como le pasó al Sr. Cacho.

En junio de 1988 se produjo una guerra económica por el Banco Central, el grupo de accionistas de Cartera Central que controlaban “los Albertos” (el Sr. Cortina y el Sr. Alcocer) intentaban apretar las tuercas al presidente del Banco Central, Sr. Escamez, para que no fusionara su banco con el Banesto de don Mario Conde, algo a lo que también se oponía el Gobernador del Banco de España, don Mariano Rubio. En medio de aquella guerra, el 25 de junio de 1988, EL PAÍS publicó en portada que el poderoso grupo árabe KIO quería abandonar sus acciones en Cartera Central por sus críticas a las actuación de ‘Los Albertos’. Si eso era verdad, suponía un golpe bajo para estos y una buena noticia para D. Mario Conde. El artículo era de don Jesús Cacho. Pero aunque la portada de EL PAÍS caldeó el ambiente de la la junta del Banco Central, finalmente “los Albertos” y KIO llegaron a un acuerdo y siguieron juntos en Cartera Central. El representante de KIO en España, D. Javier de la Rosa, negó en un comunicado que tuvieran intención de vender su parte de Cartera Central y negando igualmente que tuvieran críticas a la gestión de “los Albertos”.

¿Quién había dado la información al Sr. Cacho? Pues la fuente anónima era don Javier de la Rosa, J. R., representante de KIO en España. Lo peculiar era, precísamente, don Javier de la Rosa quién firmaba la carta de protesta de KIO por la publicación de aquella portada. ¿Pero qué era lo que pasaba? Para don Mariano Rubio y “los Albertos” J. R. había querido filtrar una información falsa de manera anónima para frustrar la operación de Cartera Central en en el Banco Central, así lo manifestaron en sendas llamadas al director de EL PAÍS, por entonces aún don Juan Luis Cebrián. El título del editorial de EL PAÍS del 26 de julio de 1988 contra el Sr. De la Rosa no podía ser más claro: “Mentira”. El Sr. Cacho fue despedido tras negarse a firmar el editorial.

Don Jesús Cacho se convertía, pues, en otro “apisonado”. Tras salir de EL PAÍS el Grupo16 le ofreció dirigir la revista CAMBIO16, pero fue vetado de aquel puesto por el accionista don Carlos Bustelo, que no era otra cosa que el representante de “los Albertos” consejo del Grupo16. El Sr. Cacho acabaría trabajando en EL MUNDO. Seis años después, el Sr. Cebrián y el Sr. Cacho seguían polemizando sobre aquel caso de J. R.

 JesusSantaella3_1995 D. Jesús Santaella fue el abogado de D. Jesús Cacho en el pleito con su antigua empresa, el Grupo PRISA. 

25 Junio 1988

El grupo KIO-Torras expresa la decisión de vender su participación en Cartera Central

Jesús Cacho

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Kuwait Investment Office (KIO) ha comunicado a sus socios en Cartera Central, los Albertos (Alberto Cortina y Alberto Alcocer, dueños del grupo Construcciones y Contratas), su deseo de poner a la venta el paquete de] 48,2% que controla en Cartera, retirándose de la batalla corporativa que desde hace meses esta sociedad mantiene con el Banco Central y, subsidiariamente, con el Banco Español de Crédito (Banesto), tras el acuerdo de fusión entre ambas entidades. La decisión de KIO, transmitida a través de su representante en España, Javier de la Rosa, había sido adelantada a primeros de la semana en curso y fue ayer hecha firme ante la inminencia de la junta general del Central que tiene lugar hoy. Fuentes de Cartera desmintieron ayer rotundamente esta información, asegurando que KIO en ningún momento planteó ayer tal posibilidad.

