15 septiembre 1999

El Consejo de Administración del diario la destituyó acusándola de estar favoreciendo a los intereses empresariales de su marido Sánchez Carrascosa

Golpe sísmico en el periodismo valenciano: María Consuelo Reyna Domenech despedida como directora de LAS PROVINCIAS tras 27 años

Hechos

El 14.09.1999 El Consejo de Administración de Federico Domenech S. A. (FEDSA), la empresa propietaria del diario LAS PROVINCIAS, decidió relevar como directora a Dña. María Consuelo Reyna.

Lecturas

El 15 de septiembre de 1999 el periódico Las Provincias anuncia la destitución de Dña. María Consuelo Reyna Domenech como Directora del periódico. Dña. María Consuelo Reyna era considerada como la mujer que controlaba el periódico desde que en 1972 asumiera el cargo de Subdirectora (en sustitución de D. Vicente Badía Marín) y en 1992 el cargo de Directora a la muerte de D. José Ombuena Antiñolo.

Las Provincias es propiedad de la empresa Federico Domenech S. A., formado por los descendientes del fundador divididos en dos ramas, las de las dos hijas de D. Federico Domenech Muñoz. Los hijos de Dña. Purificación Domenech (Dña. María Consuelo Reyna Domenech, D. José Reyna Domenech, D. Enrique Reyna Domenech, D. Javier Reyna Domenech, D. Santiago Reyna Domenech y Dña. María Reyna Domenech) y los hijos de Dña. Guadalupe Domenech  (D. Guillermo Zarranz Domenech, Dña. Guadalupe Zarranz Domenech, D. Gonzalo Zarranz Domenech, Dña. María Reyes Zarranz Domenech y Dña. María Amparo Domenech Reyes). La destitución se produjo por la decisión de todos los Zarranz Domenech de votar a favor de la destitución de su prima y, principalmente, por la decisión de D. José Reyna Domenech de unirse a sus primos y votar contra su propia hermana. El motivo principal aducido por los Zarranz y por D. José Reyna Domenech era la excesiva influencia de D. Jesús Sánchez Carrascosa (entonces marido de Dña. María Consuelo Reyna) en Las Provincias. El nuevo Director será el hasta ese momento director, D. Francisco Pérez Puche, que suavizará la línea editorial.

El despido de Dña. María Consuelo Reyna Domenech es aireado por medios competidores. Mientras El Mundo de Valencia de D. Benigno Camañas Sanz se despide de ella con crítica, pero también con elogios, al igual que Juan José Pérez Benlloch en El País, otros hacen leña del árbol caído felicitándose por la destitución como es el caso de D. Miquel Alberola (El País, 18 de septiembre de 1999), D. Joan Álvarez (Levante, 19 de septiembre de 1999) o la revista El Temps que dedicará un número completo a celebrar la destitución de Reyna por considerarla ‘anti-catalana’. El 10 de octubre de 1999 Levante vuelve a publicar una nota crítica contra Reyna con motivo de la concesión por parte de la Generalitat de la Alta Distinción a Dña. María Consuelo Reyna Domenech en un acto al que el rector de la Universidad de Valencia, D. Pedro Ruiz Torres, se negó a ir por considerar que Reyna “no cumple las mínimas nromas de la democracia”.

La revista EL TEMPS publicó una caricatura en la que se veía al presidente de la Generalitat Valenciana ante dos ‘trofeos’: los decapitados D. Jesús Sánchez Carrascosa (ex director de CANAL 9) y Dña. Consuelo Reyna (ex directora de LAS PROVINCIAS).

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El diario LAS PROVINCIAS explicó la destitución de Dña. Consuelo Reyna de la siguiente manera:

NOTA OFICIAL  DE FEDERICO DOMENECH S. A. PUBLICADA POR LAS PROVINCIAS:

La dirección de la empresa Federico Domenech SA, editora del periódico LAS PROVINCIAS, decidió ayer relevar de sus funciones de directora del periódico LAS PROVINCIAS a doña María Consuelo Reyna Domenech. La empresa Federico Domenech agradece muy calurosamente los servicios prestados por doña María Consuelo Reyna Domenech desde que en el año 1972 asumió el cargo de subdirectora de LAS PROVINCIAS y subraya especialmente la activa labor que, desde el año 1992, ha desempeñado en la dirección de LAS PROVINCIAS.

