11 marzo 2004

El Gobierno Aznar trata de convencer a todos los medios de que el responsable del atentado es ETA

Masacre del 11-M: Más de 100 asesinatos en atentados con bombas en cadena contra los trenes de Atocha en plena campaña electoral

Hechos

El 11.03.2004 se produjo una cadena de atentados en las estaciones de tren próximas a Atocha en Madrid que causó 191 muertos.

Lecturas

LA POLÉMICA SOBRE LA  AUTORÍA DESDE PRIMERA HORA

11 DE MARZO- TODO APUNTA A ETA:

– Las primeras comparecencias (09:00) – Juan José Ibarretxe (PNV) y Arnaldo Otegi (Batasuna): «No ha sido ETA»

11_M_ibarrexe_otegi Al poco tiempo de conocerse el atentado, el jefe del Gobierno Vasco, D. Juan José Ibarrexte, compareció ante los medios de comunicación para condenar a ETA como autor del atentado y calificar a sus miembros de ‘alimañas’ asesinas. A los pocos minutos comparecía Arnaldo Otegi, portavoz de Batasuna (brazo político de ETA) para negar que ETA hubiera tenido nada que ver con la matanza.

El presidente Aznar llama a los directores de periódico para que publiqun que ha sido ETA (12:00)

Jose_maria_Aznarpais_11M Hacia las 12:00 de la mañana el propio presidente del Gobierno, D. José María Aznar llamó a D. Jesús Ceberio (director de EL PAÍS), D. Pedro J. Ramírez (director de EL MUNDO), D. José Antonio Zarzalejos (director de ABC), D. Antonio Franco (director de EL PERIÓDICO de Catalunya) y D. José Antich (director de LA VANGUARDIA) para indicarles que publicaran que había sido ETA. Los diarios EL PAÍS y EL PERIÓDICO publicaron ediciones especiales indicando que era un atentado de ETA.

El Secretario de Estado de Comunicación, Alfredo Timersman, llama a los corresponsales extranjeros para pedirles que digan que ha sido ETA la autora del atentado.

timersman Alfredo Timersman.

– Comparecencia del ministro de Interior (13:30) – «No hay duda de la autoría de ETA»

acebes_11_M El minsitro de Interior, D. Ángel Acebes, compareció ante los medios de comunicación a la 13:00 del medio día para informar de los detalles del atentado. Al ser preguntado por la autoría aseguró que las fuerzas y cuerpos de la seguridad «no tenían duda de que el responsable del atentado era la organización terrorista ETA».

– La ministra de Exteriores, Ana Palacio, manda un telegrama a todos los embajadores de España en el mundo para que confirmen a todos los Gobiernos que ha sido ETA (17:00)

11_M_Ana_palacio Dña. Ana Palacio

– La ONU condena a ETA como autor del atentado a petición de España (18:00)

11_M_ONU A las 18:00 de la tarde, hora española, el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) condenó, a petición de España, a la organización ETA como autora de la masacre.

APARECE LA PISTA ISLÁMICA:

– El ministro Acebes informa de la aparición de la Furgoneta Kangoo (20:00)

acebes_11_M_Kangoo El ministro de Interior, D. Ángel Acebes, comparece a las 20:00 para anunciar la aparición de una Furgoneta Kangoo en Alcalá de Henares, con rastro de dinamita y con una cinta con versículos del Corán. El ministro aseguró que se abría una segunda línea de investigación por si había sido un atentado terrorista islámico, pero que el Gobierno sebía considerando como lo más probable, que fuera un atentado de ETA.

– Polémica por la dinamita

11_M_urdaci D. Alfredo Urdaci (TVE) informó de que la dinamita era Tytadine, la utilizada por ETA.

El ministerio de Interior difundió que los rastros de dinamita encontrados en la Kangoo eran de dinamita Tytadine, la usada habitualmente por ETA. Pero en seguida se pondría en entre dicho que fuera Tytadine, señalándose la posibilidad de que fuera Goma 2 Eco. En los telediarios de TVE, D. Alfredo Urdaci aseguró en el informativo de las 21:00 que ‘según casi todas las hipótesis’ el atentado era obra de ETA.

– El Rey condena el atentado y pide ‘unidad, firmeza y serenidad’ (20:30)

11_M_Rey Comparecencia del Rey Juan Carlos I, en las que no hizo ninguna referencia a ETA como autor del atentado.

Aquella noche entre el 11 de marzo y el 12 de marzo la polémica iba a continuar: iban a entrar en escena los ‘terroristas suicidas‘ aquella misma noche.

