27 febrero 1933

El incendio en el parlamento - donde el Partido Nazi es mayoritario desde 1932 - se produce poco después del ascenso al poder de Hitler que había indignado a los comunistas de todo el mundo

Atentado contra el Reichtag de Alemania: el ministro Goering ordena la detención de todos los diputados comunistas

Hechos

A finales de febrero de 1933, en plena campaña electoral, el Reichtag sufrió un incendio.

Lecturas

El 27 de febrero el incendio del Reichstag dio pie a la promulgación de un decreto de emergencia en defensa del pueblo y del estado realizado por el canciller Hitler. Menos de un mes después, el 23 de marzo de 1933 se aprobó la Ley de Autorización que neutralizó los órganos constitucionales de la República. Se prohibiría al Partido Comunista presentarse a los comicios del 5 de marzo poniendo fin a elecciones libres. El 2 de mayo se suprimirían los sindicatos libres cambiados por un sindicato único dependiente del Estado.

El edificio del parlamento alemán fue incendiado anoche por manos de criminales. El gobierno presidido por Adolf Hitler, con un enorme despliegue propagandístico, responsabiliza a los comunistas por el incendio del Reichstag, y ha aprovechado la ocasión para decretar una ordenanza de emergencia, que suspende todas las garantías cívicas constitucionales.

En el lugar del siniestro han sido detenidos Marinus van der Lubbe, miembro de un grupo comunista llamado ‘Los comunistas del consejo’ y tres comunistas búlgaros: Vassili Tanev, Balgoi Popov y Giorgi Dimitrov. También ha sido arrestado el diputado comunista alemán Ernst Togler. Poco después del incendio, la policía de Prusia – al mando del dirigente nacional socialista Hermann Goering – procedió a realizar redadas masivas entre militantes comunistas.

1933_Hitler_reichtag El incendio en el parlamento – donde el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán es mayoritario desde 1932 – se produce poco después del ascenso al poder de Hitler que había indignado a los comunistas de todo el mundo. El canciller de Alemania, Hitler y su ministro Goering anunciaron una movilización policial y proclamaron ‘leyes de protección’, que en la práctica suponía dar mayor poder al Gobierno que él encabezaba.

En la práctica los landers autónomos pasarán a ser fusionados y controlados por el Gobierno. Los sindicatos libres pasan a estar disueltos y reemplazados por un sindicato vertical controlado por el Gobierno de Hitler.