26 marzo 2021
La tercera fuerza, Vox, no tiene representantes en el Consejo mientras que el PNV tendrá dos
PSOE, PP, Unidas Podemos y PNV acuerdan un nuevo Consejo de Administración de RTVE presidido por José Manuel Pérez Tornero poniendo fin a los 3 años de interinidad de Rosa María Mateo
Hechos
El 26.03.2021 D. José Manuel Pérez Tornero es elegido por el Congreso como nuevo presidente de la Corporación RTVE.
Lecturas
El 26 de marzo de 2018 D. José Manuel Pérez Tornero es elegido por el Congreso nuevo presidente de RTVE. El 1 de abril de 2021 toma posesión el nuevo Consejo de Administración de Radio Televisión Española (RTVE) formado por 10 personas que pone fin a tres años de control de todos los medios públicos por Dña. Rosa María Mateo Isasi como ‘administradora provisional’. La Sra. Mateo quedó al frente de RTVE el 27 de julio de 2018 y ha tenido todos los poderes de la radio televisión pública durante casi tres años en los que ni siquiera tenía que reportar ante consejo de administración alguno, al contrario que todos sus antecesores y su sucesor.
El nuevo presidente de RTVE y, por tanto, quien sucede a la Sra. Mateo como primer ejecutivo, es D. José Manuel Pérez Tornero, que ya estuvo vinculado a la casa como director del programa ‘La Aventura del Saber’.
Los consejeros a propuesta del PSOE son D. Ramón Colom Esmatges, Dña. Elena Sánchez Caballero y Dña. Concepción Cascajosa Virino.
Los consejeros a propuesta del PP son Dña. Carmen Sastre Bellas (cabeza visible de la Plataforma TVE Libre), D. Jenaro Castro Muiña y Dña. Consuelo Aparicio.
Los consejeros a propuesta de Unidas Podemos son D. José Manuel Martín Medem y D. Roberto Lakidain Zabalza.
Y el consejero propuesto por el PNV es D. Juan José Baños Loinaz, exdirector de Deia.
Vox queda, por tanto, excluido del reparto de consejeros en RTVE. El PP estará en minoría, pero ha logrado sentar en el consejo a la trabajadora de RTVE Dña. Carmen Sastre Bellas, que tras ser despedida por Dña. Rosa María Mateo Isasi impulsó la Plataforma TVE Libre dedicada a criticar al actual equipo gestor de TVE, por lo que es una de las figuras más detestadas por los empleados de izquierda de TVE y el llamado Consejo de Informativos de TVE.
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El mandato del Sr. Pérez Tornero durará poco más de un año como presidente de RTVE al verse forzado a dimitir el 26 de septiembre de 2022 por sentir que el PSOE le había retirado su apoyo.
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UNA RESPONSABLE DE CONTENIDOS INFORMATIVOS Y OTRA DE CONTENIDOS GENERALES.
El nuevo organigrama de RTVE propuesto por el Sr. Pérez Tornero suprime los tradicionales cargos de ‘Director de TVE’, ‘Director de RNE’, ‘Director de Informativos de TVE’ o ‘Director de Informativos de RNE’, en su lugar se crea el cargo de ‘Dirección de Contenidos Informativos de RTVE’, que coordinará, por tanto, todo lo informativo en toda la corporación, que dirigirá la Sra. Mamen del Cerro y ‘Director de Contenidos Generales de RTVE’, que coordinará todos los contenidos no informativos de toda la corporación que dirigirá Dña. Amalia Martínez de Velasco. El mandato de la Sra. Mamen del Cerro no llegará a empezar, al renunciar ella al no poder configurar su propio equipo a su criterio.
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EL REGRESO DE LA GRAN ENEMIGA CARMEN SASTRE BELLAS COMO CONSEJERA DEL PP.
Dña. Carmen Sastre Bellas, que fue coordinadora de Informativos de TVE durante el Gobierno de D. Mariano Rajoy Brey, fue despedida nada más tomar Dña. Rosa María Mateo Isasi tomo el contro. Desde entonces la Sra. Sastre Bellas lideró la oposición a la dirección de TVE desde las redes sociales a través de su cuenta y la de Plataforma TVE Libre. Ahora vuelve por todo lo alto como miembro del Consejo de Administración de TVE.