12 Marzo 2004

11-M

EL PAÍS (Director: Jesús Ceberio)

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La fecha de ayer quedará marcada en negro en la memoria de españoles y europeos: los casi dos centenares de muertos y más de un millar de heridos provocados por los atentados de Madrid suponen la mayor matanza terrorista en España, y la catástrofe de mayor alcance registrada en la capital desde la Guerra Civil. Este país acaba de experimentar un terrorismo de unas dimensiones y de una crueldad hasta ahora desconocidas. La eventualidad de que sea obra de Al Qaeda y de que tenga relación con el papel jugado por el Gobierno de Aznar en la guerra de Irak introduce una novedad que no puede dejar de sembrar una profunda inquietud. La opinión pública española en su conjunto no estaba preparada para el infierno terrorista en que se convirtió ayer Madrid. Nunca hasta ahora se había experimentado una actuación terrorista del tipo que practican los grupos fundamentalistas que vienen ensangrentando Oriente Próximo y otras zonas del mundo. Los atentados de ayer se parecen más a los de agosto pasado en la mezquita de Nayaf, en Irak, con 123 muertos; al de Bali, en octubre de 2002, con 187, o incluso a los terribles atentados del 11-S en Nueva York y Washington que a la peor y más cruel de las actuaciones de ETA, como fue el atentado de Hipercor en 1987, con 21 muertos. Es evidente que los últimos y desgraciados episodios de los contactos de Carod con ETA y la declaración unilateral por parte de la organización terrorista de una tregua circunscrita a Cataluña permitían abrigar el temor de que se produciría una acción violenta antes del 14 de marzo. Pero aunque todo parecía programado por la organización terrorista para poder irrumpir en la campaña electoral, nada permitía sospechar que su actuación adquiriera tal envergadura. A última hora de ayer, el ministro del Interior introdujo una duda sobre la autoría al revelar la aparición de una cinta magnetofónica con versículos del Corán en una furgoneta con detonadores hallada en Alcalá de Henares. Más tarde se conoció una reivindicación del atentado por parte de un grupo islamista. Adquiere, por tanto, verosimilitud la hipótesis de un atentado de fanáticos islamistas, aunque el Gobierno seguía insistiendo ayer en que lo más probable es que sea ETA. Sólo cabe esperar que no se haya producido un ocultamiento o una manipulación de la información por parte del Gobierno, tratándose de unos hechos luctuosos que han venido a cercenar en sangre la campaña electoral a sólo 72 horas de la apertura de las urnas. La hipótesis de que nos halláramos ante una actuación de Al Qaeda, en un intento de extender la guerra de Irak a territorio español, situaría en una posición complicada al Gobierno. Sobre todo después de la polémica sobre la rentabilización electoral del terrorismo que se ha producido durante la campaña electoral. A esta hipótesis debe añadirse como mero automatismo lógico la de que la actuación criminal sea producto de una coalición terrorista islamista y etarra, de forma que los asesinos hubieran terminado fusionando sus dos sangrientas banderas y confirmando de forma siniestra la profecías de Bush y de Aznar que querían confundir todos los terrorismos y convertirlos en uno solo. Si así fuera, será un tipo de profecía que se cumple a sí misma y que arrastra en cuanto a responsabilidades a quienes las profieren. No cabe, por tanto, descartar del todo la pista etarra, aunque sólo sea por la eventualidad de un terrorismo de dos cabezas. Una cierta carga de la prueba corresponde a ETA, una organización que no siempre reconoce sus atentados y que como todo terrorismo vive de la confusión. En el límite, podrían haber preparado la furgoneta con los versículos como falsa pista. Otro efecto pretendido, y el único que suelen alcanzar los terroristas, es el de desmoralizar y dividir a los demócratas. Que, existiendo acuerdo sobre la necesidad de derrotar al terrorismo, aparezcan divisiones sobre la mejor forma de hacerlo; que unos y otros desvíen sus acusaciones hacia las fuerzas de seguridad por no haber impedido la matanza, o que comience a reclamarse la pena de muerte, o la restricción de las libertades, o de las elecciones: todo aquello que esperan los terroristas para encontrar nuevas razones para nuevos crímenes. El portavoz de la ex Batasuna, Arnaldo Otegi, expresó ayer su rechazo a «la masacre», pero sólo tras afirmar que «la izquierda abertzale no contempla, ni como mera hipótesis, que ETA esté detrás de lo ocurrido». Su argumento fue que se trata de «acciones indiscriminadas contra la población civil, trabajadores», lo que no corresponde al modus operandi de ETA. No es verdad. Esa banda lleva muchos años atentando contra civiles desarmados, incluyendo niños, mujeres embarazadas, toda clase de trabajadores. Y el método utilizado es idéntico, aunque con más explosivos, al previsto en la estación madrileña de Chamartín la pasada Nochebuena. Tal vez aleguen que ETA avisa. A veces lo hace y a veces no. También es característica de ETA la aplicación de todos los procedimientos que puedan aumentar el efecto multiplicador del terror, incluyendo las bombas trampa, destinadas a cazar a los sanitarios, bomberos, particulares que estuvieran atendiendo a los heridos tras la primera explosión. Por tanto, si Otegi considera condenable la matanza de ayer debe condenar todos los atentados que ha venido avalando. Los terroristas del signo que sean deben saber que no ganarán. La reacción admirable de los ciudadanos así lo demuestra. La conmoción creada en Madrid ha sido proporcional a la magnitud de la catástrofe. Cientos de miles de personas se vieron afectadas, muchas de ellas con la angustia de desconocer si entre las víctimas, más de un millar contando a los heridos, figuraría algún pariente o persona próxima. Fue también el momento de la solidaridad espontánea de mucha gente. Los madrileños recibieron ayer el apoyo masivo de todas las personas decentes de cualquier lugar de España. Como en el 11-S neoyorquino, el mensaje que ha llegado desde todas partes es que ahora «todos somos madrileños».

