Su última ocurrencia chirría hasta en lo más alto del pirulí de Torre España: la existencia de un trato de favor a periodistas de OKDIARIO que, según él, saturan la tertulia nocturna del Canal 24 Horas y que se merecen la checa de Cuatro Caminos en lugar de los estudios de TVE. Pero como le viene sucediendo últimamente, desde que se cortó la coleta -como Sansón- Iglesias no da una. Su última ocurrencia: Pérez Tornero, el recién dimitido presidente del ente audiovisual estatal, es “un señor tan facha” que “ha poblado TVE de tertulianos de derechas y de ultraderecha” y con medios como “OKDIARIO u otro tipo de panfletos”.
Pues ni Pérez Tornero es “facha” ni los periodistas de OKDIARIO han ocupado las sillas de las tertulias de la televisión pública, cuyos honorarios profesionales para Iglesias serían “fondos de reptiles”. Todo lo contrario: sus periodistas han sido vetados y soy testigo de ello.
Primero, sobre Pérez Tornero facha. Conocí al catedrático en la ciudad universitaria de Bellaterra (Barcelona) en los años 70, ya con Franco en la tumba, pero con una España todavía preconstitucional, en la que el líder morado llevaba sólo unos meses en la tripita de su madre. Y, mientras él braceaba en el líquido amniótico, Pérez Tornero y su peña (Juan Tortosa y José María Perceval, entre otros) se enfrentaban a los grises y a algún que otro fascista para restablecer la Democracia en España.
Cuando Iglesias nació el 17 octubre de 1978 -20 días antes de la aprobación de la Constitución- aún quedaba mucho por hacer en España, pero aquella generación de jóvenes universitarios -entre quienes me incluyo- y también de jóvenes obreros lograron un mundo mejor para que el niñito frapero con el tiempo, gracias a las becas fascistas que potenció UCD y los felipistas de la “cal viva”, se subiera en un coche oficial -del que no se baja- le regalaran una nómina de 100.000, heredara un piso en el barrio cayetano de Madrid y se comprara un casoplón de un millón en territorio nacional, además vigilado por agentes con tricornio.
Segundo, sobre OKDIARIO y TVE. Ningún periodista de este diario ha pisado en los últimos años, desde que Sánchez llegó a La Moncloa, la moqueta de La Noche en 24 Horas. Y me pongo de ejemplo. Desde los años 80 -desde el programa de Victoria Prego “Debate”- colaboraba de manera asidua con TVE durante los gobiernos de distinto signo político y directores tan diferentes como Pilar Miró, Solana, Calviño, Cafarell, Fernández, Oliart, Echenique o José Antonio Sánchez hasta que Podemos se hizo con el poder en la televisión pública. Iglesias no alcanzaba el cielo del CNI, pero sí se hizo con el control de TVE. Y fue cuando de manera sectaria comenzaron a rodar las cabezas de los profesionales más críticos.
Llevaba colaborando con el Canal 24 Horas desde que Vicente Vallés fue nombrado director del canal en septiembre de 2008. Por la Noche en 24 Horas pasaron de presentadores el propio Vallés, Ana Roldán, Sergio Martín, Víctor Arribas y el sectario Xabier Fortes. El tipo más intolerante y secuaz que me he echado a la cara. Cuando se reunía con su equipo solía gritar: “Pero qué rojos somos”. Pero vivía en Madrid a cuerpo de rey con dietas de la cadena pública, además de su salario.
El sectarismo de Fortes
Pues bien, tras la caída del Gobierno de Rajoy y el ascenso a los cielos de Sánchez e Iglesias, Xabier Fortes, también conocido como El Lechero, recuperó su plaza de comisario político y me fusiló al alba como el franquismo tiroteó a su paisano Sánchez Bravo. ¿Y por qué ese paseíllo? Porque una noche, cuando ya estaba cantado que Rajoy iba a ganar las elecciones en 2011, comenzó a lloriquear en directo como una plañidera con el siguiente discurso: “Ahora cuando llegue el PP nos echarán a todos y pondrán a otro aquí en esta silla”. Y yo le repliqué sin morderme la lengua: “Hombre Fortes, y tú cómo llegaste aquí. Echarían a otro para ponerte a ti. ¿No?”. Y le razoné: “La culpa la tenemos los periodistas porque lo consentimos y nos sometemos a la tiranía de los políticos. Si nos plantáramos, no rodarían las cabezas ni con populares ni con socialistas”. Desde ese día, al margen de las consignas podemitas para controlar el contenido del programa de Fortes, OKDIARIO y servidor quedaron laminados.
Pérez Tornero, a quien ahora Iglesias llama “facha”, consintió el chiringuito de Fortes y su cuchipanda. TVE tiene un gran plantel de profesionales, pero el sectarismo de algunos y el control político desde La Moncloa han provocado que, en cuatro años, la cadena pública se pegue un batacazo en la audiencia.
Y tiene su gracia que Podemos, después de las boutades fakes de Iglesias en una radio indepe catalana que definió como “cloaca” a los periodistas que más han investigado en España, se sirva del esfuerzo de todos ellos para presentar un escrito en la Mesa del Congreso para abrir una comisión de investigación sobre Juan Carlos I, que ha sido rechazada por PSOE, PP y Ciudadanos. Resulta paradójico que Echenique, Iglesias y Cía se aprovechen para hacer campaña contra el Rey Emérito del trabajo de quienes huelen a azufre, portan fasces y tienen fotos en la mesita de noche de Meloni y Olona.
Y con todos sus antecedentes de posverdad, sectarismo, bulos y noticias fakes el ex secretario general de Podemos tiene la desfachatez de presentarse a una plaza de profesor en la Facultad de Ciencias de la Información. Me imagino que el tribunal tendrá en cuenta el perfil disfuncional del político populista por el bien de los futuros periodistas.
Iglesias desde el revolcón que sufrió de Isabel Díaz Ayuso en las urnas de las últimas elecciones autonómicas ha perdido el control. Está desbocado. Sus huestes ya comentan que sin coleta -como Sansón- no da una, ni en la política ni en los tribunales.