14 julio 2014

El apoyo de la federación andaluza fue clave para el triunfo del aspirante madrileño

Pedro Sánchez elegido nuevo Secretario General del PSOE por voto directo de los militantes frente a Madina y Pérez Tapias

Hechos

El 13.07.2014 se celebró la votación de los militantes del PSOE para escoger al Secretario General en la ejecutiva que surgiera en el Congreso Extraordinario del PSOE.

Lecturas

El 38º Congreso del PSOE debía escoger al sustituto de D. Alfredo Pérez Rubalcaba, que dimitió tras los malos resultados de las últimas elecciones europeas.

Ante la dimisión de D. Alfredo Pérez Rubalcaba anunciada el 26 de junio de 2014 el PSOE anuncia primarias para elegir al nuevo secretario general del partido siendo la primera vez que el cargo de secretario general se elige por votación directa de los militantes.

El 10 de junio de 2014 Dña. Susana Díaz Pacheco, presidenta de la Junta de Andalucía y señalada como una posible aspirante al cargo anuncia que renuncia a competir por el liderazgo del PSOE. Ese mismo día el diputado D. Eduardo Madina Muñoz anuncia que será candidato a liderar al PSOE. El día 11 de junio de 2014 el periódico El País coloca al Sr. Madina en su portada en lo que se interpreta como el respaldo del Grupo PRISA al Sr. Madina. Frente a él se presentan otros dos aspirantes: el diputado D. Pedro Sánchez Pérez-Castejón y D. José Antonio Pérez Tapias, de la corriente minoritaria Izquierda Socialista. D. Pedro Sánchez cuenta con trato favorable desde la prensa conservadora, ABC y La Razón, le presentan como el más ‘centrista’ de los aspirantes.

El 7 de julio de 2014 se produce el debate público entre los tres candidatos. El día 10 de julio de 2014 El Confidencial entra en campaña publicando que D. Pedro Sánchez Pérez-Castejón había sido miembro de la Asamblea de Caja Madrid en un aparente intento de dañar su imagen, pero el apoyo de la federación de Andalucía, la de Dña. Susana Díaz Pacheco es decisivo para el apoyo a D. Pedro Sánchez.

El día 13 de julio de 2014 se celebran las primarias que dan el siguiente resultado:
⦁ D. Pedro Sánchez Pérez-Castejón – 62.411 votos.
⦁ D. Eduardo Madina Muñoz – 46.408 votos.
⦁ D. José Antonio Pérez Tapias – 9.912 votos.

Estos resultados convierten a D. Pedro Sánchez Pérez-Castejón en el nuevo secretario general del PSOE. Forma una Ejecutiva en la que aproximadamente la mitad de sus miembros son fieles a D. Pedro Sánchez y la otra mitad lo son a Dña. Susana Díaz Pacheco en reconocimiento a la importancia de su apoyo en esta lucha. La composición es la siguiente:
⦁ Presidenta del PSOE – Dña. Micaela Navarro Garzón (PSOE andaluz)
⦁ Secretario General – D. Pedro Sánchez Pérez- Castejón
⦁ Secretario de Organización – D. César Luena López (líder PSOE La Rioja)
⦁ Política Federal – D. Antonio Pradas Torres (PSOE andaluz)
⦁ Secretaria de Igualdad – Dña. Carmen Montón Giménez (PSOE valenciano, PSPV)
⦁ Acción Política – D. Patxi López Álvarez (líder PSOE vasco, PSE-EE)
⦁ Reformas Democráticas – D. Ximo Puig Ferrer (líder PSOE valenciano, PSPV)
⦁ Política Municipal – Dña. Adriana Lastra Fernández (PSOE asturiano)
⦁ Economía – D. Manuel de la Rocha Vázquez (apoyó a D. Eduardo Madina Muñoz)
⦁ Sanidad – Dña. María José Sánchez Rubio (PSOE andaluz)
⦁ Empleo – Dña. Mari Luz Rodríguez Fernández (PSOE castellano-manchego)
⦁ Ciencia y Red – Dña. María González Veracruz (PSOE murciano)
⦁ Estudios y Programas – Dña. Meritxel Battet Lamaña (PSC)
⦁ Relaciones Internacionales – Dña. Carme Chacón Piqueras (PSC)
⦁ Formación – Dña. Estefanía Martín Palop
⦁ Movimientos Sociales – D. Pedro González Zerolo
⦁ Cambio Climático – Dña. Pilar Lucio Carrasco (PSOE extremeño)
⦁ Administraciones Públicas – Dña. Susana Sumelzo Jordán (PSOE aragonés)
⦁ Unión Europea – Dña. Iratxe García
⦁ Agricultura – Dña. María Luisa Faneca
⦁ Educación – D. José Miguel Pérez (líder PSOE de Canarias)
⦁ Bienestar Social – Dña. María Luisa Carcedo
⦁ Cultura – D. Iban García del Blanco
⦁ Emigración – D. Roberto Jiménez (líder PSOE navarro, PSN)
⦁ Cooperación para el Desarrollo – Dña. Noemí Cruz
⦁ Pequeños municipios – Dña. Manuela Galiano
⦁ Inmigración – Dña. Eva Matarín

⦁ Vocales: D. Pere Navarro Morena (ex líder PSC), D. Tomás Gómez Franco (líder PSOE madrileño, PSM), D. Emiliano García Page (líder PSOE castellano-manchego), Dña. Rosa Eva Díaz Tezanos, D. José Ramón Gómez Besteiro (líder PSOE en Galicia), Dña. Francina Armengol (líder PSOE en Baleares), D. Javier Abreu Rodríguez (Dirigente PSOE de Canarias – La Laguna), D. Juan Pablo Durán Sánchez, D. Francisco Pizarro Galçam, Dña. María Ascensión Murillo y D. Carlos Pérez Amadón.