La empresa editora, consciente de la importancia que este momento tiene para esta casa, quiere subrayar la extraordinaria labor que doña María Consuelo Reyna Domenech ha desplegado durante años en defensa de los intereses valencianos; asimismo, pone de relieve ante sus lectores que, desde la dirección del periódico, la periodista que ahora nos deja ha desempeñado una tarea improba a la hora de definir y sostener los signos que proclaman la inequívoca personalidad valenciana.La empresa editora de LAS PROVINCIAS, también ayer, tomó el acuerdo de nombrar director en funciones de LAS PROVINCIAS a D. Francisco Pérez Puche, subdirector del periódico desde el año 1992, y de depositar en él su entera confianza para que siga al frente de la redacción en una línea de renovación, pluralismo, apertura hacia nuevos horizontes informativos y defensa de los intereses valencianos. 

La nota, como es lógica, no daba ninguna pista sobre los motivos de la destitución de la Sra. Reyna que, hasta ese momento, estaba considerada la periodista más poderosa de la Comunidad Valenciana.

El principal competidor de LAS PROVINCIAS, el diario LEVANTE – El Mercantil Valenciano explicaba en su edición del día 15 un fuerte enfrentamiento en el Consejo de Administración de su rival entre los Zarranz Doménech y los Reyna Doménech.

El principal responsable del despido de la Sra. Reyna era el presidente del Consejo de Administración de FEDSA, D. Guillermo Zarranz, que – de acuerdo con lo publicado por LEVANTE – estaba harto de que el diario promocionara los negocios de D. Jesús Sánchez Carrascosa (marido de Dña. Consuelo Reyna), en especial la compañía Valencia Te Ve, en cuyo accionariado estaba la propia Dña. Consuelo Reyna, y que logró una concesión de licencia FM. El apoyo de un miembro de la familia Reyna, D. José Reyna, al Sr. Zarranz fue clave para derribarla. El diario LEVANTE también se daba auto-bombo a sí mismo asegurando que también se debía al triunfo de LEVANTE, que había superado en tirada a LAS PROVINCIAS.

 D. Guillermo Zarranz y D. José Reyna fueron los responsables de la destitución de Dña. María Consuelo Reyna.

AMPLIAS ALEGRÍAS POR EL DESPIDO DE LA SEÑORA REYNA:

Temps La revista catalanista EL TEMPS publicó una recopilación de declaraciones celebrando el despido de Dña. María Consuelo Reyna como directora del diario LAS PROVINCIAS, recopilamos algunas:

 – Editorial EL TEMPS: «La destitución de María Consuelo Reyna como directora de LAS PROVINCIAS puede configurar una nueva etapa. Una etapa en la que el diario vuelva a respetar las reglas del juego democrático».

 – Gloria Marcos (EU-IU): «M. Consuelo Reyna ha estado veinte años dedicada a desbaratar los intentos por normalizar el País Valenciano, la lengua y nuestros signo de indentidad (…) Mientras Zaplana era el aspirante, ella tenía la sartén por el mango. Ahora sel a han quitado de las manos.

– Josep Lluis Carod Rovira (ERC): «He recibido esta noticia con satisfacción. Aunque se ha debido a motivos económicos y no ideológicos (…) Esta destitución podría significar el principio de la eleminiación del anticatalanismo estúpido de una política informativa dirigida a todos los valencianos y podría contribuir a la unión de los países catalanes.

– Rafael Ribó (ICV): «Durante dos duras décadas ese diario ha sido un instrumento al servicio de la derecha ‘carpetovetónica’ del País Valenciano. Cabe esperar que con esta destitución, LAS PROVINCIAS deje de fabricar fantasmas, estereotipos y prejuicios».

– José Luis Lassaleta (ex alcalde de Alicante con el PSOE): «Para los demócratas es una buena noticia que M. Consuelo Reyna haya desaparecido del mapa mediático valenciano».

– Baltasar Porcel: «Lo único que puedo decir es que esta señora ha realizado un trabajo de política informativo que considero el más brutal que se ha hecho desde España desde el final de la Guerra Civil».

– Ramón Cerdá: «Yo he estado entre las víctimas de esta señora, y la verdad es que me alegro, sinceramente, de la destitución».

