21 agosto 1983
El más popular locutor de radio de la posguerra sufría un proceso linfático irreversible
Muere el locutor radiofónico Bobby Deglané, la voz de la SER y RCE
Hechos
El 21.08.1983 falleció el locutor de radio conocido como ‘Bobby Deglané’.
22 Agosto 1983
Palabra e imagen
La radio había tenido en España la figura venerable de Carlos del Pozo, cantante retirado, locutor cálido y humano en Unión Radio, y la de Luis Medina, su competidor en Radio España (EAJ2 y EAJ3, emisoras de Madrid; EAJ1, la que rompió el fuego, estaba en Barcelona) que dieron a las galenas y auriculares y a los primeros altavoces cónicos absurdos un todo de amigos, de buenos y próximos amigos.
La guerra transformó todo en clarín: Augusto Fernández, comandante de carabineros en la radio republicana, y Fernando Fernández de Córdoba, en la sublevada, con sus epígonos hicieron de la voz arma de corribate. Terminó todo como se sabe, y vino la voz del Imperio, la cursilería grave, la nueva prosodia burgalesa y salmantina, las censuras y las consignas, la rigidez, la figura de cera… y fue probablemente Bobby Deglané, quien no consideró nunca que su adhesión personal al Imperio le íba a obligar a cambiar su estilo americano, y que rompió ese espejo dormido y dió a la radio un color y una vida. No es preciso insistir en que los puritanos le criticaron decididamente y que, a la vieja usanza española, se hizo siempre más crítica de sus desplantes que elogios de su oratoria. Pero la verdad es que entre sus hipérboles, su acento, su decidida rotura del idioma, hicieron ver que, efectivamente, una palabra vale más que cien imágenes.
A partir de ahí vinieron grandes maestros españoles (indudablemente, Matías Prats) que hicieron más compatible el idioma con la descripción. Pero el destello de la imagen, la forma de catapultar en la sala de estar el acontecimiento, la rotura del masculleo grandilocuente imperial, empezaron con Bobby Deglané; y algo de la radio de hoy se debe a aquel chileno que comenzó hablando en el campo de la Ferroviaria: unos combates que a lo mejor eran de otra manera, pero que con él ganaban su mejor plástica.
22 Agosto 2022
Adiós, irrepetible maestro
Ignoro si las ondas saben de colores. Pero hoy, si los tienen, deben de transmitir en negro. Creo que todos estamos de acuerdo en que la radio está viviendo un gran moment. Su gran momento. Esto, los profesionales, se lo debemos a unos pocos hombres, a unos contados pioneros, a unos irrepetibles profesionales. En primera línea, Bobby Deglané.
¡Qué respeto yo te tenía! ¡Que respeto yo te tengo! Hace unos pocos años, en esta constante y obligada predicación de nuestra adorable profesión organicé anualmente en Albacete un seminario sobre radio, prensa y televisión. No me podía faltar tu ayuda y tu magiesterio. Te llamé y te dije que la única compensación que, desgraciadmaente podía ofrecerte era un modestísimo obsequio, una tradicional navaja manchega. Con elegancia, al desgaire, me dejaste caer que, si se podía preferirías su valor en metálico. Tú, que habías snobado a los aristócratas de Madrid, tú que te habías fotografiado con los vencedores caballos de tu cuadra en el hipódromo, tú que te llevaste de calle a media España – ¡y que España! – t´uque convoyaste y dignificaste a media profesión, tú que debías haber sido cupón en la cartilla de racionamiento.
Hace un de meses, en Radio Barcelona, os entrevisté conjuntamente a ti y a Matias Prats. Quise hacer mi sentido homenaje a dos maestros. No dije – por hombre – el señorío con que, hasta el último momento, la SER ha tenido contigo. Las fotos de tu persona, con los resultados que te había supuesto el tratamiento médico, estaban ahí. Pero tú, como siempre, como si preguntases ‘¿señora o señorita?’, con tu lección de entusiasmo, ilusión, de esperanza.
Tú has sido en el perdurable recuerdo de tus comandos de nosotros, tus discípulos, de tus hijos de todos.