12 Marzo 2004

Sangre de España

Luis María Anson

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No sé si se puede esperar mucho de los políticos-plañideras que padece la sociedad española. La mediocridad y el lamento caracterizan, salvo excepciones, a nuestra clase política tan mansurrona y lanar. No será fácil que los partidos abandonen la caravana de las palabras estériles y las exangües declaraciones. Pero el ciudadano lo que quiere es acción contra los terroristas, contra los cómplices de los terroristas, contra los cómplices de los terroristas, contra los que arrían los pantalones y hablan de negociación con los terroristas.

Ayer se derramó la sangre de España. A decenas de españoles les abrasaron las entrañas de fuego y metralla, para dejarles tendidos sobre la querida tierra, con un puñado de rosas rojas en el vientre y los ojos helados contra el cielo. Ante el espectáculo atroz no caben en la jornada de hoy las rencillas ni los partidismos. Es la hora de la unidad. Los españoles de la democracia y la libertad deben formar una piña contra el salvajismo terrorista.

12 Marzo 2004

NUESTRO SANGRIENTO 11-M

José Antonio Zarzalejos

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LLORAR, quedamente, abrazados al dolor de los familiares de las decenas de víctimas que los terroristas asesinaron ayer en Madrid, es la primera reacción y, en la conmoción más intensa de cuantas sean posibles, casi la única que en estas horas trágicas e inquietantes, brota de cualquier persona de bien. El respeto a los protagonistas de esta tragedia de dimensiones catastróficas impele a que cada ciudadano haga una introspección estrictamente personal, se cuestione a sí mismo sobre la naturaleza perversa de esta locura asesina y adopte una determinación ética que se proyecte sobre el común, despreciando -sí, despreciando- valoraciones que no tengan que ver más que con el espectáculo dantesco de la muerte, el crimen y el terror.

No es precisa ninguna otra apelación ideológica, ni partidista, ni telúrica. Este sangriento escenario es la imagen que devuelve el espejo en el que se mira ETA y en cuyos bordes se perfilan las sombras de los cómplices, de los complacientes, de los cobardes, de todos esos indigentes morales con mentes sectarias y perversas que serán capaces de, cuando los coletazos de la tragedia amainen, volver por donde solían: al circunloquio, al diálogo, a la equidistancia y a la ambigüedad.

No lo lograrán de nuevo porque la bestialidad etarra alcanzó ayer en Madrid tales proporciones de indiscriminación, de cuantía asesina y de vesania criminal que la memoria no podrá eludir el día más trágico y más infamante para ellos y para sus círculos concéntricos de compresión y de amparo. Puede que, como un escupitajo, se arroje sobre el agobio colectivo, sobre el sufrimiento intenso de los ciudadanos, sobre el desconcierto inicial de esta jornada de pesadilla, el argumento falaz -el que quieren los terroristas- de la «negociación» como «solución».

Si así fuera, se añadiría a los asesinatos la indignidad, pero llegará, otra vez, de nuevo, la negativa tajante a la rendición sugerida y la reafirmación en los principios esenciales de nuestra convivencia, que se traducen en la fidelidad a la unidad nacional, en la adhesión al régimen constitucional, en la confianza plena en el Estado de Derecho, en la defensa cerrada de los derechos y las libertades individuales y colectivas, en el apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en el aliento a los Tribunales de Justicia para que apliquen y hagan cumplir la ley, en la plena identificación con la Corona como vínculo de unión y de representación de todos los españoles y en la solidaridad con el Gobierno democrático de España.

Oremos, quien tenga fe, por las víctimas; seamos conscientes de la tragedia; apliquemos la serenidad más decidida para que la justicia se aplique y, con el sentido más profundo de la retribución que proporcionará la justicia a los asesinos, sin rencor, no olvidemos este fatídico y trágico 11 de marzo de 2004. Nuestro particular y sangriento 11-M.

12 Marzo 2004

Barbaridad inadmisible

GARA (Director: Josu Juaristi)

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La masacre cometida ayer en Madrid es una barbaridad inadmisible, sea cual sea su autoría. Atentar indiscriminadamente contra el transporte público, en hora punta y con la plena voluntad de causar el mayor número de muertes en un acto inhumano frente al que no cabe ningún tipo de justificación. Ante ello, sólo podemos mostrar el más radical de los rechazos, sin atenuante posible alguno.

Los más de 190 fallecidos y 1.400 heridos son una tragedia de enorme magnitud. Cada una de esas muertes es un drama en sí mismo, trunca una trayectoria vital, destroza una familia y genera además un terrible terror social. ¿Cómo mostrar nuestra solidaridad a todas las víctimas, a todo los afectados, sin que estas palabras sean entendidas como un discurso estéril? Es tal la conmoción el impacto de la matanza que cualquier frase de condolencia se queda pequeña. El dolor y el pánico vividos ayer en la capital madrileña son ciertamente indescriptibles.

La aparición de una furgoneta robada con detonadores y una cinta en árabe con versículos del Corán en las cercanías de las estación de Alcalá de Henares, de la que según la versión oficial partieron los trenes cargados de bombas, y la reivindicación de la masacre en nombre de las Brigadas de Abu Aafs al-Masri el diario londinense editado en árabe Al Quds Al-Arabi, hacen que todas las hipótesis razonables apunten a organizaciones islamistas como autores de los atentados. Así lo contemplaban ya anoche todos los grandes medios internacionales. Se trataría de una de las mayores matanzas producidas en Europa fuera de tiempo de guerra y el recuerdo se vuelve inevitablemente hacia el 11 de septiembre de 2001.

