22 marzo 1992

Su gestión al frente de la APM dejó un agujero de 350 millones de pesetas

Luis Apostua Palos dimite como Presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid después de que una auditoría apuntara irregularidades

Hechos

El 2 de marzo de 1992 la Junta Directiva de la Asociación de la Prensa de Madrid aceptó la dimisión de D. Luis Apostua como su presidente.

Lecturas

D. Luis Apostua Palos ha ocupado la presidencia de la Asociación de la Prensa de Madrid desde 1983, pero su mandato ha acabado truncado después de que un grupo se socios y el propio secretario de la asociación D. Álvaro López Alonso, hicieran público los elevados sueldos que el Sr. Apostua se había puesto a sí mismo en la asociación. Escándalo que le ha llevado a anunciar su dimisión y a convocar nuevas elecciones para la Asociación de la Prensa para mayo de 1992.

El periódico ABC, en el que es colaborador el Sr. Apostua, no aireó el escándalo pero se apresuró en proponer a D. Carlos Luis Álvarez ‘Cándido’ como nuevo presidente para salvar a la institución del desprestigio.

JUAN ROLDÁN, EL ‘AZOTE’ DE APOSTUA

JuanRoldan02 D. Juan Roldán

El periodista D. Juan Roldán fue uno de las que encabezó la denuncia por irregularidades contra el Sr. Apostua. En mayo de 1992 hacía la siguiente explicación de los ‘errores del Sr. Apostua’ en una entrevista en DIARIO16:

«Descubrimos fundamentalmente dos situaciones anómalas: por un lado que Apostua se había adjudicado un sueldo mensual de un millón de pesetas como director del Centro de Prensa y por otro el traslado de fondos durante los años 1990 y 1991 entre la Asociación y la Federación. Calculamos que se transfirió una catnidad próxima a los 40 millones, aunque Apostua sólo reconoce algo más de veinte. Quiero asegurarme que salga a la luz todo».

Como se ve, el periodista Sr. Roldán, que sería candidato a la presiencia de la Asociación en las elecciones convocadas para reemplazar al Sr. Apostua no incluye en sus acusaciones al secretario de la APM, Sr. López Alonso, que en aquel momento era visto como un aliado suyo en la defenestración del Sr. Apostua.

06 Marzo 1992

Asociación de la Prensa: otra vez, el dinero

Cristina Frade

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A dimisión del presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, tras la dura denuncia escrita de varios directivos criticando su gestión económica, no es un incidente aislado si se consideran dos decenios y medio de polémicas sobre cuestiones patrimoniales, financieras y económicas que han rodeado, intermitentemente, a esta asociación profesional. La promoción por su presidente Lucio del Alamo de la Ciudad de los Periodistas, la pérdida del poderoso soporte financiero que suponía el monopolio informativo de la Hoja del Lunes, los avatares del Palacio de la Prensa en la Gran Vía madrileña y el traslado al palacete de Juan Bravo han sido episodios significativos en esa historia. Algunos críticos han señalado que durante largos años la Asociación tuvo más un significado económico -al proporcionar servicios médicos y farmacéuticos gratuitos,

gracias a sus amplios recursos, a sus afiliados- que de defensa profesional, y esa característica ha tenido un reflejo en las controversias surgidas a lo largo de los últimos años. El lunes pasado, con una escueta nota difundida a todos los medios de comunicación, la junta directiva de la Asociación de la Prensa de Madrid anunciaba que aceptaba la dimisión del que fue durante nueve años su presidente, Luis Apostua Palos. «De acuerdo con los estatutos, ha asumido la presidencia de la entidad el vicepresidente primero, Jesús de la Serna. En el transcurso de los próximos días se convocarán las elecciones para cubrir la vacante producida por la dimisión», concluía la nota, sin más explicación sobre el cese. Pocas horas después, Apostua,

