6 julio 2008

Génova trató de evitar que hubiera más de una candidatura, forznado las retiradas de los Sres. Sirera y Fernández Díaz pero no pudo convencer a Nebrera

12º Congreso del PP de Cataluña – Alicia Sánchez Camacho elegida nueva Presidenta frente a la crítica Montserrat Nebrera

Hechos

Votación para la presidencia del PP catalán: 

  • Dña. Alicia Sánchez Camacho- 56,7% de los delegados
  • Dña. Montserrat Nebrera- 43,28% de los delegados

Lecturas

Desde la renuncia de D. Josep Piqué Camps a la presidencia del PP catalán en julio de 2007, el cargo estaba ocupado por D. Daniel Sirera, al convocarse un congreso el 5 de julio de 2008 se presentaron hasta tres candidaturas para el cargo de presidente: una encabezada por el Sr. Sirera, otra encabezada por D. Alberto Fernández Díaz (que ya ocupó el cargo entre 1996 y 2003) y otra encabezada por Dña. Montserrat Nebrera.

El 2 de julio de 2008 la dirección nacional de D. Mariano Rajoy Brey, a través de gestiones de Dña. Ana Mato Adrover, ordenará que la nueva presidenta sea la diputada Dña. Alicia Sánchez Camacho al frente de una candidatura de ‘consenso’. Tanto el Sr. Sirera como el Sr. Fernández Díaz acatarán la decisión, pero no así la Sra. Nebrera, por lo que en el congreso del 5 de julio se presentan dos candidaturas.

  • Dña. Alicia Sánchez Camacho – 56,72% de los votos.
  • Dña. Monserrat Nebrera – 43,28% de los votos.

Con este resultado la Sra. Sánchez Camacho se convierte en la nueva presidenta del PP catalán, aunque con un respaldo muy inferior al deseado por la cúpula. Los abucheos a la Sra. Mato Adrover durante su intervención fueron símbolo de la tensión del congreso. Dña. Monserrat Nebrera abandonará el PP tras su derrota y creará su propio partido político.

sirera El Sr. Sirera fue presentado como ‘el gran martir’ para el sector más anti-nacionalista del PP (mediáticamente representado por LIBERTAD DIGITAL y el programa de la COPE de D. Federico Jiménez Losantos, que había contado con la colaboración del Sr. Sirera). Tras la llegada de la Sra. Sánchez camacho, aquel sector mediático se concentraría en apoyar a Ciutadans frente al PP catalán al que consideraban ‘demasiado blando’ frente al nacionalismo.

 El intento de D. Alberto Fernández Díaz – con gran influencia en el periódico LA RAZÓN – de volver a ocupar la presidencia del PP Catalán quedó desertada por la decisión de Génova de imponer a la Sra. Sánchez Camacho.

SIRERA «ESTE PARTIDO ES UNA MIERDA»

El 2 de octubre de 2009 el periódico EL PUNT AVUÍ difundió una fotografía tomada al teléfono de D. Daniel Sirera en el que se lamentaba por haber sido apartado del liderazgo con un «este partido es una mierda».

SÁNCHEZ CAMACHO: UNA ETAPA DE 9 AÑOS.

Dña. Alicia Sánchez Camacho ejercerá un periodo relativamente estable al frente del PP catalán. Será retirada como líder del PP de Catalunya en julio de 2015 por decisión de la dirección nacional de su partido aunque formalmente seguirá siendo presidenta del PP catalán hasta marzo de 2017, cuando – en pleno ‘procés’ catalán – cederá el puesto a D. Xavier García Albiol.

06 Julio 2008

VOTO DE CASTIGO DE LAS BASES DEL PP

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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Como era previsible, la presidenta del PP de Baleares, Rosa Estaràs, y la candidata a liderar el PP de Cataluña apoyada por el aparato de Génova, Alicia Sánchez-Camacho, se impusieron ayer en los congresos regionales que los populares celebran este fin de semana en estas comunidades. La baja participación y el malestar de las bases por la falta de democracia interna y por el férreo control ejercido por las direcciones regional y nacional han sido las notas dominantes en ambas convenciones.

En Baleares, Rosa Estaràs se impuso al alcalde de Calvià (Mallorca), Carlos Delgado, con el 63% de los votos frente al 32%, si bien no asistieron al congreso uno de cada cuatro compromisarios, lo que supone un síntoma claro de desinterés.