En su primera comparecencia ante los medios de comunicación, el ministro de Interior español Ángel Acebes no dudó en atribuir a ETA la autoría de la masacre. Para ese momento, la izquierda abertzale ya había manifestado, no sólo su absolución a la matanza en los términos más contundentes, sino que ni contemplaba la hipótesis de que fuera obra de la organización armada. Sin embargo, Ángel Acebes calificó de ‘miserables’ a quienes hicieran referencia a otra posibilidad distinta a la de ETA y les acusaba de tratar de desviar la atención. Los atentados no encajaban ni en la forma de actuar habitual de ETA ni en la estrategia que se dejaba ver en sus últimos comunicados y en la reciente y extensa entrevista publicada el pasado 22 de febrero. Se pudo comprobar en las preguntas que se dirigieron al ministro de Interior. Pero el Gobierno español se negaba a admitir que las explosiones en los trenes fueran obra de organizaciones islamistas, puesto que esto sería tanto como asumir que tan terrible e injustificable tragedia era en alguna medida el coste de haber arrastrado hace un año al Estado español a una guerra contra Irak que su propia población desaprobaba rotundamente. Tampoco cabe olvidar que los hechos se han producido a tres días de las elecciones generales y que sus consecuencias podrían tumbar a cualquier gobierno.

A partir de las ocho de la tarde, cuando en todo el Estado español se habían desarrollado o se producían las concentraciones de dolor por la tragedia, en las que se acusaba directamente a ETA, Acebes daba cuenta del hallazgo de la furgoneta y abría el abanico de posibles autores a grupos islamistas, aunque se negaba a descartar a la organización armada vasca pese a las evidencias que él mismo comenzaba a aportar en sentido contrario.

La ligereza de algunas actuaciones y declaraciones en torno a la masacre no debe desviar la atención, en todo caso y sobre todo, de las dimensiones de la tragedia vivida ayer en la capital madrileña y llamar a la solidaridad que es preciso mostrar a las víctimas en estos momentos.

12 Marzo 2004

Autopsia

Fernando Savater

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Lo siento, me resulta ya imposible aventurar teorías, urdir más explicaciones, proponer nuevos silogismos, seguir mareando la perdiz… la pobre perdiz que levanta torpemente el vuelo mientras disparan contra ella los cazadores y los perros a su servicio esperan para cobrarse la pieza con la pata en alto y la lengua relamiéndose las fauces. No quiero, no tengo fuerzas, ya no hay tiempo para eso.

Es el momento de hacer la autopsia. Así llama el historiador griego Tucídides al testimonio que aporta un observador según lo que ha visto con sus propios ojos, con esos ojos que según la terrible expresión castellana se habrá de comer la tierra: autopsia. Y esta es mi autopsia, lo que veo y lo que oigo.

Veo la masacre por fin cumplida, la masacre que se venía buscando desde Navidades por lo menos, los kilos de explosivos que esta vez no pudieron ser interceptados: ahora ya no quedan dudas. Las había cuando se frustró el atentado de Chamartín: no faltó quien me dijera que probablemente la propia policía había puesto la maleta asesina en el tren para retirarla espectacularmente luego. Las hubo también cuando se interceptó la furgoneta cargada con quinientos kilos de dinamita, porque al sr. Azcárraga y a algún otro político no menos brillante le chocaba que los terroristas hubieran llegado tan lejos por carreteras nevadas para ser detenidos precisamente en plena campaña electoral. Hoy no, hoy las dudas se han volatilizado junto a centenares de vidas humanas. Supongo que ahora no queda más remedio que aceptar la incursión de ETA en la campaña electoral. Por cierto… ¿no estaba ya ETA en la campaña electoral, como amenaza de muerte para candidatos y votantes? Pero claro, no era momento de hablar de ello. En campaña lo mejor es no hablar de terrorismo, aunque el terrorismo condicione la campaña de quienes no pueden moverse libremente y la de quienes se mueven y se hacen escuchar precisamente gracias a que ETA existe. Hablemos de otra cosa… hasta hoy, en que ya no hay otra cosa de la que hablar.

Ahora no oigo más que un mensaje, repetido mil veces de mil modos desde todos los medios de comunicación: unidad. Es fundamental la unidad de los demócratas. Hasta ayer lo que se oía era hablar de pluralismo, de que no se entiende la pluralidad, de que sin pluralismo no hay vida ni libertad. Ahora la vida y la libertad dependen precisamente de la unidad: por lo visto, la unidad ha dejado de ser fascista y franquista para convertirse en consigna básica democrática. Antes no había nada mejor que la pluralidad, cualquier pluralidad. Por ejemplo, tener una pierna sana y una pata de palo es más pluralista que disfrutar de dos piernas sanas iguales. Pero se camina peor, cojeando y en dirección equivocada. Nos damos cuenta ahora, cuando ya no tenemos piernas porque nos las ha cortado una bomba. La España unida en democracia, tan antipática y aznarista, ha dado paso a la España simpática y cojitranca del pluralismo pero después a la España que ya no puede más que arrastrarse sin extremidades (aunque no sin extremistas, ésos que no falten): y mientras reptamos, clamamos por la unidad perdida.

