9 enero 1978
Aplausos en Alianza Popular a la postura de Osorio, lo que adelanta un posible acercamiento entre el político democristiano y los 'fraguistas'
El ex Vicepresidente Alfonso Osorio rompe con el Presidente Suárez y la UCD acusándoles de ‘izquierdizarse’
Hechos
El 9.1.1978 D. Alfonso Osorio anunció su dimisión como Consejero del Presidente del Gobierno D. Adolfo Suárez.
Lecturas
El 09 de enero de 1978 el que fuera vicepresidente del primer Gobierno de D. Adolfo Suárez González (hasta julio de 1977), D. Alfonso Osorio García, anunció su ruptura política tanto con el Sr. Suárez González como con la UCD renunciando a su cargo de consejero presidencial.
En opinión del Sr. Osorio García la UCD del Sr. Suárez González está obsesionada por conseguir votos de la izquierda a base de dejar abandonados a sus votantes de derecha.
El Sr. Osorio publicará sus memorias de 1980 relatando sus diferencias con el Sr. Suárez.
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LOS LÍDERES DE ALIANZA POPULAR APLAUDEN LA POSTURA DE OSORIO
Los líderes de la federación Alianza Popular, la mayoría de ellos antiguos dirigentes de la dictadura franquista, que apostaron por adaptar el franquismo a la democracia, celebraron la ruptura del Sr. Osorio con el Presidente Sr. Suárez durante el Congreso de AP en Catalunya celebrado por aquellos días y acusaron al Gobierno UCD de traicionar a sus electores por presentarse como formación de ‘centro-derecha’ y actuar como una formación de izquierdas.
D. Manuel Fraga – «Osorio ha dicho lo que tenía que decir y muy bien. Mucha gente votó centro-derecha y ahora se encuentra que votó centro-izquierda y también el impuesto sobre el patrimonio».
D. Gonzalo Fernández de la Mora – «Hemos sido fieles a nuestro programa, y nuestras predicciones, por desgracia, se han confirmado. En Cataluña más que en ningún otro sitio, estamos viendo cómo el marxismo es un hecho fuerte y amenazador. El centro ha terminado pactando permanentemente con la izquierda y haciéndole el juego, sin ser fiel a la imagen que presentó ante los electores. Estos hombres están llevando a España cada vez más hacia abajo».
D. Laureano López Rodó – «Los que votaron el centro se han visto burlados porque el llamado centro está haciendo una política de izquierdas y está aplicando en buena parte el programa del Partido Socialista. Hemos de reconocer sin paliativos que en Cataluña ganó la izquierda marxista. No nos engañemos, nuestros verdaderos adversarios son los socialistas y los comunistas, y con los demás grupos podemos y debemos entendernos. El pueblo español fue víctima en las elecciones de uno de los engaños más colosales de la historia».
"Suárez me dijo que quería volverse socialdemócrata para conseguir el voto de la izquierda, porque el voto de la derecha ya lo tenía cautivo"
Libro de memorias "Trayectoria política de un ministro de la Corona"
Adolfo Suárez después de las elecciones me dijo que, a su juicio, las elecciones habían demostrado que España se inclina hacia posiciones de izquierda y que, por lo tanto, era preciso gobernar en centro-izquierda, «porque nosotros, Alfonso, tú y yo, lo que somos de verdad es socialdemócratas». Le contesté que estaba equivocado , que yo no había sido socialdemócrata en mi vida, que no lo era y que no lo pensaba ser en el futuro cualquiera que fuesen los resultados electorales; que sabía perfectamente que era monárquico de convicción, democristiano de formación y liberal de talante» y que no me pensaba apear de esa postura. Me dijo «Algunos de los de Unión de Centro Democrático me han dicho que tu puesto ideal para la nueva etapa sería la presidencia del Senado, ¿qué te parece?». Mi contestación fue categórica: «No, no quiero ser presidente del Senado, no soy un senador elegido, sino de designación real y, por lo tanto, sería improcedente».
Suárez me dijo que Felipe González le había dicho «tú eres la derecha y yo soy la izquierda». A lo que Suárez me comentó «Me quiere desplazar a la derecha». «Porque socialógicamente eres la derecha» – le contesté – «Felipe González tiene la razón». «Pues no estoy dispuesto a ello. Voy a disputarle a Felipe González las posiciones de la socialdemocracia, el espacio de la izquierda y así se lo he dicho». «Craso error, Adolfo», fue mi respuesta. «Así no se estructurarán de forma adecuada las fuerzas políticas. Empujarás al socialismo hacia posiciones radicales y tendrás una derecha vacilante y sin norte y eso es malo». «Pero es que el electorado está hacia la izquierda y al fin y al cabo a la derecha la tengo cautiva, qué va a hacer sino votarme para sobrevivir». «Creo – le dije – que ese es un típico planteamiento del poder, pero no un bien para España. Piénsatelo». Pero no le convencí.