23 junio 1990
Gran subida del Partido Andalucista con el alcalde de Jérez Pedro Pacheco como su candidato a la presidencia de la Junta
Elecciones Andalucía 1990 – Manuel Chaves logra la tercera mayoría absoluta consecutiva del PSOE andaluz frente a la derecha
Hechos
El PSOE ganó las terceras elecciones al Parlamento de Andalucía y, por tercera vez, por mayoría absoluta.
Lecturas
El 23 de junio de 1990 se celebran las terceras elecciones en Andalucía (las anteriores elecciones fueron en 1986, coincidiendo con las Generales de ese año
En estas elecciones el PSOE presenta a un tercer candidato diferente, dado que en 1988 el aparato del PSOE de D. Alfonso Guerra González, había retirado su confianza a D. José Rodríguez de la Borbolla Camoyán (cesado como secretario general del PSOE andaluz), ante lo cual D. Felipe González Márquez ha designado al hasta ahora ministro D. Manuel Chaves González como nuevo candidato del PSOE a presidir por Andalucía.
El Partido Popular presenta como candidato a una figura de escasa popularidad, D. Gabino Puche Rodríguez-Acosta, que sucedió al Sr. Hernández Mancha al frente de los populares en Andalucía.
El PP centra su campaña en el ‘caso Juan Guerra’ (presunto tráfico de influencias del Gobierno del PSOE favoreciendo los negocios del hermano del vicepresidente D. Alfonso Guerra).
Izquierda Unida presenta como candidato a su secretario general en Andalucía, que ya fue candidato en 1982 mientras que el Partido Andalucista presenta a su presidente, el alcalde de Jerez D. Pedro Pacheco Herrera.
Entre las formaciones que también intentan hacerse un hueco en el parlamento andaluz el CDS que presenta de candidato D. Luis Plaza y la nueva formación política Democracia Socialista (DS), escisión fundada por D. Ricardo García Damborenea y que presenta como candidata a Dña. Remedios Vargas.
Dándose los siguientes resultados:
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- PSOE – 62 escaños.
- PP – 26 escaños.
- IU – 11 escaños.
- PA – 10 escaños.
- CDS – 0 escaños.
- DS – 0 escaños.
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Estos resultados dejan a dos ganadores. D. Manuel Chaves González, que será el nuevo presidente de Andalucía y al líder andalucista, D. Pedro Pachecho Moral, que ha logrado el mejor dato para los andalucistas en unas elecciones autonómicas con 10 escaños. La derecha sigue sin ser capaz de acercarse al poder en Andalucía.
Partido Socialista Obrero Español
62 escaños
El hasta ese momento presidente de Andalucía D. José Rodríguez de la Borbolla había sido desalojado del liderazgo del PSOE andaluz mediante una operación interna pilotada por el sector guerrista del PSOE (D. Alfonso Guerra y D. Carlos Sanjuán) que resultaría traumática en la estabilidad del partido.
El ministro de Trabajo, D. Manuel Chaves, sería el encargado de reemplazarle y aunque llegó del brazo de los ‘guerristas’, el Sr. Chaves se encargaría de liberarse de sus ‘tutores’, primero distanciándose y luego batallando hasta tomar el poder completo en 1994.
Partido Popular
26 escaños
El PP se presentó a aquellos comicios con perfil bajo y un candidato de poca fuerza en una actitud criticada incluso por medios afines como el diario ABC.
Durante la campaña el PP buscó más hacer campaña contra el PSOE nacional por el caso Juan Guerra y no tanto en conquistar Andalucía por considerar que no tenía ninguna posibilidad de lograr esa meta.
Izquierda Unida - Convocatoria por Andalucía
11 escaños
D. Felipe Alcaraz era el líder oficial del Partido Comunista de Andalucía desde la creación de la autonomía andaluza. Bien es cierto que durante el periodo 1985-1988 el líder moral fue D. Julio Anguita, aunque él siguiera siendo el Secretario General del PCA.
Durante aquella campaña el Sr. Alcaraz mantuvo un estilo agresivo contra el PSOE por el ‘caso Juan Guerra’ intentando imitar el estilo del Sr. Anguita, pero no pudo igualar los votos que ‘el califa’ tuvo en 1986 pegando así un bajón y abriendo la vía a un nuevo liderazgo del comunismo andaluz.
Partido Andalucista
10 escaños
El otro gran ganador de esas elecciones junto al Sr. Chaves fue el Partido Andalucista y su presidente D. Pedro Pacheco. El andalucismo había tenido resultados desastrosos en las elecciones autonómicas de 1982 y 1986.
Ahora por primera vez lograban unos más que dignos 10 escaños que eran una recompensa al carisma de D. Pedro Pachecho (que simultaneaba su candidatura con la alcaldía de Jerez) y D. Alejandro Rojas Marcos (látigo desde el Congreso contra el PSOE por el caso Juan Guerra). Este éxito se sumaba a haber conseguido 2 escaños en el Congreos y uno en Estrasburgo 1989. Su siguiente apuesta: la alcaldía de Sevilla con la que el andalucismo tocó techo, para acto seguido volver a hundirse.
Centro Democrático y Social
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Ni en sus mejores momentos (periodo 1986-1989) el CDS del Duque de Suárez logró colarse en el Parlamento Europeo, por lo que difícilmente lo iba a conseguir ahora cuando la estrella política de la formación centrista iniciaba su camino al abismo.
Democracia Socialista
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El dirigente crítico del PSOE, el vasco D. Ricardo García Damborena fue expulsado del partido a principios de año, por lo que a toda piso quiso que su corriente se convirtiera en partido para poder concurrir a aquellos comicios y que la Junta Electoral no le admitiera. Temiendo que no le diera tiempo llegó a plantearse presentarse por un residual Partido Socialista Federal. Al final no hizo falta y la Junta permitió a DS presentarse. Su candidata fue Dña. Remedios Vargas, que no se cansó de repetir en la campaña que el socialismo andaluz era un vox populi la corrupción de los hermanos D. Alfonso y D. Juan Guerra. A pesar de que desde la derecha mediática se les miró con simpatía no lograron suficientes votos para obtener representación.
El Sr. García Damborenea se jugaría, pues su supervivencia política y la de su partido, DS, en las elecciones vascas previstas para finales de ese mismo año.
El Análisis
Las elecciones que ganó Alfonso Guerra
El protagonismo político de aquellas elecciones no fue del candidato ganador, el Sr. Chaves (que acababa de dejar el Gobierno para afrontar este reto) ni mucho menos del escasamente conocido Sr. Puche. El protagonista de la campaña fue el Vicepresidente del Gobierno, D. Alfonso Guerra, salpicado por un caso de corrupción de su hermano, D. Juan Guerra. Por lo que el PP no buscó tanto conquistar el poder andaluz, una misión que consideraban en ese momento imposible, como en desgastar al PSOE por ese caso.
El PSOE, por su parte, centró su campaña en defender la honorabilidad del Sr. Guerra hasta el punto que la campaña pareció un referendum entre ‘Alfonso Guerra sí o Alfonso Guerra no». Y si la cosa se veía así, ganó el ‘Sí’. De momento el Sr. Guerra mantenía el apoyo del electorado socialista. El problema del Sr. Guerra no vendría por las urnas, sino que tras tantos años en batallas internas había muchos en el PSOE que estaban deseando la ocasión para pasar factura y ahora tendrían su oportunidad..
J. F. Lamata