En Cataluña, la oficialista Alicia Sánchez-Camacho ganó a con un escaso 56% de los sufragios a Montserrat Nebrera, quien obtuvo casi un 44% de apoyos, tras capitalizar un voto de castigo a la dirección nacional mucho mayor de lo previsible. Este resultado convierte a Nebrera en la vencedora moral del congreso y pone de manifiesto, no ya que Sánchez-Camacho no era una candidata de consenso, sino que la intervención del aparato para evitar que hubiera tres aspirantes ha sido contraproducente y complica el liderazgo futuro de su delfina sobre las bases. Además, el hecho de que la nueva presidenta del PP catalán lograra muchos menos votos que avales prueba los perverso de un sistema en el que los avales son públicos y los votos secretos. Los abucheos y la pitada con que decenas de compromisarios interrumpieron a la vicesecretaria de Organización, Ana Mato, son sumamente ilustrativos del malestar sin precedentes que padece aquella organización.

En el caso del PP balear, el congreso se ha visto manchado por la denuncia interpuesta hace unas semanas por Delgado contra el comité organizador por entender que favorecía a su compañera y rival. Delgado llegó a pedir a los tribunales la suspensión de la convención, pero la Justicia desoyó su demanda. Probablemente, a una política de la talla de Rosa Estaràs no le hubiera hecho falta para ganar su congreso monopolizar el proceso de recolección de avales, sin duda una metodología heredada de la dirección nacional y copiada del propio Mariano Rajoy, que sólo ha servido para afear su redesignación como presidenta del partido en las Islas. Los resultados de ambos congresos ponen en evidencia que la crisis del PP no está solucionada, pese el cierre de filas de los barones con Rajoy en el cónclave de Valencia.

06 Julio 2008

¿Por qué el PP trata así a su gente?

Juan Carlos Girauta

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Francisco Cano Consuegra y José Luis Ruiz Casado eran concejales catalanes del Partido Popular. Por esa razón exclusivamente fueron asesinados. El PP ha llegado a ser un gran partido gracias a la generosidad y entrega de incontables militantes y cargos que han desarrollado su actividad en entornos difíciles, garantizando la presencia de la organización en toda España.En Cataluña, muchos han dado mucho a cambio de nada. Algunos, como los dos mártires, lo han dado todo.

Daniel Sirera y Alberto Fernández eran dos candidatos bregados y competentes que jamás han olvidado el plus de sacrificio que aportan los militantes catalanes. Ambos son trabajadores, leales y, créanme, bellísimas personas. Tampoco han dejado de denunciar con toda su energía la estigmatización, el aislamiento y la política de doble rasero que aplica la mayor parte de la prensa local y de la clase política con una formación a la que votan centenares de miles de catalanes. Cualquiera votante popular podía sintonizar con el discurso de Daniel o Alberto, de Alberto o Daniel, fuese quien fuese el ganador.

Sin embargo, el cuartel general de Génova decidió imponer a otra persona pasando por encima de una lógica democrática que el PPC había exhibido con orgullo en los prolegómenos del congreso a la búlgara celebrado en Valencia. Sólo la candidata Montse Nebrera se ha negado a aceptar la imposición, presentada bajo la etiqueta del «consenso». Nebrera ha decidido atenerse a la promesa de Rajoy -permitir que el PPC decidiera por sí- hasta el final, cuando la promesa estaba más que rota.

En el hotel Barceló Sants he presenciado escenas memorables.He visto salir al notario Santiago Gotor con lágrimas en los ojos de la reunión donde se valoraban los avales, una vez logrado el objetivo de acreditar que Nebrera había pasado el corte: podría dirigirse a los compromisarios y someter a votación su candidatura.He escuchado las razones de Nebrera antes de su discurso, cuyo poderoso leitmotif me ha adelantado: no tengáis miedo. ¿Les suena?

He oído los abucheos a Jorge Fernández al pronunciar las arriesgadas palabras «Hemos dado muestra de democracia interna». Y las irritadas interrupciones a Cospedal, que ha prohibido el acceso a la sala a los invitados para que no se repitieran las sonoras protestas de la mañana, cuando la mitad de los asistentes han silbado y reprendido a Ana Mato cada vez que pronunciaba la palabra «unidad», o han reventado el inicio de la intervención de Arenas, con expulsión incluida de un delegado. Respeto general, sin embargo, para Daniel Sirera, que ha pedido acabar de una vez con las familias y camarillas internas.

Durante el almuerzo en el cercano restaurante Edén, en la calle Mallorca, he palpado el entusiasmo de los seguidores de Nebrera y la contención -en el mismo local, a unos pocos metros- de los fernandistas. Son compañeros, pero hoy se miran con alguna prevención.El primer aviso de que el cambiazo no iba a ser acatado de forma general llegó con un gesto de integridad poco común: la renuncia de Juan Garriga a una de las cinco Vicesecretarías. La principal de ellas queda en manos de Ángeles Esteller, una valiosa política del entorno de Alberto Fernández.