VALENCIA TE VE ORGANIZÓ UN HOMENAJE A MARÍA CONSUELO REYNA

La cadena de televisión valenciana privada VALENCIA TE VE fue la cadena de televisión en el que Dña. María Consuelo Reyna concedió su primera entrevista tras su despido de LAS PROVINCIAS, fue el 23.09.1999 en el programa de D. Julio Tormo y la entrevista derivó en un programa de homenaje a la Sra. Reyna (se daba la circunstancia de que VALENCIA TE VE era propiedad del Sr. Sánchez Carrascosa el entonces marido de la Sra. Reyna).

zapreyna0 Dña. María Consuelo Reyna explicó que había sido despedida de LAS PROVINCIAS ‘por motivos organizativos, según figuraba en la nota de despido’ y que ahora ‘estaba en el paro’. La Sra. Reyna no pudo evitar emocionarse ante las reiteradas llamadas de miembros del público para mostrar su apoyo a la veterana periodista.

zapreynazaplana D. Eduardo Zaplana, Presidente del a Generalitat de la Comunidad Valenciana y presidente del PP valenciano, a quien tanto había apoyado editorialmente LAS PROVINCIAS, compareció en el programa de VALENCIA TE VE para expresar su respeto y cariño a la Sra. Reyna: «Es una persona que ama y quiere a Valencia como muy pocas personas», «ha escrito páginas de la historia de Valencia».

zapReynaRitaBarbera  La alcaldesa de Valencia Dña. Rita Barberá y dirigente destacado del PP también intervino en el programa de VALENCIA TE VE para apoyar a Dña. María Consuelo Reyna, a quién definió como ‘amiga personal desde siempre’. La Sra. Barberá había sido periodista de LAS PROVINCIAS a las órdenes de la Sra. Reyna durante la transición. La Sra. Barberá recordó las causas de El Saler y del cauce verde.

zapReynaRitachiquillo El presidente de Unió Valenciana (UV), D. José María Chiquillo, también intervino en el programa. LAS PROVINCIAS durante la dirección de la Sra. Reyna mantuvo una línea editorial próxima a UV cuando este partido estuvo liderado por D. Vicente González Lizondo, pero coincidiendo con el desplazamiento de este, el diario había ido distanciándose de UV y acercándose al Partido Popular valenciano.

zapReynaBrosetaQuizá la intervención más emotiva fue la del hijo de D. Manuel Broseta. El columnista de LAS PROVINCIAS y gran amigo de la Sra. Reyna, asesinado por ETA en 1992, el que fue considerado como el día más difícil para ella como periodista. El Sr. Broseta comentó «siempre agradeceremos el gran apoyo que nos diste, en ti siempre tuvimos el apoyo».

16 Septiembre 1999

M. C. Reyna

J. J. Pérez Benlloch

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Que confundiese los intereses de la empresa con los muy exclusivos conyugales contribuía al jaque mate que se le ha decretado.

La jornada del martes pasado se inició con un repique de teléfonos. Mucha gente quería ser titular de la primicia: «no te lo vas a creer», te espetaban, sin más prolegómeno, «María Consuelo (Reyna, por supuesto) ya no es directora de LAS PROVINCIAS». Mientras digerías la novedad te endosaban las claves imaginarias del acontecimiento. Y a renglón seguido, claro está, te sumabas a la legión de voceros. Al fin y al cabo, no era la noticia del día, ni del lustro, porque es muy probable que ninguna otra haya provocado en Valencia más efervescencia desde el tejerazo del año 81, y no creo exagerar. La constatación, por otra parte, es una suerte de reconocimiento a la periodista valenciana que ha suscitado más fobias y filias por metro cuadrado de lectores y durante más años sucesivos. Podremos cuestionar la exquisitez de su prosa o la perversidad (según cómo se mire, obviamente) de sus criterios y cruzadas, pero lo bien cierto es que nadie podía mostrarse indiferente ante la columna que cada mañana nos amenizaba o fastidiaba el primer café. Incluso quienes se vetaban su lectura revelaban una beligerancia singular que conllevaba un tributo tácito a la dimensión social de la polémica directora. El fenómeno, por más que a determinados individuos les enoje, requiere algún análisis detenido, sociológico o quizá psiquiátrico, pero en todo caso nada trivial, a nuestro juicio. Análisis, digo, de esa capacidad de comunicación con su fervorosa feligresía y con sus encrespados adversarios. En este sentido he de confesar que siempre, en todos los cenáculos y al margen de las no pocas y profundas discrepancias, he defendido esa su aptitud movilizadora, que no es sino eficacia. Tanta que, entre otras claves del relevo que aducirán los más enterados, tengo dicha eficacia como uno de los motivos del mismo, pues la obstinada columnista había conseguido convertir en línea editorial sus muy personales y a menudo viscerales opiniones, diluyendo o desfigurando los principios fundacionales liberal conservadores del rotativo.