25 Febrero 2021
Comunicado del Consejo de Informativos de TVE
El Consejo de Informativos de TVE observa, con profunda decepción, cómo está culminando el proceso de renovación del Consejo de Administración de RTVE,
Durante los últimos tres años, este Consejo de Informativos ha venido defendiendo la modalidad de concurso público para resolver la gobernabilidad de la radiotelevisión pública con el objetivo fundamental de garantizar su independencia de los intereses partidistas. Lamentablemente, el concurso fue desactivado y los partidos han opetado, una vez más, por un método de designación de consejeros y consejeras basado en la cuota política y no en el mérito, capacidad trayectoria y proyectos de cada uno de ellos.
Deseamos sabiduría y acierto a los nuevos designados, pero debemos mostrar nuestro escepticismo sobre la capacidad del nuevo Consejo de Administración de poder soltar amarras con todos los partidos y procurar un contexto de verdadera independencia para todos los profesionales que trabajan en RTVE. La corporación pública merece un proyecto de futuro y un Consejo de Administración que reme, unido, en su ejecución.
26 Febrero 2021
Por fin un pacto entre PSOE y PP
El acuerdo al que han llegado el PP y el PSOE para renovar el consejo de administración de RTVE supone el primer pacto de Estado de la legislatura después de la enconada guerra mantenida por ambas formaciones durante demasiado tiempo, e incluso en medio de la pandemia. Estos nombramientos consensuados representan la apertura de una muy necesaria perspectiva de normalización institucional. Es muy positivo que los dos principales partidos vuelvan a hablar, pactar y rebajar la crispación que ha deteriorado la democracia española. El pacto señala una senda prometedora para la renovación de otras altas instituciones del Estado, especialmente la del Poder Judicial, tras un bloqueo que ha mantenido a sus miembros con el mandato caducado. Debe celebrarse que el PP, principal responsable de estas injustificadas parálisis, haya por fin abandonado posiciones de oposición radical. Es de desear que ambas fuerzas permanezcan en esta dinámica institucional de pactos, no solo para la renovación de órganos constitucionales, sino también para otras circunstancias en las que una democracia madura avanza con políticas de Estado.
La normalidad institucional no prevé, sin embargo, que tanto el PSOE como el PP entiendan la renovación de cargos como una cuestión privada de reparto de cuotas. La interpretación política pulcra de estos procesos es que la soberanía democrática encarnada por el Parlamento se proyecta sobre los órganos para garantizar nombramientos profesionales y que reflejen el pluralismo de la sociedad representada en el hemiciclo: no un mercadeo privado entre dos formaciones que ya ni siquiera llegan al 50% de los votos. Los nombres que finalmente compondrán el consejo de administración de RTVE indican, en cambio, que la afinidad ideológica ha tenido un papel desproporcionado en demasiados casos.
Esa imagen descarnada del reparto de cuotas desestabiliza la vida institucional del sistema democrático porque politiza en demasía los órganos en cuestión.
El siguiente paso es la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Durante más de dos años el PP ha boicoteado el funcionamiento de este fundamental órgano impidiendo la renovación de sus miembros después de agotarse su mandato constitucional. Su argumento ha sido —y sigue siendo— un veto a vocales afines a Podemos. Esta posición es equivocada. Evidencia su débil fundamento el hecho de que el PP sí ha aceptado perfiles afines a Podemos en RTVE. Se entiende que es difícil para Pablo Casado abandonar una línea roja defendida durante dos años, pero el líder del PP debería tener la altura de profundizar en su viraje, situar definitivamente a su partido en la moderación, ensanchar el foso con Vox. Esto implica facilitar la renovación de todos los órganos y enterrar el hacha de combate en cuestiones de Estado, que incluyen aspectos de política sanitaria y exterior. En el resto, se comprende una oposición agresiva. En eso, no.