¿Por qué no ha permitido Rajoy que el congreso del PPC se desarrollara según lo previsto? ¿Por qué no le valía el triunfo de Fernández o Sirera? Quizá el primero no deseara tanto el triunfo como el desplazamiento de su principal rival. En cuanto a Sirera, no le han dejado demostrar nada. Su presidencia ha transcurrido entre dos campañas, la de las generales y la de este congreso doliente. Nebrera cree que Génova lo ha descartado porque no conecta bien con el establishment catalán, y me ha narrado los intentos frustrados de Vendrell, el hombre fuerte de Piqué -hoy reconvertido en hombre de confianza de Arenas- por disuadirla de presentar batalla. A pesar del chasco, Vendrell no ha desaprovechado la ocasión de enseñarse en el hotel de Sants con aire satisfecho.Alguien le ha oído decir recientemente: «Volvemos a mandar».Se da por hecho que la compensación recibida por Sirera -mantenerse en la presidencia del grupo parlamentario catalán y conservar a Carina Mejías como portavoz- no se respetará más allá de octubre.No es extraño que algunos de sus partidarios se lamentaran ásperamente: «Nos han robado el congreso».

Francesc Javier Jurado y Jaume Benallach son concejales catalanes del Partido Popular, una dedicación ingrata. Con gente como ellos, el PP ha llegado a ser un gran partido. Estando acreditados, este sábado les han negado el acceso al salón de actos porque llegaba Cospedal. Hablan, con amargura, de dejarlo todo. ¿Por qué el PP trata así a su gente?

06 Julio 2008

Alicia también llega de Madrid

Marçal Sintes

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El PP es, de todos los partidos catalanes, el único sin ningún tipo de autonomía ni jurídica ni financiera. Es parte integrante y subordinada de una organización centralizada y con sede en Madrid. Es en la Villa y Corte donde se deciden estrategias -hoy al centro, mañana a la derecha; hoy mucha catalanofobia, mañana menos- y donde se nombran a los responsables catalanes, como si de un jefe de fábrica se tratara. Esto ha sido así desde siempre.Lo que ha dolido ahora a muchos es cómo se ha producido el ‘diktat’ de la cúpula central. Ni siquiera se han tomado la molestia de disimular un poco, de ocuparse mínimamente de la escenografía.La secuencia es fácilmente resumible: 1) el martes Rajoy envía a Ana Mato a Barcelona, 2) Mato pone a Sánchez Camacho, y 3) Mato regresa a Madrid.

Pese a estar el congreso como quien dice a punto de empezar, pese a los preacuerdos que más o menos se habían producido, pese a todo, llegó Mato y mandó parar. Y obligó a Fernández Díaz y, sobre todo, a Sirera a obedecer, y a aceptar que ni el uno ni el otro, sino todo lo contrario: Alicia Sánchez-Camacho será, si las cosas salen como está previsto, la ‘lideresa’ en Cataluña.Antes de seguir adelante, detengámonos un momento en Sirera.Rajoy lo puso cuando Piqué dio el portazo para, como acaba de suceder, quitarlo sólo un año después. El hombre ha servido para cubrir la baja, al estilo de esas ruedecillas que se colocan para que el coche no tenga que estar parado mientras se repara la rueda de verdad. Fernández Díaz, por su parte, armó su candidatura para preservar al partido de Sirera. Pese a su retirada, gana cuotas de poder interno en el partido, lo que, a su vez, provoca que Sánchez-Camacho difícilmente pueda hacer algo con lo que él no esté de acuerdo. La dirección que saldrá de este congreso tendrá, pues, una base fernandista con unos ingredientes piqueristas, entre los que Sánchez-Camacho brillará como elemento más destacado.Rezaba el título de un ‘Señales de humo’ de hace unas semanas: «Los Fernández siempre están ahí». Pues eso.

Ante este panorama, Montserrat Nebrera ejerce de Pepito Grillo y, si hace unos días afirmó que el PP se había equivocado durante la campaña electoral al poner el tema del catalán en el centro del debate, el jueves convocaba un acto en Madrid bajo el epígrafe «¿Ser u obedecer?», que es una manera de decir las verdades del barquero y a la vez resumir el eterno dilema de los populares catalanes.

