19 febrero 2011

Derrota del aparato del PSC de Montilla que apoyaba a Tura

Jordi Hereu volverá a ser candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona al derrotar a Montserrat Tura en las primarias

Hechos

Resultados primarias del PSC por la candidatura a la alcaldía de Barcelona (19.2.2011)

  • D. Jordi Hereu – 2.484 votos
  • Dña. Montserrat Tura – 1.669 votos

Lecturas

El alcalde de Barcelona, D. Jordi Hereu Boher, volverá a ser el candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona. El ‘aparato’ del PSC aún encabezado por D. José Montilla Aguilar consideraba que el Sr. Hereu Boher tenía todas las de perder frente al candidato de CiU D. Xavier Trias i Vidal de Llobatera, y preferían para el cargo a Dña. Montserrat Tura Camafreita. Pero el Sr. Hereu Boher se negó a renunciar forzando unas primarias entre los afiliados al PSC de Barcelona.

Los resultados son los siguientes:

  • Jordi Hereu Boher – 2.484 votos (59,53%)
  • Dña. Montserrat Tura Camafreita – 1.669 votos (40%).

Los afiliados han optado por el Sr. Hereu Boher como candidato nuevamente a pesar de las malas perspectivas del PSC en las encuestas para unas municipales en las que el PSC podría perder el mando de Barcelona que ha ocupado desde las primeras elecciones de 1979.

Ante la negativa del alcalde de Barcelona D. Jordi Hereu Boher a retirar su candidatura a la reelección como alcalde de la ciudad condal a pesar de la preferencia de la ejecutiva del PSC porque la candidata del PSC sea Dña. Montserrat Tura Camafreita, ex consejera de Justicia e Interior llevan a que la cuestión se zanje por primera vez con un proceso de primarias en un momento en que las perspectivas electorales del PSC con el Sr. Hereu Boher son bajísimas. Pese a ello el Sr. Hereu Boher ha demostrado tener más respaldo entre los militantes del PSC por Barcelona que la Sra. Tura Camafreita, del sector más nacionalista del PSC, que ha sido derrotada por lo que el Sr. Hereu volverá a ser candidato socialista a la alcaldía.

14 Enero 1991

Primarias en Barcelona

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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Los socialistas buscan renovarse ante la posibilidad de perder la mayor ciudad que gobiernan

La celebración de primarias para que el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC)decida quién será su candidato a la alcaldía de Barcelona es una buena noticia para el maltrecho prestigio de la política. La ex consejera de Justicia Montserrat Tura, que le disputará el liderazgo al actual alcalde Jordi Hereu, siempre ha sido una gran defensora de la conveniencia de estas elecciones, las primeras que efectúa el PSC. Ahora el aparato del partido ha prestado oídos a sus peticiones y ha hecho de la necesidad virtud. Y es que el socialismo catalán precisaba un revulsivo tras su histórica derrota en las autonómicas y el cambio de filas de Ferran Mascarell, socialista y eterno aspirante a alcalde, que Artur Mas fichó como consejero de Cultura del Gobierno de CiU.

Los socialistas llevan 33 años gobernando Barcelona y han perdido la Generalitat. Ahora -a la espera de un nuevo liderazgo- corren el riesgo de perder la capital catalana, donde el PSC está ocho puntos por debajo de CiU. En este contexto, el aparato ha dado el sí a las primarias, después de haber intentado por todos los medios posibles que Hereu desistiera de presentarse como candidato. Si el PSC se rigiera por el reglamento del PSOE, las primarias no se celebrarían, puesto que no están previstas allí donde gobierna el partido. Entre esas especificidades figura también que el aspirante debe presentar un 40% de avales de afiliados de Barcelona, lo que puede ser objeto de reducción.

El modelo que hasta ahora ha gobernado Barcelona toca a su fin si no se renueva. El actual alcalde presenta un balance jalonado de errores, a pesar de su sobresaliente gestión económica. Es cierto que Hereu ha gobernado en minoría -junto a ICV- y que se ha visto sometido al vaivén caprichoso de los votos de la oposición de CiU y ERC en temas como el referéndum para reformar la Diagonal. También es verdad que no han faltado las ocurrencias propias, como la de los Juegos Olímpicos de Invierno en épocas de cambio climático.

Ahora la celebración de primarias en el PSC debe obligar a los candidatos a presentar modelos de ciudad y a pensar proyectos. Decir que «Barcelona no se merece este espectáculo», como ha hecho CiU en respuesta a las primarias, es dar por buenas las dinastías que se han instalado en Convergència, donde nadie discute lo que la dirección decide. Así que bienvenidas sean las primarias, aunque sea por estado de necesidad.