que padece una dolencia cardiaca, atribuía su dimisión a motivos de salud, y no a un reciente informe sobre el estado de la Asociación: «Llevo enfermo desde hace algún tiempo y no tengo las debidas condiciones para el ejercicio de este cargo. Desde 1979 se hace una auditoría cada año. Esta es una más». Apostua valoraba además positivamente su actuación al frente de la Asociación: «Recibo una cosa mala y la devuelvo reconstruida. Estaba embargada por unos 1.400 millones de pesetas y actualmente tiene un patrimonio que está por encima de los 3.500 millones ele pesetas». Sin poner en duda sus realizaciones al frente de la Asociación, el informe de una asesoría privada pone de manifiesto, no obstante, «el desorden y la arbitrariedad» de la situación administrativa y contable, así como «la marginación del tesorero, hasta el punto de no tener ni siquiera firma», según varios miembros de la junta directiva. Entre otros hechos, señala que Apostua se puso a sí mismo, sin conocimiento de la junta, un sueldo de 15 millones de pesetas anuales como director del Centro de Prensa de Madrid, cantidad que, unida a otras cuantiosas percepciones por representación, se eleva hasta un total todavía no determinado.

También se descubre la desviación de importantes cantidades de dinero, en cuantía indeterminada, pero en todo caso superior a 20 millones de pesetas, desde la Asociación a la Federación de Asociaciones de la Prensa (FAPE), presidida igualmente por Apostua. La junta y el tesorero también ignoraban esta transferencia. La junta directiva acordó el pasado 4 de febrero el encargo a Price Waterhouse de una auditoría del ejercicio 1991 y la realización inmediata de un presupuesto para 1992. También se decidió suspender de sus funciones al director administrativo de la Asociación. Apostua calificó entonces estas medidas de «bofetada personal». En una reunión posterior, el 17 de febrero, Apostua puso su cargo a disposición de la junta directiva, a condición de que sus miembros también dimitieran. Estos no quisieron aceptar el cese, al no considerarse responsables de la situación actual, un sobresalto económico más en la historia de la Asociación. El más sonado fue sin duda el de la Ciudad de los Periodistas «sin duda una gran obra social, pero muy mal enfocada y peor resuelta», del que aún hoy quedan cuestiones por resolver, según reconoce el secretario general de la Asociación, Alvaro López Alonso. Pero también fue importante en la ruptura del equilibrio económico de la Asociación la pérdida de su monopolio informativo de los lunes -por iniciativa de Diario 16 en 1981, que fue una concesión de tiempos de la dictadura de Primo de Rivera que aseguraba unos ingresos amplios y seguros. La Hoja del Lunes acabó cerrando ante la aparición ese día de todos los diarios de Madrid. Unos años antes, en 1966, con la intención de aliviar las estrecheces de los periodistas madrileños, la Asociación inició un plan de construcción de viviendas en unos terrenos destinados por ordenanza a viviendas unifamiliares. Los chalets adosados que se tenía previsto construir en un principió se convirtieron finalmente en más de mil pisos en 17 alturas, con la recalificación de toda la zona. La actuación del presidente de entonces, Del Alamo, fue criticada. Las obras se contrataron con tres constructoras: Agroman, Becosa y. Goicoechea. Mientras las dos primeras cumplieron sus contratos en los plazos previstos, Goicoechea hizo suspensión de pagos, por lo que se hubo de contratar a otras empresas para finalizar su parte del encargo. Una huelga de la construcción, la primera desde la guerra civil, retrasó aún más la entrega de las viviendas, hasta 1973. El coste de la Ciudad de los Periodistas se elevó por encima de lo previsto. Al tratarse de precios de venta previamente cerrados, la Asociación tuvo que asumir una deuda, valorada inicialmente en torno a los 600 millones de pesetas, que ascendió con los distintos recargos a 1.300. Sin embargo, «no fue Apostua quien resolvió esta deuda sino Luis María Anson», presidente de la Asociación desde 1979 a 1983, explica Alvaro López Alonso. «Cuando en abril de 1983 Apostua llega a la presidencia, queda todavía una deuda de 500 millones de pesetas, pero es una deuda negociada».