Que además confundiese los intereses de la empresa con los muy exclusivos conyugales contribuía al jaque mate que se le ha decretado. A partir de ahora cabe esperar que, sin adulterar su centenaria línea informativa u opinante, determinados asuntos se sosieguen, desactivándose los radicalismos chovinistas y belicosos del diario. No pocos de sus lectores echarán a faltar la homilía cotidiana, la pócima doctrinal que les tonificaba. A cambio, saldrá ganando la paz civil y, tengo para mí, que el mismo periódico. No menos saldrá ganando la clase política, o un buen fragmento de ella, por lo general amedrentada por la condena o el plácet de la columnista. En este aspecto, nada he de reprocharle a la colega. Al fin y al cabo, los políticos aludidos, con su actitud genuflexa u obsequiosa, le han otorgado ese raro poder y temeridad para dar y quitar prestigios o condimentar la vida pública. Ignoro si M. C. Reyna continuará en el tajo de este oficio. Es el suyo, el que quiso desde su primera adolescencia, y me resisto a pensar que se quede cruzada de brazos, en actitud jubilar. Pero si se inclina por el ocio y éste le oprime, le sugiero que escriba sus recuerdos, aunque no haya conservado, como dice, una sola nota o apunte. Ha estado en todas las batallas y tiene memoria.

J. J. Pérez Benlloch

18 Septiembre 1999

Fata Morgana

Miquel Alberola

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Fernando Abril Martorell apostó fondos reservados a grupúsculos, que fueron simplemente franquistas con piel de cordero regionalista, como fuerza de choque para desgastar al PSOE en beneficio de UCD. Aunque el experimento se le fue de las manos a ese estratega y derivó en un movimiento de vísceras y entrañas que ella lideró, adoctrinó, agitó y usó a su antojo.

María Consuelo Reyna fue una de las figuras más singulares de la transición y de lo que ha sucedido luego, dicho sea desde la diferencia y la repulsa por el método y el discurso que instauró en LAS PROVINCIAS, ahora que su propio entorno le ha arrebatado el pedestal desde donde ha elevado el mal de ojo a la categoría de sacramento tipográfico. Ningún personaje contemporáneo ha convulsionado tanto a Valencia -y por ser éste el epicentro de un territorio, también al resto del país-, como esta periodista agria, que desde 1972 dirigió el periódico decano desde la subdirección, mientras don José Ombuena se empleaba a fondo en el dístico elegíaco. Destiló su temperamento de hechicera jugando al poder cuando Fernando Abril Martorell apostó fondos reservados a grupúsculos, que fueron simplemente franquistas con piel de cordero regionalista, como fuerza de choque para desgastar al PSOE en beneficio de UCD. Aunque el experimento se le fue de las manos a ese estratega y derivó en un movimiento de vísceras y entrañas que ella lideró, adoctrinó, agitó y usó a su antojo. Ése fue el día en que Fata Morgana hibernó a Merlín. Desde su laboratorio decidió asuntos que correspondían a instituciones públicas, nombró gobiernos, interfirió trayectorias, criminalizó actos y actitudes democráticas, incluso a ciudadanos respetables, y sojuzgó a empresarios y gobernantes y sembró el desasosiego en el paisaje político, social, económico y cultural. Desde la distorsión de la línea de su periódico libró esa misma guerra de sentimientos equívocos sobre todos los escenarios: los libros de texto, las esculturas públicas, el jardín del Turia, la Universidad o el Palau de la Música. Día a día suministró la dosis de ponzoña necesaria para prolongar la adicción a un trastorno que algunos, ahora con el síndrome de abstinencia, confunden con la defensa de la personalidad y los intereses valencianos. Pero su mérito también ha sido en gran parte la inanición de todos los que desde la irresponsabilidad han preferido el sometimiento a pararle los pies. Ahora todos los que tuvieron en ella una referencia para bien o para mal se sienten desorientados, que es un estado que precede casi siempre al futuro.

Miquel Alberola

19 Septiembre 1999

La destitución

Joan Álvarez

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Dos veces he tenido que pedir a María Consuelo Reyna una rectificación. La primera lo hizo con probidad; la segunda – que exigimos Emili Piera y yo – aprovechó nuestro escrito de réplica para darle una vuelta de tuerca a la manipulación. Sin que le sonara a diletancia, en otra ocasión le oí decir que ella defendía un estilo periodístico moderno, actual, a la americana, consistente en darle al lector los hechos y la interpretación, todo junto. Imagino que en su estilo tienen cabida los comentarios con poco hechos  y hasta los no hechos. En más de una conversación se ha dicho que para los progresistas la noticia de la destitución de Reyna era tan gratificante como la de la muerte de Franco. Puede que alguien llegara a pensar que su relevancia en el periódico iba a durar toda la vida pero la comparación es exagerada, absurda. Lo mejor de la sustitución de una de las pocas directoras de periódico es que anima a pensar que extravagancias habituales de la vida valenciana – desde el blaverismo, una aberración que tanto le debe, hasta el peaje de los políticos al humor de su columna – están perdiendo peso. Aún no se sabe que papel han jugado los políticos en esta maniobra ‘empresarial’, tampoco sabemos qué hará ella a partir de ahora y es difícil imaginar qué posición adoptará el diario que dirigía en los asuntos que más defendió. El consejo de administración la ha elogiado por eso. Pero también se declara a favor de la profesionalidad y el pluralismo. Tendrán que tomar una decisión.