21 Febrero 2011

Mimos políticos a Hereu

Alex Salmon

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SI A JORDI HEREU LE faltaban mimos para convencerse de que era el candidato de los socialistas catalanes a la Alcaldía de Barcelona, ya los tiene todos. No hay nada mejor que ganar unas primarias para entender que el partido está con el líder. Sin embargo, nadie puede negar que esta historia haya sido muy rara. ¿Qué se ha dicho en la trastienda? ¿Ganas de potenciar al candidato? ¿Ganas de quitar de en medio a Montserrat Tura? ¿Desconcierto absoluto solucionado día a día con improvisaciones? Aunque tenían poco sentido, las primarias le han de servir a Hereu para consolidarse como un peligroso candidato para Trias y Fernández Díaz. Y cuanto más díscolo sea con su partido, mejor. A Maragall le fue bien. Claro que también sale beneficiada Montserrat Tura. Los que pierden con estilo gustan. Así que ya sabe lo que debe hacer: buscar coaliciones en su partido a lo ancho de toda Cataluña para convertirse en su futura primera secretaria. ¿Alguien la engañó o se ha salido con la suya?

21 Febrero 2011

El fin de la trama

Salvador Sostres

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El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, ha ganado las primarias socialistas al ayuntamiento de la ciudad contra la voluntad y el pronóstico del aparato de un PSC que lleva camino de perderlo todo. La cúpula socialista quiso despachar a Hereu porque le creían y le creen un candidato perdedor. Pero el todavía alcalde se aferró a la poderosa federación de Barcelona de su partido, y finalmente 2.500 militantes y simpatizantes se han impuesto a la maniobra del aparato, pero también a la voluntad de la mayoría de los votantes socialistas de Barcelona, que en diferentes encuestas han expresado que votarían mucho más a su partido si la derrotada Montserrat Tura era la candidata.

A Hereu lo puso de alcalde el mismo aparato que ahora quería echarle, cuando calcularon que el entonces alcalde Joan Clos ya estaba amortizado. De modo que las primarias del sábado no sólo las perdió la aspirante Tura sino que también las perdió José Zaragoza, fontanero jefe del PSC y mano derecha de los Montilla y compañía, que con la marcha del ex presidente de la Generalitat se ha quedado sin demasiados apoyos dentro del partido. En el próximo congreso de Sitges, Zaragoza esperaba contar con el favor de Tura si era elegida primera secretaria del partido. Ahora Zaragoza podría acabar como los esclavos egipcios, enterrados vivos con su amo cuando éste moría.

Si como parece el PSC pierde la ciudad de Barcelona y CiU gobierna con la complicidad silenciosa del PP; y a cambio CiU apoya al PP para que Xavier García- Albiol sea cómodamente el próximo alcalde de Badalona, se da por casi hecho que CiU y PP podrían también arrebatarle al PSC la Diputación de Barcelona. Tal como el Ayuntamiento de Barcelona es el símbolo del poder municipalista de los socialistas -su verdadera esencia y razón de ser en Cataluña-, la Diputación es la mayor y más opaca y turbia fuente de financiación que han tenido los socialistas a su disposición -y prácticamente sin ningún control- desde la recuperación de la democracia.

Éste es el auténtico terror, el auténtico pánico del PSC. Para un partido que todo lo basa en subvencionar a los espíritus débiles y en comprar a los que ofrecen algo más de resistencia, es dramático quedarse sin su enorme teta proveedora. La victoria de Hereu en las primarias del sábado podría muy bien ser el principio del fin del PSC: del fin de su poder político si pierde Barcelona, y del fin de su infinita trama si pierde la Diputación y no puede seguir yendo de compras.

El desastre que el PSC ha significado para Cataluña ha sido tan colosal e indiscutible que podríamos asistir incluso a la desaparición del partido tal como hoy lo conocemos: CiU pudo soportar la oposición porque es un partido hecho a la medida del catalán medio y porque detrás hay un proyecto y un sentimiento, pero el PSC es una simple central de intereses, de poder y de favores que puede verse obligada a cerrar en pocos meses por cese del negocio.

Jugaron a ser marxistas, autogestionarios, sindicalistas, obreristas, federalistas, catalanistas y hasta nacionalistas. Todo lo han intentado parecer, han practicado cualquier farsa. Hasta que al final la gente se ha dado cuenta de que, más allá de una trama, no son nada.