10 Julio 2014

Pedro Sánchez ‘esconde’ que fue consejero de la Asamblea de Caja Madrid con Blesa

Daniel Forcada

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Cometemos grandes incoherencias que son grandes errores”. La advertencia la dejó en el aire José Antonio Pérez Tapias en el debate entre los candidatos a liderar el PSOE del pasado lunes como un claro reproche a la actitud de su partido en asuntos como el rescate de Bankia, y se puede volver ahora como un dardo envenenado contra uno de sus principales rivales. Pedro Sánchez oculta en su biografía oficial su vinculación pasada con Caja Madrid, entidad de la que formó parte, entre 2004 y 2009, de su Asamblea General como representante socialista del Ayuntamiento de Madrid. Sánchez, que se presenta a estas primarias a la Secretaría General como el militante que hace un año no estaba en política y que ahora es meramente un “diputado raso”, no menciona que él también contribuyó, con su presencia y con su voto, a la politización de la entidad que ha dado lugar al mayor coste del rescate financiero.

Sánchez fue en ese tiempo, tal y como reflejan los informes anuales de gobierno corporativo disponibles en la CNMV, uno de los 100 consejeros generales de la Asamblea General de la Caja que representaban en la entidad a los ayuntamientos de la región. En ese periodo, era concejal en el Ayuntamiento de Madrid, al igual que la jueza María Tardón, entonces edil del PP, y recusada por ello de la causa en la que se juzga al juez Elpidio Silva por prevaricación en el caso Miguel Blesa. No fue, precisamente, una etapa modélica dentro de la Caja.

Sánchez, que ha criticado el indulto al banquero Alfredo Saénz en uno de los últimos Consejos de Ministros de José Luis Rodríguez Zapatero o el nombramiento de Miguel Ángel Fernández Ordóñez como gobernador del Banco de España, dio su consentimiento, como consejero, a la ruinosa compra del City National Bank of Florida (noviembre de 2008) por 927 millones de euros y que fue la mayor inversión en el extranjero en la historia de la entidad. Tampoco se conoce oposición alguna, por parte del diputado, a la política de concesión de “créditos amigo” practicada por la Caja, a que engordase su balance con activos tóxicos de la burbuja o los sueldos millonarios que Blesa y compañía se autoadjudicaron en aquella época.

Pérez Tapias advertía en el debate con Madina y Sánchez que el hecho de que el PSOE no hubiera reclamado una comisión de investigación sobre Bankia había sido una “incoherencia con que luego nos castigan electoralmente y nos restan credibilidad”. Un comentario que el candidato de Izquierda Socialista enlazaba con el que minutos antes había formulado Eduardo Madina, quien dijo que el principal error del partido había sido no prohibir la presencia de cargos públicos del PSOE en las cajas de ahorro que ofrecían participaciones preferentes mientras negaban la dación en pago. “Muchos de los políticos que estuvieron en cajas de ahorros tuvieron una cierta responsabilidad”, explicó.

No se conoce que Sánchez, economista de profesión y licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por el centro universitario María Cristina, adscrito a la Complutense, se opusiese a algunas de estas medidas políticas tan lesivas para la entidad. En especial, la compra del City National Bank of Florida en 2008, que ha desencadenado el procesamiento del propio Blesa. La compra fue aprobada por unanimidad por el consejo de administración de Caja Madrid, con los votos de PP, PSOE, IU, CCOO y UGT, pero también con la aquiescencia de la Asamblea General, convocada al efecto para ratificar la adquisición.

Miedo a posibles acciones legales contra él

En su día, UPyD presentó una denuncia en la Fiscalía Anticorrupción por un presunto delito de estafa, de falsificación de cuentas anuales y por un delito de administración fraudulenta o desleal contra los miembros del Comité de Dirección y el Consejo de Administración de Caja Madrid.

La denuncia, que fue archivada por la Fiscalía, no incluía a los miembros de la Asamblea General aunque, recientemente, la formación ha dirigido un escrito a la propia Fundación Caja Madrid, lo que queda de la antigua caja, para que sea ella misma la que emprenda acciones legales contra todos los responsables del “desfalco” de la entidad.

Fuentes internas del PSOE consultadas por este diario temen que en “un escenario de querellas múltiples” promovidas por nuevos partidos surgidos tras las elecciones europeas o desde diferentes asociaciones de perjudicados por la gestión de Caja Madrid o preferentistas pueda suponer un nuevo golpe letal al liderazgo del PSOE tras la abdicación de Rubalcaba por los malos resultados del 25-M.

En esa misma etapa en la que era consejero, Sánchez obtuvo una hipoteca de parte de la entidad. El 29 de julio de 2008, pocos meses antes de que la Asamblea de Caja Madrid ratificase la compra del banco de Miami (7 de noviembre de 2008), Sánchez solicitó un crédito hipotecario a la propia entidad financiera por un importe de 159.300 euros, tal y como se recoge en su declaración de bienes como diputado.

El Confidencial se puso ayer en contacto con el equipo de campaña de Pedro Sánchez para que aportase información adicional a la labor realizada por el diputado durante su etapa como miembro de la Asamblea General.Esta mañana, Sánchez ha remitido un escrito al periódico titulado «Transparencia: mis intereses y mis bienes».

Por su parte, el candidato Eduardo Madina ha evitado pronunciarse al respecto en un desayuno informativo de Europa Press que ha protagonizado este jueves en el Hotel Villamagna de Madrid. «No tenía ni idea de que hubiera estado en la entidad financiera», ha explicado. «He visto esta mañana la noticia y tengo que leerla bien».

07 Julio 2014

Al Secretario General del PSOE: ¿Hay alguien de verdad ahí?

