17 febrero 1997
El programa diseñado por Joan Ramón Mainat ofrece unos debates en un tono tenso y crispado, lejos de la tranquilidad habitual en los programas de es naturaleza
TELECINCO estrena el programa de debates ‘Moros y Cristianos’ presentado por Javier Sardá y producido por Gestmusic
Hechos
El sábado 15 de febrero de 1997 Gestmusic estrenó para TELECINCO el programa de debates ‘Moros y Cristianos’.
Lecturas
El sábado 15 de febrero de 1997 la productora Gestmusic estrenó para TELECINCO el programa de debates ‘Moros y Cristianos’. Su director es D. Joan Ramón Mainat (hermano del dueño de la productora, D. Josep María Mainat) y el presentador será D. Xavier Sardà (hermano de la esposa del dueño de la productora, Dña. Rosa María Sardà).
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D. Javier Sardá tuvo que llamar al orden a D. José María Ruiz Mateos (hijo) cuando parecía que iba a estallar contra uno de los miembros del público.
D. Javier Nart, abogado
D. José Apeles, sacerdote
D. Daniel Múgica.
17 Febrero 1997
Cacao con látigo
La productora de éxitos televisivos Gestmusic, o sea, La Trinca, le ha confeccionado a Xavier Sardà una comedia farsesca en forma de debate (Moros y cristianos, Tele 5) para ver si por fin logran hacerle triunfar. Pues bueno, hombre, desde aquí también queremos ayudar. El show ha consistido en reunir un zafarrancho de criaturas amaestradas en el arte de increparse (Karina Falagán, Bienvenida Pérez, Antón Reixa, Carlos Tena o el profesor Chimo Fernández de Castro), lanzarles preguntas tipo ¡Ay Macarena!, ¿es un orgullo nacional o una horterada? o ¿Es tolerable acudir al sexo de pago?, y dejar que con su fuerza asilvestrada construyan la farsa. En una palabra, es L’ou o la gallina? de Miravitllas (La 2), pero a lo bestia. El ingrediente fundamental ha sido, sin dudarlo, el cura José Apeles Santolaria de Puey. ¡Ah!, este mosén es bárbaro. Me consta que en el Obispado de Barcelona lo tienen vigilado, pero él se escapa y disfrutamos. A Bienvenida le dijo, de entrada, que se vestía en El Rastrillo, y mientras a la mata-hari albufereña se le abrían las carnes de dolor, va y la remata insinuando que era un putón verbenero, que la que estaba a su lado (la Falagán), lo mismo, que el instruido profesor Chimo era un degenerado, y a uno del público, que era un fantasma. Y luego, para acollonarnos más, el mosén sacó un tremendo látigo. Bueno, un cacao así no se recordaba desde los tiempos de La máquina de la verdad. Con razón llamaron dos prostitutas de Madrid entusiasmadas, que dijeron: “¡Que no se marche este cura. Es lo más divertido del programa!” En fin, yo creo que sí ¿eh?: Sardà ha triunfado.