Oigo que quienes han puesto las bombas no son vascos, según han decretado Ibarretxe y Otegi. No es fácil ser vasco: si no eres nacionalista, no eres vasco pero si te pasas de nacionalista y asesinas a mansalva también dejas de serlo. Por un rato, te vuelves terrorista a secas o terrorista islámico o yo que sé. Hasta que te detenga la policía y te lleve a una cárcel. Entonces vuelves a ser vasco, las fuerzas progresistas se indignan porque te ves encerrado lejos de tu hogar y el Gobierno vasco paga a tus familiares el viaje para que puedan visitarte. Pero yo le oí a Carod Rovira que ETA es «un movimiento independentista vasco que recurre a la lucha armada». Brava lucha, que acaba de obtener una sonada victoria contra los trabajadores modestos que acudía a sus empleos por la mañana, aún bostezando, después de haber peinado a sus hijos y haberlos enviado al colegio con un beso. ¡Pobre Carod, que estaba convencido de que los asesinos de Hipercor y de Vich eran vascos, vascos de cuerpo entero, es decir independentistas como él, aunque con una noción tan confusa de la geografía que creían que Cataluña era España! Si llega a saber que no son vascos, seguro que ni se molesta en viajar a Perpignan…

He visto y he oído a las testas pensantes (y sobre todo, parlantes) de nuestro país. Nos han contado cien veces que la violencia terrorista está muy mal, pero que la política antiterrorista del Gobierno no es precisamente buena: al contrario, aumenta la crispación y el enfrentamiento territorial de España. Lo malo no son las políticas nacionalistas disgregadoras, que reinventan la historia en clave de hostilidad contra España, convierten la Constitución en un fetiche absurdo y los Estatutos en papel mojado que hay que revocar cuanto antes, para luego revocar a los tres meses el nuevo Estatuto conseguido y pedir más, mucho más… lo malo no es la educación despedazada que estudia sólo los campanarios locales ni las universidades en las que comienzan a apuntar partidas de la porra para boicotear a los profesores desafectos (como esos nuevos escamots que he padecido ya en la Central de Barcelona y me negué a sufrir en la de Tarragona, con gran disgusto del alcalde de la ciudad). No, escuchemos a nuestros intelectuales y artistas para quienes lo verdaderamente intolerable es la política del PP: en cuanto se acabe con ella, reinará la armonía y el Prestige se convertirá en un yate de recreo con velas blancas (por cierto, ¿quién habrá sido el primero en decir que la culpa de la matanza de Madrid la tiene la falta de «cintura política» de Aznar?). La libertad de expresión está gravemente amenazada (nos dicen los que se han hecho millonarios con ella), no por los asesinos que llevan veinticinco años boicoteando las elecciones democráticas y matan a los periodistas que les contradicen, sino por las manipulaciones de los medios públicos de comunicación, que tan imparcialmente funcionaban ayer. Escuchen, escuchen a nuestros intelectuales y lean sus manifiestos y vean sus peliculillas de protesta: con decirles que el más profundo de todos ellos parece ser Leo Bassi, sobran más comentarios.

Resultado de mi autopsia: el país más descentralizado de Europa es el más amenazado por la fragmentación nacionalista, que en todas partes está considerada una abominación reaccionaria salvo aquí, en donde es de izquierdas y constituye una alternativa de progreso (léase el magnífico artículo «¿Es congruente ser nacionalista de izquierdas?», de Mariano Fernández Enguita, EL PAIS, 10-3-04, que honra a su autor y las páginas en que ha sido publicado). Es precisamente aquí, donde el nacionalismo obtiene tanto reconocimiento y parabienes, donde también florece el terrorismo más sanguinario de Europa. Y aquí ETA sirve de diosa tutelar a todos los nacionalismos, lo quieran o no, dándoles el suplemento de seriedad social que nunca se habrían ganado ni por sus ideas ni por sus propuestas. El terrorismo es un proyecto de domesticación social, por medio del cual los depredadores totalitarios consiguen la obediencia de la democracia carente de virtud cívica: en el País Vasco ya han conseguido en gran parte su propósito, en Cataluña llevan buen camino para lograrlo pronto y después… El resto no será silencio, sino más mentiras, mucho diálogo y bandas de música tocando himnos patrióticos.

12 Marzo 2014

EL VOTO DE LAS HIENAS

Jaime Campmany

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ESCRIBO hoy estas palabras como desgraciadamente tenemos que escribir algunas veces los periodistas: sorbiéndome las lágrimas y apretándome el corazón al contemplar en la pantalla del televisor las carnes desgarradas y la sangre esparcida de centenares de españoles inermes, desapercibidos, inocentes. Miro agonizar y morir a estas gentes ajenas a la locura de los fanáticos, de los enfermos de la lepra de la saña, que quieren e intentan imponer sus ideas políticas desaforadas a fuerza de matar a sus semejantes. En un momento, Madrid se ha convertido en una ciudad enloquecida de horror, sembrada de cadáveres y de heridos, desgarrada de prisas, de sirenas, de gritos de dolor y de tristeza.