Rafael Reig

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Estimado desconocido secretario general del PSOE, en el momento de escribirte esta carta no sé todavía cuál de los Tres Tenores eres, pero sí estoy convencido de que da lo mismo, porque sois tal para cual, los tres del PSOE en la modalidad de oposición. Eso significa al menos tres cosas.

En primer lugar, volvéis a prometer cosas que jamás ha hecho el PSOE cuando ha gobernado. Teniendo en cuenta que el PSOE ha batido el récord de permanencia en el Gobierno en este país, ¿quién pensáis que os va a creer? ¿Te pongo algún ejemplo? Vale, la denuncia del Concordato da como risa. En cuanto llegáis al Gobierno, se os olvida la promesa y os ponéis de rodillas. Ídem de lienzo con la confesionalidad del Estado o la enseñanza de Religión en la escuela. Ahora abomináis de la reforma laboral del PP. Claro que sí, amigo, pero ¿qué hicisteis con el mercado laboral desde el Gobierno? Ahora resulta que sois republicanos y hasta federalistas. Por supuesto, en los más de veinte años de Gobierno, ¿cuántas veces habéis hablado de eso? ¿Cuántas consultas le dejasteis hacer a los vascos? Para no mencionar la pretensión surrealista de que se puede apoyar al mismo tiempo a la República y a la monarquía.

Como decía Krahe: “¡Hombre blanco hablar con lengua de serpiente!”. Tanto es así que los tres sólo habláis de ofrecer algo “creíble”. ¿Creíble? ¿No sería más fácil que fuera verdad, simplemente verdad? Algo creíble a mí me suena a que, como no es verdad, hay que hacer que nos lo creamos.

Por otra parte, los tres tenéis la misma sonrojante grandilocuencia. La solemnidad cursi es, por supuesto, el escudo para protegerse de la falta de ideas. Os he oído a los tres rimbombancias a mansalva, todas muy parecidas: “se abrirán las grandes alamedas para que más pronto que tarde”,  “la pasión es lo que nos mueve a los socialistas”, “debemos de quitarnos los complejos, que lo mejor que ha pasado en este país es de la mano del PSOE”, “regeneración”, “puertas abiertas”, etc. Parecían unos juegos florales. La retórica y la demagogia son igual de peligrosas cuando las utiliza Podemos, el PP o vosotros.

Y por último, ¿por qué no salís a la calle? ¿De verdad pensáis que el candente asunto primarias sí, primarias no es lo que nos quita el sueño a los votantes? ¿Os parece que la discusión sobre las bondades o perfidias de la bicefalia y la concentración de poder nos tiene en vilo? Imagino que estas cosas ocurren cuando tenéis en la sala cien personas y ciento cincuenta periodistas. Pues os advierto una cosa: no nos representan. Dicen que la ciudadanía no se siente representada por partidos como el vuestro, pero lo que es indudable es que no se siente representada por la prensa mayoritaria. Lo que les interesa a los periodistas, lamento decíroslo, no es lo que nos interesa a los votantes. Entre las instituciones en crisis, no sólo cuentan los tres poderes: el llamado cuarto poder también sufre una crisis de confianza. Lo que ocurre es que no se habla tanto de ella por una razón fácil de comprender: sale muy poco en los periódicos.

Cuando escribo queda una semanita para que elijan a uno de los tres, pero parece que hay un gran desinterés. ¿Sabes por qué? Porque ninguno dice nada nuevo ni diferente. La pregunta que te quiero hacer, por tanto, es la siguiente: en esa semana, ¿dijiste algo diferente y que sea no sólo “creíble”? O en otras palabras, esta carta ¿se dirige por fin a alguien de verdad o a una vez más a cualquiera de los Tres Tenores procedentes de la guardarropía del partido?

15 Julio 2014

Un PSOE sin hipotecas

EL PAÍS (Director: Antonio Caño)

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El Partido Socialista ha dado una lección de democracia con el proceso que ha culminado en la designación de Pedro Sánchez como secretario general. Los demás partidos difícilmente podrán atrincherarse en los viejos procedimientos tras este ejercicio de transparencia. Los resultados, una participación de dos tercios de los militantes y una victoria del ganador por el 49% de los sufragios, ofrecen una legitimidad que ningún otro secretario general había tenido.

Que Sánchez cuente con estas bazas no implica disponer de carta blanca. Queda pendiente el congreso extraordinario, en el que habrá de ser ratificado él mismo, junto con su ejecutiva. A la hora de componerla no debería dejarse influir demasiado por las cuotas de poder que acostumbran a exigir las baronías regionales, por decisivas que hayan sido en su triunfo, en especial la andaluza. Sánchez hará bien en invertir los términos: él es quien debe pedir cuentas de cómo está la situación en cada comunidad y qué posibilidades electorales existen, a fin de formar un equipo de dirección capaz de transmitir a la ciudadanía cuál es la verdadera medida de la renovación.

La incógnita no despejada de las primarias pesa también sobre el proceso. En el pasado, cada secretario general del PSOE era el candidato natural a La Moncloa, pero ahora existe el compromiso de convocar elecciones abiertas para dirimir la cuestión. Es importante manejar el calendario con cuidado para no verse enredado en varias batallas a la vez, tal vez escalonando las primarias. De momento, Sánchez gana acertadamente tiempo al remitirse a los órganos de dirección.

No es, en todo caso, un asunto tan relevante como se pretende hacer ver. Lo que de verdad importa es la definición del proyecto político. La voluntad expresada por Sánchez de instalar al partido “en la izquierda” tiene que ver con la recuperación de las señas de identidad, pero también con el desafío que sufren sus bases por parte de sectores radicales y populistas. Ahora bien, el PSOE tampoco puede desconocer que las elecciones se ganan en el centro. El desgaste de Rajoy y de los suyos concede a los socialistas una oportunidad en 2015, a condición de que representen bien a la gran mayoría del espacio de centro.

