3 mayo 2007

Se la acusa de estar vinculada al blanqueo de capitales de Marbella

Nueva fase de ‘La Operación Malaya’: Detención de la cantante Isabel Pantoja por complicidad con Julián Muñoz

Hechos

El 3.05.2007 Dña. Isabel Pantoja fue detenida por orden del juez instructor de llamado ‘Caso Malaya’, D. Miguel Ángel Torres. Fue puesta en libertad bajo fianza de 90.000 euros.

Lecturas

«CONTRA LOS CORRUPTOS, POR MUY FAMOSOS QUE SEAN».

La detención se producía después de que el presidente del Gobierno D. José Luis Rodríguez Zapatero celebrara un mitin político en Marbella y anunciara que su Gobierno lucharía contra los corruptos ‘por muy famosos que sean’, por lo que parece indicar que el presidente conocía la popular detención que se iba a producir.

MOVILIZACIONES DE TODAS LAS TELEVISIONES EN MARBELLA:

La detención de Dña. Isabel Pantoja disparó la audiencia de todos los programas de televisión de cotilleos.

Los más beneficiados fueron ‘A Tu Lado’ y ‘Aquí hay Tomate’. El programa presentado por Dña. Emma García subió 4,4 puntos de audiencia y el de D. Jorge Javie Vázquez 3,1 de audiencia.

Otros que han experimentado subida han sido ‘Díselo a Jordi’ (sube 3 puntos), ‘¿Dónde Estás Corazón?’ (sube 2,2) ‘En Antena’ (sube 1,8), ‘Sábado Dolce Vita’ (sube 1,8 también) o ‘El Programa de Ana Rosa’ (sube 1,5).

Los Informativos TELECINCO, en un especial conducido por D. Agustín Hernández, fue el primer espacio en desvelar la detención de Dña. Isabel Pantoja.

El ‘Diario de la Noche’ de TELEMADRID que conduce D. Fernando Sánchez Dragó también dio la detención esa noche.

El programa ‘TNT’ de TELECINCO hizo un especial dedicado a la figura de dña Isabel Pantoja esa misma noche.

En el especial D. Jorge Javier Vázquez conectó varias veces con D. Cristobal Toro, expolicía de Marbella que pasó de trabajar para D. Julián Muñoz a ser uno de sus mayores enemigos. El Sr. Toro asegura que él ya sabía que la detención se iba a producir a pesar de que nunca lo había dicho en ninguna de sus intervenciones en TVE o TELECINCO en las que sí hablaba de cosas menores como si la Sra. Pantoja iba a visitar al Sr. Muñoz.

D. José Carlos Villanueva Mesas fue uno de los reporteros estrella de TELECINCO presentado como experto en política de Marbella en programas como ‘A Tu Lado’ o ‘El Buscador’ para contar las novedades sobre la detención de la artista para ese operador.

Dña. Cristina Jiménez fue la encargada de dar los detalles de la detención para el programa ‘En Antena’ en ANTENA 3 TV.

El periodista izquierdista D. Juan Tortosa era el reportero del operador Sogecable para todos sus programas, ya fueran de CUATRO o de CNN+, conectando con Dña. Ana García Siñeriz para ‘Channel Nº4’ y con D. David Tejera en CNN+.

FRIKIS EN LA PUERTA DE LA CASA DE LA PANTOJA.

   Después de la detención provisional de Dña. Isabel Pantoja, su casa, La Pera, se vio rodeada de cámaras de todas las cadenas de televisión, pero también de frikis que querían aprovechar la presencia de todas aquellas cámaras para poder tener sus segundos en televisión. Ese fue el caso del friki conocido como ‘Mocito Feliz’ (en la que ha sido su primera gran aparición en pantalla) o un hombre vestido de langosta que se identificó como ‘María del Monte’.

CARMEN PARDO: «UN ÉXITO PARA LA PRENSA DEL CORAZÓN».

Desde ‘El Programa de Ana Rosa’ la tertuliana Dña. Carmen Pardo considera que la detención de Dña. Isabel Pantoja es un triunfo para la prensa del corazón.

MARATÓN DE PLATÓS DE ALBERTO PIÑANA Y CRISTÓBAL TORO.