Ha madrugado la muerte. Bajaron de sus cuevas del norte las hienas de la manada terrorista y han destrozado muchas vidas de paz, de trabajo o de estudio. Después de haber visto frustrados varios de sus bestiales atentados, planificados con toda frialdad en una lejanía cobarde, por fin los criminales etarras han logrado burlar la vigilancia de las Fuerzas de Seguridad y han alcanzado el corazón de Madrid, que es el corazón de España, con una de las más numerosas y terroríficas matanzas de toda la siniestra historia del terrorismo.

Sabíamos que ETA preparaba desde hace días algún atentado de alcance excepcional precisamente en estas fechas de víspera de las elecciones. Los etarras querían poner brutalmente en las urnas el único voto que tienen para darnos su maldita opinión y sus salvajes ideas: el voto de la sangre, el voto de la muerte, el voto del horror, el voto del luto y el voto de la guerra. En Atocha y en las demás estaciones reventadas por las terribles explosiones, los etarras han dejado una vez más su declaración de guerra contra el pueblo español, pacífico y laborioso, y en esta ocasión de manera muy especial contra la buena, hermosa y madrugadora gente del pueblo que marchaba a su trabajo para ganar su pan de cada día.

Con ese propósito, han elegido bien los asesinos el lugar para sembrar la muerte y el luto. El tremendo coletazo de la bestia ha descargado sobre los trenes de cercanías atestados de obreros y de empleados. El resultado del coletazo de una banda acorralada y desesperada, acosada por todos sus flancos, ha sido tan sangriento que casi no se encuentra precedente en todos los macabros episodios que haya provocado ETA. Y también han elegido con premeditación y cuidado el momento para matar y para sembrar el terror. Se trata de lanzar un desafío más insolente que nunca a nuestra democracia y a todos los españoles, precisamente cuando nos disponemos a ordenar nuestra vida y a decidir nuestro futuro con las armas blancas e inofensivas de la palabra, del diálogo, de la paz y de la libertad.

Esta masacre sin sentido obliga a los españoles a reafirmarnos en su rechazo a esa minúscula facción que ensangrienta nuestra convivencia; a pedir a sus gobernantes la máxima firmeza y diligencia para defender la paz; y a esperar que sirva para hacer reflexionar a los que recogen estas macabras nueces, a los que visitan y dialogan con los etarras y a los que pactan con ellos responsabilidades políticas y cargos de gobierno.

LISTA TOTAL DE VÍCTIMAS MORTALES

Documentación

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LISTA DE VÍCTIMAS MORTALES DEL 11-M