Ni que decir tiene que todos los ojos están pendientes del desafío independentista en Cataluña, respecto al cual Sánchez descarta el referéndum intentado por Mas y sus aliados, pero dispone de la baza del proyecto federal para formular una propuesta en positivo.

Pedro Sánchez, valor desconocido para la mayoría de los españoles hasta hace pocos meses, aporta una imagen rejuvenecida, desconectada de los Gobiernos de Zapatero y sin responsabilidad en la línea seguida en la oposición. Falta por ver si es capaz de ejercer un liderazgo democrático, fuerte y capaz de superar hipotecas. Pero la oportunidad de renovación existe.

14 Julio 2014

El PSOE apuesta por la moderación

ABC (Director: Bieito Rubido)

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La victoria de Pedro Sánchez representa una contención de las bases socialistas a un exceso de radicalización izquierdista para competir con los movimientos extremistas
Las elecciones primarias en el PSOE para elegir a su nuevo secretario general han dado la victoria al diputado madrileño Pedro Sánchez, quien se impuso con casi la mitad de los votos. Eduardo Madina obtuvo algo más de un tercio, y José Antonio Pérez Tapias, veinte puntos menos. Estos resultados confirman plenamente la proyección que hicieron los avales conseguidos por los candidatos. La dirección socialista puede estar satisfecha, especialmente por la alta participación de los militantes, que ha superado el 65 por ciento de los casi doscientos mil que podían votar. Esta respuesta de la militancia es un refuerzo innegable a la nueva etapa que se abre en el PSOE y disipa las dudas sobre la implicación de las bases socialistas en la renovación del partido. Una baja participación habría mandado un pésimo mensaje a la sociedad española, el de un partido que no cree en sí mismo. Por ahora, la operación de réplica diseñada por la dirección del PSOE a los malos resultados de las elecciones europeas y a la presión que ejerce Podemos por su izquierda está discurriendo favorablemente.
En cuanto a la victoria de Pedro Sánchez, representa una contención de las bases socialistas a un exceso de radicalización izquierdista para competir con la reciente irrupción de la demagogia y con los movimientos extremistas que han ocupado, a veces violentamente, las calles de las ciudades españolas. Sánchez encarna una rectificación del zapaterismo hacia posiciones de izquierda nacional, más constitucionalista y constructiva que la alternativa de Eduardo Madina, cuya propuesta estaba claramente orientada a desplazar al PSOE al terreno de un frente de izquierda extrema y filonacionalista. Por tanto, estas primarias no sólo elegían secretario general, sino también el modelo de PSOE para los próximos años.
Ahora serán importantes las lecturas internas que haga el próximo Congreso Extraordinario para la composición de los órganos nacionales, porque, aun cuando la victoria de Sánchez es clara –sobre todo gracias a la federación andaluza, donde ha llegado al 61 por ciento–, no ha superado el 50 por ciento, esa barrera psicológica de la victoria por mayoría absoluta. En todo caso, habrá que esperar a si se cumplen los compromisos asumidos en el debate de la semana pasada por los candidatos de hacer una directiva integradora, que incluya a los candidatos derrotados.
Por el momento, el PSOE ha comenzado con buen pie su proceso de renovación, optando por el candidato más transversal y menos extremista, lo que, a su vez, debe alertar al Partido Popular frente a cualquier exceso de confianza sobre la duración de la crisis socialista.

14 Julio 2014

Cambio histórico en el PSOE que despeja la primera de muchas dudas

EL MUNDO (Director: Casimiro García-Abadillo)

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LA ELECCIÓN de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE es un hecho histórico: es el primero en ser elegido por el voto directo de los militantes. Lo ha conseguido, además, con una alta participación, superior al 67%, un aval que le permite presentarse hoy ante los ciudadanos como digno sucesor de Rubalcaba. El PSOE ha hecho un ejercicio de transparencia y de democracia interna acorde con las exigencias de la sociedad y marca un camino al que, pese a sus reticencias, no podrá sustraerse el PP. Pero más importante aún que la fórmula para nombrar a su líder, es la encrucijada en la que se halla el PSOE: en caída libre desde su derrota en las generales de 2011 y con el menor respaldo popular en décadas; un partido que ha pasado en seis años de 11 millones de votos a 3,5 y que ve amenazada su centralidad en la política española.

Con ese panorama de incertidumbre, Sánchez hizo buenos los pronósticos. Ganó en 11 de las 17 comunidades autónomas, entre ellas, Andalucía, Valencia, País Vasco y Madrid. El tirón de Madina llevó a un resultado más ajustado de lo que hizo pensar su capacidad para reunir los avales: perdió en su federación, la vasca, y también en el Grupo Parlamentario, donde ejerce como secretario general. Por otra parte, hay que valorar el apoyo que recibió Pérez Tapias, que partiendo como el aspirante descartado acabó reuniendo un 15% de los votos.

Una vez Sánchez sea ratificado el día 27 por el congreso del PSOE y designe a quienes le acompañarán en la dirección es seguro que habrá cambios en el partido. El discurso de los tres aspirantes fue, desde el principio, el de la renovación y la apuesta por políticas de izquierda, bien es cierto que sin concretar demasiado. Sánchez se comprometió durante la campaña a corregir la paradoja de que la militancia socialista haya estado, históricamente, a la izquierda de las posiciones que marcaba la ejecutiva. Sin embargo, el madrileño ha sido poco claro ante cuestiones decisivas: no quiso pronunciarse sobre la posibilidad de convocar un referéndum sobre la Monarquía –aunque es seguro que no coqueteará con esa posibilidad–, avaló en un primer momento la consulta soberanista en Cataluña y luego se echó atrás, y empezó hablando de las «naciones» de España y acabó refiriéndose a las «nacionalidades», en coherencia con lo que establece la Constitución.