«De ahí viene lo qué se debe todavía al Ministerio de Hacienda, que no es ni mucho menos algo desconocido, como se ha dicho. Lo que pasa es que no estamos de acuerdo con la liquidación que ha hecho Hacienda y estamos negociando». Otros directivos consideran, sin embargo, que aunque Ansón se encargó de diseñar la estrategia económica, a Apostua le correspondió pagar muchas de las deudas y realizar las gestiones pendientes. Con él se recuperaron las cinco plantas del Palacio de la Prensa de Callao, locales históricos de la Asociación, que habían quedado en propiedad de la Caja de Ahorros de Madrid en función de la deuda. La sede actual de la calle Juan Bravo es una cesión del Patrimonio Sindical. Junto a ella se empieza a construir en 1988, con una subvención del Ministerio del Portavoz del Gobierno y de la Comunidad de Madrid, el Centro de Prensa, otra obra que ha traido la polémica. Para evitar una crisis como la de la Ciudad de los Periodistas, se decide crear una sociedad de gestión, en la que la Asociación participa con un 75% y en cuyo consejo de administración están representados los editores de diarios y revistas, la Asociación de Radiodifusión Privada y Televisión Española. Aunque a efectos de funcionamiento el Centro de Prensa depende totalmente de la Asociación; el sueldo de su director, por ejemplo, no tuvo que ser sometido a. la aprobación de la junta directiva. En la última .reunión, se pidió al asesor jurídico un informe sobre la conveniencia de reintegrar la gestión del Centro a la Asociación. También ha quedado clara la necesidad de profesionalizar el sistema administrativo y contable. Mientras se resuelve la auditoría de Price Waterhouse -la primera, ya que hasta ahora sólo se hacía censura de cuentas-, uno de los directivos afirma: «Los periodistas debemos ser los primeros en dar ejemplo y denunciar cuando tenemos sospechas de que hay algún caso de corrupción».

18 Marzo 1992

La Asociación de la Prensa de Madrid hace públicas las irregularidades de Apostua

EL PAÍS (Director: Joaquín Estefanía)

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La junta directiva de la Asociación de la Prensa de Madrid ha enviado a sus asociados un informe en el que se hacen públicas algunas «irregularidades» contables descubiertas en los últimos años del mandato del anterior presidente, Luis Apostua, que dimitió «por motivos de salud», tras nueve años en el cargo, el pasado día 2. Ese mismo día la junta iba a plantear una moción de censura contra él. Ayer fueron convocadas elecciones en la Asociación para el puesto de presidente.Entre los datos difundidos por la Asociación de la Prensa de Madrid figura que Apostua tenía un sueldo anual de 15 millones de pesetas como director del Centro de Prensa. Al mismo tiempo ha trascendido que durante 1990 percibió tres millones de pesetas, pendientes de justificar, para «gastos y suplidos». Durante el año mencionado adquirió, con cargo al Centro de Prensa, dos localidades, a nombre de Luis Apostua, para todas las corridas de toros de las ferias de San Isidro y de Otoño que supusieron una desembolso de 346.493 pesetas. Apostua percibía también un salario de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE) desde enero de 1984. Durante 1990 tenía una asignación mensual de 350.000 pesetas. Ha sido el primer presidente que ha percibido un sueldo de la FAPE en los 70 años de historia de este organismo.

Por otra parte, según consta en la Asociación de la Prensa de Madrid, Apostua pasó facturas de taxi por una valor que oscilaba entre 8.000 y 11.000 pesetas cada carrera. Siempre era el mismo taxista el que lo trasladaba desde El Escorial, lugar de la segunda residencia de Apostua, hasta Madrid. En ocasiones el taxista le trasladaba desde su domicilio hasta la clínica Puerta de Hierro, donde Apostua recibió tratamiento médico para su enfermedad coronaria. La Asociación de la Prensa dispone también de facturas de comidas, en restaurantes del entorno de El Escorial, por importes que oscilan entre 14.000 y 45.000 pesetas.

Luis Apostua, que ayer no pudo ser localizado por este periódico, calificó, en la última reunión de la comisión permanente de la FAPE, de «inocuas difamaciones» las acusaciones que formula contra él la junta de la Asociación de Madrid. «Me causa estupor esta agresividad contra mí», dijo. «Alguien ha tocado la campana y ha dicho que la silla es para otro», señaló. Apostua declaró a la agencia Efe que no tiene apego al cargo, y que sólo conservaba el cargo de la FAPE «porque es casi honorífico».