  •  1. Eva Belén Abad Quijada, española, 30 años
  • 2. Óscar Abril Alegre, español, 19 años
  • 3. Liliana Guillermina Acero Ushiña, ecuatoriana, 26 años
  • 4. Florencio Aguado Rojano, español, 60 años
  • 5. Juan Alberto Alonso Rodríguez, español, 38 años
  • 6. María Josefa Álvarez González, española, 48 años
  • 7. Juan Carlos Del Amo Aguado, español, 28 años
  • 8. Andriyan Asenov Andrianov, búlgaro, 22 años
  • 9. María Nuria Aparicio Somolinos, española, 40 años
  • 10. Alberto Arenas Barroso, español, 24 años
  • 11. Neil Hebe Astocondor Masgo, peruano, 34 años
  • 12. Ana Isabel Ávila Jiménez, española, 43 años
  • 13. Miguel Ángel Badajoz Cano, español, 34 años
  • 14. Susana Ballesteros Ibarra, española, 42 años
  • 15. Francisco Javier Barahona Imedio, español, 34 años
  • 16. Gonzalo Barajas Díaz, español, 32 años
  • 17. Gloria Inés Bedoya, colombiana, 40 años
  • 18. Sanaa Ben Salah Imadaquan, española hija de marroquíes, 13 años
  • 19. Esteban Martín de Benito Caboblanco, español, 39 años
  • 20. Rodolfo Benito Samaniego, español, 27 años
  • 21. Anka Valeria Bodea, rumana, 26 años
  • 22. Livia Bogdan, rumana, 27 años
  • 23. Florencio Brasero Murga, español, 50 años
  • 24. Trinidad Bravo Segovia, española, 40 años
  • 25. Alina Maria Bryk, polaca, 39 años
  • 26. Stefan Budai, rumano, 37 años
  • 27. Tibor Budi, rumano, 37 años
  • 28. María Pilar Cabrejas Burillo, española, 37 años
  • 29. Rodrigo Cabrero Pérez, español, 20 años
  • 30. Milagros Calvo García, española, 39 años
  • 31. Sonia Cano Campos, española, 24 años
  • 32. Alicia Cano Martínez, española, 63 años
  • 33. José María Carrilero Baeza, español, 39 años
  • 34. Álvaro Carrión Franco, español, 17 años
  • 35. Francisco Javier Casas Torresano, español, 28 años
  • 36. Cipriano Castillo Muñoz, español, 55 años
  • 37. María Inmaculada Castillo Sevillano, española, 39 años
  • 38. Sara Centenera Montalvo, española, 19 años
  • 39. Oswaldo Manuel Cisneros Villacís, ecuatoriano, 34 años
  • 40. Eugenia María Ciudad-Real Díaz, española, 26 años
  • 41. Jacqueline Contreras Ortiz, peruana, 22 años
  • 42. María Soledad Contreras Sánchez, española, 51 años
  • 43. María Paz Criado Pleiter, española, 52 años
  • 44. Nicoleta Deac, rumana, 27 años
  • 45. Beatriz Díaz Hernández, española, 30 años
  • 46. Georgeta Gabriela Dima, rumana, 35 años
  • 47. Tinka Dimitrova Paunova, búlgara, 31 años
  • 48. Kalina Dimitrova Vasileva, búlgara, 31 años
  • 49. Sam Djoco, senegalés, 42 años
  • 50. María Dolores Durán Santiago, española, 34 años
  • 51. Osama El Amrati, marroquí, 23 años
  • 52. Sara Encinas Soriano, española, 26 años
  • 53. Carlos Marino Fernández Dávila, peruano, 39 años
  • 54. María Fernández del Amo, española, 25 años
  • 55. Rex Reynaldo Ferrer, filipino, 20 años
  • 56. Héctor Manuel Figueroa Bravo, chileno, 33 años
  • 57. Julia Frutos Rosique, española, 44 años
  • 58. María Dolores Fuentes Fernández, española, 29 años
  • 59. José Gallardo Olmo, español, 33 años
  • 60. José Raúl Gallego Triguero, español, 39 años
  • 61. María Pilar Gámiz Torres, española, 40 años
  • 62. Abel García Alfageme, español, 27 años
  • 63. Juan Luis García Arnáiz, español, 17 años
  • 64. Beatriz García Fernández, española, 27 años
  • 65. María de las Nieves García García-Moñino, española, 46 años
  • 66. Enrique García González, dominicano, 28 años
  • 67. Cristina Aurelia García Martínez, española, 34 años
  • 68. Carlos Alberto García Presa, español, 24 años
  • 69. José García Sánchez, español, 45 años
  • 70. José María García Sánchez, español, 47 años
  • 71. Javier Garrote Plaza, español, 26 años
  • 72. Petrica Geneva, rumana, 34 años
  • 73. Ana Isabel Gil Pérez, española, 29 años
  • 74. Óscar Gómez Gudiña, español, 24 años
  • 75. Félix González Gago, español, 52 años
  • 76. Angélica González García, española, 19 años
  • 77. Teresa González Grande, española, 38 años
  • 78. Elías González Roque, español, 30 años
  • 79. Juan Miguel Gracia García, español, 53 años
  • 80. Javier Guerrero Cabrera, español, 25 años
  • 81. Berta María Gutiérrez García, española, 39 años
  • 82. Sergio de las Heras Correa, español, 29 años
  • 83. Pedro Hermida Martín, español, 51 años
  • 84. Alejandra Iglesias López, española, 28 años
  • 85. Mohamed Itaiben, marroquí, 27 años
  • 86. Pablo Izquierdo Asanza, español, 42 años
  • 87. María Teresa Jaro Narrillos, española, 32 años
  • 88. Oleksandr Kladkovoy, ucraniano, 56 años
  • 89. Laura Isabel Laforga Bajón, española, 28 años
  • 90. María Victoria León Moyano, española, 30 años
  • 91. María Carmen Lominchar Alonso, española, 34 años
  • 92. Myriam López Díaz, española, 31 años
  • 93. María Carmen López Pardo, española, 50 años
  • 94. María Cristina López Ramos, española, 38 años
  • 95. José María López-Menchero Moraga, español, 44 años
  • 96. Miguel de Luna Ocaña, español, 36 años
  • 97. María Jesús Macías Rodríguez, española, 30 años
  • 98. Francisco Javier Mancebo Záforas, español, 38 años
  • 99. Ángel Manzano Pérez, ecuatoriano, 42 años
  • 100. Vicente Marín Chiva, español, 37 años
  • 101. Antonio Marín Mora, español, 43 años
  • 102. Begoña Martín Baeza, española, 25 años
  • 103. Ana Martín Fernández, española, 43 años
  • 104. Luis Andrés Martín Pacheco, español, 54 años