Habrá que comprobar ahora hasta qué punto el prometido viraje a la izquierda se queda en una política de gestos o afecta a cuestiones de Estado. Es cierto que en las elecciones europeas el votante ha recompensado las apuestas de izquierda radical, pero una alianza –siquiera estratégica– entre Podemos, IU y el PSOE abriría un camino de destino incierto, sin duda para España, pero también para los socialistas. Sus alianzas contra natura en el pasado acabaron pasándole factura, como ocurrió en el caso del tripartito catalán. Hay que esperar, también, a ver el grado de entendimiento de Sánchez con Miquel Iceta, que ayer fue elegido primer secretario del PSC. Iceta pretende abrir una nueva etapa en el socialismo catalán tras los reveses sufridos como consecuencia de la deriva soberanista.

El PP ya ha movido ficha de cara al nuevo tablero que se configura. Si el PSOE se escora le dejará más terreno en el centro, una oportunidad que Rajoy no piensa desaprovechar. El discurso que hizo el sábado en defensa del Estado del bienestar y el anuncio de más medidas sociales van en esa dirección.

De cualquier forma, la elección de Sánchez sólo ha despejado la primera de las muchas incógnitas que hay en el PSOE. Hay que determinar ahora cuándo se celebrarán las primarias para elegir al candidato a la Presidencia del Gobierno, votación que podría crear una incómoda bicefalia. Habrá que ver, así mismo, hasta qué punto Susana Díaz ejerce su tutela. La presidenta andaluza ha sido clave para decantar la balanza en favor de Sánchez. A nivel interno controla una cuarta parte de la militancia, pero además, es el principal referente institucional del PSOE.

Pedro Sánchez, que ayer convocó a los militantes a «un proyecto ganador» tiene el reto de devolver el protagonismo al PSOE. Es una enorme responsabilidad. De su tino o desacierto dependerá también buena parte del futuro de España.

14 Julio 2014

El PSOE elige la renovación

LA RAZÓN (Director: Francisco Marhuenda García)

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La victoria, contundente e inapelable, de Pedro Sánchez en las elecciones a secretario general del PSOE representa también el triunfo de la corriente renovadora en el partido y del candidato que ofrecía mayor garantía de centralidad, alejado tanto del radicalismo de Pérez Tapias como del representante del aparato Eduardo Madina.  Como ya lo fuera en la recogida de avales, la hegemonía del voto andaluz en el censo ha sido determinante en el éxito de Sánchez, lo que le otorga a Susana Díaz una indiscutible autoridad moral en la nueva etapa del partido. No cabe duda de que la presidenta andaluza es la otra gran triunfadora de la jornada de ayer y, de algún modo, se coloca en la mejor posición de salida para aspirar a todo en el futuro no muy lejano del partido.

Era la primera vez que el PSOE utilizaba el procedimiento de primarias para elegir a su secretario general. Lo empleó en 1998 para presentar al candidato a la presidencia del Gobierno, pero la experiencia terminó como el rosario de la aurora. Parece ser que en esta ocasión ha funcionado con mejor fortuna. Aunque no pueda decirse que los militantes socialistas con derecho a voto (unos 135.000 sobre los 197.500 registrados) acudieran en masa a las urnas, sí es cierto que el índice de participación (en torno al 60%) es más que suficiente para reforzar la legitimidad del vencedor. Además, conviene subrayar que Sánchez se ha impuesto en 11 comunidades autónomas, frente a las 6 que eligieron a Madina, lo que le otorga una variada representación territorial. Entre los diferentes escenarios posibles para una rápida recuperación del PSOE en la medida en que evita su participación en dos y refrenda un liderazgo claro. De todos modos, al nuevo secretario general le queda por delante la ingente tarea de devolver la ilusión a los militantes socialistas y cohesionarlos  en torno a un programa reconocible. Lo deseable es que los afronte con el pragmatismo de un partido que quiere volver al Gobierno de España y con sentido de Estado en las cuestiones medulares que afectan a la convivencia de los españoles. Pero si sucumbe a la tentación de radicalizarse para hacer el viaje con IU y el emergente Podemos, es muy probable que el PSOE termine su camino como un partido irrelevante, incapaz de fraguar los grandes consensos que necesitan los españoles en los próximos años. Cabe confiar, por tanto, en el buen sentido político de Pedro Sánchez, del que ha dado muestras a lo largo de la campaña frente a cierto continuismo de Madina y al frentepopulismo de Pérez Tapias. Como primeras providencias, deberá Sánchez decidir si convocará o no otras primarias en noviembre para elegir al candidato de las próximas generales. Y establecer cauces de diálogo constructivo con el Gobierno de Rajoy pensando en el interés de todos los españoles.

16 Julio 2014

Un poquito de por favor, que ha llegado Pedro Sánchez

Juan Tortosa

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– “Con Felipe González, un poquito de por favor, ¿eh? Con eso no admito bromas, que estamos hablando de alguien que ha hecho mucho por este país”.

Tras pronunciar esta frase aquella mañana en el plató televisivo, a Pedro Sánchez Pérez-Castejón solo le faltó tirarse a la yugular de su “atrevido” contertulio. Quedaban apenas dos semanas para que los militantes del PSOE votaran en primarias al sustituto de Rubalcaba y Sánchez, uno de los tres aspirantes al puesto -“conocido en su casa a la hora de comer”, según dictamen de  Gregorio Morán– saltaba en Las Mañanas de Cuatro como un resorte para responder a la, a su juicio, vejatoria e intolerable valoración que uno de sus compañeros de tertulia acababa de hacer del ex presidente del gobierno porque, a la vejez viruelas, se dedica a llevárselo crudo en consejos de administración de empresas como Gas Natural.