Un ejército de abogados, a las órdenes de Ramón Hermosilla, trabajaba ayer en las oficinas de Conycon (Construcciones y Contratas), situadas en el Edificio Bronce, en la preparación de una larga serie de impugnaciones contra la junta que Alfonso Escámez presidirá hoy como presidente del Banco Central. Mientras esto ocurría, la fortaleza de Cartera Central -sociedad que controla algo más del 13% del Banco Central y más del 2% de Banesto- estaba a punto de resquebrajarse.Hacía tiempo que los Albertos habían percibido los primeros síntomas de duda en sus socios árabes de KIO (formalmente es la papelera catalana Torras Hostench la titular del 48,2% de Cartera Central) sobre el futuro de la ardua batalla corporativa que mantienen con Escárnez y, más recientemente, con el proyecto del Banco Español Central de Crédito, SA (BECC). El martes, 21 de junio, Cortina y Alcocer visitaron a Javier de la Rosa, enfermo en su domicilio catalán, para pulsar el ambiente que respiraban los socios árabes de cara a la junta del Central. De la Rosa ya se manifestó entonces partidario de una solución de compromiso.

Un viaje a Londres

El miércoles, día 22, Javier de la Rosa viajó a Londres para analizar la cuestión con sus patrones árabes del 150 de Cheapside Street, al lado de la catedral de Saint Paul. Las expectativas de Cartera Central habían sido muchas en su ongen, pero la realidad mostraba todos los ingredientes de un conflicto que no conviene a los intereses y perfiles de las inversiones europeas de KIO. Figurar en primera línea de una de las mayores batallas corporativas de la historia económica de España es algo que difícilmente puede permitirse KIO. Y además es una batalla de resultado muy incierto. Fotíad K. Jaffar, vicepresidente de KIO, recuerda, en efecto, el caso de Carlo de Benedetti en la Société Générale de Belgique: con el 48% del capital de la SGB, el tycoon italiano se había quedado sin un solo representante en el consejo, antes de alcanzar el acuerdo con Indosuez. El exceso de presión informativa puesto en práctica por los Albertos en las últimas fechas, tampoco ha contribuido a tranquilizar a los socios árabes de Cartera.

Con estas coordenadas, el duro comunicado emitido por los Albertos, el martes 21, precipitó los acontecimientos. Javier de la Rosa discrepa del tono y del contenido del mismo. El financiero catalán quiere la paz, mientras sus socios, con los que ha establecido las mejores relaciones a nivel personal, están decididos a plantear batalla a Alfonso Escámez.

Cuando el comunicado de los Albertos aparece con gran despliegue tipográfico en la Prensa del miércoles 22, la autoridad monetaria se alarma. Respondiendo a indicaciones superiores, Mariano Rubio convoca a los Albertos a una reunión en su despacho. El Gobernador urge el pacto, pero los dueños de Conycon ponen sobre la mesa una lista de exigencias, en línea con la filosofía del asesoramiento que proporciona Donald Johnston, de Salomon Brothers, basadas en el reconocimiento del main shareholder status (condición de accionista mayoritario) para Cartera, algo que no existe en la ley de Socie dades Ariónimas española.

El jueves, los dos socios de Cartera celebran agotadoras reuniones en el Edifico Bronce Por la mañana, el espíritu de los Albertos se muestra proclive a las tesis pacifistas de Javier de la Rosa, pero la entrada en escena de Enrique Sarasola Lerchundi, amigo del presidente del Gobierno y «asesor externo» de Cartera Central, frustra la alternativa.

Mientras tanto, el Banco de España transmite a Mario Conde y Juan Abelló los deseos de pacto de la superioridad. Pero las exigencias de los propietarios de Conycon son consideradas desorbitadas. La respuesta es «no». Rumores no confirmados señalaban que el presidente del Banco Español de Crédito había convocado en la mañana de ayer una sorpresiva reunión de su consejo de administración: si el Gobierno insiste en forzar el pacto, en las condiciones exigidas por los Albertos, Banesto está dispuesto a deshacer la operación de fusión acordada con el Banco Central.

Los acontecimientos se precipitan en la mañana de ayer. El banco emisor ya conoce la respuesta negativa de Conde-Escámez al pacto. Y Javier de la Rosa decide entonces poner en práctica las instrucciones recibidas en Londres. Torras-KIO anuncia a sus socios la decisión de poner a la venta su paquete en Cartera Central, a menos que todo el bloque de Cartera decida vender su 13%, en cuyo caso, obviamente, no se produciría la ruptura de Cartera.

