25 julio 1990

Herrero responde desde ANTENA · TV recordando el pasado felipista de José Luis Gutiérrez

José Luis Gutiérrez (DIARIO16) acusa al programa ‘La Tarántula’ de ANTENA 3 TV de llevar sólo a tertulianos ‘felipistas’ por Miguel Herrero, Santiago Carrillo y Ernest Lluch

Hechos

Artículo publicado el 25 de julio de 1990 en DIARIO16.

25 Julio 1990

González y los teléfonos pinchados

José Luis Gutiérrez

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Miguel Herrero, el dirigente popular, ha dicho que está considerando la posibilidad de retirarse de la política. Una reflexón muy cabal la suya. Herrero, al que este columnista profesa gran amistad y afecto desde los últimos años del franquismo, cuando se definía a sí mismo como liberal, actualmente se encuentra claramente alineado con el felipismo. Ya tras la huelga general del 14-D prestó al tambaleante González un inapreciable servicio, apuntalando parlamentariamente a su Gobierno. Herrero sigue pensando que aquí lo que importa es la buena marcha de la economía y después montar un simulacro de bipartidismo, con el ÍPSOE en el Gobierno y el PP disimulando y representando su papel de oposición. Por eso cuando se dilucidaba el liderazgo del PP entre Herrero y Aznar, los propagandistas del felipismo y los asiduos de la Bodeguilla lanzaron una ensordecedora campaña a su favor, sin demasiado éxito.

Sus intervenciones en las tertulias de la, por otra parte, excelente Tarántula de Antonio Herrero en Antena 3 TV, junto con Carrillo y Lluch, eran un unánime coro felipista a tres voces pero en la misma clave politico-musical: la de El régimen.

Los principales problemas para Herrero son, muy en línea con las consignas felipistas, esa gaseosa monserga de los retos del 92. Mientras tanto, a Miguel Herrero y a tantos otros —y de ellos hablaremos otro día, a ver si se les cae la cara de vergüenza— no se les oye decir una sola palabra sobre la ciénaga de corrupción semiazteca en la que vivimos, —y que no nos hablen de Andalucía, oiga: el corrupto Richard Dailey fue alcade de Chicago varias décadas— ni, por supuesto, sobre el irrelevante detalle de que el teléfono de la madre del Rey y de la policía judicial que sigue el caso Juan Guerra estén al parecer intervenidos.