En apenas 48 horas el constructor D. Alberto Piñana y el expolicía D. Cristobal Toro, ambos enemigos de D. Julián Muñoz y del ayuntamiento de Marbella aparecieron en programas de TVE, TELECINCO, ANTENA 3 TV y CUATRO para hacer sus valoraciones sobre la Operación Malaya.

CHELO GARCÍA CORTÉS SE ERIGE EN SU DEFENSORA DESDE ANTENA 3 TV.

La tertuliana Dña. Chelo García Cortés, se ha erigido en la principal defensora de Dña. Isabel Pantoja desde ANTENA 3 TV (de la que dice ser amiga personal), en especial desde ‘¿Dónde Estás Corazón?’, defendiendo la inocencia de la cantante y retando a los tertulianos que la critican a que no tengan nunca problemas con la justicia o con Hacienda.

04 Mayo 2007

Ecos de Marbella

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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La detención de Isabel Pantoja por presunta implicación en un delito de blanqueo de dinero da una nueva vuelta de tuerca a la Operación Malaya, el escándalo de corrupción urbanística que estalló en Marbella en 2005. En realidad, no es una gran sorpresa. La artista estaba siendo investigada desde hacía tiempo y, sobre todo, desde que su pareja, el ex alcalde Julián Muñoz, ingresó en la cárcel en julio del año pasado. Más allá del derecho a la presunción de inocencia que tiene la cantante, puesta ayer por la tarde en libertad provisional bajo fianza de 90.000 euros, el peligro de esta historia es convertirla en un simple sainete de corruptelas y chismes explotado por la prensa del corazón. O aún peor: que sirva para que los partidos la utilicen para sus diatribas electorales. Algunas declaraciones al respecto de dirigentes políticos escuchadas ayer a raíz del suceso carecen de pudor.

El escándalo alcanza a cerca de un centenar de personas, entre ellas, además de Muñoz y Pantoja, la última alcaldesa, Marisol Yagüe, la primera teniente de alcalde Isabel García Marcos y el ex consejero de Urbanismo Juan Antonio Roca, el gran cerebro de toda esta trama, quien se calcula llegó a amasar 2.400 millones de euros a base de la pícara filosofía de recibir comisiones para obtener favores municipales. Algo bien enraizado en Marbella y que, por desgracia, se va extendiendo a otros lugares del territorio hispano. Al desarrollo de esa filosofía, nacida a principios de los noventa al calor del partido del fallecido Jesús Gil, han contribuido los políticos y los empresarios locales, pero también la policía y la propia judicatura por no poner freno al desmán. Entre la barahúnda de la detención de Pantoja ha pasado inadvertida la de Pedro Román, ex número dos de Gil y teniente de alcalde marbellí entre 1991 y 1998. Resultaba inaudito que uno de los principales ejecutores de esta maquinaria de entramados societarios, de blanqueo de capitales, comisiones y recalificación irregular de terrenos quedara indemne.

El caso Pantoja tendrá el ruido mediático que tuvo en su día el del fraude fiscal de Lola Flores. Pero es una anécdota comparada con la putrefacción en la que están envueltos no pocos gobiernos locales. Ciertamente, se han hecho progresos para frenarla tras la creación de los fiscales anticorrupción de zona, pero éstos necesitan de más medios, al igual que la policía. Y los partidos, a su vez, deben consensuar un pacto de Estado con normas estrictas para acabar con esa lacra. Seguro que si lo hacen se ganarán el respeto de la opinión pública.

