25 octubre 2007

María Antonia Iglesias, Fernando G. Delgado y Rosa Regás abandonaron el programa después de que Ignacio Villa (COPE) calificara a la Cadena SER de 'radio de los terroristas suicidas'

Suprimida la tertulia de CANAL SUR ‘Mejor lo hablamos’, de Mariló Montero ante el abandono del plató de tres tertulianos

Hechos

  • El 24.10.2007 el canal público andaluz CANAL SUR emitió dedicó el programa ‘Mejor lo Hablamos’ a la llamada memoria histórica. El programa fue suspendido veinte minutos antes de que acabara al abandonar el plató tres de sus tertulianos.

Lecturas

LAS PALABRAS DE IGNACIO VILLA MOTIVARON LA ESPANTADA DE FERNANDO DELGADO, ROSA REGAS Y MARÍA ANTONIA IGLESIAS

EL PAÍS CONTRA IGNACIO VILLA

El diario EL PAÍS publicó el 6.11.2007 un artículo sobre el incidente titulado «¿Mejor nos callamos?» en el que cargaba toda la responsabilidad en D. Ignacio Villa:

CANAL SUR saca adelante el día a día protegida de la realidad tras una malla de cortijos, coplas y arrayanes que le aportan ese escaso 10% de audiencia que por el momento permite tener el chiringuito abierto sin que la ruina sea escandalosa. Una de las condiciones que tiene esta vida precaria es la exigencia de mantener a raya la realidad que más quema, o en todo caso hacerse la ilusión de que está bajo control manteniéndola en horarios remotos o edulcorándola hasta hacerla incolora e insípida. Hasta que un día un imprevisto (perfectamente previsible, por otra parte) produce un efecto de cataclismo y la rutina queda hecha añicos.

Y eso sucedió la semana pasada, en el programa Mejor lo hablamos (CSTV, miércoles, 23.30) dedicado a la memoria histórica. Entre los invitados al debate había un profesional de la provocación más que conocido de todos, el director de informativos de la COPE Ignacio Villa, que con sus calumnias e injurias (ninguna nueva, ninguna no repetida cada días por esa cadena) consiguió que otros tres invitados (María Antonia Iglesias, Rosa Regás y Fernando Delgado) abandonaran el plató ante la imposibilidad de participar en lo que Villa había degradado de debate a navajeo sucio. El detonante fue la afirmación de este tipo de que la cadena SER es la emisora de los terroristas del 11-M,

Esta extrema derecha de la que Villa es miembro suficientemente destacado sólo quiere provocar y tapar con el ruido de sus injurias la voz de los demás. Por eso su emisora lleva una semana alardeando de que CANAL SUR, a raíz de lo ocurrido, ha decidido retirar el programa de debate y los periódicos digitales de su cuerda (menuda mañana he pasado visitándolos) alardean de la fechoría del jefe. La noticia del cierre del programa está en la red y ya ha saltado a páginas que no salen directamente de las faldas de la COPE. CANAL SUR, por su parte, no dice nada.

Creo que ese silencio es insostenible y que la televisión pública andaluza tiene que defender ese programa y subrayar su valor emitiéndolo en un horario más adecuado y evitando errores como el de invitar a tipos con los que es sencillamente inútil intentar hablar. Por una razón elemental: una televisión pública es responsable de mantener la existencia de un espacio público de discusión e información en el que se puedan expresar todas las opiniones que no pongan en cuestión ni hagan imposible precisamente la viabilidad pacífica de ese espacio público. El desprecio de la opinión del otro, la descalificación sin más argumentos que la calumnia y el insulto no pueden consentirse en un espacio que es de todos y que con la provocación se busca dejar desierto y en silencio. Cerrar el programa sería hacerse cómplice de esa estrategia y por eso no creo que CANAL SUR vaya a hacerlo. No puede ni callarse ni callarnos.