Tanto el PSOE como el PP, pues, deberán profundizar en una leal disposición al pacto entre ambos, algo muy bienvenido, pero también renunciar a la voluntad de monopolización institucional. Su coste es de nuevo el desprestigio institucional, pues proyecta la imagen de que la renovación de las instituciones del Estado no emana del Parlamento y no atiende a razones meritocráticas, sino a la predisposición de los dos grandes partidos para llevar a cabo un reparto de cuotas.
26 Febrero 2021
Pago a los servicios prestados en TVE
Hace tiempo que dejé de creer que el sector político iba a dejar de intervenir en el poder que tiene un medio como TVE. Demasiado jugoso. Lo tratan como un elemento más a su servicio para influir pese a que los trabajadores llevan años pidiendo que les dejen trabajar con independencia, y con independencia no quiere decir que guste a unos o a otros, sino con criterios informativos y en libertad. El PSOE y Unidas Podemos han perdido la oportunidad de honrar la memoria de la mejor TVE que hubo, la que dejó funcionar con independencia José Luis Rodríguez Zapatero con Fran Llorente dirigiendo los informativos. Pero lo más grave de la decisión tomada ayer por el Congreso fue la validación del nombramiento de una consejera que se ha ganado el puesto a base de perseguir, hostigar y difamar a compañeros periodistas. Una infamia que a propuesta del PP se ha consumado: el nombramiento de Carmen Sastre como consejera de TVE.
Carmen Sastre fue directora de contenidos informativos de TVE durante el gobierno del PP, cuando el ente público era una herramienta de propaganda sin disimulo al servicio de Mariano Rajoy. Además, fue la mano de derecha de Alfredo Urdaci durante la etapa más negra de la manipulación informativa en la corporación. Durante ese tiempo llegó a cobrar cerca de 100.000 euros anuales. La llegada de un nuevo ejecutivo la privó de seguir en esos puestos de libre designación y obviamente no llevó bien que la alejaran de tan sustanciosos emolumentos.
Durante su etapa se ascendió a su hermana Pepa Sastre, un nombramiento que recibió la crítica del Consejo de Informativos de TVE al calificarlo de un dedazo por nepotismo ya que su trayectoria no justificaba el puesto de editora del TD1, uno de los más importantes en la redacción. La etapa de Carmen Sastre en puestos directivos estuvo plagada de acusaciones de manipulación a favor del PP por parte de la redacción, su labor como profesional fue más la de una propagandista de los conservadores que la de una periodista de TVE. Según publicó ElDiario.es, la directiva llegó a cobrar sobresueldos por valor de 13.000 euros por su buen proceder al servicio de la propaganda justificados como «magníficos resultados de audiencia obtenidos por los Telediarios”. En otra ocasión obligó a una redactora a usar el argumentario del PP para que hiciera una noticia sobre Mariano Rajoy tras su declaración testifical en el caso de la Gürtel.
Tras ser destituida después de que el PP perdiera el poder la periodista de TVE comenzó una campaña de acoso y difamación contra cualquier periodista de izquierdas, o que ella considerara de izquierdas, que para su actuación profesional significaría cualquiera a la izquierda de VOX. De hecho, dos de sus víctimas predilectas eran Xabier Fortes y Enric Juliana, a los que a través de una plataforma por una TVE libre que ella misma dirigía se dedicaba a señalar de forma sistemática cada vez que no se ceñían a la línea ultra que Carmen Sastre llevó durante su etapa como directiva de informativos.
El Consejo de Informativos de TVE llegó a denunciar una campaña de desprestigio a compañeros por parte de antiguos directivos, en referencia a la actuación furibunda de Carmen Sastre en las redes sociales que usaba bajo el paraguas de una actuación llamada ‘Diario de una cesada’. Pero la campaña le ha sido bien pagada otra vez. Ya tiene el puesto al que aspiraba. El pago a los servicios prestados se ha consumado sin escándalo alguno por parte de la profesión. Una consejera de TVE que se ha ganado el cargo mediante el bullying a todo aquel compañero que no pensaba como ella, con el objetivo de lograr recuperar un puesto de responsabilidad en la tele de todos. Carmen Sastre ha celebrado su nombramiento apuntando otra vez contra Xabier Fortes. La inquina no la pierde ni habiendo logrado medrar de nuevo. Una vergüenza para la televisión pública. Otra más.