Condiciones de la venta

Con todo, la venta del 48,2% de Cartera en manos de KIO-Torras no es fácil. De acuerdo con los términos de la escritura fundacional de la sociedad de cartera, KIO se comprometió a no vender su participación en un período de cinco años y, en caso de hacerlo, los Albertos tienen el derecho de retracto.

En cualquier caso, la venta efectiva de dicho paquete poco importa a la luz de la batalla corporativa en curso. Lo decisivo de la nueva postura de KIO es que, si los Albertos optan hoy por la guerra, solo podrán hacerla con el 52,8% que les corresponde en Cartera Central. Su posición se habrá debilitado hasta el extremo de que Alfonso Escárnez podría pern-fitirse una junta casi placentera.

Fuentes de Cartera Central desmintieron anoche «con rotundidad» la posibilidad de que KIO hubiera planteado la posibilidad de una ruptura del bloque de Cartera Central. Según las mismas fuentes, para quien la noticia era «absolutamente fálsa», Javier de la Rosa no había hecho ayer ningún planteamiento en ese sentido. Pero, al mismo tiempo, se mostraban cautas sobre la junta del Banco Central de hoy, asumiendo la posibilidad de que ésta transcurriera de forma pacífica.

26 Junio 1988

MENTIRA

Editorial (Director: Juan Luis Cebrián)

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El viernes, un redactor [Jesús Cacho] era recibido por Javier de la Rosa, que explicó al periodista la voluntad de KIO de vender su participación en Cartera Central. EL PAÍS publicó la noticia. Pero a mediodía de ayer, y en carta dirigida al director de EL PAIS, De la Rosa denunciaba su asombro achacándonos que lo dicho era 'totalmente falso, como los propios hechos han demostrado". La mentira es un arma frecuente.

La renovación en personas y sistemas, que está experimentando el mercado financiero español viene convirtiendo el paisaje en el que éste se desenvuelve en un auténtico escenario más propio de los seriales televisivos americanos que de la imagen a la que nos tenía acostumbrados la banca en este país. Es emocionante. Preocupante también cuando todas esas aventuras se realizan con un dinero que muchas veces no es propiedad de quienes lo manejan y cuando el Gobierno confunde su deber de no interferir en el mercado con una especie de silencio administrativo oficial que preocupa ya sobradamente a los ciudadanos.El espectáculo de manipulación informativa al que vienen siendo sometidos los periódicos españoles en los últimos meses en torno a estos psicodramas financieros es igualmente descorazonador. Mediante tales sistemas no sólo se pretende utilizar las armas de la opinión en beneficio de uno u otro bando en liza, sino también desacreditar a los medios, a los que se les querría ver convertidos en dóciles instrumentos de las especulaciones ajenas.

Uno de los episodios más llamativos de esta guerra de rumores, bulos, noticias falsas e insinuaciones la ha vivido EL PAÍS este mismo fin de semana. En la mañana del viernes, un redactor de la sección de Economía era recibido durante casi tres cuartos de hora por el vicepresidente de Torras Hostench y representante de KIO en España. En el curso de la conversación, el señor De la Rosa explicó al periodista la voluntad de KIO de vender su participación en Cartera Central si no se llegaba a un acuerdo entre ésta (dirigida por la pareja de financieros conocida como los Albertos) y el sector oficialista del Banco Central, que ayer celebraba su junta. EL PAÍS publicó la noticia, respetando la fuente a petición de la misma, junto con el rotundo mentís de los gestores de Cartera Central. Una eventual posición agresiva de éstos en la junta de ayer se veía sin duda perjudicada por esa filtración. Finalmente, un acuerdo entre los sectores en discordia fue alcanzado a las tres de la madrugada. La junta fue pacífica, y KIO podía volverse atrás en sus pregonadas intenciones.