26 Octubre 2007

El despropósito crispado de la Memoria Histórica y la manipulación de Canal Sur

EL MUNDO (Opinión /Andalucía)

Leer

El debate «Mejor lo hablamos» que pone en antena Canal Sur cada semana, acabó el pasado miércoles como el rosario de la aurora al tener que suspenderse por el plante de tres de los invitados, Rosa Regás, María Antonia Iglesias y Fernando Delgado, que abandonaron el plató mientras se emitía un vídeo con la opinión de los ciudadanos.Lo más grave, sin embargo, de cuanto sucedió en el debate no fue sólo el plante de esos tres invitados, sino la manipulación que, a continuación ordenó la dirección de Canal Sur (bien sea los responsables de la dirección del programa o los responsables de la RTVA) para intentar tapar lo ocurrido con tres invitados que son voceros habituales del Partido Socialista y contertulios ordinarios de Canal Sur. Según se ha conocido después, cuando los tres invitados deciden abandonar el plató, la dirección del programa decide suspender el debate, a pesar de que, por cortesía a los espectadores y a los otros cinco invitados, tendría que haber continuado. ¿Hubiera actuado igual Canal Sur si los invitados que deciden marcharse hubieran sido contertulios contrarios a la Ley de Memoria Histórica? Parece claro que, en ese caso, la decisión hubiera sido justo la contraria. La manipulación, con todo, es más grave aún porque, no satisfecha con la suspensión del debate, la dirección ordena repetir el final, y suprime la despedida de los invitados que habían permanecido en sus asientos.Pocas veces se han podido retratar con tanta fidelidad la trastienda polémica y bronquista de una ley como la de Memoria Histórica y el afán manipulador de una televisión pública como Canal Sur.Ahora sólo nos queda ver el cinismo con el que el PSOE despachará este asunto en el Parlamento.

26 Octubre 2007

Portazos

Javier Caraballo

Leer

Quedó la presentadora impávida en el medio del plató, envuelta en el silencio hueco que se instala en el ambiente tras una bronca.Quedó la moderadora sola ante las cámaras porque los invitados progres se fueron de un portazo. Tolerancia administrada por sabuesos. Quedó Mariló Montero abrazada a unas tarjetas, serena y perfecta en su papel. El debate se acabó. «Y el portazo sonó como un signo de interrogación». ¿En qué puede acabar todo esto? Letra nueva para Sabina, que componga el blues de la crispación progre.

El debate de Canal Sur trataba de la Ley de Memoria Histórica y, como demostración de qué persigue realmente ese bodrio, acabó en una bronca monumental. No debe haber muchos precedentes de algo así en la televisión española, un programa se suspende porque la mitad de los invitados se larga de golpe. Y ya es bastante significativo que quienes pegaron el portazo fueran aquellos que, durante el programa, defendían que esta Ley de Memoria Histórica no reabre heridas. Menos mal, o sea. Porque durante el debate llamaban franquistas a los demás y, para redondearlo, se fueron.«¿Mejor lo hablamos? Por los cojones», que se dirían los tipos al salir en su regocijo.

En fin, que la Ley de Memoria Histórica todavía no ha entrado en vigor y los portazos como éste se convierten en la mejor demostración de que el Gobierno ha echado a rodar una polémica que no sabemos en qué acabará ni qué puede generar. ¿Habrá quien se enfrente ahora a su vecino cuando se pongan discutir en el bar sobre el nombre de la calle? ¿Resucitarán los grupos fascistas al calor escudos callejeros, ahora redivivos, que dormían sepultados por el polvo de la memoria? ¿Habrá quien se cuele en las Iglesias lance escupitajos de pintura sobre las lápidas de los curas asesinados?

Cuando un país renuncia a recuperar de la memoria el escarmiento, se condena al odio y a la sinrazón. Y todo esto que ahora nos parecen anécdotas pueden convertirse luego en desencadenantes de un enfrentamiento mayor en el que ese odio que se va sembrando se desborda tras un chispazo. Terminada la Guerra, Indalecio Prieto le escribió a Negrín: «Pocos españoles de la actual generación están libres de culpa por la infinita desdicha en la que han sumido a su patria. De los que hemos actuado en política, ninguno».Esa es la memoria autocrítica que habría que recuperar.