Apuntábamos arriba que lo ocurrido ha dolido a algunos (Por ejemplo: el dirigente Pedro Lecuona tachó el viernes de «cacicada madrileña» la imposición de la candidatura de Sánchez-Camacho). No obstante y a pesar de todo, es de justicia reconocer que la solución impuesta por Madrid es de las menos malas entre las posibles. El sector fernandista agrupa a muchas de las familias que manejan desde hace años el PP catalán, los entresijos del cual conocen al dedillo.Sánchez-Camacho es una mujer joven, inteligente, liberal y capaz de dialogar con todos e incluso tener amigos catalanistas e independentistas.El reto de la dirección que mañana comenzará su andadura es el mismo que ha tenido siempre el PP catalán, la historia del cual parece cada vez más un homenaje al desventurado Sísifo: conseguir la confianza de Madrid para que le deje intentar ganarse, poco a poco, el respeto y la atención de las áreas centrales de la sociedad y el electorado catalán.

25 Julio 2008

Omnipresente Camacho

Alex Sàlmon

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Mucho se ha hablado sobre la necesidad de que el líder de un partido en Cataluña lo sea también en el Parlament. Han existido casos concretos que no acabaron de funcionar, pero Alicia Sánchez-Camacho está demostrando que es posible. En las últimas semanas la nueva presidenta del PP está sumida en un intensivo mediático. Se la ve en todas partes y con todo el mundo; hasta con un evidente enemigo político como es Joan Puigcercós. El president Montilla y el conseller Antoni Castells también han sido tocados por la presencia de la popular. Y todo ello, sin tener silla de diputada.Un éxito. Pero la señora Sánchez-Camacho no debe olvidar que uno de los aspectos más importantes de su partido es cuidar a su militancia. No es una cuestión única. La mayoría de los partidos necesitan cuidados especiales para sus seguidores de base. Los últimos años no fueron buenos para estos menesteres. Josep Piqué se olvidó y Daniel Sirera no tuvo mucho tiempo. Demostrado que lo mediático sólo es cuestión de elegir compañía y lugar, ahora la líder popular debe evidenciar que está a la altura de sus compañeros más cercanos.

07 Julio 2008

Rebelión en el PP catalán

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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Las bases populares de Cataluña muestran su malestar en la elección de la nueva dirección

El PP tiene un agujero negro electoral. Mientras en el conjunto de España y dentro de las elecciones generales obtiene un 40% de los votos, en Cataluña se queda en un pobre 16%. No hay otra comunidad donde los resultados sean tan exiguos para el principal partido de la oposición, que ha visto cómo el número de alcaldías catalanas en su poder pasaban de 13 en 1999 a seis en 2007. Y ningún diputado al Congreso por Girona, única circunscripción española en la que los marcadores del PP se han quedado en blanco, y donde por cierto se presentaba como cabeza de lista la flamante presidenta: Alicia Sánchez-Camacho.

Desde hace años, o desde casi siempre, se decide desde la sede central de la madrileña calle de Génova por qué senderos políticos deben circular sus hermanos catalanes; se mandan las listas electorales a Cataluña vía fax; y se dictan los cambios de liderazgo siempre pensando más en la gobernabilidad de España que en la penetración social en Cataluña. La añeja estructura del partido ha permanecido históricamente en manos de los hermanos Fernández Díaz (Alberto y Jorge), que al mando del aparato han sido dóciles ejecutores de los designios de Madrid. El 12º congreso del PP catalán que ayer acabó en Barcelona no ha sido una excepción, aunque, eso sí, por vez primera las bases se han sentido legitimadas para contestar a la dirección.

El momento de debilidad de la cúpula popular -en la oposición y con una fuerte contestación desde el seno del propio partido- ha sido aprovechado en Cataluña para expresar los agravios históricos de una militancia que se considera moneda de cambio y objeto de maltrato político. Los resultados obtenidos por la nueva presidenta del partido, Sánchez-Camacho (un 56,7%), no pueden entenderse de otra manera. Ni siquiera obtuvo los votos de los compromisarios que firmaron su candidatura y se quedó 211 sufragios por detrás del número total de quienes la habían avalado. Montserrat Nebrera, con un discurso contra el agravio y un 43,2% de los votos, consiguió reunir al sindicato de los descontentos, sin que sirvan los baremos de marianistas y antimarianistas.

El PP catalán vivió la decapitación de Alejo Vidal-Quadras en 1996, en arras al pacto del Majestic entre José María Aznar y Jordi Pujol. Alberto Fernández fue el recambio, hasta que la cúpula consideró llegado el momento de abordar el pospujolismo y lanzó a Josep Piqué a la conquista del centro-derecha en 2002. Pero el corsé impuesto por la vieja guardia aznarista -singularmente Ángel Acebes que le reorganizó el partido en Cataluña- provocó que el ex ministro de Exteriores e Industria presentara en julio del año pasado su renuncia a Mariano Rajoy. La historia ha vuelto a repetirse. Con tres candidaturas sobre la mesa, la dirección ha impuesto ahora la solución Sánchez-Camacho, evitando que el partido catalán llegue a la mayoría de edad por méritos propios.