04 Mayo 2007

El pantojazo

Ignacio Camacho

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Esta vez se ha notado demasiado. Era sabido que Isabel Pantoja vivía de hecho en libertad provisional desde que Julián Muñoz entró en la cárcel, pero a partir del momento en que ETA reventó en Barajas el entramado del «proceso de paz», su horizonte penal pendía de un delicado hilo de coyuntura política y su bata de cola había adquirido el sospechoso aspecto de una aparatosa cortina de humo. Para prenderla faltaba elegir el día y la hora, cualquier fecha señalada en que el Gobierno necesitara el oxígeno de un potente escándalo de masas. Las coordenadas se han cruzado en las vísperas de una campaña electoral marcada por la presencia de Batasuna y la intención gubernamental de desviar el debate hacia la especulación urbanística y la corrupción en los Ayuntamientos. Con esas dos estrellas alineadas en el negro firmamento de su destino, la suerte de la Pantoja estaba echada. Había llegado el momento de trocarle las castañuelas en grilletes.
El zapaterismo ya tiene su Lola Flores. Una folclórica cabeza de turco a la que pasear en lo alto de la pica de su supuesta incorruptibilidad como escarmiento demagógico y populista. Carne de cañón, pólvora amarilla con cuyo estruendo tapar los cohetes de sospecha que estallan en Ibiza o en Ciempozuelos, traca de colorín para ahogar el escándalo de las listas de ETA que se filtran hacia la legalidad por las rendijas que abre la permisividad del Gobierno mientras la Pantoja duerme en el sórdido calabozo de una comisaría de Málaga. El terrorismo en la puerta de los ayuntamientos y la copla delante de los ropones.
Pero todo resulta demasiado evidente. El rigor de la detención nocturna, con la prensa avisada y una oblicua referencia de Zapatero en un mitin, contrasta con la petición de fianza del juez y pone de manifiesto el escaso riesgo de fuga alegado para justificar la alharaca del operativo. Y los indicios de connivencia con los mangantes de Marbella llevan flotando tanto tiempo en el ambiente que es imposible no pensar que alguien estaba manejando a su conveniencia los tiempos para pasar a la cantante por la mazmorra y el juzgado. Suena a Tom Wolfe: la Gran Acusada Blanca, el chivo expiatorio que arde en la hoguera de las vanidades de la política. Está tan trillado que da un poco de asco, un mucho de tristeza.
Queda por saber qué habrá dicho Pantoja ante el magistrado. Si habrá contado sus visitas por ciertos despachos de la Junta de Andalucía o si prefiere guardarse ciertos ases de escándalo en la manga de su vestido de volantes. Si se sabrá objetivo de una turbia operación de distracción y encubrimiento o si le podrá el miedo a la soledad de la prisión y el desamparo. Si habrá sido la torva Lady Macbeth de la oscura leyenda de ambiciones mafiosas de «Marbella Vice» o la quebradiza y asustada heroína de su tonadilla célebre: «Que se busquen a otra y que borren mi nombre para siempre…».
Pero no se buscarán a otra. Porque nadie tiene ahora mismo más impacto en el corazón voluble de un pueblo agitado. Es un viejo truco. Lo inventó Pilatos con un tal Barrabás.

04 Mayo 2007

Innecesario ensañamiento judicial con Isabel Pantoja

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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Difícil encontrar un espectáculo más morboso que el de una famosa tonadillera, viuda de un mito del toreo, detenida a las once de la noche en su casa, obligada a dormir en un calabozo y conducida por la fuerza al juzgado para declarar por presuntos delitos de fraude fiscal y blanqueo de capitales.

Isabel Pantoja representó ayer el papel con mayor audiencia de su vida en el juzgado de Marbella, donde el juez Miguel Ángel Torres le tomó declaración durante tres horas sobre una serie de operaciones de blanqueo de capitales en las que, según la Fiscalía, podría haber actuado de cómplice de su compañero sentimental, el ex alcalde Julián Muñoz.

Se da la circunstancia de que Zapatero había visitado la comisaría de Málaga horas antes de la detención de la cantante, lo que motivó la petición de explicaciones por parte del PP. Un portavoz de Moncloa aseguró que el presidente no tenía ni la más remota información de que Isabel Pantoja iba a ser detenida ese mismo día y menos en esa comisaría, lo cual es extraño pero verosímil.

El abogado de Isabel Pantoja manifestó que la artista estaba «aturdida» y que «no entendía lo que le estaba pasando». El hecho es que el juez dictó prisión eludible bajo una fianza de 90.000 euros, que fue depositada un par de horas después de finalizar su declaración.

A la vista de este auto y de cómo se han desarrollado los hechos, cabe preguntarse si era necesario proceder a la detención preventiva de Isabel Pantoja y hacerle pasar una noche en los calabozos de la Policía de Málaga.

