17 julio 1945

Ambos países trabajaran para derrotar definitivamente a Japón y repartirse los territorios ocupados por Alemania

Conferencia de Potsdam: Los vencedores de Alemania acuerdan dividir el país, una zona quedará a cargo de los soviéticos y la otra a cargo de británicos, americanos y franceses

Hechos

El 17 de julio de 1945 se celebró la conferencia de Potsdam en la que participaron los jefes de Gobierno de Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Soviética.

Lecturas

El 17 de junio de 1945 se inició en Potsdam la conferencia de los tres grandes sobre la Alemania derrotada. Sin embargo, los Aliados no lograron acordar una línea común de actuación. Por otro lado, la unidad de Alemania estaba en juego. 

 

La Conferencia de Potsdam, la última cumbre de la coalición anti-Hitler, debía celebrarse en un principio en la parte occidental de Berlín. Por motivo de seguridad, sin embargo, estadounidenses, británicos y soviéticos acordaron renurise en la parte de la ciudad ocupada por la URSS. Las delegaciones se alojaban en Babelsberg, que había quedado dividido en tres zonas, cada una controlada por una potencia aliada con puestos de control y barreras. Las fuerzas se seguridad evacuaron a la población por temor a posibles atentados. Aquelloss países trabajaran para derrotar definitivamente a Japón – el único país del Eje que seguía en guerra – y repartirse los territorios ocupados por Alemania

El desarrollo de la conferencia no fue fácil. En primer lugar, los occidentales participaban con mandatarios sin experiencia en política exterior: Franklin D. Roosevelt había muerto el 12 de abril, y fue su sucesor, Harry S. Truman, quien representó a Estados Unidos. El primer ministro británico Winston Churchill fue sustituido durante la conferencia de Clement Richard Atlee, del Partido Laborista, que había ganado las elecciones a la Cámara de los Comunes. Mayor importancia tuvo el hecho de que en abril de 1945 la Unión Soviética entregar a Polonia las regiones alemanas situadas al este de la línea Oder-Neisse y colocara con ello a los aliados occidentales ante un hecho consumado. El resultado fue una dura controversia entre la Unión Soviética y las potencias occidentales. La exigencia de reparaciones por parte de Stalin cargó aún más el ambiente.

El líder soviético consiguió que su país obtuviera reparaciones provenientes no sólo de su propia zona de ocupación, sino también de las adicionales de la cuenca del Rühr. Soviéticos, estadounienses y británicos acordaron los principios básicos de su política de ocupación: Alemania tenía que ser desmilitarizada, se debía erradicar el nacionalsocialismo y conseguir la democratización y descentralizar del país. Desde el punto de vista económico, las potencias victoriosas seguirían tratando Alemania como una unidad.

Sin embargo, la política que las fuerzas de ocupación aplicaron a sus respectivas zonas, fue muy diversa: el área soviética pronto adquirió características diferenciadas. Stalin consiguió una gran victoria en el tema de la frontera occidental polaca: estadounidenses y británicos aprobaron la línea Oder-Neisse como frontera provisional entre Polonia y Alemania, y aceptaron por tanto el traslado de la población alemana de las regiones situadas al este de esta línea. Al mismo tiempo decidieron la evacuación de los alemanes de Hungria y Checoslovaquia. Con el reconocimiento de la línea Oder-Neisse por parte de los Aliados, un 24% de la superficie que tenía A:emania en 1937, con una población de 12 millones de habitantes, fue segregada del país.

Truman y Attlee regresaron a sus países con la esperanza de haber resuelto momentáneamente el problema alemán. No obstante no tardó en demostrarse que la intención de mantener una línea de actuación política conjunta para toda Alemania era una ilusón. Al poco tiempo las contradicciones entre las potencias victoriosas, por un lado Estados Unidos-Reino Unido y por el otro la Unión Soviética afloraron cada vez más y no pudieron ser superadas abriendo el camino a la partición del país.