7 marzo 2015

La política se jacta en un programa de radio de haber resistido las presiones de María Dolores Cospedal para que abandonara su cargo a cambio de la alcaldía e impide una gestora controlada por Manuel Cobo y Javier Arenas

Rajoy nombra a Esperanza Aguirre Gil de Biedma candidata a la alcaldía de Madrid sin conseguir que renuncie a liderar el PP madrileño

Hechos

El 7.03.2015 Dña. Esperanza Aguirre fue designada por el Comité Electoral del PP candidata de este partido a la alcaldía de Madrid.

Lecturas

El 6 de febrero de 2015 el Partido Popular anuncia que sus candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid a Dña. Cristina Cifuentes Cuenca a la comunidad (descartando a D. Ignacio González, que renuncia a la secretaría general del PP) y como candidato del PP a la alcaldía de Madrid a Dña. Esperanza Aguirre, que sigue siendo presidenta del PP madrileño y enfrentada a la dirección nacional desde 2018.

El 8 de marzo de 2015 los diarios ABC y El Mundo anuncian en sus portadas que la Sra. Aguirre fue designada candidata a cambio de dejar la presidencia del PP de Madrid. “Rajoy toma el mando del PP madrileño” titula el ABC, “Génova quiere nombrar una gestora que controle las listas y dirija la campaña”, titula El Mundo.

Esa misma mañana del 8 de marzo de 2015 Dña. Esperanza Aguirre Gil de Biedma entra en directo en el programa de la COPE de Dña. Cristina López Schlichting para desmentir que vaya a dejar la presidencia del PP madrieño.

La Sra. Aguirre desvela que la secretaria general del PP, Dña. Dolores de Cospedal le pidió, en efecto, la tarde del viernes, que tenía que dejar la presidencia del PP de Madrid y que como ella se negó a hacerlo el Comité Electoral estuvo de receso durante 4 horas por su rechazo absoluto a permitir que su lista electoral la hagan otros ‘como Javier Arenas y Manuel Cobo’ y que finalmente D. Mariano Rajoy Brey la llamó personalmente para anunciar que cedía y la permitía seguir de presidenta del PP de Madrid hasta que sea alcaldesa.

La Sra. Aguirre asegura que no hubiera aireado las discrepancias si ‘ellos’ (la dirección nacional) no hubierna “intoxicado’ a El Mundo y ABC.

09 Marzo 2015

...y la batalla por el PP de Madrid quiebra la estabilidad del partido

EL MUNDO (Director: Casimiro García-Abadillo)

Leer

LA BATALLA abierta en el Partido Popular entre Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre por el control de la organización en Madrid podría tener nefastas consecuencias para los intereses del PP, inmediatamente en las elecciones autonómicas y municipales y, a medio plazo, en las generales de final de año. La escenificación de una lucha por el poder como la que han protagonizado los líderes populares está muy alejada del mensaje que espera una ciudadanía que demanda mayor democracia interna en los partidos políticos y una regeneración de la vida pública donde los personalismos dejen paso a los programas y las políticas que de verdad interesan a los electores. Rompe, además, con uno de los grandes activos que ha diferenciado al PP del resto de sus rivales políticos: la estabilidad y el consenso entre las diferentes familias y baronías territoriales en aras de la cohesión interna.

Si bien es cierto que Génova y María Dolores de Cospedal quieren, con toda lógica, que el partido sea lo más homogéneo posible y remen todos en la misma dirección, la vía para conseguirlo no puede ser la de los hechos consumados. Porque como bien recordó Aguirre, las direcciones las eligen los congresos. Y a ella la eligieron en los tres últimos de manera rotunda con el apoyo siempre de más del 90% de los compromisarios. Aunque el presidente del PP y su secretaria general crean que Esperanza Aguirre acumula demasiada influencia controlando la agrupación más activa y con más militantes, la ex presidenta de la Comunidad de Madrid no puede ser tratada como si fuese una enemiga interna, máxime cuando acaba de ser nombrada candidata al Ayuntamiento de Madrid por ser una de las políticas más valoradas del centro derecha.

Ayer, tras un cruce de declaraciones públicas, Génova hizo bien en zanjar la polémica explicando en un comunicado que Aguirre se había comprometido a no presentarse al próximo congreso regional si conseguía llegar a la alcaldía. Lo mejor, no sólo para sus aspiraciones electorales, sino para la normalización de la vida política, es que el PP recupere por la vía del diálogo el equilibrio de fuerzas interno y empeñe sus energías en consolidarse como la alternativa política más estable ante un escenario más que probable en el que tendrá que llegar a acuerdos con otras fuerzas políticas.

El Análisis

¿SINCERIDAD DESLEAL?

JF Lamata

Esto no tiene desperdicio. Dña. Esperanza Aguirre quería ‘volver’ a primera fila política del PP en Madrid como candidata a la alcaldía de Madrid, pero quería que lo noticiara el propio presidente del partido y el propio D. Mariano Rajoy cumplió el protocolo.

Después le pasó el turno a Dña. Dolores de Cospedal: aceptaban nombrarla candidata si renunciaba a la presidencia del PP madrileño. La Sra. Aguirre dijo que nanai. Y la discusión se alargó unas cuantas horas (todo ello con un comité de listas esperando en una reunión a que la bronca entre damas se resolviera entre una u otra). El acuerdo final: Aguirre se comprometía a abandonar la presidencia, pero después de las elecciones y tras ese compromiso el nombramiento se hacía oficial.

Pero, oh, sorpresa, Génova filtra a la prensa que la Sra. Aguirre dejará la presidencia y no concreta cuando (si va a ser después de las elecciones ya mismo) en aparente fórmula para presionar a la Sra. Aguirre y que esta no de un paso atrás.

Y la Sra. Aguirre optó entonces por dar un puñetazo encima de la mesa al estilo ‘pa chula yo’. Llama a la COPE y lo larga todo, cuando la versión oficial en el PP era que eran todos amigos y todo era cordialidad. Por primera vez se aireaba una gresca interna.

Oficialmente los dirigentes del PP no podían reprender a la Sra. Aguirre, dado que se había limitado a ser transparente. Pero… ¿Esa ‘sinceridad’ puede considerarse como una actitud leal a su partido? ¿O es que acaso la Sra. Aguirre que podía ser útil electoralmente para ella evidenciar lo máximo posible su enemistad con su ‘jefe’ el Sr. Rajoy?

J. F. Lamata