  • 105. María Pilar Martín Rejas, española, 50 años
  • 106. Alois Martinas, rumano, 27 años
  • 107. Carmen Mónica Martínez Rodríguez, española, 31 años
  • 108. Míriam Melguizo Martínez, española, 28 años
  • 109. Javier Mengíbar Jiménez, español, 42 años
  • 110. Álvaro de Miguel Jiménez, español, 26 años
  • 111. Michael Mitchell Rodríguez, cubano, 28 años
  • 112. Stefan Modol, rumano, 45 años
  • 113. Segundo Víctor Mopacita Mopacita, ecuatoriano, 37 años
  • 114. Encarnación Mora Donoso, española, 64 años
  • 115. María Teresa Mora Valero, española, 37 años
  • 116. Julita Moral García, española, 53 años
  • 117. Francisco Moreno Aragonés, español, 56 años
  • 118. José Ramón Moreno Isarch, español, 37 años
  • 119. Eugenio Moreno Santiago, español, 56 años
  • 120. Juan Pablo Moris Crespo, español, 32 años
  • 121. Juan Muñoz Lara, español, 33 años
  • 122. Francisco José Narváez de la Rosa, español, 28 años
  • 123. Mariana Negru, rumana, 40 años
  • 124. Ismael Nogales Guerrero, español, 31 años
  • 125. Inés Novellón Martínez, española, 30 años
  • 126. Miguel Ángel Orgaz Orgaz, español, 34 años
  • 127. Ángel Pardillos Checa, español, 62 años
  • 128. Sonia Parrondo Antón, española, 28 años
  • 129. Juan Francisco Pastor Pérez, español, 51 años
  • 130. Daniel Paz Manjón, español, 20 años (hijo de Pilar Manjón)
  • 131. Josefa Pedraza Pino, española, 41 años
  • 132. Miryam Pedraza Rivero, española, 25 años
  • 133. Roberto Pellicari Lopezosa, español, 31 años
  • 134. María del Pilar Pérez Mateo, española, 28 años
  • 135. Felipe Pinel Alonso, español, 51 años
  • 136. Martha Scarlett Plasencia Hernández, dominicana, 27 años
  • 137. Elena Ples, rumana, 33 años
  • 138. María Luisa Polo Remartínez, española, 50 años
  • 139. Ionut Popa, rumano, 23 años
  • 140. Emilian Popescu, rumano, 44 años
  • 141. Miguel Ángel Prieto Humanes, español, 37 años
  • 142. Francisco Antonio Quesada Bueno, español, 44 años
  • 143. John Jairo Ramírez Bedoya, colombiano, 37 años
  • 144. Laura Ramos Lozano, hondureña, 37 años
  • 145. Miguel Reyes Mateos, español, 37 años
  • 146. Marta del Río Menéndez, española, 40 años
  • 147. Nuria del Río Menéndez, española, 38 años
  • 148. Jorge Rodríguez Casanova, español, 22 años
  • 149. Luis Rodríguez Castell, español, 40 años
  • 150. María de la Soledad Rodríguez de la Torre, española, 42 años
  • 151. Ángel Luis Rodríguez Rodríguez, español, 34 años
  • 152. Francisco Javier Rodríguez Sánchez, español, 52 años
  • 153. Ambrosio Rogado Escribano, español, 56 años
  • 154. Cristina Romero Sánchez, española, 34 años
  • 155. Patricia Rzaca, polaca, 7 meses
  • 156. Wieslaw Rzaca, polaco, 34 años
  • 157. Antonio Sabalete Sánchez, español, 36 años
  • 158. Sergio Sánchez López, español, 17 años
  • 159. María Isabel Sánchez Mamajón, española, 37 años
  • 160. Juan Antonio Sánchez Quispe, peruano, 45 años
  • 161. Balbina Sánchez-Dehesa Francés, española, 47 años
  • 162. David Santamaría García, español, 23 años
  • 163. Sergio dos Santos Silva, brasileño, 28 años
  • 164. Juan Carlos Sanz Morales, español, 33 años
  • 165. Eduardo Sanz Pérez, español, 31 años
  • 166. Guillermo Senent Pallarola, español, 23 años
  • 167. Miguel Antonio Serrano Lastra, español, 28 años
  • 168. Rafael Serrano López, español, 66 años
  • 169. Paula Mihaela Sfeatcu, rumana, 27 años
  • 170. Federico Miguel Sierra Serón, español, 37 años
  • 171. Domnino Simón González, español, 45 años
  • 172. María Susana Soler Iniesta, española, 46 años
  • 173. Carlos Soto Arranz, español, 34 años
  • 174. Mariya Ivanova Staykova, búlgara, 38 años
  • 175. Marion Cintia Subervielle, francesa, 30 años
  • 176. Alexandru Horatiu Suciu, rumano, 18 años
  • 177. Danuta Teresa Szpila, polaca, 28 años
  • 178. José Luis Tenesaca Betancourt, ecuatoriano, 17 años
  • 179. Iris Toribio Pascual, español, varón, 20 años
  • 180. Neil Torres Mendoza, ecuatoriano, 38 años
  • 181. Carlos Tortosa García, español, 31 años
  • 182. María Teresa Tudanca Hernández, española, 49 años
  • 183. Jesús Utrilla Escribano, español, 44 años
  • 184. José Miguel Valderrama López, español, 25 años
  • 185. Saúl Valdés Ruiz, hondureño, 44 años
  • 186. Mercedes Vega Mingo, española, 45 años
  • 187. David Vilela Fernández, español, 23 años
  • 188. Juan Ramón Zamora Gutiérrez, español, 29 años
  • 189. Yaroslav Zojniuk, ucraniano, 48 años
  • 190. Csaba Olimpiu Zsigovski, rumana, 26 años

El Análisis

AZNAR - ACEBES. NO SE PUEDE HACER PEOR

JF Lamata

Nunca he acabado de entender como durante los años siguientes, los medios que levantarán bandera con que ‘del 11-M no sabemos nada’ y que ‘no se está seguro de nada’, son casualmente los mismos que justifican la labor del Gobierno del PP durante la mañana del 11 de marzo es su obsesión de que se difundiera por todo el mundo que la matanza del 11-M había sido obra de ETA. Si según ellos, ni siquiera después del juicio ‘se puede estar seguro de nada’… ¡¿Cómo no les parece irresponsable que el Gobierno difusiera con tal empeño que había sido ETA?!

Quizá no hubo mala fe, quizá hubo era un convencimiento justificado… pero si no hay prudencia informativa en algo tan serio como el 11-M… ¿cuándo debe haberlo? ¡La gestión informativa del 11 de marzo no pudo ser peor!

J. F. Lamata