26 Marzo 2021
Una gran oportunidad para RTVE
HACIENDO uso de mi libertad de expresión, en mi condición de periodista de RTVE, respondo a la invitación de EL MUNDO para proclamar con toda convicción que hoy comienza la que podría ser la última gran oportunidad con la que sacar a la radio y la televisión públicas de su peor momento histórico. Desde aquí apelo al consenso del que nace la elección del nuevo Consejo de Administración, con su presidente José Manuel Pérez Tornero a la cabeza, para que los 6.400 trabajadores de la empresa nos conjuremos en esa difícil tarea que empieza por la obligación ética y moral de unirnos en torno a RTVE y a un liderazgo profesional sustentado en el criterio, la pericia y la excelencia.
Lo escribo con toda honestidad, humildad y esperanza: entre todos debemos garantizar un espíritu de concordia, unidad e ilusión que alumbre un proyecto común a largo plazo para devolver la credibilidad, la transparencia, la reputación y la audiencia dilapidadas durante los últimos tres años a la radiotelevisión que había dejado de ser de todos. Debemos recuperar el honor y el orgullo de pertenecer a RTVE para garantizar un servicio público esencial a los españoles desde la neutralidad, la independencia y el rigor. Sólo así se pueden asegurar el futuro y la viabilidad de la empresa para cumplir un nuevo Mandato Marco y un Contrato Programa que nos obliga con los ciudadanos y con nuestra propia conciencia. Sólo así se pueden obtener resultados óptimos que satisfagan lo que los españoles esperan de nosotros.
Es necesario y urgente que recuperemos el respeto mayoritario de la sociedad, y eso empieza por exigir el respeto del arco parlamentario, del Gobierno y del resto de instituciones a la autonomía profesional, así como el respeto recíproco de las distintas sensibilidades internas. Hay que cohabitar tanto profesional como políticamente, y para ello es necesario despolitizar desde fuera, pero sobre todo despolitizar desde dentro. Si no somos conscientes ni capaces de ello, la audiencia nos seguirá dando la espalda, que es lo que ha sucedido con la pérdida del liderazgo de los informativos, el fracaso de negligentes apuestas de programación en la mente de todos impropias de un medio público y el creciente desprestigio que ha dañado gravemente la imagen y la marca RTVE. Tampoco debemos engañarnos cebándonos con determinados programas y profesionales, descargando todas las culpas diabólicas de la conspiración en la triste era Mateo.
Los que sentimos y conocemos RTVE tenemos las cosas claras y sabemos que la culpa es compartida y proporcional al grado de responsabilidad que determinados personajes y lobbys, también en la mente de todos, han tenido en los últimos tres años. No se pueden premiar ni la incompetencia ni el sectarismo. No se pueden fomentar los rencores ni los afectos ni los ajustes de cuentas. Se debe desterrar toda tentación de purga como la padecida por cientos de profesionales en esta etapa que hoy debe acabar por el bien de RTVE. El color de la radio y la televisión públicas no debe ser negro ni blanco, sino que ha de ser un arco iris de tolerancia y profesionalidad ahora inexistente. El negro camiseta que ha imperado desde mediados de 2018 debe dejar paso al juego limpio, debe integrarse en el espíritu de equipo para que logremos el éxito con la participación de todos. La prioridad son los españoles. Nosotros somos meros intermediarios al servicio de la sociedad, y hay que arremangarse para dejar de mirarnos el ombligo y trabajar en beneficio de la empresa.
Estas son las credenciales mínimas exigibles para oficiar el comienzo de una nueva etapa en RTVE destinada a recuperar el pulso y la decencia. Somos la radio y la televisión que más se debe parecer a España, con sus diferencias y riqueza plural, pero siempre desde la consagración del derecho de los ciudadanos a recibir un servicio público veraz comprometido con la Constitución.
