27 junio 1993

Grams era responsable del asesinato del policía Michael Newrzella

Alemania: La muerte del terrorista Wolfgang Grams que trató de simularse como un suicidio se salda con las dimisiones del ministro Rudolf Seiters y el Fiscal Alexander von Stahl

Hechos

  • El 27 de junio de 1993, los miembros del GSG 9 arrestaron a Grams y Hogefeld en la estación de trenes de Bad Kleinen. Durante el proceso del arresto, Grams logró sacar un arma y dispararle a dos oficiales, logrando matar a uno, Michael Newrzella. Después murió de un disparo en la cabeza. La policía aseguró que Grams se había suicidado, versión que quedó desmentida en la autopsia.

Lecturas

Rudolf Seiters asumió la responsabilidad política de haber intentado simular como suicidio el hecho de que el asesino Wolfgang Grams había sido abatido a tiros.

07 Julio 1993

Crimen de Estado

EL PAÍS (Director: Joaquín Estefanía)

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LA DIMISIÓN del ministro del Interior de Alemania, Rudolf Seiters, indica que existe en dicho país una conciencia social preocupada de que la actuación de la policía se haga dentro de las leyes. No es de recibo la tesis según la cual todo está permitido contra el terrorismo. En un Estado de derecho, antes que la eficacia está el respeto de la ley. Y eso vale especialmente en la lucha contra el terrorismo porque es el terreno en el que hay mayor tendencia al olvido. El ministro Seiters ha dado un ejemplo de conducta democrática con su decisión de asumir la responsabilidad política de las violaciones legales cometidas por los servicios a sus órdenes, aunque él no estuviese implicado.Al producirse la muerte del terrorista Wolfang Grams (miembro de la Fracción del Ejército Rojo y continuador, por tanto, del grupo terrorista Baader-Meinhoff, cuyos líderes fueron muertos en 1977 en circunstancias aún no esclarecidas del todo) en la pequeña estación de Bad-Kleinen, la policía dijo que había muerto a causa de un disparo recibido en medio del tiroteo. Muy pronto esa versión resultó indefendible: la autopsia estableció que había recibido un disparo desde una distancia de cinco centímetros. Un testigo afirmó, además, haber visto a un policía disparar sobre él cuando estaba tumbado. Hay sospechas, pues, de que Grams ha sido víctima de un crimen de Estado, de una venganza de la policía.

Kohl ha tenido que aceptar la dimisión de Seiters, aunque se trata de uno de sus más estrechos colaboradores desde hace mucho tiempo. El aislamiento del canciller aumenta con este cambio de titular en uno de los ministerios que tienen más peso en el Gobierno. El nuevo ministro, Kanther, es un desconocido en el mundo político de Bonn, pero se sabe que pertenece al sector más derechista de la democracia cristiana. No es seguro que ello le ayude a asumir los graves problemas que tiene su departamento. Hoy el terreno en el que la policía alemana necesita dinamizar su acción es en el de la lucha contra los grupos neonazis, culpables de numerosos atentados e incendios contra extranjeros que quedan impunes. Existe un creciente descontento contra el fiscal general, Ven Stahl, responsable de la lucha contra estos crímenes, y cuya pasividad es escandalosa. El cambio de ministro debería ser la ocasión de poner fin a esta pasividad incomprensible de la policía. Pero nada permite pensar que tales sean las ideas de Manfred Kanther.