20 Marzo 1992

Matizaciones de Luis Apostua

Luis Apostua

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Transcribo a continuación una serie de complementos informativos sobre las reiteradas informaciones que me han dedicado y especialmente la de hoy [18 de marzo]. Los puntos concretos que quiero resaltar son los siguientes:

1. Entradas de toros. Estas entradas de toros han sido básicamente destinadas a las relaciones públicas de la Asociación de la Prensa y del Centro de Prensa y han sido utilizadas por consejeros, médicos y abogados de los cuadros de la asociación y otras personas a las que debemos muchos favores. Cuando yo he utilizado esas entradas he reembolsado su importe a la Asociación de la Prensa de Madrid, como se demuestra por la siguiente relación: cheque Banesto de 31-10-1991, por 59.800 pesetas, de las cuales 18.200 pesetas corresponden a entradas de toros; cheque Banesto de 11-11-1991, por 137.370 pesetas.

2. Taxis. Debido a mi enfermedad, me resulta muy peligroso conducir, especialmente de noche, de forma que cuando ha habido actos nocturnos he precisado del concurso de un taxi de El Escorial (estoy dispuesto a facilitar la relación completa de los viajes). Cuando los taxis han sido para mi servicio particular, como visitas al médico y demás, han sido reembolsados mediante cheques a la Asociación de la Prensa de Madrid, como, por ejemplo, el cheque Banesto por 41.903 pesetas, de fecha 21-11-1992, y otro de 20-11-1991, por importe de 40.926 pesetas. El promedio de los gastos de taxis son 31.000 pesetas al mes.

3. Sueldo de FAPE. Extracto del acta del Consejo Directivo de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España de octubre de 1985, en San Sebastián: «Don Álvaro López Alonso, secretario general de la Asociación de la Prensa de Madrid, informa que la excedencia sin sueldo del presidente, don Luis Apostua, que había pedido en Editorial Católica para dedicarse plenamente a sus tareas como presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid estaba a punto de expirar y añadió que la Asociación de la Prensa había pedido al señor Apostua que prolongara su excedencia por el mismo motivo e instaba al Consejo Directivo de la FAPE a hacer suya tal petición». El sueldo que se me atribuyó en esa ocasión significaba dos terceras partes del sueldo que tenía como subdirector de Ya, como puedo demostrar por las propias declaraciones de la renta.

4. Almuerzos en El Escorial. Todos esos almuerzos han sido invitaciones a importantes personalidades del mundo informativo o político que han participado en los cursos de verano de la Universidad Complutense y que hacían el honor de aceptar una invitación de la Asociación de la Prensa de Madrid. (Se dispone de la relación completa de esos almuerzos y de las personas agasajadas).

5. Sueldo del Centro de Prensa. El sueldo de mi trabajo como director del Centro de Prensa procede de un acuerdo básico de la Junta Directiva de la Asociación de la Prensa, al cual prestan su conformidad los mismos directivos que ahora quieren negar aquel acuerdo de fecha 12 de diciembre de 1990. Entre esos asistentes están D. José Julián Barriga, D. Jesús Picatoste, D. Carlos E. Rodríguez, D. Juan Roldán y D. Alvaro López Alonso. Este puesto profesional es el que se extinguirá en virtud de expediente médico de invalidez.

Luis Apostua

20 Marzo 1992

Carlos Luis Álvarez, posible candidato a la presidencia de la Asociación de la Prensa

ABC (Director: Luis María Anson)

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Un amplio grupo de periodistas, entre los que se encuentran directores, firmas de prestigio y profesionales de los distintos medios, han pedido a Carlos Luis Álvarez ‘Cándido’, que presente su candidatura a la presidencia de la Asociación de la Prensa de Madrid en las elecciones convocadas para el próximo 6 de mayo, tras la reciente dimisión de Luis Apostua. Los periodistas aludidos entienden que la crisis padecida por la Asociación requiere llevar a su presidencia a un periodista ‘de la calidad profesional, peso intelectual e independencia acreditados por ‘Cándido’ en su dilatada trayectoria profesional’.