Como dije en sede parlamentaria, enumero públicamente con toda solemnidad, el reto que apremia al nuevo Consejo, la futura dirección y los trabajadores para cumplir con la Corporación RTVE y con los ciudadanos:
1.- RTVE no puede ser un campo de batalla política, sino el punto de encuentro del servicio público honesto, la neutralidad informativa verdadera, la pluralidad objetiva y la libertad.
2.- RTVE no puede dar la espalda a la tarea constitucional que le encomienda la Ley 17/2006 y el Mandato vigente que nos implica en la defensa de las instituciones que van de la Corona a vertebración territorial pasando por el fomento de la separación de poderes y la defensa inquebrantable de los valores y principios democráticos.
3.- RTVE no debe ser un pozo de gasto sin fondo ni criterio, sino un modelo ejemplar de financiación que mire por los intereses de los españoles que pagan la radio televisión pública con el dinero de sus impuestos, entre otras fuentes de financiación.
4.- RTVE debe priorizar la producción propia, evitando el despilfarro, sin externalizar bajo ningún concepto la información y el servicio público, y al mismo tiempo sin demonizar la producción externa si aporta calidad a precio de mercado haciendo buen entretenimiento y ficción.
5.- RTVE no puede ser un vehículo de adoctrinamiento, sino un instrumento social al servicio de la realidad, la verdad y la libertad de los españoles sin discriminación por razones de creencias y pensamiento.
6.- Se hace necesario en esta situación crítica para RTVE que todos apoyemos sin ambages ni dobleces partidistas ni personalistas al nuevo presidente de la Corporación, Pérez Tornero. No olvidemos que su acierto será el nuestro, y que en su mandato nos jugamos la propia supervivencia de RTVE.
Jenaro Castro es periodista de RTVE.
02 Abril 2021
La TVE hundida por Mateo inicia nueva era
SE MARCHÓ por la puerta de atrás, sin despedida pública, con disimulo. Rosa María Mateo perdió su cargo de administradora única provisional de RTVE, casi tres años después de ser nombrada a dedo por Sánchez, con el reciente nombramiento en las Cortes del nuevo Consejo de Administración de la radiotelevisión pública. Deja un legado calamitoso y una situación dramática en una corporación a la que le va a costar mucho levantar cabeza. Para empezar, La 1 de TVE está hundida en términos de audiencia. En marzo, último mes que se le puede computar a la gestión de Mateo, la cadena apenas ha logrado un 8,7% de cuota de pantalla, un dato más que inquietante. Desde hace años, los espectadores han huido de una televisión pública que es percibida como sectaria y poco atractiva. Hasta el punto de que los Telediarios, históricamente el buque insignia de RTVE, han caído hasta la cuarta y quinta opción para la audiencia.
El nuevo presidente del grupo, José Manuel Pérez Tornero, abogaba en su declaración de principios por tratar de que la televisión pública vuelva a cobrar relevancia. Una tarea titánica que debe empezar por despolitizarla y asegurar su pluralidad. Ello se antoja imposible mientras al frente de los informativos siga el comisario de Mateo, Enric Hernández, y sigan programas tendenciosos como Las cosas claras de Cintora.
03 Abril 2021
La 1 cerró el peor mes de marzo de su historia en datos de audiencia
TVE se encuentra en un momento de cambio. Rosa María Mateo abandona su puesto como administradora única provisional y José Manuel Pérez Tornero ya es el nuevo presidente de la radiotelevisión pública. El cambio llega cuando la cadena se encuentra en sus peores momentos en lo que se refiere a datos de audiencia. Si en febrero de 2021 La 1 repitió el mínimo histórico de cuota de pantalla (8,6%, que ya había alcanzado en julio de 2019 y 2020), en marzo solo ha logrado mejorar en una décima, con un 8,7% de cuota, según un informe de la consultora Barlovento Comunicación con datos de Kantar. Este ha sido el peor marzo para La 1 desde que existen registros de audiencia.
En cuanto al conjunto de cadenas de TVE (La 1, La 2, Clan, 24 horas y Teledeporte), han apuntado un 14,1% de cuota, dos décimas por encima de febrero, cuando el grupo alcanzó el mínimo histórico de cuota en conjunto y bajó por primera vez del 14%. Son datos muy lejanos de los que promediaba hace solo una década: en 2011 el grupo obtuvo de media un 22,3% de cuota y La 1 fue líder de las cadenas por última vez.