Ya sé que ese debate de sabuesos les interesa, que piensan que ahí están los votos. Ya sé que la impostura del portazo es parte esencial del discurso; que buscan la ideología en el agravio, en el enfrentamiento, en el odio. Ya sé que no se persiguen la memoria, que el objetivo es convertir la política española en el parque temático de la Segunda República donde enfrentarse a los nostálgicos del franquismo. Pero que no cuenten conmigo, que yo me quedo, como Mariló Montero, en medio de ese escenario, llenando con Machado el silencio hueco de los portazos. «¿Tu verdad?» No, la verdad. Y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela».

27 Octubre 2007

Írseles la olla

Aurora Luque

Leer

Escribo estas líneas pocos minutos después de la suspensión de un debate en CANAL SUR sobre la memoria histórica en el programa ‘Mejor lo hablamos’. Ha sido inaudito. Participaban el director de informativos de la COPE [Ignacio Villa], un sacerdote llamado Jesús de las Heras (que se obstinó en negar que la Iglesia estuvo al lado de Franco durante la dictadura: lo del brazo alzado ‘eran sólo fotos’, dijo), Rosa Regás, Fernando Delgado y María Antonia Iglesias, entre otros. Durante la emisión de una de esas entrevistas callejeras que suele intercalarse en los debates, el directivo de la COPE llamó a la SER ‘la emisora de los terroristas suicidas’, tras lo cual Delgado, Regás e Iglesias abandonaron el plató.

La derecha padece un serio trauma; no ha superado la derrota del 14 de marzo, y en su rencor y pataleo mezquinos y envenenados lanza al aire y a las ondas acusaciones falaces y falsos testimonios, por si colara. Como si fuéramos tontos. ¿Qué queda de la conspiración de EL MUNDO metiendo a ETA en el 11-M? La Cadena SER defiende y difunde unas ideas – a menudo escorada, todos lo sabemos, hacia la izquierda institucional – pero es injurioso relacionarla con el terrorismo islámico que segó las vidas de doscientos ciudadanos en los trenes de Madrid. La acusación de este individuo de la COPE rebasa el amplio territorio de la libertad de prensa y roza el delito. La Conferencia Episcopal se está luciendo con sus voceros radiofónicos: a Jiménez Losantos se le va la olla, y la cacerola y la batería entera. Y Esperanza Aguirre, en su ciega, lealtad, defiende al amigo de la magefesa averiada incluso pisoteando con sus tacones la monarquía misma.

Y toda la crispación, el rencor y la amargura de esta derecha resentida – qué lejos la leal oposición de Fraga – vienen de una misma fuente: la negativa a admitir que a Aznar se le el perol en el asunto de la guerra de Irak. Los terroristas islámicos acudieron al ojo por ojo; una franja muy crítica del electorado español fue a votar para desalojar a un presidente desquiciado y Aznar salió pisando sangre. ¿Han rectificado? No; persisten en su ciega lealtad. Aznar no se equivocó nunca. Y ahí seguimos: lo demuestra, con su lengua intoxicada y bruta, ese cretino de la COPE en esta noche de debates tronchados. Ya ha conseguido lo que pretenden tantos insignificantes: que se hable de ellos. Insidias en las ondas.

Aurora Luque

El Análisis

TELE-SHOWS...

JF Lamata

Muchas cosas raras pasaron en torno al programa ‘Mejor lo Hablamos’ de CANAL SUR y ninguna de ellas deja bien a la profesión periodística. Si ya era de por sí desafortunado que D. Ignacio Villa dijera en aquel debate que la SER era la radio ‘de los terroristas suicidas del 11-M’, pero más triste es aún que en su referencia al tema el diario EL PAÍS manipulara las declaraciones del Sr. Villa y dijera que lo que este dijo es que la SER era la radio ‘de los terroristas del 11-M’. Más rara aún la actitud de los responsables del programa de CANAL SUR, que encargaron a la presentadora del programa grabar dos finales diferentes del programa porque el primero no les había gustado. En cuanto al ‘abandono’ del plató, propio de los shows televisivos sólo era la demostración de que ‘Mejor los Hablamos’, al igual que ’59 Segundos’ (con el incidente de Dña. Isabel San Sebastián) había demostrado ser eso, un show más que otra cosa.

J. F. Lamata