Cuando la tarde-noche del domingo 13 de julio confirmé, al finalizar el primer tiempo del partido Alemania-Argentina, que el nuevo secretario general de los socialistas era Pedro Sánchez, lo primero que se me vino a la cabeza fue aquella frase sobre Felipe González y la cara de indisimulado cabreo con que el atildado candidato la pronunciara en aquel programa, que dirige y presenta Jesús Cintora.“Un poquito de por favor, que he ganado las primarias”, imaginé que estaría pensando en ese momento este madrileño de 42 años que acababa de conseguir casi el cincuenta por ciento de los votos de sus compañeros de partido, mientras en Brasil se disputaba la final del campeonato mundial de fútbol.

A la mañana siguiente, sin despacho aún en Ferraz (Rubalcaba continuará ocupándolo hasta que a final de mes se celebre el congreso) y con decenas de medios en la puerta de la sede socialista, el espigado ex jugador de baloncesto escenificó sin complejos su “privilegiada” relación con Susana Díaz. La sevillana, que sin haberse presentado jamás a una elección detenta en estos momentos la mayor cuota de poder y capacidad de influencia que nadie ha tenido en el Partido Socialista desde hace mucho tiempo, se plantó en Madrid el mismo lunes para, tras felicitar a Sánchez, ponerse a la tarea sin perder un minuto. Éste salió a la calle para recibir a su gentil valedora, pero no a la puerta: avanzó los metros suficientes para besarla y abrazarla todavía lejos del edificio, y luego caminaron juntos y felices hasta la entrada sin hacer declaraciones pero dejándose fotografíar convencidos de que estaban haciendo historia, y de paso facilitando la apertura de los informativos de ese lunes y las portadas de los periódicos del día siguiente.

– Ya estamos aquí, ya nos hemos hecho con las llaves del chiringuito, parecían estar pensando, así que ahora… un poquito de por favor.

Desconozco las prioridades de Pedro Sánchez tras despachar con Susana Díaz porque, salvo ordenar a sus eurodiputados que no votaran a Jean-Claude Juncker para la presidencia de la Comisión Europea, y negociar cuotas de poder en la composición de la nueva ejecutiva del partido, poco más ha hecho o dicho hasta ahora. Bueno, sí, insinuar su primer incumplimiento, porque en su día prometió que, si se convertía en secretario general, habría primarias en noviembre para elegir candidato/a a la presidencia del gobierno… y ya empieza a marear la perdiz. ¡Ah!, y otro mérito también: ser halagado, entre un amplio ramillete de augustos próceres, por Anson, Pedrojota, Marhuenda, Aguirre -que hasta le llamó guapo-, los mandamases del ABC y su majestad el rey padre. Un carrerón.

Qué pena que los sondeos, entre ellos uno del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), hayan venido a contraprogramarle y aguarle la fiesta evidenciando hasta qué punto la formación que encabeza un chico con coleta que anda por ahí revolucionando al personal, un tal Pablo, sube en las encuestas como un cohete mientras que el negocio que Sánchez y Díaz se disponen a regentar amenaza ruina de la gorda.

– Un poquito de por favor, debe pensar Sánchez, que esto es nada menos que elPartido Socialista Obrero Español, con ciento treinta y cinco años de historia y de lucha; con veinte años largos gobernando y cambiando este país desde laTransición… Cuando comenzó esa etapa a la que se refiere, usted y Susana Díaz tenían apenas tres o cuatro años, señor Sánchez, pero bueno… Ahora, si le parece, y dado que el secretario general es usted, ¿por qué no me hace “un poquito de por favor”?

Veamos: ¿Cuándo piensa dejar de invocar los méritos del pasado cada vez que le cuestionan a usted o a su partido? ¿Cuándo piensa empezar a hablar de los problemas que tiene la gente y no de las cosas que le preocupan solo a la gente de su partido? ¿Es usted consciente de que su mensaje suena lejano y envarado? ¿Ha contado usted con la posibilidad de que adelanten las elecciones generales? ¿Va usted a plantarle cara a la troika? ¿Está por acabar con los paraísos fiscales, está porque los ricos paguen sus impuestos de una puñetera vez, porque se haga una auditoría de la deuda, porque los responsables del desastre bancario reciban su merecido, porque se frenen ¡ya! los desahucios a granel?

Sí, ya sé, un poquito de por favor, me va usted a volver a decir. ¡Ea! Pues nada, continúe con sus intrigas de aparato, con sus cálculos de cuotas de poder, presumiendo de organización centenaria aunque la casa se le esté cayendo a pedazos… y también, claro está, yendo por los platós saltando a la yugular de todo aquel que se atreva a criticar a Felipe González por dedicarse a trincar, como tantos otros compañeros de su partido, de esa mamandurria llamada “puertas giratorias”.

Un poquito de por favor, que ha llegado Pedro Sánchez Pérez-Castejón.

18 Julio 2014

Ocho lecciones de comunicación que aprendimos con Pedro Sánchez

Luis Arroyo

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Primera: nunca desprecies a un segundón. Nadie daba un duro por él. Las apuestas estaban todas en nombres más sonoros: Susana Díaz, Carme Chacón, Patxi López, Eduardo Madina. Hasta hace menos de dos meses nadie anticipaba que «ese tal Pedro Sánchez» sería el líder de la oposición en España. (Tampoco, por cierto, había anticipado nadie que otro tal Pablo Iglesias convertiría Podemos en un actor político relevante). Sé que ahora llega el momento en el que alguien dice: «No es cierto: Fulanito en el el diario electrónico Elreducto.es predijo la victoria de Sánchez». Por supuesto, siempre hay algún friki que se desmarca de la opinión dominante, y ya sabemos cuántos padres y madres tiene la victoria y que la derrota sin embargo es huérfana. Pero seamos sinceros: en el liderazgo de Pedro Sánchez sólo confiaba al principio el propio Pedro y unos cuantos amigos más.

