26 agosto 1990

Los hermanos Izquierdo abrieron fuego a miembros de la familia Cabanillas matando a nueve personas, entre ellos a

Masacre de Puerto Hurraco: Una rencilla entre familias acabó con un asesinato indiscriminado por parte de los hermanos Izquierdo

Hechos

  • La masacre de Puerto Hurraco fue un asesinato múltiple que ocurrió al atardecer del 26 de agosto de 1990 en el pueblo del mismo nombre, ubicado en la provincia de Badajoz, Extremadura, España. Murieron 9 personas y hubo 12 heridos.

Lecturas

UNO ODIO ACUMULADO POR GENERACIONES

La familia Izquierdo y la familia Cabanillas mantenían un odio por la propiedad de unas pequeñas parcelas de tierra que había durado generaciones que había incluido sucesos trágicos en ambos casos e incluso condenas judiciales. La última tragedia había sido la muerte en un incendio de la madre de los hermanos Izquierdo, un incendio que se demostró que fue provocado y del que los Izquierdo culparon siempre a la familia Cabanillas. Esa fue su excusa para el genocidio que incluyó el asesinato de dos niños de la familia Cabanillas.

Emilio, supuesto líder del clan, es detenido cuando está apostado junto a la casa de dos de sus víctimas. «Hemos disparado ahora en agosto porque soy muy friolero», aseguró al ser esposado, «y en invierno se me agarrotan los dedos y no hago puntería».

A Antonio, apodado «el tuerto», le localiza el helicóptero cuando rompe el monte tratando de escapar a la carrera. «Parecía un animal herido», dijo uno de los guardias que le quitó el arma. «Estaba encogido, temblaba de nervios, apenas balbuceaba…». La Guardia Civil les arrastra por el campo delante de los fotógrafos y les encierra en el juzgado de Castuera, lejos de Puerto Hurraco y de más que posibles ajustes de cuentas.

«Si no nos hubiérais detenido, habríamos vuelto a dispararles durante el entierro de los muertos», llegó a decir uno de los detenidos, borracho de sangre y rabia. En el momento en que fueron encarcelados el pueblo herido comenzó a llorar a sus muertos e inició la búsqueda de nuevos culpables. «Ellos no son tan malos como para hacer la barbaridad que han hecho», aullaba el clamor popular, «pero sus hermanas sí: ellas son de la piel del mismísimo diablo»

HermanosIzquierdo1990 Los hermanos Emilio Izquierdo y Antonio Izquierdo, que a tiro limpio cometieron la masacre disparando a vecinos del pueblo. Fueron condenado cada uno de ellos a 684 años de cárcel cada uno.

HermanasIzquierdo1990 Las hermanas Luciana Izquierdo y Ángela Izquierdo, que abandonaron el pueblo el día antes de la masacre. Fueron acusadas de ser instigadoras o encubridoras del crimen.  Ambas fueron ingresadas en un sanatorio mental.

Catorce años después, el 1 de febrero de 2005, murió en la institución mental de Mérida Luciana Izquierdo (1928-2005) a los 77 años, considerada por muchos la verdadera inductora de los crímenes de Puerto Hurraco. En noviembre del mismo año, solamente 10 meses después, su hermana Ángela Izquierdo (1941-2005) falleció a los 64 años en el mismo psiquiátrico.

Casi dos años después, el 13 de diciembre de 2006, Emilio Izquierdo (1934-2006) falleció por causas naturales en la prisión de Badajoz a los 72 años, pues padecía problemas de corazón y fue hallado sin vida en su celda por un funcionario. En el entierro, cuando su hermano Antonio acudió, éste dijo delante de su tumba: «Hermano, te vas con la satisfacción de que tu madre ha sido vengada».5

Tres años y medio después, diecinueve tras la matanza, el 25 de abril de 2010, el último de los hermanos, Antonio Izquierdo (1938-2010), se suicidó en la prisión de Badajoz a los 72 años, ahorcándose en su celda del módulo de enfermería con sabanas anudadas. Los funcionarios de la cárcel encontraron el cadáver mientras hacían una ronda a las dos de la madrugada. El interno se encontraba en el módulo de enfermería debido a su delicado estado de salud. Éstos informaron inmediatamente a los servicios médicos, que únicamente pudieron certificar su muerte.

Puesto que ni los Cabanillas ni los Izquierdo tuvieron descendencia (solo las hijas de la superviviente, Carmen, llevan Cabanillas en segundo lugar), ambos apellidos están destinados a perderse, por lo que se puede decir que los atacantes, la familia Izquierdo, en cierto modo logró su objetivo y también que es el punto final de una serie de sucesos trágicos entre estas dos familias.

29 Agosto 1990

Más horror de la España profunda

EL MUNDO (Pedro J. Ramírez)

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Parece como si la matanza acaecida el domingo en Puerto Hurraco hubiera hecho revivir, súbitamente, en la España actual, la misma que se proclama moderna y tolerante, el espíritu atroz del «Duelo a garrotazos» pintado por Goya o de cualquier de sus cuadros de la serie negra. El cainismo ciego, la España profunda, la vena irracional y atávica ha salido a la superficie en el pueblo de Alhendín, en la provincia de Granada, sólo unas horas después de la masacre extremeña. Dos ramas de una misma familia, clanes gitanos en esta ocasión, con apellidos que parecen arrancados del romancero de García Lorca (los Gómez Gómez y los Fernández Gómez) se enzarzaron en una discusión por una herencia, después de largos años de odios y rencores soterrados por la posesión de una finca. Mientras la abuela común de las dos ramas, propietaria de la casa objeto de la disputa, agonizaba tras una penosa enfermedad, miembros de las dos familias pasaron de las palabras a la acción y pelearon cuerpo a cuerpo en la plaza del pueblo. Al cabo, quedaron tendidos en el suelo los cuerpos sin vida de dos de los hermanos Gómez Gómez, y gravemente herido el de su padre, atravesados todos ellos por las navajas de los Fernández Gómez.