Telecinco volvió a ser la cadena líder, y ya van 31 meses consecutivos. El canal obtuvo un 16,3% de cuota de pantalla, su mejor dato mensual desde junio de 2017. A la fortaleza de su programación diurna, desde El programa de Ana Rosa hasta Sálvame, se han sumado el fuerte tirón de la recta final de La isla de las tentaciones, el estreno de la docuserie sobre Rocío Carrasco y la que ha sido la emisión más vista del mes, el partido de Copa del Rey entre el Barcelona y el Sevilla del pasado 3 de marzo y su prórroga. Además, Mediaset ha recuperado el liderazgo por grupos, que en los dos últimos meses había logrado Atresmedia.
Por su parte, Antena 3 mantiene su línea ascendente y anotó en marzo un 14,4% de cuota de pantalla, una décima más que en febrero (y 3,9 puntos más que hace un año). Es su mejor dato en siete años, respaldado por los grandes datos que cosecha en el horario de máxima audiencia (franja donde es líder), los excelentes resultados de Pasapalabra y las cifras de sus informativos, que lograron más de 2,8 millones de espectadores de media, el mejor resultado en 13 años. Destacan los datos del noticiero presentado por Vicente Vallés por las noches de lunes a viernes, que en marzo logró una media de 3,5 millones de espectadores, frente a los 2,3 millones de Telecinco.
01 Mayo 2021
Una RTVE que deje atrás el sectarismo
MERECE un voto de confianza el nuevo consejo de administración de RTVE. Y en concreto su presidente, José Manuel Pérez Tornero, quien ante la comisión mixta del Parlamento hizo una necesaria autocrítica respecto de la deriva de la radiotelevisión pública. No echó balones fuera ni se escudó en que su responsabilidad arrancó apenas hace un mes cuando fue elegido por el Congreso, tras uno de los escasos acuerdos entre PSOE y PP de esta legislatura, al que se sumaron también otras fuerzas. Tornero es consciente de la situación tan precaria en la que se encuentra TVE, en el peor momento de su historia en términos de audiencia y también de reputación por la pésima gestión de su predecesora, Rosa María Mateo. Quien en sus dos años y medio como administradora única provisional la ha llevado a muy preocupantes cotas de politización y sectarismo. En lo que supone una clara enmienda a la totalidad de la gestión de Mateo, Tornero ha dejado claro que en la televisión pagada por todos no pueden tener cabida espacios de frívolo infoentretenimiento, en alusión directa a programas tan polémicos y maniqueos como Las cosas claras, de Jesús Cintora, que desaparecerá de la parrilla. El presidente de la Corporación, asimismo, prometió entretenimiento de calidad, información veraz y plural y eficacia en la gestión presupuestaria; tres objetivos esenciales con los que pretende que RTVE responda de verdad a lo que se espera de una televisión pública: neutralidad, apartidismo, pluralidad y relevancia social. Naturalmente que no se puede medir todo en sus canales en función de la audiencia, pero tampoco cabe llevarse a engaño: una televisión que no se ve sirve de bien poco. La principal empresa audiovisual de nuestro país no se puede seguir permitiendo el éxodo masivo de espectadores que ha sufrido durante la etapa Mateo.
Debe dar muchos pasos el nuevo presidente para revertir el sectarismo y la ínfima calidad que salpican la programación y que han hecho que incluso los servicios informativos de TVE pierdan buena parte de su prestigio. Ejemplos tan flagrantes como el indigno show en que la cadena pública convirtió la cobertura de la última noche electoral en Cataluña, sustituyendo el análisis riguroso por una mesa con notorios exponentes del frikismo separatista, marcaron un hito en la degradación de La 1. Será arduo recuperar la confianza ciudadana. Pero la Corporación, con un presupuesto anual de 1.127 millones -al exceso de personal se le suman las productoras privadas-, ni puede seguir siendo altavoz de la propaganda del poder ni estar secuestrada por sus sindicatos ni espantar a la audiencia.