Se estrena en TVE el programa ‘Hoy es Posible’ de Producciones52 y Nieves Herrero, con discretos resultados de audiencia

La aventajada pupila de Jesús Hermida habita de nuevo entre nosotros. Nieves Herrero y sus buenas intenciones -que con demasiada frecuencia suelen ser las peores- han aterrizado en la televisión pública quizás para eso, para que sea más pública que nunca. Para que desde ella se sugieran y hasta se dicten los comportamientos políticamente correctos de una sociedad aburrida y cada vez más insensible.

Tengo que confesar que no me gusta Nieves Herrero. No me gusta desde el día en que vi en vivo y en directo cómo hacía llorar a fuerza de desatascador al pueblo de Alcácer. Desde el instante en que su necesidad de lágrimas se volvió para ella más importante que su ética profesional y humana. Sin embargo, que la cadena de televisión más poderosa del país la haya contratado para dirigir un programa estrella como Hoy es posible es un factor a tomar muy en cuenta. Es decir, que posiblemente yo estoy equivocado y, en cambio, ella es una presentadora como la copa de un pino. De hecho, hacían falta muchos bemoles para conducir un espacio tan complejo. No había más que ver su gesto contraído en los instantes previos a la publicidad. Un mar de dudas.

Fiel a sus orígenes, Nieves Herrero contó con todos los mimbres para realizar un cesto a su gusto. Por un lado, la vida misma estaba encarnada en esos dos huérfanos ya adolescentes que hablaron de su presente y su futuro. Uno, moreno, con pelo largo y ligero estrabismo. El otro, rubio, peinado a lo Alan Ladd y aspecto saludable. ¿Fue una casualidad ese emparejamiento o es que ha contratado al profesor Quintana como asesor del programa?

Después, la droga fue la excusa perfecta para hacer que desfilasen un montón de famosos en pantalones cortos. La prueba de relevos, ganada sin competencia por los toreros, fue un espectáculo de tan estimable solidaridad que la gran mayoría de los participantes no dudaba en dejar constancia de ella -de la suya, me refiero- pegando saltos ante las cámaras. Todo es previsible.

Entretanto, la conversación entre Carlos Moyà y Arantxa Sánchez Vicario fue digna del museo de los horrores por el empecinamiento de la presentadora en trasladar las mismas preguntas una y otra vez a los protagonistas. Y al propio Moyà, a quien habían interrumpido en mitad de una cena de homenaje, lo tuvo, imaginamos que hambriento, los minutos que duró la publicidad.

Su éxito fue obligar a Naomi Campbell a que confesara su amor por Joaquín Cortés. Su fracaso, no hacerla desfilar junto a ella por el escenario. Lo intentó, pero no con muchas ganas. Tal vez el profesor Quintana le previno. En La 2, Historias de Nueva York. Cambio y corto. Visto el nivel de audiencia, parece que ustedes también hicieron lo mismo.

Javier Lorenzo

¡Drogadictos del mundo, deponed vuestra actitud y haced deporte, que es mucho más guay, correr, saltar y nadar que buscarse la vena en cualquier rincón de un sórdido descampado! Ése fue el mensaje del nuevo programa de Nieves Herrero en la Primera TVE (martes, 21,45 horas). En principio, nada que objetar a la propuesta ni a los valores terapéuticos del deporte. Pero, como todos sabemos, no siempre es fácil conseguir un buen equilibrio entre fondo y forma. Especialmente si quien se encarga de intentarlo es Nieves Herrero, una mujer que suscita por igual rendida admiración y grima considerable.

Debo confesar que me encuentro entre los ciudadanos a los que pone ligeramente de los nervios la manera de concebir el periodismo que tiene la señora Herrero. Su acercamiento a los grandes temas, entre frívolo, morboso y monil, siempre me ha resultado levemente indigesto.

La utilidad de ‘Hoy es posible’ en la lucha antidroga es tanta como la de esos tenderetes callejeros en los que se te anima a firmar contra el sida. Ni una firma ni un programa de variedades sirven de gran cosa, así que tal vez hubiera sido mejor entregar el holgado presupuesto del programa a alguna ONG y ahorrarle al espectador tres horas de periodismo aburrido y ternurista.