Un golpe de Estado en Perú anula las elecciones depone al presidente Prado y establece una Junta Militar

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Tras once días de confinamiento en la isla de San Lorenzo, el presidente de Perú, Manuel Prado Ugarteche, ha partido hacia el exilio en Paris. El mismo viaje que hace Raúl Haya de la Torre, el candidato del APRA que venció en las elecciones presidenciales de junio.

Precisamente por negarse a declarar nulas esas elecciones, Prado fue depuesto el 18 de julio y reemplazado en el poder por una Junta Militar de cuatro miembros que preside el general Ricardo Pérez Godoy.

Entre el 20 y 23 de julio se han producido manifestaciones y huelgas contra la Junta Militar, pero sin llegar a adquirir graves proporciones. Finalmente, fracasó la huelga general convocada para el día 23. El golpe militar comenzó a gestarse el mismo 10 de junio, cuando se conoció el triunfo del candidato del APRA Haya de la Torre, que obtuvo el 32,97% de los votos, con lo que se aseguraba 114 ecaños en el Parlamento.

Fernando Belaunde, candidato de Acción Popular, obtuvo un 32,13% de sufragios y 78 escaños.

Como ninguno de ellos había conseguido el tercio necesario en la elección, correspondía al Parlamento nombrar al presidente.

Tanto el ejército como Belaúnde que propuso formar una comisión cívica denunciaron el supuesto fraude, pero la Junta de Control Electoral rechazó las acusaciones.

El presidente Prado, por su parte, se había negado a la anulación, por entender que el tema era de la exclusiva competencia de la Junta, y que una decisión de gobierno sería inconstitucional. El resultado de esta posición ha sido su derrocamiento.