Segunda: de hecho, en procesos constituyentes, desconfía de los «preferidos» en un principio. En un libro ya viejo pero de enorme calado, El arte de la manipulación política, Josep Maria Colomer aplica la teoría de juegos a varios escenarios de la Transición política española. Explica así la elección de Adolfo Suárez por parte del rey, y cómo se maniobró con inteligencia para hacer esa elección posible. ¿Cómo? Por simple descarte de los favoritos, demasiado marcados, demasiado controvertidos, demasiado conocidos. Creo que al autor no le costaría aplicar esos mismos cálculos al comportamiento de los principales actores en la reciente renovación del liderazgo del PSOE. Susana Díaz: demasiado riesgo presentarse a esa elección. Carme Chacón: sería incoherente aceptar un juego al que te has opuesto. Ambas, demasiado conocidas, demasiado controvertidas. Las segundas opciones resultan ser en esos casos las más virtuosas. Y suben así como la espuma liderazgos inesperados, como en su momento el de Suárez, o también Barack Obama o Matteo Renzi.

Tercera: la clave en las elecciones internas son los cuadros intermedios, y si te empeñas en insultarlos, te castigan. En un encuentro privado reciente con Felipe González, a cuenta de otra cuestión que nada tenía que ver con el congreso del PSOE, el expresidente hacía notar algo muy importante, que es muy conocido por los politólogos: el poder se mantiene por coaliciones de tamaño relativamente pequeño. Un solo individuo no puede dominar a una población. Y una población completa no puede sostener a un individuo sin cuadros intermedios que hagan el trabajo. Se refería González al mismísimo Francisco Franco. De nuevo, un segundón, que es capaz sin embargo de canalizar el apoyo de un grupo de oficiales y suboficiales dispuestos a dar el golpe bajo su dirección. Llámalo aparato si quieres. Pero lo necesitas. Son los señores y señoras que van casa por casa con el papel para que te firmen el aval. Los concejales, los alcaldes de pequeños pueblos, los diputados regionales, asesores y empleados del partido. Un respeto por ellos, porque son los que tienen que quedarse hasta las tantas en el pleno municipal para votar una moción aunque sea para perderla. Los profesionales a cargo de la máquina. Es difícil ganar sin su beneplácito. Y contra ellos es casi imposible.

Cuarta: si tienes un escándalo que suscitar, mejor que tu material sea realmente importante, porque si no quedarás como un marrullero. Tengo la certeza que las ridículas acusaciones de que Sánchez estaba vinculado con Bankia –por pertenecer como concejal a su asamblea junto a otras 300 personas más y sin cobrar un duro por ello– fueron aprovechadas no sólo por el equipo de Madina, sino incluso más por el de Pérez Tapias, usando esa vieja táctica que consiste en decir «Mira qué caca más grande, pero de mi perro no es». Consigues con ello que el olor llegue igual al olfato de tu interlocutor. Por eso a mí me pareció moralmente lamentable y estratégicamente equivocado que ese día en que El Confidencial se prestaba para publicar la acusación, el país desayunara con Madina dando pábulo a la tontería en el foro de Europa Press y se acostara con Pérez Tapias pidiendo explicaciones a Sánchez a las 12.30 de la noche en Telemadrid. «Malas artes», había denunciado Sánchez, ganando son seguridad unos cuantos cientos de votos más. Y cuanto más insistían algunos en destacar el asunto en sus crónicas del día, más se reforzaba la reputación de Pedro Sánchez y más se ensuciaba la de quienes la ponían en duda.

Quinta: Twitter no es fundamental. Es importante, sin duda, pero no fundamental. Se pongan como se pongan los hipsters –y yo cada vez los veo menos elocuentes– la política sigue dirimiéndose fundamentalmente en los lugares de masas de siempre: los grandes diarios –en papel o electrónicos, pero grandes– y, por supuesto, las grandísimas televisiones y las grandes emisoras. Y además está Twitter.

Sexta: te centra el que tienes a la izquierda o a la derecha. No había grandes diferencias entre los tres candidatos. Por mucho que se empeñara en distanciarse Pérez Tapias, ni siquiera en él había grandes diferencias programáticas. Pérez Tapias hizo notar su ausencia en la votación de la reforma constitucional, pero había votado con su grupo el letal paquete de medidas de ajuste de Zapatero o su controvertida reforma laboral. Y lo hizo porque su voto era necesario para alcanzar la mayoría. Sánchez lo sabía y podría haberlo usado si la cosa se hubiera puesto difícil, por ejemplo en el debate. Pero a lo que vamos: las diferencias eran perfectamente salvables a la hora de la verdad. Incluso ese supuesto republicanismo o su opción favorable a una consulta en Cataluña, resultaban ser la excepción que confirmaba la unidad esencial. El republicanismo más radical o la condescendencia con la consulta resultaban relativamente exóticas dentro del PSOE. Por eso hizo bien Sánchez en señalar todo el tiempo que Pérez Tapias e Izquierda Socialista eran necesarios. Pero como corriente, claro. Reforzando el papel de la corriente minoritaria, la mantienes minoritaria.

Séptima: es el relato moral, no las propuestas; es quién habla, no lo qué dice. Si las diferencias no eran programáticas, debían ser entonces personales. Hace tiempo que el PSOE no tiene un problema tanto de ideas –hay una Conferencia Política en la que participaron cientos de personas– como de credibilidad. Dice Sánchez que la clave es «hacer lo que decimos y decir lo que hacemos». Por eso me parece a mí –que no soy objetivo ni neutral en absoluto, advierto– que tiene un enorme poder esa historia de la carretera, del coche, de las noches en las casas de los militantes. Pero para poder contarla, había que haberla vivido (recordemos que lo importante no es el storytelling, sino el storydoing). No vamos ahora a pedir la canonización del secretario general electo, pero su narrativa resultaba más convincente que aquello del «shock de modernidad», las gafas y el flequillo o el toque naïf de «Edu», dicho sea con todo el respeto por mis amigos, que se dejaron la piel en la campaña de Madina. A fin de cuentas, los españoles habíamos visto una y otra vez a Eduardo sentado en el escaño detrás de Rubalcaba o a su lado en la ejecutiva del PSOE. Y ya puestos, es probable que los militantes del PSOE, en la situación en la que está el país ahora, prefieran un «don Eduardo» que un «Edu», si se me permite la broma.