Pero a mediodía de ayer, y en carta dirigida al director de EL PAIS, el representante de KIO y vicepresidente de Torras denunciaba su asombro por el hecho de que, al dar la información, el periódico «no haya contado con nuestra propia postura al respecto, achacándonos algo totalmente falso, como los propios hechos han demostrado». La mentira es un arma frecuente entre las relaciones humanas. Pero ante una mentira tan burda como la del señor De la Rosa merece la pena preguntarse cuántas otras habrá dicho. El respeto a las fuentes informativas se basa, en toda regla periodística, en una actitud mutua por parte de esas fuentes. EL PAÍS tiene la obligación de desvelar el origen de la información que publicó ayer sobre KIO, pues así lo exige la credibilidad de nuestro periódico y los derechos de nuestros lectores.

Por lo demás, un proceso de mayor diafanidad informativa por parte del Gobierno y de las instituciones financieras está siendo necesario en todo este asunto. Mucho más aún si se tiene en cuenta que KIO representa intereses de un Estado extranjero, ante los cuales, y por legítimos que sean, las autoridades no pueden permanecer ni pasivas ni silenciosas.

"Jesús Cacho estaba vetado en DIARIO16 por Los Albertos"

Pedro J. Ramírez

Libro: "La Rosa y el Capullo"

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Fragmento del libro 'La Rosa y el capullo' de Pedro J. Ramírez:

(Pag. 162)

«La primera vez que como director del periódico noté la injerencia de Bustelo fue con ocasión de su veto expreso a la contratación del periodista Jesús Cacho como columnista de DIARIO16. Bustelo era por entonces un mero consejero de CAMBIO16, pero ya en aquel incidente quedó claro que actuaba ante Salas como una especie de plenipotenciario del entramado de intereses urdido en torno a ‘los Albertos’, la beautiful people y el equipo económico de Boyer. Era un mundo caprichoso y envanecido y no perdonaba a Cacho la brillantez y franqueza con que en su libro ‘Asalto al poder’ había puesto en evidencia sus intrigas y manejos durante la primera fase de la guerra bancaria».

02 Octubre 1988

Jesús Cacho se incorpora a ABC

ABC (Director: Luis María Anson)

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Jesús Cacho, uno de los más prestigiosos periodistas especializados en asuntos económicos, se ha incorporado a «ABC, Diario de Economía» como corresponsal económico de nuestro periódico. Jesús Cacho, de cuarenta y tres años, es licenciado en Historia Moderna y Contemporánea y titulado por la antigua Escuela Oficial de Periodismo de Madrid. Desde 1974 ha desarrollado en diversos medios una brillante labor profesional.

El Análisis

¿El límite de la protección de una fuente?

JF Lamata

«El Grupo KIO quiere vender su participación en Cartera Central», dijo una fuente a D. Jesús Cacho en EL PAÍS. Días después sale el representante de KIO, el financiero Sr. De la Rosa diciendo que todo es mentira y el Director de EL PAÍS, Sr. Cebrián, se enfurece y desvela que la fuente de les dijo que KIO quería vender había sido, precisamente, el Sr. De la Rosa. En principio, se supone que un periódico no debe revelar nunca quién se su fuente, pero EL PAÍS decidió saltarse la norma por la actitud ‘enredadora’ del financiero catalán.

D. Jesús Cacho reconocía, públicamente, ser amigo de D. Javier de la Rosa lo que ya de por sí le colocaba en una situación incómoda. Su negativa a ‘poner a parir’ en un artículo al Sr. De la Rosa le causaría su salida de EL PAÍS, tanto el Sr. Cebrián como él ampliarían detalles sobre el incidente durante una polémica en 1994, pero el Sr. Cacho ya tenía el ‘sambenito’ de ser ‘el periodista amigo del Sr. Cacho’ o ‘el periodista enemigo de ‘los Albertos’. Unos sambenitos que bloquearon su entrada a CAMBIO16, donde ‘Los Albertos’ tenían su influencia vía D. Carlos Bustelo. Al final el Sr. Cacho encontraría su hueco en EL MUNDO, donde uno de sus primeros artículos sería, precisamente, para elogiar a D. Javier de la Rosa.

J. F. Lamata