6 marzo 1933

La campaña electoral estuvo marcada por el incendio del Reichstag causado por un comunista holandés

Elecciones Alemania 1933: respaldo electoral total al canciller Hitler: 288 diputados para el nacional-socialismo

Hechos

Resultados electorales:

  • Nacional-Socialistas- 288 diputados
  • Socialdemócratas – 120 diputados
  • Católicos – 92 diputados
  • Comunistas- 81 diputados

07 Marzo 1933

En las elecciones generales: el Gabinete Hitler ha obtenido, con más de 21 millones de votos

ABC (Juan Ignacio Luca de Tena)

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El triunfo del Gabinete Hitler sobrepasa los cálculos más optimistas. Ni el propio Fuhrer esperaba obtener más allá del 51 por 100 de los votos y el Gobierno que él encabeza sale de las elecciones bastante más fuertes de lo que representa esta proporción. El solo partido hitlerista tiene mayor número de diputados que los socialistas, los comunistas y el centro juntos. Jamás ha existido en Alemania un partido tan numeroso como el nacional-socialista. Más de diecisiete millones de votos ha obtenido; es deicr, pocos millones menos que el total de los habitantes de España. Si pensamos en los modestísimos orígenes del partido, hace catorce años, podemos emplear para el auge del nacional-socialismo el adjetivo asombroso.

Alemania tiene, pues, Gobierno para mucho tiempo. Lo tiene por lo menos por cuatro años, duración legal de la vida del nuevo Reichstag. Hitler podrá desarrollar su plan económico de cuatro años, sin que sea posible interrumpirlo en su labor. La vieja derecha apenas llega a la quinta parte de la fuerza numérica del partido nacional-socialista que ha sabido conquistar las masas.

El partido menos afectado por el triunfo hitlerista es el católico y su anexo en Baviera. La izquierda socialista y la extrema izquierda comunista ha perdido votos, aunque no en proporción inquietante para dichos partidos. El incremento de los votos hitleristas procede (como lo habíamos indicado) de las masas neutras que en las elecciones anteriores se habían abstenido y que hoy prestan su confianza y apoyo al caudillo nacional-socialista.

Para la política interior de Alemania, el auge hitlerista va a tener consecuencias incalculables. En cuanto a su repercusión en el extranjero va a ser ante todo de orden moral. No hay más razón para temer una nueva guerra que el 29 de enero, día anterior al advenimiento de Hitler.