Octava: la mejor acusación que pueden hacerte es que sólo eres marketing. No siempre, pero en muchos casos la afirmación según la cual un producto o un servicio es «puro marketing» esconde un cierto punto de admiración por ese producto o servicio. Coca-Cola es puro marketing, Apple es puro marketing… Podemos es puro marketing o Pedro Sánchez es puro marketing. No hay problema: eso significa que funcionan. La clave es vigilar para que los críticos no lo aprovechen y pongan la atención sólo en la forma y no el contenido. Tomando una buena carne cerca del Congreso, me decía mi amigo Javier Valenzuela con simpática ironía: «Pedro Sánchez debería equivocarse en algo, para que no parezca tan estudiado». Y otra buena amiga, Joana Bonet, me explicaba lo mismo. Y ella sabe bien lo que dice: los guapos y las guapas, ya se sabe, tienen que hacer un esfuerzo adicional para no parecer tontos.

Postdata: Declaración de intereses. He colaborado en la campaña de Sánchez.

Él me ofreció participar en su campaña y lo hice. Voluntariamente, en los dos sentidos de la palabra: sin remuneración alguna y sin que ningún tercero me lo pidiera. De manera que cuanto digo aquí tiene ese sesgo inevitable. Aun así, en mi análisis trato de no dejarme llevar por mis querencias, y confío en que el lector o la lectora sepa perdonarme si lo hago.

01 Septiembre 2014

Al sepulturero de falsas promesas: ¿Por qué no se une de una vez al PP?

Rafael Reig

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Señor Pedro Sánchez, ¿usted es el secretario general del PSOE o, como dice Antonio Orejudo, el consejero delegado del PSOE? ¿Tanto le ha moldeado su experiencia en Bankia? Con Miguel Blesa y otros compañeros endosándole preferentes a incautos y dándole créditos desorbitados a Díaz Ferrán.

Mira este vídeo, Sánchez, y disculpa que te tutee, pero, pensándolo bien, tú nos has mentido a todos en público tuteándonos. En el telediario, donde dices alto y claro: “ Voy a hacer primarias abiertas, y las voy a proponer en el mes de noviembre de este año. No os quepa duda (…). No os quepa duda, yo soy coherente con mi trabajo (…). Dije que iba a hacer primarias abiertas y las vamos a hacer en noviembre”.

¿No se te cae la cara de vergüenza, Sánchez? No dudo que seas coherente, con tu trabajo: lo que no eres capaz de decir en voz alta es cuál es tu trabajo, ¿verdad?

En noviembre, que no nos cupiera duda. Y ahora ya son, de entrada(como cuando tu partido engañó a todos con el referéndum de la OTAN), en julio de 2015.

“No os quepa duda”. Ja, ja, ja.

Mientes, Sánchez. Has hecho promesas falsas para que te votaran. Dirás lo que haga falta en beneficio propio o de tus patrones, de eso es de lo único que no nos cabe duda.

Acusas al PP de que no tiene autoridad moral para hablar de regeneración democrática. Pues mírate a ti mismo, Sánchez.

Ya te dije que pensaba que no eras más que el enterrador del PSOE. Ése es el único trabajo con el que creo que estás siendo coherente (por decirlo a tu manera).

Mi pregunta es: ¿a qué estás esperando para unir el PSOE al PP? Si pudieras lo unirías a Podemos, pero hasta Podemos es capaz de adivinar que no es bueno abrazarse en el agua a un cuerpo muerto.

Tu partido, el PSOE, tiene una tarea histórica que completar. Tras impedir que el protagonismo político tras la dictadura recayera en la izquierda, en el PCE, que sí luchó contra Franco; tras conseguir disminuir en lo posible a la izquierda, tras lograr la reconversión industrial, la entrada en la OTAN y facilitar el capitalismo depredador; tras expulsar a toda una generación de la política, asqueados e impotentes; al PSOE ya sólo le queda unirse por fin a la derecha, que es su residencia natural, sin complejos y a cara descubierta. Y para ese honor, tal señor, por eso te han elegido, ¿verdad, Sánchez?

Te repito la pregunta: ¿a qué esperas? Acaba de una vez con esta farsa.

Espero que así al menos tengamos que agradecerte una cosa: la unidad de la izquierda, al margen del PSOE y de Podemos. Hay mucha gente que estamos buscando a la izquierda y, cuanto antes acabes con tu trabajo, más inmediata será la unidad.

El Análisis

EL RETO DE VOLVER A PONER DE MODA AL PSOE

JF Lamata

En las primarias de 1998, en el Congreso de 2000 y también en el de 2012 hubo un amplio seguimiento mediático a las luchas por el poder en el PSOE. No fue ese el caso de la lucha por el poder del PSOE en 2014, donde el seguimiento mediático fue bastante más escaso de lo que había sido en las veces anteriores. Sospechosamente los medios de comunicación tenían muchas más ganas de hablar de Podemos y de Pablo Iglesias, que del PSOE y sus rivales, a pesar de que los socialistas representaban a bastantes millones de votos más que los antisistema. ¿El motivo? Aunque tuviera menos votos, Podemos se había convertido en el partido ‘de moda’ para tertulias y charlas de café. Así pues, el primer reto de D. Pedro Sánchez – un desconocido hasta poco antes del congreso – era volver a poner de moda al PSOE.

J. F. Lamata