3 junio 1983

El ABC reprocha al dirigente de Coalición Popular que acudiera al programa de TVE

Mercedes Milá (TVE) deja malparado al líder democristiano Óscar Alzaga Villaamil en su programa ‘Buenas Noches’ con el aborto

Hechos

El 3.06.1983 D. Óscar Alzaga, presidente del PDP (socio de AP en Coalición Popular) fue entrevistado en el programa ‘Buenas Noches’ de TVE, que presentaba Dña. Mercedes Milá,

Lecturas

Desde la llegada de los socialistas liderados por D. José María Calviño, a la dirección de Radio Televisión Española, una de las figuras del canal – el único canal de televisión en aquel momento – que más se vio beneficiada fue la profesional catalana Dña Mercedes Milá, que se convirtió en la entrevistadora estrella de TVE en aquellos años.

El espacio de Dña. Mercedes Milá fue muy criticado por la prensa de derechas, principalmente por el diario ABC de D. Luis María Anson, que consideraba que el programa de la Sra. Milá trataba bien a los socialistas (el partido en el Gobierno) y en cambio trataba mal a los miembros de Coalición Popular (AP, PDP y PL) que iban al espacio. Especialmente mal, según ABC, quedó el presidente del PDP, D. Óscar Alzaga, que, durante su entrevista se esforzó por intentar convencer a la prentadora que no era de derechas, que ser demócrata cristiano no tenía nada que ver con ser derechas, y que era de centro (el habitual complejo de la derecha o la no-izquierda española).

Zap_MilaAlzaga2 Dña. Mercedes Milá entrevistó en el mismo programa el mismo día que estuvo el Sr. Alzaga una feminista que reprochó las posiciones del dirigente de Coalición Popular sobre el aborto.

Zap_MilaAlzaga3 La Sra. Milá sentó al lado del Sr. Alzaga a un científico que aseguró al político que tenía datos de científicos que afirmaban que el no-nacido no era un ser vivo. El Sr. Alzaga cuestionó en sus datos pero reconoció que no había venido suficientemente preparado para ese debate.

El diario dirigido por el Sr. Anson, propiedad de Prensa Española, llegó a recomendar en sus páginas a los dirigentes de Coalición Popular que no se dejaran tentar y no fueran al programa de la Sra. Milá.

Sin embargo las mayores críticas contra la línea pro-gubernamental de las entrevistas de Dña. Mercedes Milás se produjeron durante la campaña del referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN. La postura del Gobierno socialista ante aquel referéndum era el ‘SÍ’ y en las entrevistas de la Sra. Milá aparecieron multitud de partidarios del ‘SÍ’, lo que motivó protestas por escrito de los partidarios del ‘NO’.

04 Junio 1983

MERCEDES MILÁ Y ÓSCAR ALZAGA

'Las Caras de la Noticia' (Director: Luis María Anson)

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Oscar Alzaga cayó, según el dicho popular, «como un pardillo» en la encerrona que todas las semanas tiende Mercedes Milá a los representantes de la derecha. La fórmula es ingenua. La señorita Milá invita a un «derechista» y a dos o tres personajes de signo contrario previamente aleccionados. Al «derechista» se le asalta de repente con un tema polémico ajeno a su especialidad, y resulta aplastado ante varios millones de telespectadores. En el mejor de los casos pierde por 3-1 o por 2-1. El jueves, Oscar Alzaga hizo el ridículo en un asunto tan trascendente como el del aborto. Los representantes de la derecha no deben caer en la vanidad de «aparecer» en la televisión, que es el anzuelo que les tienden, para meterles luego en una encerrona que les desprestigia. A ellos y a lo que representan.