La respuesta es no, porque el juez podía haber enviado una citación para declarar como imputada en el caso Malaya a la tonadillera, dejándole la posibilidad de acudir al juzgado por sus propios medios.

Eso es además lo que establece el espíritu de la ley, que determina que una persona sólo puede ser detenida preventivamente si existe riesgo de que vaya a eludir la acción de la Justicia, de que vaya a destruir pruebas o por la subjetiva alarma social que se pudiera producir si no se dictara tal medida. Ninguno de los tres supuestos se daba en este caso. Y tampoco la humillación estaba justificada por la naturaleza del delito, que, por la cuantía de la fianza, no puede ser demasiado grave.

Aunque el fiscal general del Estado justificó y alabó ayer la actuación del juez y de la Fiscalía Anticorrupción en relación a Isabel Pantoja, no parece que la detención de una artista en su casa a medianoche sea un motivo para sacar pecho.

Todo indica que alquien ha querido convertir la imputación de Isabel Pantoja en un espectáculo y lo ha conseguido. Tal vez pensaba que el Gobierno se podía beneficiar de una operación de imagen que demostrara su firmeza contra la corrupción urbanística en Marbella y allende. O tal vez el juez Torres creía que la estancia en el calabozo iba a crear un estado anímico que favoreciera una declaración inculpatoria de la artista. Pero el desenlace ha sido tan chusco que sólo ha servido para poner en evidencia que la Justicia ha recurrido a medios tan desproporcionados como innecesarios. Lo de ayer fue sencillamente un remedo de lo que debe ser esa Justicia.

06 Mayo 2007

Chelo, Isabel y las dos España

Ferrán Monegal

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Una vez más, nuestra admirada Chelo García Cortés se ha erigido en portavoz de la cantante. ¡Ah! cuando el periodista se transforma en parte implicada, el periodismo declina y nace el asesor de imagen. ¡Cómo la estaban esperando la madruga da de ayer sus colegas del Dolce Vita (A-3)! Le pusieron imágenes de aquella juerga que la Pantoja y Julián Muñoz se pegaron el día de la inauguración del restauran te, cuando cantaban a dúo aquella ranchera titulada El rey. ¡Ah! qué macabra sesión aquella, a la vista de lo que finalmente ha pasado: «Hago siempre lo que quiero / Mi palabra es la ley / ¡Sigo siendo el Rey!» entonaban ambos, exultantes, imparables, en aquellas jomadas en que se comían el mundo cada tarde. Y Chelo, transformada en protagonista y portavoz oficial, iba exclamando: «Isabel se considera inocente, ¡y yo también la considero así! ¡Espero que Julián Muñoz no la llame!», y mirando fijamente a la cámara, en un gesto escénico muy bien logrado, de mucha intensidad, hacía como que se dirigía directa mente a la Pantoja y le suplicaba: «¡Isabel, Isabel deja de escuchar a Julián! ¡Salte de esta historia de una vez!». iAh! que hermosa estrategia: intentaba llegar a nuestros corazones por la vía del feminismo sentimental. O sea, la cantante es una víctima, es una pobre mujer que estaba en casa, encerrada en la cocina, sin enterarse de nada, y Muñoz, el pollastre de esta historia, es en realidad el único malo. Lamentablemente te sus compañeros de plato no tragaron, y le arreaban. Refranero es pañol en mano, le decían: «Dos que duermen en el mismo colchón son de la misma condición», y reinaba un cachondeo bárbaro. Mientras esto sucedía, en Tele 5 construyeron a toda prisa una edición especial de Hormigas blancas. O sea, la marabunta al ataque. En un momento dado cruzaron su cotilleo habitual con el delirante análisis político que el PP está dando al caso. Nos pusieron cortes radiofónicos de Jiménez Losantos en la COPE y de Francino en la SER. Y la gran hormiga tomatera Vázquez aseguraba: «La Pantoja ha hecho aflorar otra vez las dos Españas: la cadena SER y la cadena COPE, ¡enfrentadas!». Ante la magnitud de lo que está pasando, cabe temer que el club de fans de la cantante declaire un nuevo y glorioso al zamiento nacional