15 Septiembre 1999

Se cierra una etapa de la prensa valenciana

Editorial (Benigno Camañas)

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El relevo de María Consuelo Reyna como directora de Las Provincias tiene una incuestionable repercusión social. Influye la forma traumática con que se produjo -pese a los rumores fue inesperado para la mayoría de los dirigentes sociales, y al parecer para la propia interesada. Pero también se debe a la personalidad de María Consuelo Reyna, que durante décadas ha trascendido los límites profesionales, para convertirse en un personaje de gran incidencia en la vida política y económica de la Comunidad Valenciana.

Hablar de la transición política en Valencia, de la guerra de los símbolos, el conflicto de la lengua, del nacimiento y muerte del regionalismo político, del anticatalanismo, de la defensa del patrimonio histórico…Es hablar de la cara y cruz de Las Provincias, y como consecuencia de Maria Consuelo Reyna. Pocos directores han personalizado tanto su diario, ni se han identificado tanto con sus mensajes y con el público al que iban dirigidos.

La historia del periodismo valenciano cierra una etapa, en la que Reyna ha sido, como líder, uno de los grandes referentes. Los lectores ahora plantean nuevas demandas informativas y exigen un periodismo reflexivo y riguroso, alejado de la crispación que ha vivido la prensa valenciana en las dos últimas décadas. En ese contexto hay que entender la caída de ventas de la prensa regional y el aumento de las de los grandes periódicos nacionales. Pero culpar de ello, como responsable, a la directora cesada es un ejercicio de hipocresía. Tienen responsabilidad políticos que crearon y financiaron tramas mediáticas afines, con la privatización de la cadena de periódicos del Estado; son corresponsables, un grupo de profesionales que usaron el ataque personal y la difamación como arma; y tienen culpa las propias empresas que usaron el debate político para salvaguardar sus mercados.

16 Septiembre 1999

María Consuelo Reyna

Miguel Catalán

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La noticia ha saltado como un rumor; ha ido creciendo y por fin se ha confirmado. Y, pese a la confirmación, muchos valencianos han asistido incrédulos al cese de María Consuelo Reyna como directora del periódico Las Provincias. Sus lectores habituales, para empezar. Ellos son los que se han encontrado con la primera evidencia de la cesación de funciones, a saber: su carácter traumático. En el día siguiente al desenlace no hay unas palabras de despedida a sus lectores de la que fue directora de derecho del periódico durante siete años y directora de hecho durante muchísimos más. No se da la versión de este cambio de rumbo en su columna diaria (que ha desaparecido) ni en ningún otro lugar. El editorial, por otra parte, deja poco margen de dudas respecto a lo definitivo de la ruptura, cuando habla de los proyectos futuros que aguardan a todos, y señala que María Consuelo Reyna seguirá hondamente arraigada «en nuestro afecto», pero no dice nada del arraigo en el trabajo diario.

Todo indica, pues, que ha terminado una etapa -una larga etapa- en el periódico, pues María Consuelo Reyna era, en cierta forma, el periódico, y su posición como poder fáctico de primer orden en nuestra Comunidad no se lo negaba nadie, ni siquiera sus peores enemigos. Si añadimos a este relevo el que se produjo hace no mucho en la dirección del diario Levante, con la salida de Ferrán Belda, bien podríamos concluir que algo parecido a un cambio generacional está a punto de producirse en la prensa diaria autóctona.

Respecto al periódico que hoy sufre el cambio de rumbo, Las Provincias, los valencianos lectores pueden asistir a una renovación en el espíritu y la letra de la información que cada día cae en sus manos. Uno quisiera que ese cambio se produjera; que la radical polarización auspiciada por la dirección, que en ocasiones parecía forzada y casi rutinaria, se atemperara a las exigencias de la razón y del sentido común. Las Provincias cuenta con profesionales de primera línea, capaces y honrados, disponibles para lo que pudiéramos llamar un periodismo de responsabilidad social.

Hay un final, con lágrimas según se dice, y también hay un principio. Y en periodismo, ayer ya es el pasado: Eso también lo sabe María Consuelo Reyna mejor que nadie.