05 Junio 1983

MERCEDES MILÁ

Francisco Umbral

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Mercedes Milá es medio fea, medio guapa, medio lista, medio catalana, tiene el encanto de la protagonista de Marty, ustedes no se acuerdan de aquella película, qué rayos se van a acordar, que luego fue la misma que hizo Calle Mayor, de Bardem. Mercedes Milá es buena lectura para la mañana/tarde del domingo, o sea, que en esto del periodismo hay que tenerlo todo muy pensado, aunque luego venga Otero Besteiro, con el corazón hecho una braga, y me diga que de periodista, nada, que lo mío son los libros, o sea que no sé. Mercedes Milá, marchosa, despistada y catalana, con un suéter encima de otro, coge a Óscar Alzaga, político sabio de la sabia derecha, lo mete en una movida televisual sobre el aborto y lo deja tieso. Este periódico matutino/manchego daba ayer la espantable crónica de cómo una mujer moría desangrada en Tánger en un aborto clandestino. He llamado a mi maestro Haro-Tecglen, que vivió mucho en Tánger (los hombres castos siempre hacen castidad en los sitios perversos, y Haro estaba en Tánger deduro, un poco como Bogart en Casablanca). Haro me echa el marciano/contestador y entonces decido hacer esta columna sin información, sin saber cómo se hacen los abortos de tribu (a los que ha de recurrir la española, gracias a don Marcelo) en Tánger. Parece que Mercedes Milá es una sirena del Mediterráneo industrial de Barcelona, tentadora de los Ulises de derechas, que, como el de Homero y el de Joyce, apenas se alejan de la puerta de su casa. (Lo que hizo aquel hombre griego que se parecía a Ulises no fue sino tomar un puente aéreo por agua, porque su nariz demasiado recta inquietaba a los fenicios de Itaca: no era una nariz fenicio/judía: su etopeya es racial, como la de Hitler.) Por lo que vi el otro día (y sin olvidar a Tom Wolfe:»El primer síntoma de decadencia de un columnista es glosar la tele»), varios millones de telespectadores comprobaron cómo el señor Alzaga enfrentaba sus briosas razones morales contra el aborto a las débiles científicas de los especialistas. A mí me parece que no hay como defender una causa perdida para conquistar la brillantez, pues que no hay en la existencia nada tan resplandeciente que el fracaso. En el mundo entero y en Tánger, el antiaborto es una causa perdida. El que fracasó triunfando con los claros clarines de sus razones, el que se llevó el botín de sombra del éxito -qué vergüenza, triunfar-, fue el doctor Vicente Navarro, de quien anoté esta frase:

-Eso de que la vida comienza en el momento de la concepción es un principio ideológico, pero no científico.

Mercedes Milá tiene sobre el ilustre político señor Alzaga y sobre el actualizado médico señor Navarro una humilde condición, la de ser mujer. Esto de decidir sobre las mujeres sin contar con ellas -miles de Giocondas en Madrid, ya se ha contado aquí- es como el decidir sobre los judíos (se les podía reciclar en jabón o mortadela, sin preguntarles si preferían el jabón o la mortadela), o como decidir sobre el obreraje, sin preguntarle tampoco, mayormente: el obreraj puede ser proletariat, según Marx, y podía ser «el productor», según Franco (aquellos Hogares del Productor, donde se jugaba tanto a las damas), también sin preguntarles a ellos lo que querían ser. Mercedes Milá, sin otra condición social, brillante, que su humilde condición de mujer -y de mujer adorablemente despistada-, convocó a unos cuantos hombres para hablar sobre el aborto, ante la telecosa, como los convoca a diario en cualquier tertulia, cena, reunión o invento. Y salió que los defensores de la mujer, dueña de su cuerpo/alma, se lo montaban mejor que los represores de la mujer portadora de valores eternos en su pierna quebrada de perfectas casadas de Fray Luis (lo cual que el Fray profano canta un amor de los amores más que sospechoso, y una sublime hembra no quebrada por parte alguna, salvo la inevitable). Kess me, Mercedes.

El Análisis

¿PRO-SOCIALISTAS? IMPOSIBLE ACERTAR

JF Lamata

Si algo demuestra la historia de TVE es que es imposible que a la oposición le gusten los entrevistadores de TVE, puesto que para la oposición todo lo que gestione el Gobierno tiene que estar mal y TVE está gestionada por el Gobierno. Lo padeció Dña. Mercedes Milá, lo padeció después Dña. Victoria Prego y años más tarde Dña. Ana Pastor. Las tres acusadas de ser pro-socialistas en distintos momentos de la historia de TVE. Harían falta analistas serios, profesores universitarios o profesionales independientes – si es que existen – para que calificaran si estas profesionales de TVE eran o no pro-socialistas en sus entrevistas.

Lo que está claro es que lo que digan los políticos de derechas no debe quitarles el sueño a ninguna de estas profesionales, porque en su sueldo está criticar todo lo que hagan las TVEs controladas por los socialistas.

J. F. Lamata